Mario Marín, exgobernador de Puebla que tenía seis meses en arresto domiciliario, por su presunta responsabilidad del delito de tortura en contra de la periodista Lydia Cacho, reingresó este miércoles al Centro Federal de Reinserción Social número 1 “Altiplano”, en Almoloya de Juárez, Estado de México.
El Tribunal Colegiado de Apelación del Vigésimo Séptimo Circuito, con sede en Cancún, Quintana Roo, revocó la medida cautelar de prisión domiciliaria otorgada por una jueza penal al considerar que existe “riesgo de fuga” ante la gravedad de los hechos imputados.
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Mario Marín se encontraba bajo prisión domiciliaria, con brazalete electrónico y supervisión directa desde agosto de 2024. Las autoridades le fijaron otras medidas cautelares como la prohibición de salir del país y de acercarse a las víctimas, así como una garantía de 100 mil pesos, misma que pagó previo a su excarcelación.
Organizaciones por la defensa de la libertad de expresión, el ejercicio periodístico y los derechos humanos, como Artículo 19 y Cimac, condenaron la liberación de Mario Marín y la medida de arresto domiciliario y advirtieron que se trata de un patrón revictimizante que perpetúa la impunidad para las víctimas.
En su momento, el entonces presidente Andrés Manuel López Obrador calificó la decisión como un “sabadazo” por parte de la juzgadora debido a la gravedad de los delitos que se le imputan.
Lydia Cacho declaró en un video difundido en sus redes sociales: “Hoy miércoles 2 de abril de 2025, acabamos de ganar una apelación ante el juzgado para que el exgobernador que me mandó a torturar, Mario Marín, sea devuelto al penal de alta seguridad del Altiplano. Al mismo tiempo, Kamel Nacif Borge está en Puebla y está haciendo negociaciones políticas para intentar liberar al gobernador de las acusaciones por tortura”.
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En 2025 Lydia Cacho fue torturada tras la publicación de su libro Los Demonios del Edén, donde da cuenta de políticos y empresarios que mantenían una red de pornografía infantil en Quintana Roo. Entre los mencionados estuvieron Mario Marín, y el empresario Jean Succar Kuri.
Mario Marín utilizó su cargo como gobernador de Puebla para ordenar a Karam Beltrán, entonces director de la Policía Judicial de la entidad, hacer un operativo de traslado de la periodista, desde la ciudad donde vivía —Cancún— hasta el estado de Puebla, bajo la acusación de cometer los delitos de difamación y calumnia. En el trayecto fue torturada de manera física y psicológica.
En 2006 se revelaron grabaciones telefónicas entre el entonces gobernador y el empresario Kamel Nacif, apodado “El rey de la mezclilla”, en las que Marín afirmó que “ya le había puesto un “pinchi coscorrón” a Cacho porque en Puebla se respeta la ley”.
Fue hasta febrero de 2021 que Marín fue detenido en Acapulco, Guerrero, y recibió auto de formal prisión. En 2023 fue trasladado a un penal federal.
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