“En México somos y seguiremos siendo autosuficientes en el maíz blanco, no transgénico”, declaró este domingo el secretario de Agricultura y Desarrollo Rural, Julio Berdegué, luego de que el país perdiera la disputa comercial con Estados Unidos.
Desde Mazatlán, el funcionario declaró que el país no necesita traer a México maíz blanco transgénico, por lo que seguirá defendiendo la producción nacional.
“Es la base no solo de nuestra alimentación, sino que tiene que ver con el origen de nuestra cultura, forma parte de nuestra identidad nacional; no solo es un producto, es parte del alma mexicana”, sostuvo.
En tanto, la presidenta Claudia Sheinbaum anunció que el Congreso legislará en febrero para prohibir la siembra de este producto.
“Vamos a darle la vuelta a esta resolución porque muy pronto en febrero van a legislar, estoy segura que no se puede sembrar maíz transgénico y hay que proteger la biodiversidad de México”, dijo.
El 20 de diciembre, el panel de solución de controversias establecido bajo el T-MEC determinó que las restricciones de México al maíz modificado genéticamente de Estados Unidos van en contra del acuerdo comercial trilateral.
Tras darse a conocer que EU ganó la disputa respecto al maíz transgénico, las secretarías de Economía y Agricultura publicaron un comunicado conjunto en el que mencionan que no comparten la resolución pero la respetarán.
“El Gobierno de México no comparte la determinación del Panel, pues considera que las medidas cuestionadas están alineadas con los principios de protección a la salud pública y los derechos de los pueblos indígenas, establecidos en la legislación nacional y en los tratados internacionales de los que es parte. A pesar de ello, el Gobierno de México respetará la determinación, ya que el sistema de solución de controversias del T-MEC es una pieza clave de dicho tratado, como quedó demostrado en el caso sobre Reglas de Origen del sector automotriz que resultó favorable para México”.
También reiteraron el compromiso de proteger la salud, la moral pública, la conservación de los recursos naturales, la cultura de la población mexicana y los derechos de los pueblos indígenas, los cuales fueron reconocidos por el Panel como preocupaciones legítimas.
En 2020 el gobierno de Andrés Manuel López Obrador prohibió producir o importar maíz genéticamente modificado y fue en 2023 cuando la medida se publicó en el Diario Oficial de la Federación.
Ante las protestas de su vecino del Norte, México optó por permitirlo para la alimentación de animales y procesamiento en diversas industrias, hasta que se encuentre un sustituto al grano, aunque insistió en prohibirlo para consumo humano.
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Además de los límites al maíz transgénico, el decreto establece que se derogaran y negarán los permisos y autorizaciones para la importación, producción, distribución y uso de glifosato.
La concesión no satisfizo a Estados Unidos, que en junio pidió consultas formales para intentar resolver el diferendo.