Desde el oriente de Yucatán, en el municipio costero de San Felipe, Joaquín Díaz Mena incursionó en la política conocido como el Huacho, un apodo con el que en la península yucateca se les conoce a quienes son “de fuera”. Este “forastero” que llegó a Morena desde el PAN busca darle al partido guinda su primera gubernatura en Yucatán con el trampolín de haber sido el delegado federal de los programas sociales durante cinco años.
Morena es el tercer partido con el que Díaz Mena intenta ganar un cargo público. El político de 49 años de edad intentó sin éxito ser el candidato del PRI a la presidencia municipal de San Felipe a finales de los noventa. Tres años después, en 2001, ante un segundo intento fallido, Díaz Mena compitió entonces bajo las siglas del PAN y así se convirtió en el primer alcalde de oposición en su tierra natal, de pescadores y ganaderos.
Díaz Mena permaneció casi dos décadas en el PAN. Fue consejero estatal y nacional, también diputado local y federal. Como miembro de ese partido, fue el representante de la Secretaría de Educación Pública en Yucatán durante el gobierno de Felipe Calderón.
El Huacho, sin embargo, falló en su intento de ser candidato del PAN a la gubernatura tanto en 2012 como en 2018, año en que decidió irse porque la cúpula de ese partido le incumplió la promesa de promoverlo para una candidatura al Senado de la República.
Díaz Mena renunció a 17 años de militancia con un discurso en el que rememoró a Manuel J. Clouthier. En su despedida, acusó al PAN de haber perdido sus valores al caer en manos de una “caterva sin escrúpulos que pisotea los ideales”.
Fue entonces cuando, según ha relatado el propio político, personas cercanas al entonces aspirante presidencial Andrés Manuel López Obrador le ofrecieron contender por la candidatura de Morena a la gubernatura de Yucatán.
Díaz Mena aceptó, hizo campaña junto a López Obrador y participó cobijado por su nuevo partido. Una elección en la que obtuvo el 20% de los votos, por debajo de los candidatos del PAN y el PRI, Mauricio Vila (39.60%) y Mauricio Rivero (36.09%).
Tras esa derrota, sin embargo, el presidente López Obrador nombró a Díaz Mena como coordinador estatal de los Programas del Bienestar en Yucatán. Con más de 600 mil beneficiarios de programas federales en la entidad, ese puesto le ha significado su principal trampolín para buscar por tercera vez la gubernatura de su estado.
En aquella ocasión, cuando se registró como candidato de la coalición Juntos Haremos Historia (Morena-PT-PES), el yucateco evitó polemizar sobre su corriente ideológica. Se definió como un político que no es “ni de derecha ni de izquierda”. En días pasados, luego de un lustro como funcionario del gobierno federal, se definió como un político de izquierda.
El aspirante morenista tiene estudios en Administración de empresas turísticas y Administración pública y de gobierno. Antes de meterse en la política, trabajó como gerente en un hotel y un restaurante de Cancún.
Díaz Mena siguió los pasos de su madre la profesora Fanny Mena y de su padre Álvaro Díaz López. Como ella, incursionó en la docencia —dio clases en la Telesecundaria Coloradas Yucatán y dirigió el plantel Río Lagartos del Colegio de Bachilleres—. Como ocurrió con su papá en dos ocasiones, el Huacho también fue alcalde del municipio San Felipe.
Joaquín Díaz tiene un pódcast en el que conversa con funcionarios y especialistas de distintas áreas sobre el “bienestar integral de las personas”. El aspirante al gobierno de Yucatán por Morena promueve de forma abierta su imagen con la del presidente Andrés Manuel López Obrador en la fotografía de su canal de Youtube y, recientemente, en una entrevista periodística destacó que López Obrador seguirá siendo un factor en las boletas electorales del 2024.
Uno de los fundamentos de su promoción personal para la gubernatura es la reducción de la mitad de personas que vivían en pobreza extrema en Yucatán durante el sexenio en que fungió como “superdelegado” federal.
El Huacho contendrá por la gubernatura de su estado luego de ganar con 40.1% la encuesta interna de Morena, muy por encima del segundo lugar, la senadora Verónica Camino Farjat, quien obtuvo 8.9%.