Los partidos políticos que conforman la alianza del Frente Amplio por México designaron seis aspirantes para competir por la candidatura a la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México; Sandra Cuevas y Kenia López quedaron fuera.
Cada partido político postuló a dos aspirantes a la candidatura a la jefatura de Gobierno. Este acuerdo del PAN, PRI y PRD molestó a la alcaldesa con licencia de Cuauhtémoc, Sandra Cuevas, quien se inconformó por truncar su intención de competir por dicha cargo de elección popular.
Este lunes el Frente Amplio por México determinó que serán seis aspirantes los que se enfrentarán en el proceso interno por la candidatura al segundo cargo más importante de elección popular que estará en juego en las elecciones de 2024.
Este lunes el Frente Amplio por México determinó que serán seis aspirantes los que se enfrentarán en el proceso interno por la candidatura al segundo cargo más importante de elección popular que estará en juego en las elecciones de 2024.
Desde las filas del PAN, participará Santiago Taboada, quien es alcalde de Benito Juárez, y se le ha asociado con el caso de corrupción conocido como “Cártel inmobiliario”, y también competirá la alcaldesa de Álvaro Obregón, Lía Limón, quien tiene cercanía con la virtual candidata presidencial del bloque opositor, Xóchitl Gálvez.
Por su parte, el PRI postuló al alcalde de Cuajimalpa, Adrián Rubalcava, quien ha tapizado la ciudad con espectaculares, en los que promueve su imagen; así como a la diputada federal, Cynthia López.
En tanto, el PRD presentó a Luis Espinosa Cházaro, quien es coordinador de la fracción parlamentaria del partido en la Cámara de Diputados; y a Nora Arias, quien es la dirigente del Sol Azteca en la Ciudad de México.
Con este acuerdo entre los partidos políticos, se cierra el camino a Sandra Cuevas, quien solicitó permiso de 16 días para ausentarse de sus labores como alcaldesa de Cuauhtémoc para realizar una gira por las alcaldías de la Ciudad de México.
Cuevas amagó con romper con el Frente Amplio, si no le permiten competir en la contienda interna y advirtió que ya la buscaron dos partidos políticos del oficialismo para participar en el proceso electoral de 2024.
La diputada federal del PRI, Cynthia López, advirtió que la alcaldesa de Cuauhtémoc no tiene cabida en el proceso interno del Frente Amplio, en el que ya definió a sus seis aspirantes.
“A Sandra no la vamos apoyar ni para su reelección. Ella nunca quiso comprometerse con los partidos. Ella cree que ganó sola, pues que le busque partido para postularse o que se la juegue de independiente”, atajó la aspirante.
La senadora panista Kenia López Rabadán también había manifestado sus intenciones de postularse por dicho cargo de representación popular, sin embargo no aparece en la lista de postulados.
Aunque la diputada federal del PRI, Cynthia López, comentó que el calendario electoral determina que en diciembre inicia el periodo de precampañas para el cargo a la jefatura de Gobierno de la Ciudad de México, el Frente Amplio prevé arrancar el proceso interno este mismo mes.
Se prevé que el método a implementar para el proceso interno de la Jefatura de Gobierno será similar al empleado para definir la candidatura presidencial.
“El proceso debe ser muy similar a la candidatura presidencial, estaremos haciendo foros, debates, recolectando firmas. Estaremos pasando a la final, en el que sólo quedará uno, esperamos que todos me respalden en caso de ser la ganadora. Yo pido piso parejo para las mujeres, yo creo que hay un gran respeto entre todos los compañeros, todos hemos sido compañeros legisladores en algún momento o casi todos somos de la misma generación”, agregó la legisladora.
López confió en contar con el respaldo del PRI para lanzarse en esta contienda interna.
“Tenemos la experiencia en la Ciudad de México. Yo estoy lista para dar esta gran batalla por la ciudad, agradecida con mi partido por postularme y no voy a descansar hasta hacer la jefa de Gobierno de esta Ciudad de México, cuenta con el respaldo del PRI”, dijo.
El papa Francisco decidió desalojar de su residencia en el Vaticano al cardenal estadounidense Raymond Leo Burke y retirarle su salario.
Bourke es uno de los principales “tradicionalistas” de la Santa Sede y desde hace tiempo ha sido abiertamente crítico de las gestiones del Papa para reformar la Iglesia católica.
El Papa aún no ha hecho efectivo el desalojo del eclesiástico, le dijo una fuente del Vaticano a la BBC.
Pero la decisión, agregó la fuente, no pretende ser un castigo personal, sino se basa en la creencia de que una persona no debería disfrutar de privilegios de cardenales mientras critica al jefe de la Iglesia.
Raymond Burke nació en Wisconsin, Estados Unidos, en 1948. Estudio en el Seminario de la Santa de Cruz de La Crosse y en la Universidad Católica de América, donde obtuvo la licenciatura y el máster en filosofía.
En 1975 Burke fue ordenado sacerdote por el papa Pablo VI en la Basílica de San Pedro, tras lo que regresó a La Crosse, en Wisconsin, donde fue rector asociado en la Catedral de San José Obrero.
En 1980 regresó a Roma para obtener un doctorado en Derecho Canónico por la Pontificia Universidad Gregoriana.
Después de ser nombrado obispo en 1994 y arzobispo de San Luis en 2003, el papa Benedicto XVI lo nombró prefecto del Tribunal Supremo de la Signatura Apostólica, la máxima autoridad judicial de la Iglesia católica, con sede en el Palacio de la Cancillería de Roma.
Fue también el papa Benedicto quien lo hizo cardenal en 2010 y desde entonces se le ha percibido como una de las principales voces del tradicionalismo entre los prelados de la Iglesia católica y el líder de facto de su ala más conservadora.
Las tensiones entre el cardenal Burke y el papa Francisco han estado latentes desde el inicio de este último pontificado.
El cardenal ha sido un abierto crítico de las gestiones del Papa para reformar los asuntos, tanto litúrgicos como sociales, de la Iglesia.
Burke se ha opuesto a los intentos de otros obispos de relajar las actitudes de la Iglesia hacia los homosexuales o hacia los católicos que se han divorciado y vuelto a casar.
También opinó que los políticos católicos que apoyan la legalización del aborto, como John Kerry o Joe Biden, no deberían recibir la eucaristía.
En 2013 Francisco retiró a Burke y a otros 13 prelados de la Congregación para Obispos, el grupo que se encarga de nombrar obispos.
Pocos días después, el cardenal estadounidense criticó al Papa en una entrevista con la emisora católica EWTN.
“Se podría tener la impresión, o así lo interpretan los medios, de que él (Papa) piensa que nosotros hablamos demasiado sobre el aborto, demasiado sobre la integridad del matrimonio entre un hombre y una mujer”, señaló Burke. “Pero nunca podremos hablar lo suficiente sobre eso”.
Un año después, en 2014, el cardenal le dijo a BuzzFeed que el Papa lo había “degradado” de su cargo como prefecto del Tribunal Supremo de la Signatura Apostólica para nombrarlo Patrón de la Orden Militar Soberana de Malta, un cargo principalmente ceremonial dedicado al bienestar espiritual de los miembros de la Orden.
En 2016, a diferencia del papa Francisco, que se mostró crítico de Donald Trump durante la campaña presidencial -en particular por sus planes para construir un muro entre México y EE.UU.- el cardenal Burke apoyó al republicano diciendo que éste “defendería los valores de la Iglesia”.
“Por lo que escuché durante la campaña, me parece que el nuevo presidente comprende bien lo que es importante para nosotros”, le dijo el cardenal al diario Daily Express.
“En primer lugar, estoy convencido de que se preocupará por la defensa de la vida humana desde su concepción y desplegará todas las acciones posibles para contrarrestar el aborto”.
“Y también creo que tiene muy claro el bien irremplazable de la libertad religiosa”, agregó.
En febrero de 2017, aparecieron por toda Roma carteles criticando al Papa. Y los cardenales de la ciudad recibieron una noticia falsa burlándose del pontífice.
Christopher Lamb, el corresponsal en Roma de The Tablet, decidió investigar para la BBC quién era el responsable de las fechorías.
En un artículo que tituló “Quién es el trol del Papa”, Lamb no encontró evidencia de que se tratara del cardenal Burke, pero escribió: “(Francisco) enfrenta resistencia a su reorganización del Vaticano y está enfureciendo a los creyentes del ala más tradicional de la Iglesia”.
“A la vanguardia de la oposición al papa Francisco se encuentra el cardenal estadounidense Raymond Burke, un rigorista con las reglas… que ha dedicado gran parte de su vida a estudiar las leyes de la Iglesia y quiere asegurarse de que se cumplan”.
Y agregó que Burke, “cree que este Papa está jugando peligrosamente con la tradición de 2.000 años del cristianismo”.
Lamb, que había entrevistado al cardenal anteriormente, explicó en su artículo que éste “vive en un gran apartamento justo al lado de la gran avenida construida por Mussolini que conduce a la Plaza de San Pedro desde el río Tíber. Es aquí desde donde dirige su operación para promover lo que él llama ‘claridad doctrinal’”.
No se sabe, sin embargo, si Burke continúa viviendo en este apartamento.
La agencia Reuters informa que el cardenal, que durante años no ha desempeñado un cargo importante en el Vaticano, pasa la mayor parte de su tiempo en su estado natal de Wisconsin.
De cualquier forma, como le dijo a la BBC Christopher White, un observador del Vaticano que escribe para el National Catholic Reporter, la medida del Papa de retirarle a Burke sus privilegios, “no tiene precedentes en la era de Francisco”.
“Parece que el Papa percibe a Burke como alguien que fomenta un culto a la personalidad, centrado en el tradicionalismo o ideales regresivos. Esta medida parece dirigida a limitar la influencia de Burke cortando sus vínculos con Roma”, agrega White.
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