Resultados de estudios genéticos para resolver caso Ayotzinapa no coinciden con los 43 normalistas, según tercer informe
El Gobierno de México realizó decenas de estudios genéticos para resolver el caso Ayotzinapa, sin embargo, todos dieron resultados negativos y no coincidieron con los perfiles de los estudiantes de la Normal Rural “Raúl Isidro Burgos”, desaparecidos el 26 y 27 de septiembre de 2014, reveló el tercer informe de la Presidencia de la Comisión para la Verdad y Acceso a la Justicia del Caso Ayotzinapa (Covaj).
La publicación del documento ocurre a tan solo un día de que se cumplan 10 años de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, día en el que el presidente incluso aprovechó la oportunidad para mandar una carta a las madres y los padres de los estudiantes en la que defendió al Ejército y reiteró que “no existe prueba alguna” de que los militares hubieran participado en este suceso que marcó profundamente la historia reciente de México.
Según el informe, presentado por la Covaj, uno de los primeros pasos que realizó el Gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador para esclarecer el caso Ayotzinapa fue revisar “exhaustivamente la información existente”, lo que reveló que muchos restos óseos aún no habían sido analizados, ni se les había extraído su perfil genético.
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“Este descubrimiento motivó una colaboración de la Unidad Especial de Investigación y Litigación para el Caso Ayotzinapa (UEILCA) con la Fiscalía General de Justicia del Estado de Guerrero donde se identificaron más de mil 500 indicios pendientes de análisis, de los cuales, 132 fueron considerados de interés por sus características, el tiempo y el lugar de hallazgo”.
Sin embargo, el documento señala que, luego de realizar el análisis de los 132 perfiles genéticos, los resultados de los estudios realizados por la Fiscalía de Guerrero arrojaron que estos “no coincidieron con los perfiles de los estudiantes desaparecidos”.
“Resultado: 100 perfiles genéticos ingresados, resultado negativo en la confronta con los estudiantes desaparecidos. 32 restos óseos no identificados: 29 masculinos, 1 femenino y 2 sin identificar, resultando negativo en la confronta con los estudiantes desaparecidos”, indica.
En el documento también se refiere que en un sitio bajo reserva se identificaron restos consistentes en un fémur y una tibia, los cuales resultaron negativos, mientras que en otro lugar se localizaron 10 indicios que generaron otros 10 perfiles genéticos: 7 masculinos y 3 femeninos, todos con resultados negativos para los estudiantes.
Culpan a peritos argentinos de no permitir más análisis
En el mismo apartado, la Covaj señala que durante su investigación se detectó que los indicios recolectados en la búsqueda de un lugar no especificado, correspondiente a restos de nueve cuerpos no identificados, no fueron enviados para para su análisis.
No obstante, el documento asegura que esto ocurrió “debido a la falta de autorización o validación por parte de los peritos argentinos”.
El dato es relevante si se toma en cuenta que el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), que inició sus investigaciones en el sexenio de Enrique Peña Nieto y retomaron las investigaciones cuando ganó la presidencia López Obrador, abandonó el país en julio del año pasado ante la imposibilidad de investigar a fondo el papel del Ejército en el caso, según denunciaron.
Además, en su último informe, el Gobierno apunta que, respecto a unos restos conocidos como “petrosas” -parte del hueso temporal que aloja el oído interno-, encontrados en dos puntos diferentes del Estado de Guerrero, se descubrió que también permanecían sin ser analizados desde el 2014.
“Los peritos argentinos argumentaron que su alto grado de deterioro impedía un estudio viable, además de que, dijeron, dichos restos estaban relacionados con la llamada ‘verdad histórica’.
No obstante, la instrucción del presidente ha sido clara: todos los hallazgos deben ser analizados sin excepción, independientemente de si los restos pertenecían o no a los jóvenes de Ayotzinapa, (pues) cada caso involucra víctimas cuyas familias tienen el derecho a conocer la verdad y alcanzar justicia”.
Pese a lo anterior, luego de realizar los estudios, las autoridades confirmaron que los indicios recolectados durante las búsquedas en el lugar no especificado “también arrojaron resultados negativos en la confronta con el ADN de los estudiantes desaparecidos”.
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Mientras que, en cuanto a los restos conocidos como “petrosas”, que fueron almacenados en 33 cajas y 5 bolsas, se informó que los restos contenidos en 17 cajas y 4 bolsas “no fueron susceptibles de análisis debido a su avanzado estado de deterioro” y que del resto de los huesos “se obtuvieron 5 haplotipos mitocondriales que resultaron negativos en la confronta con los perfiles genéticos de los estudiantes”.
Pese a la instrucción presidencial de “analizar sin excepción” los restos hallados, el informe no incluye ningún apartado sobre la posible identidad de las personas a las que pertenecen los restos óseos analizados.
