La semana pasada se registró un percance en otro elevador del IMSS, esta vez en el Hospital General Regional 46, en Guadalajara, Jalisco, luego de que dejó de funcionar entre dos pisos y dejó atrapados a dos trabajadores de la salud y seis usuarios, que solo pudieron salir a través de un plafón.
Este hospital tuvo a los mismos proveedores para la compra y el mantenimiento de elevadores que el hospital de Playa del Carmen, Quintana Roo, donde la niña Aitana, de seis años, murió prensada en el ascensor mientras era trasladada en una camilla, el pasado 10 de julio.
Acerca de lo ocurrido en Jalisco, el IMSS informó a través de su cuenta de Twitter que no hubo lesionados y que, tras el percance, el personal activó “protocolos de seguridad y se reportó a protección civil”. Sin embargo, Arturo Herrera, un testigo que grabó el hecho, sostiene que su novia, médica de la institución, resultó lesionada en las cervicales por un pedazo de plafón que cayó mientras auxiliaba a los atrapados; por esa razón, dijo, requerirá incapacidad por 10 días.
En entrevista, Arturo narró que su novia había sufrido un problema dos días antes, cuando se encontraba al interior del elevador y este cayó dos pisos. Supuestamente, la administración revisaría el ascensor, pero esto no ocurrió y siguió en operación hasta este nuevo siniestro difundido en redes sociales por Arturo, quien también aseguró que en el hospital prohibieron a su personal tomar videos o fotografías de lo sucedido.
De acuerdo con los contratos revisados por Animal Político, el Hospital Regional 46 fue uno de los que recibieron elevadores nuevos en 2016 como parte de la compra que el IMSS hizo a las empresas Construcciones Aryve, SA de CV, y Abastecimientos y Servicios Industriales del Toro, SA de CV.
Se trata del mismo contrato que también proveyó ascensores al Hospital General de Zona 18, en Playa del Carmen, donde murió Aitana, según se establece en los anexos del contrato número 16B10038.
En los documentos se establece que el costo unitario de los elevadores fue de 4 millones 544 mil pesos para estas instalaciones, mientras que el monto total para proveer ascensores nuevos a las delegaciones del IMSS, Unidades Médicas Familiares y nivel central fue por 558 millones de pesos.
Sin embargo, las empresas ganadoras de este multimillonario contrato no tenían experiencia en esa industria, pues se dedicaban a la construcción. Por este motivo, la Asociación Mexicana de Empresas de Elevadores y Escaleras Eléctricas envió una carta al entonces director del IMSS, Mikel Arriola, para advertir la inexperiencia y la imposibilidad de cumplir un requerimiento como el que se hizo en esa licitación.
“Para cumplir con lo solicitado, en el tiempo requerido, sería necesario un muy importante número de personal especializado que considerando aquellas, es insuficiente en el mercado laboral nacional. Resulta un motivo de preocupación que, en afán de pretender cumplir con las obligaciones asumidas se dejen de observar estándares de calidad en los trabajos necesarios para ello, poniendo en riesgo la seguridad de los usuarios en la futura operación de los equipos”, decía la carta firmada por Jesús Raúl González Mora, gerente de la asociación.
Ese documento fue expuesto por el IMSS como parte de la investigación de lo ocurrido en el hospital de Playa del Carmen.
Además, los elevadores del hospital de Guadalajara recibieron mantenimiento de la empresa Soluciones Integrales de Transportación Vertical en México, SA de CV (SITRAVEM), en 2022, y se trata de la misma compañía que también estaba a cargo del mantenimiento de los elevadores del hospital de Playa del Carmen.
Esta empresa fue contratada por primera vez por el IMSS en febrero de 2019, pese a que apenas tenía ocho meses de haber sido creada y, por tanto, ni siquiera acreditaba la experiencia ni contratos previos como marcaban los requisitos para ser proveedor.
Entre los servicios prestados a este hospital de Jalisco donde ocurrió otro percance, estuvo la adjudicación directa para la “adquisición de 12 tarjetas principales maniobra universal para equipos de transportación vertical ubicados en diferentes unidades de Jalisco”, realizada en 2022 por la Coordinación de Abastecimiento y Equipamiento del Órgano de Operación Administrativa Desconcentrada en Jalisco.
Este contrato, por 2 millones 800 mil pesos, fue en conjunto con la empresa Comercializadora y Abastecedora Hospitalaria, SA de CV, y se trata de una de las compañías de una red de SITRAVEM que han simulado competencia para ganar contratos con el IMSS y el Instituto de Salud del Estado de México, como reveló Animal Político el 13 de julio.
En abril de 2022, SITRAVEM y otra empresa de su red, Comercializadora Bacros, SA de CV, ganaron una de las partidas en la licitación número LA-050GYR002-E57-2022 para el servicio de “mantenimiento preventivo y correctivo a equipo electromecánico de transporte vertical en diferentes unidades para el ejercicio 2022”, por 799 mil pesos.
En 2020 también ganó la licitación LA-050GYR002-E303-2020 para mantenimiento de elevadores, entre los que estaba el número 46 de Jalisco.
SITRAVEM recibió su primer contrato en 2019, apenas ocho meses después de ser creada y, desde entonces, el IMSS le ha entregado 27 contratos que suman 31 millones de pesos.
Además, junto con Comercializadora Bacros, Soluciones Integrales en Mantenimiento Industrial Simtech, SA de CV, y Abastecedora Hospitalaria coinciden en accionistas y direcciones, por lo que en realidad forman parte de la red de empresas que ha ganado contratos con el IMSS mediante simulación de competencia.
El papa Francisco decidió desalojar de su residencia en el Vaticano al cardenal estadounidense Raymond Leo Burke y retirarle su salario.
Bourke es uno de los principales “tradicionalistas” de la Santa Sede y desde hace tiempo ha sido abiertamente crítico de las gestiones del Papa para reformar la Iglesia católica.
El Papa aún no ha hecho efectivo el desalojo del eclesiástico, le dijo una fuente del Vaticano a la BBC.
Pero la decisión, agregó la fuente, no pretende ser un castigo personal, sino se basa en la creencia de que una persona no debería disfrutar de privilegios de cardenales mientras critica al jefe de la Iglesia.
Raymond Burke nació en Wisconsin, Estados Unidos, en 1948. Estudio en el Seminario de la Santa de Cruz de La Crosse y en la Universidad Católica de América, donde obtuvo la licenciatura y el máster en filosofía.
En 1975 Burke fue ordenado sacerdote por el papa Pablo VI en la Basílica de San Pedro, tras lo que regresó a La Crosse, en Wisconsin, donde fue rector asociado en la Catedral de San José Obrero.
En 1980 regresó a Roma para obtener un doctorado en Derecho Canónico por la Pontificia Universidad Gregoriana.
Después de ser nombrado obispo en 1994 y arzobispo de San Luis en 2003, el papa Benedicto XVI lo nombró prefecto del Tribunal Supremo de la Signatura Apostólica, la máxima autoridad judicial de la Iglesia católica, con sede en el Palacio de la Cancillería de Roma.
Fue también el papa Benedicto quien lo hizo cardenal en 2010 y desde entonces se le ha percibido como una de las principales voces del tradicionalismo entre los prelados de la Iglesia católica y el líder de facto de su ala más conservadora.
Las tensiones entre el cardenal Burke y el papa Francisco han estado latentes desde el inicio de este último pontificado.
El cardenal ha sido un abierto crítico de las gestiones del Papa para reformar los asuntos, tanto litúrgicos como sociales, de la Iglesia.
Burke se ha opuesto a los intentos de otros obispos de relajar las actitudes de la Iglesia hacia los homosexuales o hacia los católicos que se han divorciado y vuelto a casar.
También opinó que los políticos católicos que apoyan la legalización del aborto, como John Kerry o Joe Biden, no deberían recibir la eucaristía.
En 2013 Francisco retiró a Burke y a otros 13 prelados de la Congregación para Obispos, el grupo que se encarga de nombrar obispos.
Pocos días después, el cardenal estadounidense criticó al Papa en una entrevista con la emisora católica EWTN.
“Se podría tener la impresión, o así lo interpretan los medios, de que él (Papa) piensa que nosotros hablamos demasiado sobre el aborto, demasiado sobre la integridad del matrimonio entre un hombre y una mujer”, señaló Burke. “Pero nunca podremos hablar lo suficiente sobre eso”.
Un año después, en 2014, el cardenal le dijo a BuzzFeed que el Papa lo había “degradado” de su cargo como prefecto del Tribunal Supremo de la Signatura Apostólica para nombrarlo Patrón de la Orden Militar Soberana de Malta, un cargo principalmente ceremonial dedicado al bienestar espiritual de los miembros de la Orden.
En 2016, a diferencia del papa Francisco, que se mostró crítico de Donald Trump durante la campaña presidencial -en particular por sus planes para construir un muro entre México y EE.UU.- el cardenal Burke apoyó al republicano diciendo que éste “defendería los valores de la Iglesia”.
“Por lo que escuché durante la campaña, me parece que el nuevo presidente comprende bien lo que es importante para nosotros”, le dijo el cardenal al diario Daily Express.
“En primer lugar, estoy convencido de que se preocupará por la defensa de la vida humana desde su concepción y desplegará todas las acciones posibles para contrarrestar el aborto”.
“Y también creo que tiene muy claro el bien irremplazable de la libertad religiosa”, agregó.
En febrero de 2017, aparecieron por toda Roma carteles criticando al Papa. Y los cardenales de la ciudad recibieron una noticia falsa burlándose del pontífice.
Christopher Lamb, el corresponsal en Roma de The Tablet, decidió investigar para la BBC quién era el responsable de las fechorías.
En un artículo que tituló “Quién es el trol del Papa”, Lamb no encontró evidencia de que se tratara del cardenal Burke, pero escribió: “(Francisco) enfrenta resistencia a su reorganización del Vaticano y está enfureciendo a los creyentes del ala más tradicional de la Iglesia”.
“A la vanguardia de la oposición al papa Francisco se encuentra el cardenal estadounidense Raymond Burke, un rigorista con las reglas… que ha dedicado gran parte de su vida a estudiar las leyes de la Iglesia y quiere asegurarse de que se cumplan”.
Y agregó que Burke, “cree que este Papa está jugando peligrosamente con la tradición de 2.000 años del cristianismo”.
Lamb, que había entrevistado al cardenal anteriormente, explicó en su artículo que éste “vive en un gran apartamento justo al lado de la gran avenida construida por Mussolini que conduce a la Plaza de San Pedro desde el río Tíber. Es aquí desde donde dirige su operación para promover lo que él llama ‘claridad doctrinal’”.
No se sabe, sin embargo, si Burke continúa viviendo en este apartamento.
La agencia Reuters informa que el cardenal, que durante años no ha desempeñado un cargo importante en el Vaticano, pasa la mayor parte de su tiempo en su estado natal de Wisconsin.
De cualquier forma, como le dijo a la BBC Christopher White, un observador del Vaticano que escribe para el National Catholic Reporter, la medida del Papa de retirarle a Burke sus privilegios, “no tiene precedentes en la era de Francisco”.
“Parece que el Papa percibe a Burke como alguien que fomenta un culto a la personalidad, centrado en el tradicionalismo o ideales regresivos. Esta medida parece dirigida a limitar la influencia de Burke cortando sus vínculos con Roma”, agrega White.
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