“Traidor”.
Una palabra resonó en los cantos y gritos de los trabajadores del Poder Judicial y simpatizantes, quienes le reclamaron al Ministro Alberto Pérez Dayán haber sido el voto decisivo para que se desechara el proyecto de sentencia que invalidaba parcialmente la reforma judicial.
“¡Dayan, traidor, te vendiste al dictador!”, coreaban desde afuera manifestantes que llegaron desde las 8 de la mañana para observar la sesión del pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).
Al inicio de la jornada, las y los manifestantes que montaron un templete frente al edificio de la Suprema Corte consideraban al ministro Pérez Dayán como uno de los 8 que se mantuvieron firmes frente a los cambios constitucionales que avaló la mayoría legislativa de Morena y aliados a inicios de septiembre.
Con pancartas y lonas, mostraban los rostros de ocho ministros en quienes confiaban para que se revocara parcialmente la reforma judicial, mientras que externaban su rechazo a las ministras Yasmín Esquivel Mossa, Loretta Ortiz Ahlf y Lenia Batres, por su cercanía al oficialismo.
Pero para el final de la jornada, cuando la Ministra Presidenta Norma Piña había decretado el final de la sesión, el rostro de Pérez Dayán estaba tachado de las lonas.
Para ellos, dijeron, se había sumado al grupo de los senadores perredistas y el panista Miguel Ángel Yunes, con cuyos votos se pudo aprobar la reforma judicial en el Senado semanas antes.
“Nos sentimos traicionados”, compartió Francisco López, uno de los manifestantes. “Obviamente no es una decisión jurídica, esta decisión debe tener otras motivaciones y esto no va a hacer que dejemos la lucha, vamos a continuar en los tribunales internacionales”.
Las casi ocho horas de discusión en el pleno de la Suprema Corte culminaron cuando la Ministra Presidenta pidió definir si para la aprobación del proyecto, en su fondo, se requerían 6 u 8 votos.
Afuera del recinto, la protesta se llevaba a cabo con entusiasmo, música, gritos y batucada. A lo largo del día, llegaron legisladores y personajes de la oposición como Kenia López Rabadán, Xóchitl Gálvez, Fernando Belaunzarán, Guadalupe Acosta Naranjo y el empresario Claudio X. González para solidarizarse con los trabajadores.
Las primeras cinco horas de la discusión transcurrieron en definir si era legítima la promoción de la acción de inconstitucionalidad en contra de la reforma judicial, y luego en decidir si procedía la revisión del proyecto presentado por el Ministro Juan Luis González Alcántara Carracá, que pretendía invalidar parcialmente las normas aprobadas.
Fue ahí donde Pérez Dayán dio un voto definitorio, pues anunció no compartir la procedencia del proyecto, y se sumó al bloque de Ortiz Ahlf, Batres y Esquivel Mossa.
Después de un receso de una hora, la Ministra Norma Piña pidió a sus compañeros definir si para la aprobación del proyecto se requerían 6 u 8 votos, puesto que los 4 que habían votado contra la procedencia anticiparon que buscaban que se desestimara el asunto.
Al decidirse en el pleno que eran necesarios 8 votos, Piña levantó la sesión y dio por revisado el asunto. Afuera del recinto del Máximo Tribunal, los manifestantes mostraron su decepción y rechazo, y algunos incluso rompieron en lágrimas.
“El Ministro, como un profesional, tenía los elementos para dar un voto contrario al que emitió”, expresó Arturo Flores, del Décimo Octavo Distrito. “[La decisión de hoy] Me pone muy preocupado, por la institución y por el país”.
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Terminada la sesión, el Ministro Luis María Aguilar salió al patio donde se encontraban los manifestantes para dar un breve mensaje de agradecimiento.
“Gracias por su apoyo, gracias por su solidaridad, sobre todo por la lucha que ustedes no han cesado en hacer por esto”, les dijo desde las vallas que lo separaban de las masas.
El Ministro les aseguró que él y sus compañeros hicieron todo lo posible para que se aprobara el proyecto, pero fue insuficiente.
“Estamos tristes, porque podíamos haber conseguido más, yo traté de hacer mi mejor esfuerzo, pero no fue suficiente, no hubo la gente que se solidarizó con nosotros lo suficiente”, lamentó Aguilar.