“No podemos dejar obras inconclusas”, fue lo que dijo el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) al inaugurar este 15 de septiembre, el primer tramo del Tren Interurbano México-Toluca, al que bautizó con el nombre de “El Insurgente”; prometió terminar las estaciones que faltan para marzo de 2024.
Este viernes, el presidente López Obrador encabezó la inauguración de las estaciones Zinacantepec, Toluca Centro, Metepec y Lerma del Tren Interurbano México-Toluca, que comienzan a recibir pasajeros desde este mismo día.
Estas primeras 4 estaciones recorren 20 kilómetros de Lerma a Zinacantepec, Estado de México, en 20 minutos de recorrido. Beneficiando a medio millón de habitantes, en este su primer tramo.
“Nosotros no podemos dejar obras inconclusas, a todos les consta de que cuando entramos al gobierno esta obra estaba iniciada, imagínense si no la terminamos, teníamos excusas, podíamos haber dicho ‘se queda pendiente’ pero lo invertido se iba a quedar tirado, una obra inconclusa significa dejar dinero del pueblo tirado”, dijo el presidente.
El presidente López Obrador aseguró que el Tren Interurbano México- Toluca, llamado “El Insurgente” por Miguel Hidalgo y Costilla, quedará terminado en marzo de 2024.
“En diciembre la obra civil y en marzo la obra ferroviaria y funcionamiento completo del tren”, dijo.
Acerca del nombre del Tren Interurbano, dijo que es por Miguel Hidalgo porque en el Cerro de las Cruces, por donde pasan las vías, es donde el cura tomó una decisión importante en medio de la lucha de Independencia de México.
“Pensé en el cura rebelde, bueno, Miguel Hidalgo que dio su vida no solo por la independencia de México que hoy conmemoramos, sino también por la justicia… era un humanista que en estas tierras anduvo, luchó en el Cerro de las Cruces y a pesar de que los insurgentes le habían ganado a los realistas y tenían la posibilidad de tomar la ciudad, decidió no arriesgar la vida de miles”.
Inauguradas las primeras 4 estaciones, quedan pendientes 38 kilómetros del Tren para llegar a la Ciudad de México, con 3 estaciones más: Santa Fe, Vasco de Quiroga y Observatorio.
Jorge Mendoza Sánchez, director del Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos, ofreció los detalles del Tren Interurbano en cuanto a costos, horarios y tiempos de espera.
En este primer tramo, el tren operará con 4 trenes y un tiempo de espera de 15 minutos en cada estación.
Además, el horario de servicio será de 6 de la mañana a 11 de la noche, los 365 días del año.
En septiembre se podrá utilizar este transporte de manera gratuita pero luego costará, hasta junio de 2024, 15 pesos el pasaje “vayas a donde vayas”.
Para ingresar, los usuarios podrán utilizar la tarjeta de movilidad integrada de la CDMX o comprar su boleto en las taquillas de cada estación.
El titular de la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transporte (SICT), Jorge Nuño Lara, dijo que en esta primera etapa la inversión fue de 35 mil millones de pesos, y que para el segundo tramo, la cifra será de 62 mmdp, beneficiando a un total de 5 millones de personas.
A la inauguración del Tren Interurbano México-Toluca también acudieron Alfredo del Mazo, gobernador saliente, y la gobernadora electa, Delfina Gómez, quien aseguró que este medio de transporte detonará el desarrollo económico del Edomex.
Esta primera etapa del Interurbano concluyó casi seis años después de la fecha en que estaba programada, luego que el entonces presidente Enrique Peña Nieto prometió que estaría listo en diciembre de 2017 con un costo de 38 mil 608.9 millones de pesos.
La inversión, sin embargo, se triplicó, ya que según los datos proporcionados por la actual administración alcanzará 98 mil millones de pesos pero podría ser aun mayor: 110 mil millones, o 186 por ciento más de lo proyectado.
Con información de Andro Aguilar
El bebé de Khadija aún no tiene nombre y su primer hogar es una tienda de campaña junto a la carretera.
Nació minutos antes de que se produjera el mortífero terremoto del viernes por la noche en Marruecos.
Aunque Khadija y su hija salieron ilesas, el hospital de Marrakech donde se encontraban fue evacuado. Tras una rápida revisión, les pidieron que se marcharan apenas tres horas después del nacimiento.
“Nos dijeron que teníamos que irnos por miedo a las réplicas”, explicó.
El sismo de magnitud 6,8 sacudió el centro del país, con epicentro a 71 kilómetros de la turística Marrakech. Por ahora se cuentan más de 2.100 personas fallecidas en una decena de provincias y el número de heridos ha ascendido a más de 2.420. Unos 20 minutos después hubo una réplica de magnitud 4,9.
Con su recién nacida en brazos, Khadija y su marido intentaron tomar un taxi a primera hora del sábado para ir a su casa de Taddart, en la cordillera del Atlas, a unos 65 kilómetros de Marrakech.
Pero de camino se encontraron con que las carreteras estaban bloqueadas por corrimientos de tierra y sólo llegaron hasta el pueblo de Asni, a unos 15 kilómetros de su destino final.
Desde entonces, la familia vive en una tienda de campaña básica que han logrado construir junto a la carretera principal.
“No he recibido ninguna ayuda ni asistencia de las autoridades”, nos dijo, sosteniendo a su bebé mientras se protegía del sol bajo un endeble trozo de lona.
“Pedimos mantas a algunas personas de este pueblo para tener algo con lo que taparnos. Sólo tenemos a Dios”.
Khadija nos contó que sólo tiene un conjunto de ropa para el bebé.
Amigos de su ciudad natal les han contado que su casa está muy dañada y no saben cuándo podrán tener un lugar adecuado donde alojarse.
Cerca del lugar donde Khadija acampa, la frustración crece a medida que pasan los días y apenas llega ayuda a los pueblos y aldeas de las zonas montañosas al sur de Marrakech.
En Asni, a solo 50 kilómetros de Marrakech, la gente dice que necesita ayuda urgente.
Un grupo de gente enfadada rodeó a un reportero local y le arrojaron sus frustraciones: “No tenemos comida, no tenemos pan ni verduras. No tenemos nada”.
El reportero, en el centro de la multitud, tuvo que ser escoltado y llevado lejos por la policía, mientras la gente aún lo seguía, desesperada e intentando desahogar su ira.
“Nadie ha venido a nosotros, no tenemos nada. Sólo tenemos a Dios y al rey”, dijo un hombre de la multitud que no quiso dar su nombre.
Desde el terremoto vive al margen de la carretera principal del pueblo con sus cuatro hijos. Su casa sigue en pie, pero todas las paredes están muy agrietadas y tienen demasiado miedo para quedarse allí.
Han conseguido volver y coger algunas mantas, lo único que ahora tienen para dormir.
En un momento, un camión pasó entre la multitud. Algunas personas intentaron hacerle señas, esperando desesperadamente que les dejara suministros. Pero el camión siguió su camino, seguido de abucheos.
Algunos dicen que han recibido tiendas de campaña de las autoridades, pero no hay suficientes para todos.
Cerca de allí está Mbarka, otra persona que vive en una tienda de campaña. Nos guió por las calles laterales hasta su casa, en la que ya no puede vivir.
“No tengo medios para reconstruir la casa. De momento, sólo nos ayuda la gente de la zona”, nos contó.
Vivía allí con sus dos hijas, su yerno y tres nietos.
Cuando su casa empezó a temblar, salieron corriendo y casi fueron alcanzados por el derrumbe de una casa mucho más grande que empezó a deslizarse colina abajo.
“Creemos que el gobierno ayudará, pero hay 120 pueblos en la zona”, dijo su yerno Abdelhadi.
Con tanta gente necesitada de ayuda, un gran número de personas tendrá que esperar más tiempo para recibir asistencia.