
Alicia Bárcena Ibarra, titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), compareció ante la Cámara de Diputados donde entregó cuentas de lo que ha sido el primer año de gobierno en la dependencia. En el recinto resonaron temas como el impacto negativo del Tren Maya en la Península de Yucatán, la creación del Corredor Biocultural Gran Selva Maya, el programa Sembrando Vida y la gestión de residuos en el país.
La comparecencia se llevó a cabo en el marco de las discusiones de la reforma de la Ley de Amparo impulsada por la presidenta Claudia Sheinbaum y que recientemente fue aprobada por el Senado para enviarla y discutirla en la Cámara de Diputados.
Bárcena Ibarra compareció ante las Comisiones Unidas de Medio Ambiente y Recursos Naturales y de Cambio Climático y Sostenibilidad de la Cámara de Diputados.
Foto: Especial
Miguel Ángel Sánchez Rivera, del grupo parlamentario de Movimiento Ciudadano, cuestionó el informe que presentó la secretaria en materia de transición verde, economía circular y restauración de ecosistemas, a un año de su gestión.
“Al contrastar el discurso con la realidad, respetuosamente le digo, creo que la situación es distinta. México sigue dependiendo en más de un 75 % de combustibles fósiles, la deforestación no disminuye y programas como ‘Sembrando Vida’, carecen de auditorías externas que certifiquen su efectividad”, subrayó el diputado, quien forma parte de la comisión de Cambio Climático y Sostenibilidad.
La funcionaria también se refirió al presupuesto de la Semarnat para el ejercicio fiscal 2026, un tema que tanto ella como el diputado habían abordado al inicio de la comparecencia.
“El presupuesto, usted ya lo mencionó, para la Semarnat, ha sufrido una reducción de más de 36 % entre 2024 y 2025 y se proyecta otra disminución para 2026, ¿cómo se puede hablar de una agenda ambiental ambiciosa si los recursos para implementarla se recortan año con año”, cuestionó Sánchez Rivera.
El diputado Víctor Palmas César citó información de Greenpeace México al mencionar que el proyecto del Tren Maya ha impactado más de 10 millones de árboles y ha intervenido la demarcación de zonas cársticas vitales, acuíferos y ecosistemas de cuevas.
Sobre esto, el legislador cuestionó a Bárcena Ibarra sobre cómo avalará la Semarnat que un proyecto federal arrase selvas, humedales y manglares sin reparos ni sanción, así como la existencia de una auditoría independiente que avale el daño real y si existe alguna iniciativa de revertir las obras o una restauración inmediata con garantía financiera.
Bárcena Ibarra respondió señalando que el impacto al Tren Maya ha sido muy relevante para la Secretaría desde el inicio de su gestión. La titular indicó que han recorrido los siete tramos del tren con sus 28 obras asociadas para evaluar todos los permisos que tienen y regularizar el megaproyecto.

“Regularizar la obra del Tren Maya significa ponerle una serie de condicionantes y eso es a lo que nos hemos dedicado. Tenemos un grupo interinstitucional formado por la Semarnat, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) y Tren Maya (…) Nosotros hemos cuantificado, como usted lo ha hecho bien, cuantificar cuántas son las áreas de reforestación que se deben hacer para compensar las obras del tren maya”, añadió la secretaria.
La titular de la Semarnat dijo que tanto la Semarnat, la Profepa y Tren Maya se reúnen semanalmente para dar seguimiento a cada tramo del Tren Maya para ver cuáles son los permisos que le faltan al megaproyecto y cuáles son las condicionantes que no han cumplido. Incluso, cuáles son las acciones que deben tomar.
“Por lo tanto, nosotros sí estamos trabajando, por un lado, en regularizar las obras que se han hecho en materia de impacto ambiental, 45 % en materia de cambio de uso de suelo y proponer y lograr y presionar para que se cumplan los 95 % de las condicionantes de impacto ambiental”, señaló.
Bárcena Ibarra también reconoció que el Tramo 5 del Tren Maya ha causado afectación a las ocho cavernas y cenotes que ahí se encuentran.

“Nosotros hemos estado trabajando para ver que se hagan los trabajos de limpieza y retiro de concreto de la obra del Tren Maya, estamos pendientes y estamos trabajando cada semana para ver esta información”, dijo.
Sobre esto, organizaciones locales en la Península de Yucatán y colectivos como Selvame del Tren y Greenpeace México han propuesto que se decrete área natural protegida bajo la figura de Reserva de la Biosfera la zona de cuevas, cavernas y cenotes en la península.
La secretaria Alicia Bárcena Ibarra presentó en su informe la creación del Corredor Biocultural de la Gran Selva Maya entre México, Guatemala y Belice, que protege 5.7 millones de hectáreas. Sin embargo, comunidades maya, organizaciones ambientalistas, climáticas y expertos alertaron recientemente que esta iniciativa más allá de ser una buena noticia enciende las alarmas porque, detrás de un discurso de conservación y desarrollo, se impulsa la expansión de los megaproyectos extractivistas que amenazan la selva.
Los impactos negativos no solo se verán reflejados en la vida de la selva y los bosques, sino también en los pueblos originarios y comunidades locales; así como, los sistemas reproductores de vida en el sureste de México y Centroamérica.

Organizaciones como SOS Cenotes y Territorios para la Vida señalaron que el Corredor Biocultural Gran Selva Maya “plantea la antesala a la consolidación de un modelo que reconfigura territorios enteros en función del capital transnacional, la militarización y la infraestructura energética y turística”.
Lo anterior, tras el anuncio de la presidenta Claudia Sheinbaum, quien confirmó la ampliación del Tren Maya a Guatemala. Esta noticia fue acompañada con la creación de este corredor.

Sobre esto, el diputado Samuel Palmas César del grupo parlamentario del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y de la Comisión de Medio Ambiente y Recursos Naturales también cuestionó a la secretaría sobre la desvalorización a los impactos negativos que tuvo la construcción y operación del Tren Maya en los manglares y la destrucción de la selva.
El diputado recordó que la información relativa a estos impactos en la selva se consideró reservada hasta agosto de 2027 por razón de seguridad nacional.
“Un análisis satelital documenta que, al menos, 6 mil 659 hectáreas han sido deforestadas directamente por obras del Tren Maya y que las cerca de 10 mil 800 hectáreas ocupadas para instalaciones, vías, accesos y obra auxiliar, el 61 % careció del debido permiso de cambio de uso de suelo forestal. En el tramo 5 Cancún -Tulum ya se han talado más de 3.5 millones de árboles y en el tramo 6 Tulum-Chetumal, otros 2.6 millones más”, exhibió el diputado.
Durante su intervención, Bárcena Ibarra volvió a recordar las siete prioridades de la administración de la presidenta Claudia Sheinbaum en materia ambiental y que marcan, según el gobierno de México, la ruta hacia el 2030:
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Por lo anterior, la titular de Semarnat señaló que “la palabra clave de este sexenio es restauración. Estamos reparando lo que el modelo extractivista destruyó durante décadas”.