El presidente Donald Trump dijo este lunes que los palestinos no tendrán derecho a regresar a Gaza, según su propuesta para que Estados Unidos tome el control de ese territorio porque consiste en un “desarrollo inmobiliario para el futuro”.
“No, no lo tendrían, porque van a tener viviendas mucho mejores”, declaró Trump en extractos de una entrevista en la cadena Fox News, cuando se le preguntó sobre el derecho de los palestinos a volver a Gaza, la mayor parte del cual ha sido reducido a escombros por el ejército israelí desde octubre de 2023.
“En otras palabras, estoy hablando de construir un lugar permanente para ellos porque si tienen que retornar ahora, pasarían años antes de que puedan hacerlo, no es habitable”, señaló.
El martes pasado, Trump reveló partes de su propuesta durante una conferencia conjunta con el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, que estaba de visita en Washington.
Dijo que los palestinos podrían ser trasladados de Gaza a Egipto o Jordania, países opuestos a la idea.
El ministro de Relaciones Exteriores de Egipto, Badr Abdelatty, viajó a Washington, donde se reunió este lunes con su homólogo estadounidense Marco Rubio. El rey Abdalá II de Jordania tiene previsto hablar con Trump el martes.
La entrevista con Fox News será difundida íntegramente este lunes después de que una primera parte fuera publicada el domingo con ocasión de la Super Bowl. En ella Trump afirma que Estados Unidos construiría “hermosas comunidades” para más de dos millones de habitantes de Gaza.
“Podrían ser cinco, seis, podrían ser dos. Pero construiremos comunidades seguras, un poco más lejos de donde están ahora, donde está todo este peligro”, agregó el presidente.
“Hay que verlo como si fuera un desarrollo inmobiliario para el futuro. Sería una tierra hermosa. No habría que gastar mucho”, aseguró.
Trump sorprendió al mundo al anunciar de la nada que Estados Unidos “tomará el control de la Franja de Gaza”, retirará escombros y bombas sin detonar y la convertirá en la “Riviera de Oriente Medio”.
Inicialmente dijo que los palestinos figurarán entre las “personas del mundo” que pueden vivir allí, pero parece haber cambiado de parecer porque ahora sugiere lo contrario.
El domingo Netanyahu elogió la propuesta de Trump que considera “revolucionaria”.
“El presidente Trump llegó con una visión completamente diferente, mucho mejor para Israel”, dijo Netanyahu, aparentemente informado de la idea poco antes de que se diera a conocer.
Pero gran parte del resto del mundo ha reaccionado con indignación. Egipto, Jordania, otros países árabes y los palestinos lo han rechazado de plano.
El canciller alemán Olaf Scholz lo calificó de “escándalo”, “inaceptable y contrario al derecho internacional”.
La idea de Trump amenaza el frágil alto el fuego de seis semanas entre Israel y Hamás en Gaza, y las posibilidades de que se avance hacia una segunda fase, más permanente.
El movimiento palestino Hamás anunció el lunes el aplazamiento indefinido de la próxima liberación de rehenes israelíes prevista en el marco de la tregua en Gaza, provocando la ira de Israel, que ordenó al ejército prepararse para “todos los escenarios”.
Según el acuerdo de tregua que entró en vigor el 19 de enero, tras 15 meses de una devastadora guerra en Gaza, la próxima liberación de rehenes israelíes a cambio de presos palestinos estaba prevista para el sábado.
Los rehenes fueron secuestrados el 7 de octubre de 2023 por milicianos de Hamás durante su sangriento ataque contra el sur de Israel, que desencadenó el conflicto.
“La liberación de prisioneros que estaba programada para el próximo sábado, 15 de febrero de 2025, se aplazará hasta nuevo aviso, dependiendo del cumplimiento de lo acordado sobre la ocupación y los compromisos retroactivos de las pasadas semanas”, declaró Abu Ubaida, portavoz del brazo armado del grupo islamista, las Brigadas Ezedin Al Qasam, en un comunicado.
El ministro israelí de Defensa, Israel Katz, reaccionó denunciando una “violación total del acuerdo de alto el fuego y de liberación de los rehenes” y afirmó en un comunicado que el ejército recibió la orden de “prepararse para todos los escenarios”.
La aprobación por parte de la FDA de un nuevo tipo de medicamentos contra el dolor agudo promete ser un arma efectiva para limitar el uso de los adictivos opioides.
En Estados Unidos dicen que se trata de una epidemia y cada año causa decenas de miles de muertes que pudieron ser evitables.
Los fallecimientos por sobredosis de analgésicos opioides dejaron en ese país más de 80.000 muertes en el año de 2022, de acuerdo con datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés).
Una de las principales causas detrás de este problema reside en que estos medicamentos son muy eficaces para combatir el dolor, lo que hace que sean recetados con relativa frecuencia, pese a que -al mismo tiempo- tienen un gran potencial de generar adicción.
Un nuevo medicamento para el tratamiento de dolores agudos, recién aprobado por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de EE.UU. , promete ahora convertirse en una herramienta importante en la lucha contra esta crisis de los opioides.
El medicamento, que tiene el nombre de suzetrigina y que se comercializará en EE.UU. como Journavx, fue fabricado por Vertex Pharmaceuticals y es parte de un nuevo tipo de analgésicos que modulan la señal de dolor en el sitio que se emite, en vez de hacerlo en los receptores del cerebro, como lo hacen los opioides.
Esto, aseguran los expertos, eliminaría el riesgo de dependencia y adicción que tiene el consumo de opioides, particularmente en situaciones de dolores agudos como cirugías o accidentes.
“La aprobación de hoy es un hito importante en el manejo del dolor agudo”, dijo Jacqueline Corrigan-Curay, la directora encargada del centro de evaluación e investigación de medicamentos de la FDA, “una nueva clase de terapia analgésica no-opioide ofrece la oportunidad de mitigar ciertos riesgos asociados con el uso de un opioide para el dolor y le ofrece otra opción a los pacientes”.
La aprobación es la primera en más de 20 años que se le otorga a un nuevo tipo de analgésico, algo que muestra las dificultades a las que se enfrentan los investigadores a la hora de tratar el dolor.
Durante los últimos 30 años, el doctor Stephen Waxman, de la Universidad de Yale (EE.UU.) ha estado investigando los mecanismos que usa el cuerpo para expresar dolor.
Sus estudios se enfocaron principalmente en los nervios del sistema periférico -los que comunican órganos y extremidades al sistema nervioso central y, luego, al cerebro- y las moléculas químicas que estos usan para comunicarle al cerebro señales de dolor.
“Los opioides funcionan como una llave y un candado dentro del cerebro”, impidiendo la llegada de esas señales, explicó Waxman a BBC Mundo.
“El cáliz sagrado de la investigación del dolor era el de encontrar las moléculas en nuestros nervios periféricos y que pudiéramos bloquear esas señales”.
Con su equipo de Yale, Waxman experimentó con diferentes compuestos que lograran bloquear una molécula conocida como NAV 1.8, una especie de batería que le permite a los nervios enviar señales de dolor al cerebro.
Al enfocarse en la emisión de la señal, en vez de la recepción en el cerebro, se evitan muchos de los efectos secundarios relacionados a los opioides.
“No toca el cerebro, así que no tiene los efectos secundarios como adormecimiento, confusión, visión doble o pérdida de balance y no tiene potencial adictivo. Así que realmente es un gran paso hacia adelante”, indica el experto, quien no trabaja para Vertex pero es consultor de compañías que están desarrollando medicamentos similares.
Aunque la aprobación de la FDA se hizo para el tratamiento de dolores agudos, Waxman explicó que aún se desconoce si este tipo de medicamentos puedan tratar dolores crónicos o ciertos dolores específicos para los cuales hay muy pocos tratamientos.
Aunque el proceso para la aprobación de cualquier medicamento, desde sus etapas de investigación hasta su salida al mercado, puede tomar entre 15 y 20 años, el dolor es un área particularmente difícil para estudiar.
“Creo que los retos asociados al desarrollo de un medicamento para el dolor son mayores que los que tiene el desarrollo de una vacuna, o un medicamento para las enfermedades inflamatorias o para el cáncer”, dice Waxman.
“Puedes medir esas enfermedades, puedes hacer un examen de sangre y buscar biomarcadores -evidencia molecular de la presencia de alguna enfermedad en el cuerpo-. El dolor es una respuesta subjetiva”, agrega.
El experto explica que medir el dolor, a través de encuestas en las que se le pide al paciente que defina la intensidad en una escala de uno al diez, puede llevar a resultados irregulares, dado a que otros factores, como el sueño o la ansiedad, pueden aumentar la percepción de dolor.
Es por eso que Waxman considera la nueva aprobación de la suzetrigina como un hito que espera le abra las puertas a nuevas maneras de combatir el dolor.
“El trabajo está en su infancia. No veremos su madurez sino en 10 o 15 años, pero creo realmente que tendremos terapias para el dolor personalizadas e individualizadas, basada en el genoma, en algún punto de los próximos 10 o 15 años”.
La llegada de la suzetrigina, y de los medicamentos que puedan aparecer luego de su aprobación en EE.UU., puede ser también un mecanismo para reducir la exposición de personas sanas a los opioides en situaciones médicas.
Esto debido a su inmenso potencial adictivo: según datos del Hospital General de Massachussetts, entre el 9 y el 13 por ciento de los pacientes que usan analgésicos opioides después de una cirugía terminan generando un consumo crónico.
Es una cifra alarmante, teniendo en cuenta que solo entre septiembre de 2023 y agosto de 2024, EE.UU. reportó casi 58.000 muertes por sobredosis de opioides, a pesar de inmensos recursos y programas para reducir el impacto de este tipo de sustancias en las comunidades.
Dentro de las políticas del gobierno de Donald Trump, el mandatario ha usado el aumento de aranceles como un instrumento para presionar tanto a China como a México y Canadá para que aumenten sus esfuerzos para impedir el ingreso del opioide sintético fentanilo a EE.UU.
Pero los expertos concuerdan en que nuevos tipos de medicamentos como la suzetrigina deben ser parte de una estrategia a largo plazo para evitar el ingreso de pacientes sanos en un mundo del que difícilmente pueden salir.
“La FDA ha apoyado durante mucho tiempo el desarrollo de tratamientos para el dolor sin opioides,” dijo la agencia en su comunicado.
“Como parte del Marco de Prevención de Sobredosis de la FDA, la agencia ha publicado un borrador de orientación destinado a fomentar el desarrollo de analgésicos sin opioides para el dolor agudo y ha otorgado subvenciones para apoyar el desarrollo y la difusión de pautas de práctica clínica para el manejo de afecciones con dolor agudo”, agregó.
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