La alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, declaró este martes un toque de queda nocturno en el centro de Los Ángeles, la segunda ciudad más grande de Estados Unidos, tras varias noches de protestas contra las redadas migratorias del presidente Donald Trump, quien escaló su retórica contra las manifestaciones.
“He declarado (el estado de) emergencia local y decretado un toque de queda en el centro de Los Ángeles para detener el vandalismo y parar los saqueos”, dijo Bass a periodistas.
Un manifestante dijo a la AFP que los arrestos de migrantes en una ciudad con una gran población nacida en el extranjero y latina son la raíz del descontento.
Pequeñas protestas se registran este martes por quinto día consecutivo en el centro de Los Ángeles.
A mediados de la tarde, la policía de Los Ángeles comenzó a dispersar a las personas con bombas aturdidoras y gases lacrimógenos.
Las manifestaciones, que se desataron el viernes en respuesta al avance de las redadas en comunidades y lugares de trabajo, han sido mayoritariamente pacíficas. Pero hubo algunos disturbios con tiendas y vehículos vandalizados.
Más de cien arrestos fueron realizados por las fuerzas del orden locales en las últimas 24 horas, en su mayoría por desobedecer órdenes para dispersarse, de acuerdo con la policía de Los Ángeles.
Por su parte, el alcalde de Nueva York, Eric Adams, aseguró que no tolerarán ninguna forma de “violencia destructiva”.
“Si bien las protestas pacíficas son parte integral de nuestra nación, junto con el Departamento de Policía de Nueva York (NYPD), dejamos claro que no toleraremos ninguna forma de protesta violenta o destructiva en nuestra ciudad. Si planea protestar, recuerde hacerlo pacíficamente para que podamos seguir protegiendo a todos los neoyorquinos”, comentó en su cuenta de X.
Agentes de la policía en Chicago se enfrentaron con personas que se manifestaban en contra de las redadas migratorias.
Activistas, trabajadores, estudiantes convocaron a una movilización pacifica para manifestarse en contra de las acciones del gobierno de Trump contra los migrantes.
De acuerdo con el medio Chicago Sun Times, más de mil personas se congregaron este miércoles.
Durante las protestas, autos estacionados fueron vandalizados lo que provocó la reacción de la policía de Chicago que replegó a los manifestantes.
Las manifestaciones comenzaron a las 15:00 horas frente a la Corte de Inmigración y una segunda concentración partió de la Federal Plaza, y al final, ambas se unieron.
Los inconformes lanzaron consignas en contra de Trump y su administración.
La protesta se tornó violenta luego de que participantes intentaran pintar con aerosol un edificio federal.
Hasta el momento, autoridades de Chicago no han informado cuántas personas fueron detenidas.
“Aquí estamos, y si nos echan regresamos”, coreaban este martes en español muchos de los miles de manifestantes que participaron en una multitudinaria protesta en Nueva York contra las políticas antimigración del gobierno de Donald Trump.
“ICE fuera de NYC” era el lema de esta manifestación contraria a la presencia del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas, brazo ejecutor de las recientes redadas, detenciones y deportaciones de migrantes indocumentados en todo Estados Unidos.
La protesta comenzó en Foley Square, una plaza en el sur de Manhattan flanqueada por numerosos tribunales, entre ellos el de Inmigración, que se ha convertido en una trampa para muchos migrantes que son detenidos nada más salir de su cita rutinaria con los jueces.
Aunque en las manifestaciones de este martes y en las del día anterior contra la arremetida antimigración de Trump ha habido algunos detenidos, la situación en la capital financiera del país es más tranquila que en Los Ángeles.
“Nueva York siempre será un lugar de manifestación pacífica pero no vamos a tolerar la violencia ni la anarquía”, había advertido con anterioridad el alcalde de la ciudad, el demócrata Eric Adams, que cuenta con la policía local para hacer frente “a cualquier eventualidad”.
En tanto en Nebraska, agentes del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) realizaron redadas en contra de inmigrantes en centros de trabajo en Omaha, Nebraska.
Un portavoz del Servicio, comentó que sus socios federales ejecutaron hoy una orden de allanamiento federal en Glenn Valley Foods, con base en una investigación criminal en curso sobre el empleo a gran escala de extranjeros sin autorización para trabajar en Estados Unidos.
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“Este operativo de control migratorio es probablemente el más grande realizado en Nebraska desde el inicio de la actual administración presidencial, que ha priorizado las medidas de control migratorio y ha reforzado la seguridad fronteriza. La investigación continúa. Se proporcionará más información conforme esté disponible”, declaró un portavoz de ICE.
El congresista Don Bacon confirmó que se detuvo a entre 75 y 80 personas, aproximadamente la misma cantidad de hombres y mujeres.
“Los informes sobre cualquier otro operativo o intento de operación del ICE en el área de Omaha son simplemente desinformación que se utiliza para confundir al público estadounidense”, declaró el portavoz del ICE.
Con información de AFP
El primer taquillazo moderno del verano, la película “Tiburón” (Jaws) de Steven Spielberg, cumplen 50 años este 20 de junio.
En el verano de 1926 nadaba mar adentro, cerca de la Costa de Nueva Jersey, un tiburón joven de 2,7 metros de largo que brevemente desplazó a la Primera Guerra Mundial de los titulares de prensa en EE.UU.
Poco conocida entonces por la ciencia, esa criatura marina tendría posteriormente un enorme impacto en los anales de la cultura popular estadounidense, convirtiéndose en la estrella del primer taquillazo moderno del verano, la película “Tiburón” (Jaws) de Steven Spielberg, de cuyo estreno se cumplen 50 años este 20 de junio.
También hizo que el gran tiburón blanco fuese recordado cuando la Gran Guerra ya había sido olvidada.
Todo ocurrió entre el 1 y el 12 julio de 1916, cuando un tiburón blanco joven atacó a cinco personas en la costa este de EE.UU., matando a cuatro de ellas.
El animal protagonista de esta serie de ataques, entonces sin precedentes, creó terror mientras se desplazaba más de 100 kilómetros a lo largo de las playas del Atlántico en plena temporada vacacional.
La primera víctima fue encontrada en Beach Haven, Nueva Jersey. Recién graduado de la Universidad de Pensilvania, Charles Vansant, era hijo de un doctor de Filadelfia.
La noticia pasó casi desapercibida.
La gente que escuchó sus gritos en la playa pensó que estaba bromeando. Los científicos dijeron que un tiburón no tenía la “fuerza en la mandíbula” para atravesar los huesos humanos.
Fue el primer ataque mortal de un tiburón registrado en la historia de EE.UU. Sin embargo, no trascendió.
En el caso de la segunda muerte, unos bañistas encontraron un cuerpo mordido ensangrentado en la arena y salieron corriendo de la playa, gritando aterrorizados.
De repente, el “monstruo marino” saltó a la primera plana de The New York Times. Otro bañista horriblemente destrozado fue sacado del estuario de un río. La víctima falleció poco después.
Y otro hombre que intentó luchar con el tiburón también resultó muerto.
Los alcaldes de la zona negaron lo que estaba sucediendo, temiendo perder los ingresos en los balnearios turísticos, hasta que el miedo hizo que cerraran y que los políticos pidieran la ayuda de los científicos.
A un experto del Museo de Historia Nacional de EE.UU. le costó identificar la especie del asesino, pero finalmente dio con el “devorador” de hombres: Carcharodon carcharias, el gran tiburón blanco.
En una ola de pánico, hombres enfurecidos tomaron rifles y tridentes, lanzándose a cazar al tiburón. Finalmente, el escualo murió al atacar el bote de un hombre que lo mató, convirtiéndose en héroe.
¿Suena familiar? Es la verdadera historia de “Jaws” (“Tiburón”), la mítica película de Steven Spielberg de 1975.
En 1974, el escritor Peter Benchley trasladó la historia de los balnearios de Nueva Jersey a Amity, un lugar ficticio de Long Island, en su novela “Jaws”.
El tiburón de Benchley mata a cuatro personas, incluyendo una en un estuario. Un hombre lucha con el tiburón y muere. El alcalde niega lo que está sucediendo y protege los dólares del turismo hasta que el horror lo hace recurrir a un científico.
Al ictiólogo del acuario de Nueva York le cuesta identificar la especie hasta que da con el legendario “come hombres”, el Carcharodon carcharias, el gran tiburón blanco, y advierte a la gente sobre lo sucedido en 1916.
Grupos de hombres enardecidos lideran una caza del tiburón, que, finalmente, muere cuando ataca el bote de un hombre que termina siendo un héroe.
Cuando entrevisté a Benchley, me dijo que la novela surgió de su interés en los ataques de tiburones, incluyendo las proezas de Frank Mundus, un pescador deportivo de Long Island que atrapó un gran blanco de un peso récord de 1.554 kg.
Sin embargo, en un prólogo posterior de “Jaws”, Benchley se refirió a lo sucedido en 1916, enfatizando que los tiburones se quedaban en una sola zona, matando una y otra vez.
“Una y otra vez he asegurado en entrevistas que cada incidente descrito en ‘Jaws’… realmente ocurrió”, apunta Benchley.
Su novela fue una sensación cultural de alcance global.
Fidel Castro dijo que “Tiburón” representaba una metáfora sobre el capitalismo depredador.
Otros señalaron que se refería a Richard Nixon y el caso Watergate. El libro se mantuvo cerca del primer lugar en la lista de best-sellers de The New York Times durante 44 semanas.
Al siguiente verano, en 1975, Steven Spielberg lanzó “Jaws”, la película.
El papel del tiburón de la costa de Nueva Jersey fue interpretado por un monstruo gigante mecánico.
Y, a partir de entonces, salir a nadar nunca volvió a ser igual.
“Jaws” le dio a Hollywood su primer taquillazo de la temporada estival, sirviendo de modelo de negocio para otras películas.
Igualmente, inspiró algunas terribles películas de terror.
Y también horrorizó a los científicos expertos en tiburones, como George Burgess, de la Universidad de Florida, por representar falsamente al “gran blanco” como un vengativo cazador de humanos.
De hecho, los tiburones no atacan a las personas, excepto en contadas ocasiones.
Burgess apunta que la película inspiró decenas de torneos de pesca de tiburones en la costa este de EE.UU., donde los mataban “sin remordimientos”
En las últimas décadas los cazadores de tiburones han contribuido a diezmar casi todas las especies existentes.
Sin embargo, “Jaws” también provocó el crecimiento de un movimiento de conservación de los tiburones y los océanos, con mejor y mayor financiación para las investigaciones.
Y los científicos ahora difunden el concepto de que los tiburones son parte del medio ambiente para que no sean demonizados, dice Burgess.
Burges catalogó al responsable de los ataques de 1916 en el Registro Internacional Oficial de Ataques de Tiburón como un gran blanco, pero otros científicos dicen que fue un tiburón toro. Ese es un misterio que nunca se resolverá.
*Michael Capuzzo es periodista y autor de los best-sellers “Close to Shore” y “The Murder Room”. Esta historia se publicó originalmente en 2016 y fue actualizada con motivo del 50 aniversario de la película “Tiburón”.
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