
Para entender mejor
La líder de la oposición venezolana, María Corina Machado, quien vive en la clandestinidad en su país, hizo este jueves su primera aparición pública en 11 meses en Oslo ante un centenar de seguidores.
Tras un viaje secreto, Machado, de 58 años, llegó tarde para asistir a la ceremonia para otorgarle el premio Nobel de la Paz, recibido por su hija Ana Corina Sosa. Salió a saludar por la noche recibiendo una ovación y el canto del himno nacional de Venezuela.
Machado bajó a saludar a los seguidores en la calle que la recibieron como estrella de rock que gritaban “¡Libertad!”, “¡valiente!” y le pedían: “¡María ayúdanos a volver!”, rompiendo la calma del centro en la apacible capital noruega.
¡Oslo, aquí estoy! pic.twitter.com/tsixUerj0q
— María Corina Machado (@MariaCorinaYA) December 11, 2025
La líder opositora no quiso responder preguntas al acercarse a la gente, donde se mezclaron periodistas y figuras políticas en el exilio como Leopoldo López, Lilian Tintori y Antonio Ledezma, todos radicados en España.
Poco después regresó al hotel acompañada por su madre, Corina Parisca, portando banderas con mensajes de apoyo, rosarios y estampas de santos que le entregaron sus seguidores.
Un centenar de seguidores la esperaron cantando y gritando consignas por su país para verla saludar desde el balcón del Grand Hotel, un gesto que suelen hacer los laureados con el Nobel de la Paz en la capital noruega.

En el discurso leído el miércoles por su hija, Ana Corina Sosa Machado, la dirigente llamó a “luchar por la libertad”.
En la ceremonia de premiación, el presidente del Comité Noruego del Nobel dirigió un mensaje al gobernante venezolano.
“Señor Maduro: Debe aceptar los resultados electorales y renunciar a su cargo”, expresó Frydnes, interrumpido por el aplauso del público.
Sosa Machado recogió la medalla de oro y el diploma del premio, dotado con 1,2 millones de dólares. En primera fila, siguieron la ceremonia la madre de Machado, Corina Parisca, sus tres hermanas y otros dos hijos de la galardonada.
El discurso evocó “la lucha contra una dictadura brutal”, en la que “lo hemos intentado todo”.
Machado denunció los “crímenes de lesa humanidad, documentados por Naciones Unidas” y un “terrorismo de Estado, usado para enterrar la voluntad del pueblo”.

“Si queremos tener democracia, debemos estar dispuestos a luchar por la libertad”, sostuvo.
Desde octubre, cuando se anunció el premio, era un misterio la presencia en Oslo de Machado, a quien no se veía en público desde enero, cuando participó en una protesta en Caracas contra Maduro.
Decenas de venezolanos exiliados, aliados políticos de Machado y los presidentes de Argentina, Panamá, Ecuador y Paraguay viajaron a la capital noruega para la ceremonia.
Puedes leer: María Corina Machado: de la clandestinidad al Nobel de la Paz y su rol en la oposición al régimen de Nicolás Maduro
Sin embargo, después de anunciar el sábado la presencia de la premiada, el Instituto Nobel informó que Machado no llegaría a tiempo debido a “un viaje en una situación de extremo peligro”.
No es la primera vez que un ganador del Nobel de la Paz no puede acudir a la entrega de los premios. Ya ocurrió con la iraní Narges Mohammadi (2023), el chino Liu Xiaobo (2010) o la birmana Aung San Suu Kyi (1991).
Se desconoce cómo la dirigente opositora consiguió salir de Venezuela y también cómo pretende volver al país.

“No me gustaría que fuera detenida, no estaría contento”, declaró este miércoles el presidente estadounidense Donald Trump ante preguntas de la prensa en la Casa Blanca.
El mes pasado, el fiscal general de Venezuela declaró a AFP que Machado sería considerada “fugitiva” si abandonaba su país, donde se la acusa de “actos de conspiración, incitación al odio y terrorismo”.
Benedicte Bull, profesora especialista en América Latina en la Universidad de Oslo, señaló que Machado “corre el riesgo de ser arrestada si regresa, aunque las autoridades han mostrado más moderación con ella que con muchos otros, porque un arresto tendría un simbolismo muy fuerte”.
Por otro lado, “es la líder indiscutible de la oposición, pero si permanece mucho tiempo en el exilio, creo que eso cambiará y perderá progresivamente influencia política”, añadió.
Machado pasó a la clandestinidad después de las presidenciales de julio de 2024 que otorgaron un tercer mandato a Nicolás Maduro. Los resultados no fueron reconocidos por Estados Unidos, la Unión Europea y varios países de Latinoamérica.
La líder opositora sostiene que Maduro le robó las elecciones a su candidato, Edmundo González Urrutia, y publicó copias de las actas de votación como prueba del fraude. El chavismo niega las acusaciones.
Elogiada por sus esfuerzos en favor de la democracia en Venezuela, los adversarios le reprochan su afinidad Trump, a quien dedicó su Nobel.
El mandatario republicano ordenó un importante despliegue militar en el Caribe que ha llevado a varios ataques estadounidenses contra presuntas “narcolanchas” que han dejado 87 muertos. Además, este miércoles las fuerzas estadounidenses incautaron un buque petrolero.
Maduro asegura que el verdadero objetivo de estas operaciones es derrocarlo y apoderarse de las reservas petroleras de Venezuela.

El gobierno de Venezuela asegura que tras la incautación del buque petrolero, quedan al descubierto “las verdaderas razones” de la agresión prolongada de Estados Unidos contra Venezuela.
El gobierno de Venezuela calificó de “robo descarado y acto de piratería internacional” la incautación de un buque petrolero llevada a cabo por fuerzas estadounidenses este miércoles frente a las costas de la nación sudamericana.
“La República Bolivariana de Venezuela denuncia y repudia enérgicamente lo que constituye un robo descarado y un acto de piratería internacional, anunciado de manera pública por el presidente de los Estados Unidos, quien confesó el asalto de un buque petrolero en el mar Caribe”, se lee en un comunicado publicado por el gobierno de Nicolás Maduro
“No es la primera vez que lo admite, ya en su campaña de 2024 afirmó abiertamente que su objetivo siempre ha sido quedarse con el petróleo venezolano sin pagar ninguna contraprestación a cambio, dejando claro que la política de agresión contra nuestro país responde a un plan deliberado de despojo de nuestras riquezas energéticas”, se le en la nota.
Previamente, fue el propio Trump quien anunció la interceptación y posterior incautación del buque.
“Acabamos de incautar un petrolero frente a la costa de Venezuela, un petrolero grande, muy grande; de hecho, el más grande que se haya incautado jamás”, declaró el presidente estadounidense frente a la prensa en la Casa Blanca.
Un alto mando del Ejército de EE.UU. le dijo a la cadena CBS News, socio estadounidense de la BBC, que la misión se lanzó desde un buque militar y que participaron dos helicópteros, diez miembros de la Guardia Costera, diez marines y fuerzas especiales.
En su comunicado de este miércoles, el gobierno de Venezuela asegura que “en estas circunstancias, han quedado finalmente al descubierto las verdaderas razones de la agresión prolongada contra Venezuela“, añadió.
“No es la migración. No es el narcotráfico. No es la democracia. No son los derechos humanos. Siempre se trató de nuestras riquezas naturales, de nuestro petróleo, de nuestra energía, de los recursos que pertenecen exclusivamente al pueblo venezolano”.
El gobierno venezolano volvió a llamar a la ciudadanía a “mantenerse firme en defensa de la patria” y exhortó a la comunidad internacional a rechazar lo que considera una “agresión vandálica, ilegal y sin precedentes”.
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