Líderes políticos del mundo condenaron la crisis política que mantiene Venezuela a tan solo unas horas de que Nicolás Maduro jure de nuevo como presidente de ese país, en medio de ataques y persecuciones a la oposición.
Este 10 de enero se espera que Maduro jure un nuevo periodo como presidente de Venezuela ante el Congreso, pero este jueves tanto la oposición como el régimen chavista convocaron a diversas movilizaciones que terminaron por crispar la situación del país.
Con cortes a la red de internet y medios de comunicación ligados al régimen presentando fotografías y videos de un supuesto “fracaso”, la oposición recibió de vuelta a María Corina Machado, su principal líder, en un mitin en Caracas.
Al terminar su convocatoria, la lideresa de la oposición sufrió una detención presuntamente violenta por parte de elementos de las Fuerzas Especiales del régimen, para ser liberada horas después en condiciones que aún no han sido aclaradas.
En tanto, el gobierno de Nicolás Maduro desmintió a través de supuestas “fuentes oficiales” en medios afines al régimen lo ocurrido.
También circuló, entre medios y personajes de opinión pública afines a Maduro, un video donde María Corina Machado aseguraba encontrarse bien y no haber sido detenida. De acuerdo con su equipo, la opositora fue obligada a grabarlo.
Desde su cuenta en su plataforma Truth Social, el presidente electo de los Estados Unidos, Donald Trump, se refirió a la situación en Venezuela y llamó “presidente electo” al opositor venezolano Edmundo González.
Trump aseguró que tanto el excandidato a la Presidencia de Venezuela como María Corina Machado “expresan pacíficamente la voluntad del pueblo”, con manifestaciones multitudinarias contra el régimen de Nicolás Maduro.
“Estos luchadores por la libertad no deben ser lastimados, ¡y deben permanecer a salvo y vivos!”, añadió el presidente electo estadounidense en la víspera de la investidura de Maduro.
A través de X, Edmundo González agradeció al también magnate su apoyo y dijo que “los venezolanos sabemos que contamos con su determinación sobre la causa venezolana”.
En un evento público de su gobierno, el presidente de Chile, Gabriel Boric, también se refirió a la situación en Venezuela.
Boric afirmó que habló “desde la izquierda política latinoamericana” y aseguró que Venezuela vive una dictadura donde el pueblo no tiene la libertad de decidir sobre su forma de gobierno.
“Yo soy una persona de izquierda, y desde la izquierda política les digo que el gobierno de Nicolás Maduro es una dictadura. Tenemos que hacer todos los esfuerzos internacionales para que se restablezca la ley y la democracia”, señaló.
A últimas horas del 9 de enero en Europa, el ministerio de Asuntos Exteriores de España emitió un comunicado donde expresó su condena por la detención de la líder opositora venezolana María Corina Machado –el comunicado se emitió antes de darse a conocer que había sido liberada—y los demás presos políticos que mantiene el régimen de Nicolás Maduro.
Entre los que el gobierno español mencionó están Rafael Tudares, Carlos Correa y Enrique Márquez. Por éste último, el gobierno de Colombia también condenó su detención el pasado 8 de enero.
Los expresidentes de Colombia Juan Manuel Santos, Álvaro Uribe Vélez e Iván Duque también condenaron el arresto exprés de María Corina Machado en Venezuela y exigieron su liberación inmediata antes de que ésta fuera informada por su equipo.
“Estamos con María Corina Machado. Su liberación y la del pueblo venezolano debe ser inmediata”, afirmó el expresidente Santos.
Por su parte, tanto Vicente Fox como Felipe Calderón, expresidentes de México, condenaron la crisis política que vive Venezuela a horas de que Maduro tome posesión como presidente.
“Exijo el cese inmediato de la represión en contra del pueblo venezolano y de sus dirigentes y la liberación inmediata de todos los presos políticos secuestrados por la dictadura.”, escribió Calderón en sus redes sociales.
*Con información de AFP.
Las llamas han dejado al menos cinco personas muertas, más 130.000 evacuados y la destrucción de 2.000 edificaciones. Unos vientos particulares, la falta de agua y el cambio climático son las causas de la ferocidad del fuego.
Al menos cinco incendios forestales están azotando la ciudad de Los Ángeles, en la costa oeste de Estados Unidos, de los cuales tres han sido descritos por las autoridades de socorro como “incontrolables”.
De acuerdo con varios organismos locales, los incendios han causado la muerte de cinco personas y decenas de heridos, así como la destrucción de más de 2.000 viviendas y edificios.
Cerca de 130.000 personas han tenido que evacuar sus hogares y se estima que las pérdidas económicas podrían alcanzar los US$10 mil millones.
Los damnificados por los feroces incendios van desde famosos actores de Hollywood como Billy Cristal y James Wood y personalidades como Paris Hilton hasta habitantes de la zona costera y los barrios más al oeste de la ciudad.
Los jefes de bomberos que están liderando las labores de control de fuego han señalado que, dada la dimensión de las llamas en algunas zonas – como por ejemplo Hollywood Hills, donde está ubicado el famoso cartel de Hollywood-, existe “cero posibilidades” de contener el desastre.
De acuerdo con Anthony Marrone, uno de los principales coordinadores de bomberos, la baja humedad de la zona, los llamados vientos de Santa Ana – con velocidades cercanas a las de un huracán- y la falta de infraestructura han sido las principales causas para la enorme devastación.
“No tenemos suficientes bomberos para atender cuatro incendios de esta dimensión a la vez. Tal vez uno o dos incendios forestales medianos, pero no esto”, explicó.
En BBC Mundo te explicamos tres claves que han hecho que los incendios en Los Ángeles estén siendo considerados como los más destructivos en la historia de la ciudad.
Tal vez la principal razón por las que los bomberos no han podido contener el fuego en Los Ángeles tiene nombre de santa: los vientos de Santa Ana, que de acuerdo con las autoridades han alcanzado hasta 161 kilómetros por hora en las zonas de los incendios.
Y esto tiene dos efectos que multiplican la fuerza de las llamas.
Por una parte, de acuerdo con el meteorólogo Simon King, presentador del tiempo de la BBC, se trata de vientos secos que eliminan la humedad de la vegetación y facilitan que se inicien los fuegos y se propaguen más rápidamente.
Y una vez que empiezan, los mismos vientos ayudan a que se propaguen fácilmente.
Además, según Marrone, esto obliga a que la estrategia para apagar un incendio de esta magnitud solo se pueda basar en los hidrantes que tiene la ciudad, ya que no se pueden utilizar aviones y helicópteros debido a la fuerza de los vientos.
Los vientos de Santa Ana ocurren cuando una gran área de alta presión se establece sobre el oeste de EE.UU., alrededor de la Gran Cuenca, un área que incluye gran parte de Nevada y Utah, Idaho y el sureste de Oregón, explica Matt Taylor, meteorólogo de la BBC.
Por su parte, una publicación del Servicio Nacional de Meteorología (SNM) estadounidense anota que estas regiones son generalmente secas y desérticas, lo que significa que allí se generan vientos secos que fluyen de este a oeste y llegan a California carentes de humedad.
Este fenómeno ocurre numerosas veces durante el año.
“Un evento de Santa Ana generalmente surge durante los meses más fríos, desde fines de septiembre hasta mayo, y dura solo un par de días. Pero en raras ocasiones puede continuar hasta una semana”, agrega Taylor.
Uno de los problemas que han señalado los bomberos que luchan contra las llamas ha sido el sistema de suministro de agua.
Debido a que no hay apoyo aéreo por los vientos y el humo, los bomberos se han visto obligados a apoyarse únicamente con el sistema de hidrantes urbanos para controlar el avance de las llamas.
Y aunque las autoridades de la ciudad han aceptado que el sistema de acueducto del que hacen parte los hidrantes funciona adecuadamente para el ámbito urbano, no son los más aptos para luchar contra incendios forestales.
“Un combate contra incendios con múltiples hidrantes extrayendo agua del acueducto durante varias horas es insostenible”, explicó en rueda de prensa Mark Pestrella, director de Obras Públicas del condado de Los Ángeles.
Y puso como ejemplo la lucha contra los incendios en la zona de Palisades.
Esta parte de la ciudad tiene tres tanques para surtir los hidrantes. El martes, cuando comenzaron los incendios, el primer tanque se vació a las 16, hora local. El segundo cuatro horas más tarde y el tercero, a las tres de la madrugada del miércoles.
A esa hora los bomberos se quedaron sin agua debido a que el consumo era mucho mayor que la velocidad con la que se podía reabastecer el tanque. Y el fuego seguía imparable.
El profesor de ingeniería ambiental de la Universidad de California Jay Lund añade que los tanques de agua en Los Ángeles están diseñados para combatir incendios localizados en casas, no en espacios abiertos.
“No es un problema de que no haya suficiente agua en el sur de California, es un problema de que no hay suficiente agua en esa zona particular del sur de California en las pocas horas que se necesita para combatir los incendios”, le explicó Lund a la agencia de noticias Reuters.
Pestrella recuerda que los incendios forestales se controlan con descargas aéreas, que en este caso no se pueden utilizar.
“El apoyo aéreo es crítico para combatir el fuego y, lamentablemente, el viento y la visibilidad aérea lo impiden”, dijo.
Según el corresponsal de la BBC para temas ambientales Matt McGrath, una de las razones detrás de la ferocidad de los incendios en Los Ángeles está relacionada con lo que los científicos denominan “latigazo meteorológico”.
“Si bien los poderosos vientos de Santa Ana son el componente clave en el impulso de los incendios, las condiciones extremadamente secas han hecho que la vegetación local sea muy vulnerable a la ignición”, señala McGrath.
Y cita un estudio de la Universidad de California, que afirma que el calentamiento global ha hecho que la oscilación de las condiciones climáticas en esta región tenga como efecto un aumento en la intensidad de los incendios forestales.
El estudio anota que esto está relacionado con episodios cada vez más frecuentes del “latigazo meteorológico”, en el que se produce un cambio súbito entre condiciones extremadamente húmedas y extremadamente secas.
Por lo tanto, después de décadas de sequía en California, hubo un par de años de lluvias extremadamente intensas, y luego volvieron a producirse condiciones muy secas en los últimos meses.
Eso hizo que la vegetación creciera rápidamente en los años húmedos, pero ahora esta vegetación abundante está seca y es más proclive a quemarse.
Los autores afirman que el cambio climático ha aumentado este tipo de condiciones de “latigazo” a nivel mundial entre un 31% y un 66% desde mediados del siglo XX.
“Con el planeta calentándose, esto significa que el ritmo de aumento de este latigazo se está acelerando en muchas regiones del mundo, no solo en California”, agregan.
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