La Fiscalía de Estados Unidos, encabezada por Pam Bondi, pidió al Departamento de Justicia adoptar el enfoque de “eliminación total” de los cárteles de la droga y organizaciones criminales internacionales como una prioridad.
Para lograrlo, Bondi mencionó una serie de medidas para cumplir ese objetivo como el agilizar procesos contra los líderes de esos grupos criminales por cargos como terrorismo, de acuerdo con un memorando enviado por Bondi con efectos para todos los empleados del Departamento de Justicia.
“Asunto: eliminación total de cárteles y organizaciones criminales transnacionales”, se lee en el memorando fechado el 5 de febrero.
En este documento, Bondi estableció lo que a su parecer es un cambio principal en el combate a grupos criminales como los cárteles de las drogas para pasar de la “mitigación” a la “eliminación total”.
“Esta política pública requiere un cambio fundamental de mentalidad y enfoque. Debemos hacer más que tratar de mitigar los enormes daños que estos grupos causan en Estados Unidos. No basta con detener la oleada de venenos mortales, como el fentanilo, que estos grupos distribuyen en nuestro país”, se lee en el memorando.
“En cambio, debemos aprovechar los recursos del Departamento de Justicia y empoderar a los fiscales federales de todo el país para que trabajen urgentemente con el Departamento de Seguridad Interna y otras partes del Gobierno hacia el objetivo de eliminar estas amenazas a la soberanía de Estados Unidos”, añade.
Ahora, los fiscales y trabajadores del Departamento de Justicia deberán estar en coordinación con el Departamento de Seguridad Interna, incluida el área de faltas de migración, para enfocarse en personas que son líderes de los cárteles de las drogas.
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“Para los líderes y gerentes de los cárteles y las organizaciones criminales transnacionales, se incluirán los delitos más graves y fácilmente demostrables según la política general de imputación del Departamento, típicamente delitos capitales, cargos por terrorismo, por extorsión y de empresa criminal continua”, dice.
El memorando suspende durante 90 días diversos requisitos administrativos para agilizar los procesos judiciales contra miembros de organizaciones criminales.
También ordena a la Unidad de Prácticas Corruptas en el Extranjero priorizar las investigaciones relacionadas con sobornos que faciliten las operaciones criminales de los cárteles, particularmente en casos de tráfico humano y contrabando de narcóticos y armas de fuego.
Tom Homan conocido como el “zar de la frontera” dijo que el presidente Donald Trump “no dudará” en recurrir al ejército de EU si los cárteles mexicanos atacan a las tropas norteamericanas en la frontera sur .
“Creo que sería una tontería que los cárteles se enfrentaran a los militares, pero sabemos que ya se han enfrentado a los militares mexicanos antes, pero ahora tenemos a los militares de Estados Unidos”,
En entrevista con ABC News Live dijo que sí espera que la violencia aumente en el proceso de erradicar a los cárteles. Mencionó que si un soldado estadounidense resulta herido, “la ira del presidente Trump caerá (…) tiene la capacidad de borrarlos de la faz de la tierra”, dijo.
Cabe recordar que en su primer día en el cargo, Trump declaró una emergencia nacional en su frontera sur, con lo que el Departamento de Defensa desplegó fuerzas armadas en la zona. Además de que designó a los cárteles de la droga y otras organizaciones criminales como “organizaciones terroristas”.
Esto se ha acompañado de redadas hechas por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE por sus siglas en inglés) para detener a inmigrantes irregulares, a quienes ha comparado con “criminales”.
La presidenta de México superó su primera gran crisis con Donald Trump. BBC analizó su estrategia; una que probablemente tendrá que volver a usar.
“Lo que logró hoy la presidenta es algo totalmente insólito. Ayer esto era imposible. Entonces yo sí la felicito, presidenta, es un orgullo”.
Con estas palabras el secretario de Hacienda mexicano, Marcelo Ebrard, se refirió al acuerdo alcanzado este lunes entre Claudia Sheinbaum y Donald Trump, el cual, entre otras cosas, logró suspender los aranceles impuestos este sábado a las exportaciones mexicanas por el estadounidense.
Palabras que pueden sonar a la adulación típica de un subalterno a su jefe, pero recordemos que no hace mucho Ebrard era el gran oponente —y crítico— de Sheinbaum en las internas de su partido para la presidencia. “Yo no me voy a someter a esa señora”, llegó a decir el otro peso pesado del oficialismo.
Las cosas, por supuesto, han cambiado: ahora Sheinbaum no solo lleva las riendas de Morena, la coalición de gobierno, sin muchas alteraciones al orden, sino que goza de un inusual 80 % de aprobación entre los mexicanos, y eso antes de esta rencilla con Trump.
El mandatario puso los aranceles del 25 % a las importaciones de México —lo que sería un golpe inédito a las economías de ambos países, pero sobre todo de México, que exporta el 80 % de su producción a ese país— con el argumento de que hay una crisis de seguridad en la frontera que permite el tráfico de fentanilo y de migrantes hacia el norte.
Pero tras la conversación con Sheinbaum este lunes, Trump accedió a suspender los aranceles por un mes a cambio de que la presidenta mande 10 mil agentes de la Guardia Nacional a la frontera.
Cualquier conocedor del tema sabe que, a juzgar por la historia, México no tiene mucho margen de maniobra frente a una contraparte que es más grande y poderosa.
Hace ocho años, por ejemplo, Trump puso aranceles del 5 % a las exportaciones mexicanas y el entonces presidente, Andrés Manuel López Obrador, no tuvo otra opción que acceder a militarizar el tema migratorio.
Pero esta vez Trump viene con una agenda más drástica y por eso es esperable que las amenazas de aranceles o incursiones militares contra los carteles o deportaciones masivas de mexicanos vuelvan más pronto que tarde.
Dicho eso, el primer impase se superó. Y la estrategia que usó Sheinbaum para atenderlo, la misma que probablemente use de acá en adelante, combina varios frentes que aquí analizamos.
Desde que Trump fue electo, y las alarmas se prendieron en México debido a la agenda dura contra el país vecino planteada por el republicano en la campaña, Sheinbaum ha hecho diferentes llamados a la calma.
“Habrá una buena relación”, dijo al día siguiente de la elección. “Estamos preparados, estamos listos”, aseguró cuando él se juramentó el 20 de enero. “No hay que acelerarse”, indicó la semana pasada. “Serenidad y paciencia”, añadió.
Y este lunes, en la rueda de prensa tras la conversación, le preguntaron cómo fue el trato con Trump, y ella, pese a la notable distancia ideológica y de estilo, dijo: “No quiero calificarlo, todos los presidentes merecemos respeto, yo no quisiera entrar a un tema personal”.
El sábado, cuando se le vio su versión más vehemente ante los aranceles, Sheinbaum aseguró: “No es con la imposición de los aranceles como se resuelven los problemas, sino hablando y dialogando”.
La mandataria dialogó y, al menos por ahora, logró evitar unos aranceles que generarían una recesión en México.
Sheinbaum, como todos sus antecesores en el pasado, tuvo que ceder ante el deseo de Washington, que en la última década, en parte por el efecto político de Trump, ha ido acentuando su preocupación por la entrada de migrantes al país.
En ese sentido, anunció el despliegue de 10 mil soldados de la Guardia Nacional a la frontera. Ella dijo que era para detener el tráfico de drogas; Trump añadió que era para los migrantes.
En cualquier caso, será para ambas cosas. Y la pregunta es si esta vez será diferente al pasado, cuando los derechos humanos de cientos de migrantes fueron violados.
Sheinbaum, por si acaso, prometió que no será así.
Y al tiempo que cede en el tema prioritario de Trump, Sheinbaum ha mandado mensajes a sus bases: “La soberanía no es negociable”, dijo el sábado; “el trato tiene que ser entre iguales”, añadió este lunes.
Sus críticos, sin embargo, aseguran que la militarización de la frontera y del tema migratorio son precisamente formas de ceder la soberanía, así como lo hicieron todos sus antecesores, incluido López Obrador.
La firmeza retórica de Sheinbaum, sin embargo, no se quedó en los mensajes de corte nacionalista: también ha puesto sobre la mesa el hecho de que, según el Departamento de Justicia de EU, el 75 % de las armas que usan los carteles mexicanos son vendidas por empresas estadounidenses.
Un tema que suele pasar inadvertido para presidentes en Washington y en el que AMLO había hecho hincapié con una demanda “sin precedentes” de su gobierno en 2021 contra empresas de armas del país vecino.
En su rueda de prensa de este lunes la mandataria también aseguró, con una sonrisa quizá irónica, que le había propuesto a Trump revisar su política de salud pública para atender la crisis de consumo de estupefacientes, que es, según ella, lo que está detrás del tráfico de fentanilo.
Como profesora convertida en política, Sheinbaum tiene una especial tendencia a planificar y gestionar los diagnósticos con la rigurosidad de una académica laureada.
Por eso parte de su respuesta a la llegada de Trump al poder ha sido desarrollar planes detallados de contención.
Uno es, por ejemplo, en materia migratoria: se llama “México te abraza” y espera, por un lado, atender a los migrantes que estén en peligro de deportación en EU con programas de ayuda legal, y por el otro darles bonos, becas, seguro y demás beneficios sociales a quienes terminen retornando a México.
“A los hermanos y hermanas mexicanos quiero decirles que aquí está su presidenta y un pueblo entero para defenderlos”, aseguró en un video el domingo. “Si desean regresar a México, aquí los abrazamos”, aseguró mientras se ponía la manos en los hombros en señal de fraternidad.
Además del plan para los migrantes, Sheinbaum desarrolló un ambicioso plan económico, el Plan México, que busca reindustrializar la economía mexicana y atraer inversiones extranjeras con el objetivo, no precisamente declarado, de depender menos del intercambio con EU, tan volátil ahora con Trump al otro lado.
Ebrard, el secretario de Hacienda, se ha reunido con decenas de empresarios de ambos países en los últimos días. Sheinbaum anunció que la idea es seguir colaborando con el sector privado.
Durante el fin de semana Trump publicó una gráfica del número de encuentros de las autoridades estadounidenses con migrantes indocumentados en la frontera en la que se registra un descenso del 94 % desde la llegada del republicano al poder.
“La gráfica que el presidente Trump ha estado subiendo a sus redes sociales sobre la disminución de la migración fue elaborada por mi equipo de trabajo, que ha estado en constante comunicación con el suyo”, reveló Sheinbaum el domingo.
Viri Ríos, una analista mexicana, escribió apropósito en su columna de Milenio: “El equipo mexicano tiene completa conciencia de que la principal forma de apaciguar a Trump no es mediante políticas públicas exitosas, sino mediante la implementación de acciones que le permitan dar anuncios espectaculares y mensajes extraordinarios”.
Vistos hoy, los aranceles del 25 % del sábado parecen más un gesto de Trump que una medida concreta; una forma del apostador para llegar con margen a la negociación. Quien lo conoce sabe que esta es una movida clásica del manual trumpista.
Y Sheinbaum, al parecer, sabe con quién está tratando. Por eso reitera sobre lo que viene: “Estoy convencida de que vamos a llegar a muchos acuerdos”.
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