En 1978, en el mundo, Juan Pablo II era elegido papa en Roma y en Reino Unido nacía el primer bebé de probeta. En la cartelera cinematográfica brillaron Superman y Grease, y se descubrió la primera vacuna contra la meningitis, así como Caronte, el satélite perteneciente a Plutón. En México, se realizaban excavaciones en el Centro Histórico de la Ciudad de México, que llevaron al descubrimiento de la escultura prehispánica Coyolxauhqui, y en Monterrey, en la colonia Linda Vista, se inauguraba el 12 de octubre, el primer OXXO, cuyo logo evoca la imagen de un carrito de supermercado, los cuales por cierto podían encontrarse dentro de las tiendas en ese entonces.
Al año siguiente, ya había sucursales de OXXO en los estados de Chihuahua, Sonora y Baja California, y todas ellas formaron una opción distinta: una tienda de proximidad en pequeño formato para resolver las necesidades de sus consumidores en horarios más amplios. Para 1998, OXXO ya contaba con mil tiendas a lo largo del país y lo que empezó con un frasco de café como su primera venta, ahora es una red de tiendas una amplia gama de productos, con la posibilidad de hacer pago de servicios, transacciones bancarias y más.
Aparte de ofrecer una gran flexibilidad en sus horarios, OXXO simplifica la vida de sus consumidores al poder realizar varias cosas en un solo lugar, y su expansión ha ido de la mano con el trabajo comunitario, las iniciativas de economía circular y el impulso a las personas mayores.
Actualmente, un promedio diario de 13 millones de personas acude diariamente a un OXXO, la cifra es similar a la población de la Ciudad de México y el estado de Nuevo León, y saca de apuros a todo tipo de usuarios las 24 hrs. OXXO es una empresa incluyente que da empleo a jóvenes, madres solteras, personas migrantes, refugiadas, con discapacidad o de la tercera edad y todos, tienen la posibilidad de crecer tanto personal como profesionalmente.
“Si bien buscamos simplificar la vida de los consumidores, queremos que sea en estos dos grandes ejes: generar este valor económico no solamente hacia OXXO sino también hacia las comunidades, así como el impacto social”, comenta Rossina Rodríguez Dávila, gerente de marca de OXXO México.
Actualmente OXXO cuenta con más 21 mil tiendas en todo el país; que han sido parte del desarrollo económico tanto del país cómo de las comunidades donde se instala. Y es que se ha detectado que distintos tipos de comercios atienden un consumo diferenciado; por ejemplo, las tienditas venden muy bien a granel, lo que no ofrece OXXO, y también tienen una propuesta de valor diferente.
“Me da gusto incluso ver que donde llega el OXXO la tiendita la remodelan, la ponen más bonita, le ponen punto de venta, creo que es una buena oportunidad para modernizarse (…) Al final de cuentas vamos a ocasiones de consumo diferentes”, comenta José Ángel Marentes López, director de expansión e infraestructura en OXXO México.
Si se revisan las estadísticas a nivel nacional, el número de tienditas más que verse disminuido, se ha incrementado. Los censos económicos del INEGI apuntan que la cifra de comercios al por menor de abarrotes, alimentos, bebidas, hielo y tabaco pasó de 791,164 unidades económicas en 2003 a 1 millón 4 mil 259 en 2018, es decir un 27% más.
Gracias a sus programas de responsabilidad social empresarial, como el Redondeo, las tiendas OXXO canalizan recursos que donan sus clientes para mejorar la infraestructura o la iluminación, además de apoyar organizaciones civiles de la región donde viven. El programa establece que los recursos donados que provienen de Tijuana se quedan en Tijuana, y los de Monterrey, en Monterrey, generando de esta forma que los usuarios puedan observar directamente la inversión de sus donaciones. Lo que se recolecta en cada localidad se queda en esa localidad.
“Hay historias súper bonitas que cuando llegó un OXXO a una comunidad que estaba alejada de alguna metrópoli o alguna gran ciudad, se generan mejoras en los servicios públicos, agua, electricidad, o incluso que no tienen que estar algunos consumidores caminando grandes kilómetros para llegar a hacer alguna transferencia bancaria”, agrega Rossina Rodríguez.
Otro programa para generar impacto en la comunidad es el de voluntariado, donde todos sus empleados y empleadas, ya sean de tienda u oficinas, pueden participar para ayudar a la mejora de la zona donde se encuentran, realizando actividades como recuperación de espacios, limpieza, apertura de eventos deportivos o siembra de árboles.
OXXO no sólo tiene programas como el Redondeo o un impacto benéfico en la zona donde se presenta, sino también programas de desarrollo personal y profesional para sus colaboradores, además de apoyo psicológico, sea o no derivado de alguna eventualidad en la tienda.
“Tenemos el apoyo de que ellos puedan cursar la preparatoria. Tenemos el instituto OXXO, que ofrece una licenciatura comercial, y la realidad es que ésta yo diría que es prácticamente gratis para la gente de nuestra tienda”, agrega José Ángel Marentes.
También cuentan con becas para sus colaboradores, así como muchos programas y diplomados en liderazgo, permitiendo de esta manera desarrollar habilidades que no sólo les serán útiles para su trabajo y personalmente, sino para ser mejores ciudadanos y aportar a la sociedad.
“El núcleo de todo esto yo considero que está en la base de los valores y la cultura que tiene la empresa. Dentro de mi carrera he trabajado en diferentes empresas pero esta es la primera vez que está el foco en la persona, y todo eso es lo que nos mueve a escuchar a las personas, qué es lo que necesitan y a partir de ahí trazar planes de desarrollo de las personas, qué es lo que necesitan, si en este momento de la carrera pueden avanzar, si vas a ser mamá, y eso es una de las cosas que más nos distingue a nivel negocio”, comenta Rodríguez Dávila, quien fue promovida después de la pandemia y es parte de estas historias.
Con respecto al director de expansión e infraestructura en OXXO México, él comenzó como responsable de operaciones y ha tenido la oportunidad de vivir en otras ciudades, incluyendo todo el sureste del país, además de cumplir 31 años creciendo en la empresa.
Gracias a los avances tecnológicos y a raíz de la pandemia, las alternativas han crecido y OXXO ha aprovechado estas posibilidades. Por ejemplo, sus empleados en tienda ya manejan sus pedidos a través de tablets, lo que genera un ahorro significativo de tiempo y papel, además de agilizar sus operaciones.
En el mantenimiento, toda la tienda está conectada y existen mecanismos que les permiten detectar si hay fallas en los equipos, lo que se traduce en una detección oportuna del problema para arreglarlo e impedir que se dañe gravemente su funcionamiento.
“Como FEMSA nos hemos pronunciado por un cero waste (desperdicio) en 2030, ¿qué quiere decir esto?, o que no hay desperdicio o que de alguna manera lo que hay se reúsa, entonces estamos muy comprometidos con esa meta. Hay municipios donde hay que empezar a trabajar muy fuerte porque no hay centro de acopio y no hay recolección, pero creo que, con la voluntad de todos los participantes, gobiernos, empresas, ciudadanos, vamos a poder lograrlo”, sostiene Marentes López.
Por otra parte, todas las tiendas tienen un código QR donde puedes hacer sugerencias o contar tu experiencia, y una app que puedes explorar y llevar a cabo dinámicas exclusivas por estos 45 años, ganando desde un auto por mes, motocicletas y más de 600 premios.
Asimismo, está el programa Spin Premia, donde puedes acumular puntos para que eventualmente tus compras te salgan parcial o totalmente gratis.
“Tenemos una huella súper importante, con los 13 millones de personas que estamos impactando de manera diaria”, finalizó Rossina Rodríguez.
Tanto dentro de la estrategia de ventas como de su propuesta valor, OXXO realmente está a la vuelta de la esquina para simplificarte la vida y sacarte de aprietos las 24 horas.
Nota del editor: Esta publicación se realiza con información Hemerográfica, de FEMSA y del INEGI como parte de las alianzas estratégicas de Grupo Editorial Criterio