El trabajo que realiza todo su personal médico y administrativo, las acreditaciones y reconocimientos nacionales e internacionales de diversas áreas, una atención que se distingue por su calidad y calidez humana, y el uso de la tecnología más avanzada fueron factores fundamentales para que el Hospital Universitario de Puebla (HUP) esté, por segundo año consecutivo, en el listado de los mejores hospitales del país.
Este ranking elaborado por Newsweek y Statista compara la reputación y el rendimiento de cada hospital con una serie de variables para determinar cuáles son los mejores. Este año, el HUP ocupó la posición 28 de todo el país.
Saúl Hernández García, director del HUP, destacó que las acreditaciones recibidas en materia de Capacitación, Calidad y Seguridad para la Atención Médica en el Catálogo Universal de Servicios de Salud, otorgadas por la Dirección General de Calidad y Educación en Salud, de la Secretaría de Salud federal, demuestran el cumplimiento de condiciones que garantizan la funcionalidad y eficiencia de las unidades médicas que integran al HUP. Las nuevas metas apuntan a más certificaciones que garanticen la seguridad y calidad en los servicios hospitalarios.
De esta forma, el HUP buscará seguir siendo un referente en la entidad y la región, no solo en la atención de pacientes, sino también como formador de recursos humanos en el área médica especializada.
El 16 de octubre de 1972 se creó el HUP, gracias a la publicación en el Diario Oficial de la Federación del documento que estipuló su donación como hospital escuela, acto aprobado un año después por el Consejo Universitario.
Actualmente, atiende en promedio a 26 mil derechohabientes al año, aunque a esta cifra hay que sumar los pacientes canalizados por otras instituciones de salud pública, así como particulares provenientes de municipios y estados vecinos.
El HUP tiene una oferta de 44 especialidades, además de otros servicios de apoyo para el diagnóstico a través de imagenología (mastografía, ultrasonidos, resonancia magnética, toma de biopsias, rayos X, densitometría, etcétera), laboratorio de análisis clínicos, departamento de patología, de electrocardiogramas y electroencefalogramas, endoscopias, áreas de rehabilitación y hemodiálisis, optometría y farmacia.
Cuenta además con 238 camas, seis salas de cirugía, banco de sangre, unidades de cuidados intensivos para adultos, pediátricos y neonatales, para los pacientes que requieren hospitalización, y desde hace un par de años, está habilitada la Unidad de Enfermedades Respiratorias Agudas para pacientes COVID. Todo esto y más se ofrece bajo estrictos estándares de calidad, con un funcionamiento efectivo los 365 días del año.
El Servicio de Alergia e Inmunología Clínica está posicionado como el mejor centro de formación de especialistas en ese ámbito en México por parte del Consejo Nacional de Inmunología Clínica y Alergia (Conica). Este servicio está estructurado en diferentes áreas: la docencia, en la cual forman a médicos especialistas en Alergia e Inmunología, así como asistencia al paciente alérgico a través de servicios como consulta, pruebas cutáneas, aplicación de inmunoterapia y realización de espirometrías.
Otra de las áreas sustanciales de la Especialidad en Alergia e Inmunología es la investigación, de aquí su permanencia en el Programa Nacional de Posgrados de Calidad del Conacyt.
Otra de las áreas fundamentales por la función que cumple en el diagnóstico y la prevención es el Laboratorio de Análisis Clínicos, coordinado por María Susana Pérez Fernández, quien con su equipo de 38 químicos ha logrado la reacreditación de la Norma ISO 15189, carácter internacional y basada en la competencia y calidad. Entre las áreas que obtuvieron calificación de 10 en esta evaluación están Hematología, Química Clínica y Microbiología. La Norma 15189 la obtienen pocos laboratorios en el país; en Puebla, solo cuatro la tienen, entre estos el HUP.
“Esta recertificación le da seguridad al paciente porque la norma implica que el resultado que obtienen de nuestro laboratorio es certero y válido en cualquier país, pues conlleva el cumplimiento de estándares muy estrictos de calidad”, afirmó la especialista.
Esta reacreditación se obtuvo nuevamente en diciembre de 2021; la primera acreditación fue en 2018, además de que el Laboratorio del HUP es galardonado cada año por el Control de Calidad Externa, por ser uno de los mejores del país, a partir de una evaluación a cerca de 3 mil laboratorios de diferentes estados.
“Estos reconocimientos brindan certeza a los médicos en sus procedimientos y en su orientación; por eso cuando hablamos de competencia y calidad, sabemos que el personal tiene la capacidad y profesionalismo de realizar su trabajo en cada área, pero además que los equipos que utilizamos son de tecnología de punta, todo esto bajo un control interno, externo y de tercera opinión”, mencionó Pérez Fernández.
Los reconocimientos y las evaluaciones están manejados por la Entidad Mexicana de Acreditación, la cual puede auditar estos espacios en cualquier momento, lo que permite crear una cultura de calidad en los servicios.
Gracias a la optimización e higiene en todos sus procesos, las áreas de cocina y nutrición clínica del HUP recibieron en dos ocasiones consecutivas el Distintivo H, por parte de las secretarías de Turismo y de Salud, lo que garantiza el cumplimiento en las normas de calidad y manejo inocuo de los alimentos, desde la recepción de la materia prima hasta su entrega.
Para obtener esta recertificación, la cual se apega a la Norma Mexicana NMX-F-605-NORMEX-2018, el personal de estas áreas tuvo que cumplir con capacitaciones en temas de contaminación de alimentos, zonas de peligro por temperatura, control de plagas, técnicas para el lavado, desinfección, limpieza, almacenamiento, congelación, refrigeración, descongelación e higiene personal, entre otros.
Asimismo, de la mano de un consultor, fueron evaluados en todos sus procesos operativos, desde lavado de manos, presentación y recepción de la materia prima, verificación de su calidad, hasta la transformación en alimento. A partir de ahí también llevan sistemas de control y manejo de temperaturas, lo que garantiza que los equipos con los que se cuentan mantienen la cadena de frío de forma adecuada.
Además del área de cocina, son importantes las de servicios generales, biomédica y mantenimiento, ya que las evaluaciones no solo incluyen conocimiento y manejo de alimentos; también se verifican instalaciones, limpieza en cisterna, clorado de agua y correcto funcionamiento de las máquinas que emplean.
En enero de este año se presentó una reestructuración y actualización del programa de Pediatría ante el Honorable Consejo Universitario, el cual avaló la creación de esta nueva especialidad.
Aquilino Márquez Toledo, médico especialista en Pediatría y coordinador de esta área en el HUP, señaló que la reforma de esta especialidad impacta de manera favorable, sobre todo en los procesos que viven los residentes, pues serán mucho más sistematizados para que este programa pueda ser incluido en los posgrados de calidad del Conacyt.
El HUP tiene una unidad de cuidados intensivos neonatales acreditada como un servicio de alta especialidad, esto gracias a que se cuenta con lo necesario en equipamiento, infraestructura, recursos humanos y médicos, que permiten dar una atención médica de calidad a recién nacidos en estado crítico.
La pandemia de COVID-19 puso en jaque a muchos centros de salud por la saturación de enfermos y la necesidad de unidades especiales que pudieran hacer frente a esta emergencia de salud pública. Con el fin de atender a sus derechohabientes, el HUP creó la Unidad de Atención para Enfermedades Respiratorias Agudas, conocida como la Unidad COVID, la cual fue equipada con 18 camas, todas con ventilador mecánico, además de otras especificaciones de normatividad que se exigen para atender a pacientes críticos.
Lo anterior permitió hacer frente a las necesidades de la comunidad universitaria y brindar un servicio con calidez humana de rápida respuesta. Así lo señala Cuauhtémoc Romero López, médico especialista en Medicina Interna y jefe de la Unidad de Cuidados Intensivos de Adultos, así como de la Unidad de Atención para Enfermedades Respiratorias Agudas.
A esta Unidad COVID se sumó después un nuevo espacio, también equipado con la tecnología necesaria para la atención oportuna de estos pacientes, y en total 36 camas pudieron servir como espacios para resguardar y atender a los pacientes de COVID-19, así como sus variantes.
Estas acciones no son menores si se toma en cuenta que la atención brindada rebasa a los 800 pacientes, además de que la tasa de mortalidad por la pandemia en el HUP oscila en 13%, mientras que en el resto de los hospitales del estado varía del 18 al 43%.
Respecto de la Unidad de Terapia Intensiva, independiente al área COVID, el especialista en medicina interna señaló que esta unidad polivalente cumple con la Norma Oficial Mexicana NOM-025-SSA3-2013, así como con todos los apartados de la Cédula de Acreditación correspondientes a las UCI.
En cuanto a la mortalidad esperada para estas unidades, tomando en cuenta que en estas áreas se atienden a enfermos en estado crítico, el doctor Romero López explicó que esta oscila entre el 32% y 33%; sin embargo, en el HUP se ha logrado alcanzar un porcentaje de mortalidad de tan solo 11%, es decir, muy por debajo de los niveles nacionales, lo cual tiene que ver con un trabajo multidisciplinario y el apoyo de todos los departamentos del HUP.
Por todas estas acciones, el HUP es uno de los mejores nosocomios de la entidad y del país, operando de manera responsable y comprometida con la calidad en los servicios que ofrecen a sus pacientes.