
En la frontera norte de México, donde las políticas del gobierno de Estados Unidos detienen el sueño americano, una colectiva ha levantado una trinchera de cuidados en Tijuana, Baja California, ayudando a miles de mujeres que migran a parir ante diversas trabas, como las barreras lingüísticas y la falta de documentación para recibir atención médica.
Con un enfoque centrado en la calidez y el respeto al cuerpo, así como con baños de plantas y agua florida, la colectiva Partería y Medicinas Ancestrales ha realizado sus labores desde 2012, atendiendo nacimientos en familias de más de 150 países, entre ellos Guatemala, Salvador, Honduras, Venezuela y hasta Ucrania, así como a desplazadas internas de Michoacán y Guerrero.
El caso de Sandra es un ejemplo de la labor de la colectiva conformada por siete parteras. Aunque ella es mexicana, creció en Estados Unidos y un día, estando embarazada, decidió volver a su país de origen en medio de un panorama de incertidumbre.
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“No sabía qué me esperaba del otro lado, pero ya en Tijuana me recibieron con cuidado, me escucharon, me acompañaron, por primera vez en mucho tiempo no tuve miedo”, dice Sandra en un testimonio para Fondo Semillas, organización que financia a Partería y Medicinas Ancestrales para que mujeres que migran puedan tener partos con amor.
“En octubre nació mi hija. Cuando la abracé, sentí que después de tanto camino estaba en casa”, expresa.

La colectiva Partería y Medicinas Ancestrales comenzó sus labores en 2012, pero fue hasta cuatro años después cuando Ximena Rojas García, fundadora de la organización, acompañada por un grupo de parteras empezaron a apoyar a familias migrantes, lo que las llevó a convertirse en defensoras de derechos humanos “así sin planearlo”.
Ximena, originaria de Veracruz, se refiere al 2016 como el año de “una crisis humanitaria” debido a la presencia de cientos de personas migrantes varadas en la frontera en espera de poder presentar casos de asilo a Estados Unidos.
En ese momento, la fundadora de Partería dijo a Animal Político que decidió “poner en acción a la comunidad” y empezó a llevar agua, comida, incluso ropa para las madres migrantes.
Posteriormente, y pese a las barreras de idiomas diferentes, Ximena se acercó a mujeres migrantes, muchas de ellas haitianas, con su bolsa de partera, sus dopplers -una técnica de ultrasonido no invasiva-. “Ahí en el asiento de atrás de mi carro empecé a checar a algunas de las mamás”, relata.
“Para muchas de ellas era la primera vez que escuchaban el latido del corazón de su bebé y fue maravilloso, que a pesar de la migración y de tantas cosas tan fuertes que habían pasado, pues que su bebé estaba bien, que su viaje había valido la pena”, expresa.
El trabajo de Partería y Medicinas Ancestrales va más allá de lo clínico; es un acto de restitución de derechos humanos. En un contexto donde el sistema de salud pública ha negado atención a mujeres que migran en labor de parto por falta de una CURP o afiliación al seguro social, las parteras se convirtieron en una opción para garantizar la vida.
Para la colectiva, su enfoque se centra en la “partería pura y dura”, un modelo que integra la obstetricia basada en evidencia con un profundo respeto por la autonomía de las mujeres y de los bebés.

“A lo mejor para esta persona es la primera vez que alguien le ha pedido permiso para tocar su cuerpo, que alguien le ha pedido permiso para tomar decisiones”, explicó Ximena, subrayando la importancia de devolverle a la mujer la agencia sobre su “territorio”.
Ximena explica que de esa manera trabajan con calidez y respeto. Durante la consulta, y dejando a un lado la prisa, las parteras hacen una pausa por si la persona necesita expresar sus emociones, un baño de plantas, agua florida o por si las gestantes requieren un listón rojo alrededor de su vientre para sentirse protegidas y bendecidas.
“Entonces, así es como incorporamos la medicina tradicional”, dice la fundadora de Partería, enfatizando que de esa forma continúan pasando estas prácticas a las siguientes generaciones.
Pero las parteras no solo atienden nacimientos, también son la primera línea de contención para mujeres migrantes, personas de las comunidades LGBTQ+, incluso hombres, que han sufrido abusos y violencias sistemáticas en sus países de origen y durante el tránsito hacia otro lugar.
“Algunas de ellas tres o cuatro veces durante la migración han pasado por violencias sexuales o incluso […] no lo ven como ‘me violaron’, sino ‘lo tuve que hacer para seguir el camino’”, narra Ximena, destacando también que los hombres viven estas violencias, pero rara vez las nombran por estigma.
Ante el panorama de la militarización de la frontera y el aumento de las violaciones a los derechos humanos por parte de autoridades, las parteras se mantienen firmes. Su objetivo a largo plazo es crear una red de casas de nacimiento y sanación en todo México, recuperando la medicina tradicional para curar el “susto” y la tristeza que trae consigo el desplazamiento forzado.
Para Jimena, su trabajo es un acto político y espiritual: “El objetivo a gran escala es sembrar semillas de paz en el mundo […] si sanamos juntos, pues sanamos todos y esa es nuestra resistencia”.

Sostener la labor que realizan Ximena y las parteras requiere más que voluntad. El apoyo de Fondo Semillas ha sido crucial para profesionalizar y expandir su alcance. El financiamiento de la organización ha permitido la consolidación legal de la Partería, abrir casas de nacimiento en Tijuana y Ensenada, así como operar el proyecto “A Cuidar Van”, una unidad móvil que lleva servicios de salud sexual y reproductiva a la periferia y albergues.
“Fondo Semillas nos ha estado apoyando y ha sido una bendición porque podemos seguir haciendo esto que nos apasiona y pues queremos ser más parteras”, señala Ximena Roja.
Durante 2024, este apoyo permitió acompañar a más de 3 mil 500 mujeres de 70 países distintos, no solo en partos, sino en atención integral que incluye anticoncepción, manejo de duelo gestacional y acompañamiento a sobrevivientes de violencia sexual.
Ahora, ante el incremento de personas que quedan varadas en la frontera, Fondo Semillas lanzó la campaña “Madres que migran”, una iniciativa urgente que busca recaudar 500 mil pesos antes del 31 de diciembre para sostener la labor de parteras y defensoras de derechos humanos, como es el caso de Partería y Medicinas Ancestrales, quienes esperan avanzar con su proyecto y llegar a más lugares.
Diana Medina, subdirectora de la organización, advierte que la crisis migratoria se ha endurecido este año, saturando la capacidad de respuesta institucional.
“Los servicios públicos en general no son suficientes […] En términos generales, las personas que migran no tienen acceso a servicios de salud. Las personas que vienen migrando que tienen un embarazo, pues tampoco lo tienen”, explica Medina.
En ese sentido, la campaña busca visibilizar y financiar a organizaciones como Partería y Medicinas Ancestrales, quienes ofrecen servicios gratuitos a mujeres embarazadas y primeras infancias que enfrentan barreras de idioma, falta de documentos y discriminación.
Fondo Semillas apuesta por entregar recursos flexibles y no etiquetados, permitiendo que las organizaciones cubran sus necesidades reales, desde sueldos hasta la compra de activos, sin las trabas burocráticas que a menudo imponen otros donantes.
La meta es reunir medio millón de pesos que irán a una bolsa común para organizaciones que trabajan temas de migración y partería. Las formas de apoyar incluyen:
La campaña estará activa hasta el cierre de año, buscando garantizar que, sin importar el origen o el idioma, la maternidad en tránsito sea acompañada con dignidad.


La decisión ha sido condenada por los ministros de Asuntos Exteriores de Somalia, Egipto, Turquía y Yibuti, quienes en un comunicado afirmaron su “rechazo total” al anuncio de Israel.
Israel se ha convertido en el primer país en reconocer formalmente como nación independiente a Somalilandia, la región separatista de Somalia.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, declaró este viernes que su país tiene la intención de ampliar de inmediato la cooperación en agricultura, salud y tecnología con Somalilandia.
Por su parte, el presidente de Somalilandia, Abdirahman Mohamed Abdullahi, calificó la declaración israelí de “momento histórico”.
El reconocimiento por parte de Israel podría animar a otras naciones a seguir su ejemplo, lo que fortalecería la posición diplomática de la región independentista y su acceso a los mercados internacionales.
Sin embargo, la decisión ha sido condenada por los ministros de Asuntos Exteriores de Somalia, Egipto, Turquía y Yibuti, quienes en un comunicado afirmaron su “rechazo total” al anuncio de Israel.
Abdullahi declaró en un comunicado que Somalilandia se unirá a los Acuerdos de Abraham promovidos por Israel y con los que normalizó relaciones con varios países musulmanes.
“Somalilandia está comprometida con la construcción de alianzas, el impulso de la prosperidad mutua y la promoción de la estabilidad en Oriente Medio y África”, añadió.
Los dos países acordaron establecer “relaciones diplomáticas plenas, que incluirán el nombramiento de embajadores y la apertura de embajadas”, declaró el ministro de Asuntos Exteriores israelí, Gideon Saar, en un comunicado publicado en X.
“He dado instrucciones a mi ministerio para que actúe de inmediato a fin de institucionalizar las relaciones entre ambos países en una amplia gama de ámbitos”, afirmó.
Mientras tanto, el ministro de Asuntos Exteriores de Egipto mantuvo conversaciones telefónicas por separado con sus homólogos de Somalia, Turquía y Yibuti para abordar diversos temas, incluida la declaración de Israel.
En un comunicado, el Ministerio de Asuntos Exteriores egipcio informó que los cuatro países reafirmaron su apoyo a la unidad, la soberanía y la integridad territorial de Somalia, y advirtieron en contra cualquier medida unilateral que pudiera socavar la estabilidad o crear lo que denominaron “entidades paralelas” a las instituciones estatales somalíes.
Asimismo, argumentaron que reconocer la independencia de partes de Estados soberanos sentaría un precedente peligroso en el derecho internacional y en el marco de la Carta de las Naciones Unidas.
El comunicado añadió que los ministros reiteraron su rechazo a cualquier plan para desplazar a los palestinos fuera de su territorio.
Israel lleva años intentando fortalecer las relaciones con países de Oriente Medio y África, pero las guerras recientes, incluidas las de Gaza y contra Irán, se han considerado un obstáculo para ello.
Los Acuerdos de Abraham, firmados en 2020 durante el primer mandato de Trump en EE.UU., permitieron que varios países, entre ellos los Emiratos Árabes Unidos y Marruecos, de mayoría musulmana, normalizaran sus relaciones con Israel.
Somalilandia goza de una posición estratégica en el Golfo de Adén y cuenta con su propia moneda, pasaportes y fuerza policial.
Nacida en 1991 tras una guerra de independencia contra el exdictador general Siad Barre, ha lidiado con décadas de aislamiento desde entonces.
Con una población de casi seis millones de habitantes, esta república autoproclamada ha estado recientemente en el centro de varias disputas regionales que involucran a Somalia, Etiopía y Egipto.
El año pasado, un acuerdo entre Etiopía, país sin litoral, y Somalilandia para el arrendamiento de un tramo de costa para un puerto y una base militar enfureció a Somalia.
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