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Mujeres exigen justicia por violencia de género, mientras Sheinbaum celebra a puertas cerradas que “llegamos todas” el 8M
Mujeres exigen justicia por violencia de género, mientras Sheinbaum celebra a puertas cerradas que “llegamos todas” el 8M
Foto: Silvana Flores
9 minutos de lectura

Mujeres exigen justicia por violencia de género, mientras Sheinbaum celebra a puertas cerradas que “llegamos todas” el 8M

Miles de mujeres se manifestaron en la Ciudad de México en el primer Día Internacional de las Mujeres bajo la presidencia de Claudia Sheinbaum, quien conmemoró la fecha dentro de Palacio Nacional, sin mencionar a madres buscadoras ni víctimas de feminicidio.
09 de marzo, 2025
Por: Erendira Aquino y Marcela Nochebuena

Niñas, jóvenes, adultas mayores, mujeres indígenas, mujeres con discapacidad, mujeres trans, estudiantes y activistas tiñeron de morado las calles de la Ciudad de México este 8 de marzo, en el primer Día Internacional de las Mujeres bajo la presidencia de Claudia Sheinbaum, quien conmemoró la fecha en un Palacio Nacional resguardado por vallas metálicas.

La jornada comenzó desde muy temprano con expresiones artísticas y movilizaciones convocadas desde distintos puntos para culminar en el Zócalo, donde las murallas colocadas para salvaguardar el Palacio Nacional y la Catedral sirvieron como lienzo para la pinta de consignas entre la que destacó el “No llegamos todas”, en respuesta al discurso oficial.

Mientras, la presidenta Claudia Sheinbaum conmemoró el 8M dentro de Palacio Nacional, acompañada por integrantes de su gabinete, representantes de pueblos originarios y las ministras Yasmin Esquivel, Lenia Batres y Loretta Ortiz. El evento oficial estuvo marcado por los gritos de “presidenta, presidenta”. Sin embargo, no hubo mención a las madres buscadoras, a las madres de víctimas de feminicidio, cuidadoras ni a las víctimas de violencia vicaria. Si acaso, su discurso concluyó con la frase: ‘Ni un feminicidio más, ni un golpe más’.

Infancian violencia mujeres marcha 8M
Foto: Sharenni Guzmán

En las calles, la mayoría de los contingentes tuvieron como punto de partida la Glorieta de las Mujeres que Luchan, donde acompañadas de carteles, tambores y flores corearon consignas feministas como “Somos malas, podemos ser peores” y “ni una más, ni una asesinada más”, en un ambiente de fiesta y de acuerpamiento de quienes acudieron para exigir justicia por las víctimas de la violencia. Las autoridades de la CDMX estimaron la participación en 200 mil asistentes.

Entre los contingentes, algunas organizaciones como la Red Nacional de Refugios (RNR) y Volver a Casa compartieron información acerca de qué hacer en caso de ser víctima de violencia o en caso de una desaparición, mientras que en otros casos prestaron micrófonos y megáfonos para que las asistentes pudieran realizar denuncias públicas de sus agresores.

Leer: ”¿Llegamos todas?”: activistas señalan las tareas pendientes en el primer 8M con una mujer presidenta

Pese a que la mayor parte del recorrido de las marchas transcurrió entre vallas metálicas para la protección de los negocios y edificios históricos, estas barreras se convirtieron en espacios en los que las asistentes dejaron huella del paso de la protesta, colocando carteles de denuncia contra deudores alimentarios y hombres acusados de violencia sexual, así como los rostros de mujeres como Ingrid Escamilla, víctima de feminicidio en febrero de 2020, y Pamela Gallardo, desaparecida en noviembre de 2017.

A diferencia de otros 8M, no hubo presencia de ateneas ni policías durante la marcha.

El pendiente del Sistema Nacional de Cuidados

Alison, de 29 años, llegó este sábado hasta la glorieta del Caballito junto con su hija Zoe, de 12 años, quien vive con síndrome de down. Este 8M, dice, salió a marchar por primera vez, para denunciar la discriminación que han tenido que pasar por la discapacidad de la niña y que se garantice que pueda recibir el medicamento que necesita.

“Veo esto como un ejemplo para que ella vea que aunque tiene una discapacidad es nuestro derecho alzar la voz, que ella lo tome como un referente, y así como nosotras de niñas teníamos a Barbie, ella vea que otras personas con silla de ruedas, bastón y otros apoyos existen y luchan”, expresó en entrevista.

Uno de los principales pendientes del gobierno con las mujeres es el Sistema Nacional de Cuidados, y Alison explica por qué es urgente. “Porque nos ayudaría a nosotras como mamás con hijos con discapacidad a poder trabajar, porque necesitamos a alguien que nos apoye en ese aspecto, porque en mi caso no he podido desarrollarme como persona porque tengo que estar todo el tiempo con mi hija”.

Mientras esto ocurre, comentó que continuará viviendo con el apoyo de sus padres, “que me han ayudado desde el principio… y sin ellos la verdad no sé qué sería de nosotras”.

Ixchel, otra de las asistentes a la marcha del 8M, coincidió con Alison en la urgencia de contar con un sistema de cuidados para crear una sociedad más equitativa, “porque necesitamos que participen hombres y mujeres”.

Apoyada de una intérprete de Lengua de Señas Mexicana, Ixchel compartió que su interés de acudir a la marcha surgió porque ella es una sobreviviente de una relación violenta que duró más de 20 años, y que la hizo caer en una depresión profunda; sin embargo, agradeció contar con un espacio para nombrar las violencias y sentirse fortalecida con el apoyo de sus compañeras, del Movimiento de Personas con Discapacidad.

Con sillas de ruedas, bastones, perros de servicio y el apoyo de personas cuidadoras, las integrantes de la colectiva marcharon hasta el Zócalo, mostrando pancartas en las que se leyeron consignas como “Por las que nadie nombra” y “Ni ángel, ni guerrera. Mujer con discapacidad”.

“Claudia no llegamos todas”, consignas feministas niegan los dichos dados por la presidenta. Mariana Hernández
“Claudia no llegamos todas”, consignas feministas niegan los dichos dados por la presidenta. Foto: Mariana Hernández

 

El cuidado para personas con discapacidad en el 8M

María del Carmen González, de 64 años, acudió a la marcha con su hija Danae Segura de 36, que tiene una enfermedad rara: Síndrome de Williams, por lo que su intención de acudir al 8M fue sensibilizar a la sociedad sobre la existencia de estos padecimientos. 

Como su cuidadora primaria, exige ser vista: “Nos tienen que hacer caso, porque a veces nos hacen a un lado: vas a los médicos y te dicen ‘no, no tiene nada’, y cuando necesito que pase desapercibida, te dicen ‘no, no puede, porque tiene discapacidad”. 

Desde su perspectiva, es momento de estar en estos movimientos y alzar la voz para que las personas con discapacidad y sus cuidadoras puedan ser vistas. Como mujeres, asegura que han enfrentado desafíos, incluso con médicas que obstaculizaron su diagnóstico, igual que como ha sucedido en hospitales y escuelas. 

Visita nuestro especial. Cuidadoras sin oportunidades: marginación con rostro de mujer

La mamá y cuidadora primaria de Danae considera que un Sistema Nacional de Cuidados ayudaría mucho para garantizar la atención médica y educativa. “Hemos batallado con el sistema”, acusa. De hecho, cuando era muy pequeña le habían dicho que no podría agarrar ni un lápiz, pero ahora incluso toca piezas musicales y hace manualidades para vender. 

Por lo pronto, mediante sus cuidados, dice, lo que siempre ha tratado es de enseñarle con hechos a su hija cómo se fomenta el crecimiento y el aprendizaje. Las marchas del 8M igualmente son un aprendizaje para alzar la voz y seguir adelante. 

En tanto, Alejandra García, de 39 años, acudió con sus hijas Victoria, de 6, y Valentina, de 20. Este año se unieron al contingente de mujeres con discapacidad porque su hija mayor tiene parálisis cerebral.

“Ella no puede hablar, pero yo siempre he tratado de ser su voz, entonces este año significa el que ella pueda tener oportunidades de todo tipo en su vida, sin que su discapacidad sea una limitante”, dice Alejandra.

Entérate: Del Instituto a la Secretaría de las Mujeres: expertas reconocen elevar política de género, pero señalan que debe ser transversal

Los desafíos como mujer cuidadora han sido muchos: desde poder encontrarle una escuela hasta poder adaptar toda la educación a una persona con discapacidad, al igual que los espacios y poder criarla a pesar de su condición: hacerle sentir que la vida, el mundo y el espacio también es para ella. 

“A veces, más allá de solo un apoyo económico, que a veces creo que el Estado y el gobierno solo se enfocan en eso, también necesitamos espacios para todas las niñas y todas las mujeres que tienen alguna discapacidad. Sí son gastos, pero el no tener un espacio para ellas, el que no pueda haber una escuela con espacios para sillas de ruedas o intérpretes de lengua de señas, todo eso es algo que se debe generar desde la raíz, que es el gobierno”, señala sobre la falta de un Sistema Nacional de Cuidados. 

Marcha de 8M en la CDMX
Foto: Silvana Flores

 

Para ella, ser la cuidadora primaria de sus hijas ha tenido como uno de los impactos principales el cansancio, pues es muy pesado, ya que ha tenido que encontrar cómo ser emprendedora y poder darles un sustento económico y cuidarlas sin dejarlas. Animal Político publicó que casi 20 millones de mujeres pierden oportunidades educativas y empleos formales por cuidar a otras personas. 

“El empoderamiento se siente, como mamá y como cuidadora, de saber que no estás sola, que hay muchísimas personas más que están para ella, me hace sentir esperanza, mucha esperanza en el futuro”, señala. En particular, el cuidado del contingente fue otro factor que la hizo convencerse de unirse esta vez a las personas con discapacidad, aunque también ha participado en el de madres. 

Buscadoras y víctimas de feminicidio 

La jornada de este 8M empezó desde la madrugada en el Zócalo y continuó a las 9:00 de la mañana en la Glorieta de las Mujeres que Luchan, donde el frente de familias Luciérnagas denunció la violencia machista al interior de la organización de colectivos. 

“Estamos aquí por las circunstancias, por nuestros familiares que fueron desaparecidos; otros más arrebatados de la vida, y además convergemos en nuestra postura y nuestro posicionamiento de cómo queremos que se transforme la organización al interior de las familias buscadoras”, detallaron. 

Luego, sobre Paseo de la Reforma, donde ya se había cerrado la circulación, madres de jóvenes desaparecidas y víctimas de feminicidio realizaron un performance en el que representaron cómo diferentes autoridades de los tres órdenes de gobierno han ignorado sus peticiones de ayuda. 

Ahí, Jaqueline Palmeros, quien recientemente encontró en el Ajusco el cuerpo de su hija desaparecida hace casi cinco años, señaló: “Belem Bolaños, jueza del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México, ¡culpable! Por liberar a los presuntos implicados en la desaparición de Montserrat Uribe Palmeros”. 

Para finalizar el performance en la Glorieta de las Mujeres, las madres de víctimas le prendieron fuego a los cartones con la representación de los tres poderes, así como específicamente de fiscalías y servicios forenses.

“Asesinos, asesinos, asesinos son ustedes, en la guerra contra el narco las que mueren son mujeres” y “Aplaudan, aplaudan, no dejen de aplaudir, que el pinche gobierno se tiene que morir”, gritaron alrededor de las cenizas una vez que el fuego consumió la escenografía de cartón que representaba a las instituciones. 

“No llegamos todas”, el reclamo frente a Palacio Nacional

Al llegar al Zócalo capitalino, los contingentes se encontraron con las enormes vallas metálicas

Algunas mujeres decidieron retirarse por calles aledañas, otras permanecieron realizando altares de flores, picnics y denuncias en micrófonos abiertos, mientras que algunas se agruparon frente a las vallas metálicas para golpearlas al ritmo del coro de mujeres que detrás suyo entonaba distintas consignas.

Frente a las vallas en las que se leía el mensaje “No llegamos todas”, las manifestantes gritaron “Claudia no es aliada, es privilegiada”, y otras más reclamaron con la consigna “Nosotras te pusimos ahí, ¡escúchanos!”.

Marcha del 8M en la CDMX; aspectos del zócalo
Foto: Fernanda Hernández

Casi al final de la manifestación, la Red Rompe el Miedo reportó que en el Zócalo apagaron las luces de la Catedral mientras que las manifestantes se encontraban todavía protestando. Mientras que la Brigada Marabunta registró uso de gases y polvo de extintor para disuadir a quienes intentaban derribar las vallas que protegían Palacio Nacional.

Un día después, la presidenta encabezará un festival en ese mismo espacio, el Zócalo de la Ciudad de México, para celebrar con militantes, funcionarios y simpatizantes la pausa en la imposición de aranceles del 25% por parte de Estados Unidos a las exportaciones mexicanas.

Con información de Dalila Sarabia

 

 

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Imagen BBC
Quién es Friedrich Merz, el conservador que ganó las elecciones en Alemania y que rechaza el legado de Angela Merkel
9 minutos de lectura

Friedrich Merz, líder de la CDU, vencedora de las elecciones, representa un giro conservador en la línea de su partido y, mientras que sus defensores consideran que servirá de revulsivo ante la crisis que atraviesa Alemania, sus críticos temen que podría abrir la puerta a que la ultraderecha entre al poder.

23 de febrero, 2025
Por: BBC News Mundo
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Sus partidarios aseguran que es el antídoto que Alemania necesita ante la crisis de confianza en Europa, y una mayoría de alemanes lo respaldaron este domingo para ser el próximo canciller.

El democristiano Friedrich Merz ha logrado que su partido, la conservadora CDU, vuelva a ser la fuerza más votada en Alemania en las elecciones celebradas este domingo, según las proyecciones de resultados que lo sitúan con entorno a un 30 % de los votos.

Alejado del Bundestag durante años para dedicarse a las finanzas y amasar una fortuna, Merz regresó a la política después de que su gran rival en el partido, la excanciller Angela Merkel se retirara de la política.

Merz lidera la Unión Demócrata Cristiana desde el pasado septiembre, y ni sus propuestas ni su estilo podrían estar más alejados de los de la mujer que gobernó Alemania durante 16 años.

El líder democristiano ha prometido bajar los impuestos y recortar el gasto social para relanzar la estancada economía alemana.

Pero también mano dura contra la inmigración ilegal, un mantra del que la ultraderecha de Alternativa por Alemania (AfD, según sus siglas en alemán), segunda fuerza política del país tras obtener su mejor resultado histórico.

A finales de enero Merz ya se valió de los votos de la extrema derecha para intentar endurecer las normas migratorias, lo que reveló hasta dónde estaba dispuesto a arriesgar el nuevo líder de la CDU rompiendo los tabúes que hasta ahora habían dominado la política alemana.

Pero aunque Merz no lograra finalmente cambiar la ley, su maniobra supuso un terremoto en la campaña electoral que precipitó el colapso del gobierno del socialista Olaf Scholz a finales del año pasado.

Sin embargo, el vencedor de los comicios de este domingo ha dicho, en repetidas ocasiones, que no pactará con AfD para formar gobierno, y que importantes cuestiones ideológicas alejan a ambas formaciones como, por ejemplo, la cercanía a Rusia de los ultras.

Merz ha hecho hincapié en su defensa de Ucrania. “No somos neutrales”, dijo en uno de los últimos debates antes de los comicios, donde reafirmó que “también por eso haré todo lo posible por que la AfD no entre en el gobierno”.

Descartada la AfD, ahora la pregunta es con quién formará gobierno.

Merz dijo este domingo en la noche que la líder de AfD, Alice Weidel, no quiere solucionar los problemas de Alemania porque “están felices de que los problemas vayan cada vez a peor”.

Entonces, ¿con quién puede gobernar? Los socialdemócratas son la elección obvia, aunque deberán encontrar puntos de acuerdo en economía y migración.

Si Merz necesita a los Verdes, deberá superar la animosidad entre ambos partidos. En las últimas semanas Merz criticó al líder de los Verdes, Robert Habeck, mientras que Markus Söder, dirigente de los democristianos del estado de Baviera, descartó cualquier pacto con los ambientalistas, cuarta fuerza en el Parlamento.

“Un gobierno sin los Verdes sería un mejor gobierno”, dijo Söder, mientras que Merz también prefiere un único socio en lugar de dos.

Merz abraza a su mujer Charlotte.
TOBIAS SCHWARZ/AFP
Merz lleva más de 40 años casado con Charlotte, que es jueza.

Alto (mide 1.98 m), delgado, siempre con traje impecable y gafas, Merz ofrece una imagen tranquila, convencional, de hombre de negocios dispuesto a ejercer el poder.

En un país donde los políticos no suelen hacer alarde de riqueza y donde la ostentación se mira con recelo, Merz, que tiene licencia de piloto, protagonizó en 2022 una anécdota que revela que no es un político conservador al uso.

Invitado a la boda del también político Christian Lindner en la isla de Sylt, en el norte de Alemania, Merz se presentó en el casamiento pilotando su propio avión, un Diamond DA62, lo que levantó numerosas críticas.

En lugar de amilanarse, el hoy líder de la CDU se defendió asegurando que cualquier vehículo oficial gastaba más combustible que su “pequeño avión”.

Puede que su actitud refleje un cambio en la política alemana, que hasta hace no tanto consideraba a Merz como una figura del pasado.

Su camino hasta la cancillería no ha sido fácil.

Conservador y “rebelde”

Merz nació en la ciudad alemana de Brilon en 1955, en el seno de una familia católica conservadora.

Su padre fue juez de la localidad, al igual que lo es su esposa Charlotte, con quien lleva casado 40 años.

Sintió una inclinación política desde muy joven, ya que se afilió a la CDU cuando aún estaba en la escuela.

Pese a su educación conservadora, Merz ha ofrecido en el pasado pinceladas de una juventud más rebelde de lo que se habría podido suponer.

En una entrevista concedida hace 25 años al diario alemán Tagesspiegel, Merz contó que hacía carreras en moto por las calles, que pasaba el rato con sus amigos junto a un puesto de papas fritas y que se dedicaba a jugar a las cartas al fondo de la clase.

En una fiesta de adolescentes de la que habló, un grupo de alumnos acabó orinando en el acuario de la escuela, según la revista Der Spiegel.

Pero existe cierto escepticismo sobre si el Merz adolescente fue realmente un gamberro o si se trata de una forma de suavizar su imagen.

Personas que lo conocen y han tratado de cerca contaron a la corresponsal en Berlín de la BBC, Jessica Parker, que le gusta salir a tomarse una cerveza y que puede ser divertido, aunque pocos pudieron ofrecerle una anécdota que lo ilustrara.

Tras la escuela, Merz hizo el servicio militar antes de estudiar Derecho y casarse con su compañera Charlotte Gass en 1981.

La pareja tiene tres hijos.

Trabajó como abogado durante unos años, pero siempre estuvo interesado en la política, y en 1989, a los 33 años, fue elegido diputado al Parlamento Europeo.

“Los dos éramos bastante jóvenes y podríamos decir que poco contaminados”, aseguró Dagmar Roth-Behrendt, que se convirtió en eurodiputada al mismo tiempo por el Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD), de centro-izquierda.

El joven Merz le parecía serio, fiable, honesto y educado.

Incluso gracioso, una cualidad que ahora le parece menos evidente: “Supongo que la cantidad de golpes sufridos con el tiempo le habrán endurecido un poco”.

Pero, ¿se le veía al principio de su carrera como un canciller en potencia?

“Probablemente habría dicho que no, de ninguna manera”, dijo Roth-Behrendt a Jessica Parker.

Sin embargo, todo el mundo lo veía como alguien muy ambicioso y Merz no tardó en pasar de la política de la UE al Parlamento nacional alemán, el Bundestag, en 1994.

Friedrich Merz y Helmut Kohl.
Getty Images
Un joven diputado Merz en el Bundestag con el excanciller Helmut Kohl.

Ascendió en las filas de la CDU, donde era considerado un valor en alza en la facción tradicionalista más a la derecha del partido.

“Es un orador espléndido y un pensador profundo”, asegura Klaus-Peter Willsch, diputado de la CDU en el Bundestag y que lo conoce desde hace más de 30 años.

“Un luchador”, afirma Willsch, como demuestra el hecho de que Merz haya protagonizado tres intentos de liderar su partido.

Sus dos primeros fracasos, en 2018 y enero de 2021, podrían leerse también como una señal de su dificultad para ganarse a las bases.

Encontronazo con Merkel

Pero fue a principios de los años noventa que sus ambiciones se descarrilaron por primera vez, cuando perdió frente a Angela Merkel en una lucha por el poder del partido.

Entre Merkel, la discreta química cuántica del antiguo Este comunista, y Merz, el abogado abiertamente seguro del Oeste, nunca hubo mucha coincidencia.

Merz en 2003 hablando con Angela Merkel.
Sean Gallup/Getty Images
Friedrich Merz acabó dejando la política en 2009, varios años después de que su rival política Angela Merkel se hiciera con las riendas de la CDU.

Merz minimiza este amargo episodio en una breve entrada autobiográfica en el sitio web de la CDU, en la que afirma que en 2009 decidió abandonar el Parlamento para “dejar espacio a la reflexión”.

Sus años de reflexión consistieron en forjarse una carrera en las finanzas y el derecho empresarial, convirtiéndose en directivo de varias empresas internacionales y, según se dice, en millonario.

Entre otros, Merz llegó a dirigir la filial alemana de BlackRock, el mayor fondo de inversión del mundo.

Tuvo que pasar más de una década antes de que regresara al Parlamento, donde ha intentado desde entonces romper la doctrina más centrista de Merkel en el conservadurismo de la CDU.

Merz criticó en numerosas ocasiones las políticas de Merkel, en particular, su decisión de acoger a un millón de refugiados en 2015.

Aquel año, ante las oleadas de personas que huían de la guerra en Siria e Irak y llegaban en precarias embarcaciones a las costas europeas, la canciller pronunció su famoso “wir schaffen das“, “podemos hacerlo”.

Merz planteó sus dudas sobre la capacidad de integrar a esta cantidad de refugiados, un asunto que ha sido capital durante la campaña electoral, donde ha propuesto que Alemania pueda rechazar en su frontera a solicitantes de asilo procedentes de otros países de la Unión Europea.

Merz delante de un montón de cámaras.
Getty Images
Merz intentó arrebatarle el liderazgo de la CDU a Merkel en 2018 pero no lo consiguió.

Esta ruptura política se escenificó a finales del mes pasado, cuando Merz impulsó una proposición de ley sobre el endurecimiento de las normas de inmigración, apoyándose en los votos de la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD).

Insistió en que no hubo colaboración directa con la AfD, pero su maniobra provocó protestas masivas en el país, y ha sido condenada en dos ocasiones por la propia Merkel.

Sus detractores dicen que fue una táctica electoral imperdonable que solo beneficiará a la AfD, pero sus partidarios insisten en que Merz está, de hecho, tratando astutamente de captar el voto de la extrema derecha.

Un cartel con Friedrich Merz subido al símbolo de la Afd, que es una flecha roja.
Reuters
Su maniobra en el Parlamento para endurecer las normas migratorias desataron grandes manifestaciones en Alemania.

No es la primera vez, sin embargo, que se arriesga a distanciarse de los sectores más moderados del electorado. En los años 90, Merz votó en contra de un proyecto de ley que incluía castigar la violación dentro del matrimonio.

Según explicó después, el entonces diputado consideraba que la violación conyugal ya era un delito, y a lo que se oponía era a otras cuestiones del proyecto de ley.

Las encuestas sugieren que no es especialmente popular entre los jóvenes y las mujeres, pero Klaus-Peter Willsch cree que la imagen que dan de él los medios de comunicación alemanes es injusta.

“Lo he visto varias veces en mi circunscripción”, señaló a la corresponsal de la BBC en Berlín. “Las mujeres se acercan y dicen que es un buen tipo”.

Charlotte Merz, su esposa, también ha salido en su defensa, declarando al diario Westfalenpost: “Lo que algunos escriben sobre la imagen que mi marido tiene de las mujeres es sencillamente falso”.

Según ella, su matrimonio ha sido de apoyo mutuo: “Ambos nos ocupábamos del trabajo del otro y nos repartíamos el cuidado de los niños de forma que fuera compatible con nuestras obligaciones profesionales”.

*Con reportería de la corresponsal de la BBC en Berlín, Jessica Parker.

Línea gris.
BBC

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