Diego N fue absuelto de cometer el delito contra la intimidad sexual a dos estudiantes del Instituto Politécnico Nacional (IPN). El exestudiante fue enjuiciado por el uso de inteligencia artificial al alterar fotografías y comercializarlas sin consentimiento de las víctimas y la sentencia fue dictada por el juez Francisco Salazar Silva.
“El juez no dictó un fallo condenatorio. Si bien se acreditó el delito, el juez considera que Diego no lo cometió, el juez determinó que no había elementos suficientes para acreditar la responsabilidad de Diego”, dijo la abogaba Valeria Martínez Mondragón al salir de la audiencia.
La apelación de la sentencia es el siguiente paso para que las dos sobrevivientes y su defensa logren acreditar la responsabilidad de Diego N, quien todavía permanece en prisión en el Reclusorio Oriente por otras carpetas de investigación abiertas en su contra.
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“Esta sentencia no es justicia, es complicidad”, reclamaron integrantes de la Asamblea Colectiva de Justicia Digital del IPN al leer un pronunciamiento a nombre de las estudiantes que fueron víctimas.
“A este juez, le decimos: usted tuvo la oportunidad de hacer historia, de enviar un mensaje claro contra la violencia digital, y la desperdició. Hoy, usted se convirtió en cómplice de quienes lucran con la dignidad de las mujeres”, continuaron entre lágrimas.
Francisco Salazar Silva es aspirante a una candidatura para cargos del Poder Judicial Federal que se renovará el próximo año con la reforma propuesta por el expresidente Andrés Manuel López Obrador. Busca contender para ser magistrado de Tribunal Colegiado del 1° Circuito en materia penal, según la lista del Comité de Evaluación del Poder Ejecutivo Federal.
El delito contra la intimidad sexual se configura gracias a la Ley Olimpia, un conjunto de reformas a la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia y al Código Penal Federal. La activista contra la violencia digital, Olimpia Coral Melo, acompaña el caso de las estudiantes del IPN.
La sentencia fue dictada por el juez de juicio oral Francisco Salazar Silva, tras una audiencia de varias horas. Las víctimas y su defensa ingresaron al Reclusorio Oriente alrededor de la 1:30 de la tarde porque el juicio oral comenzaba a las dos, pero hubo un retraso de dos horas e inició después de las cuatro.
Antes de las ocho de la noche, la audiencia fue reanudada. Y cerca de las 10 de la noche, la abogada Martínez Mondragón dio a conocer el fallo.
🗣️“Vamos a apelar, ese es el siguiente paso”, menciona Valeria Martínez Mondragón, abogada de las estudiantes del @IPN_MX, tras la sentencia absolutoria a Diego ‘N’.
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— Animal Político (@Pajaropolitico) December 5, 2024
En el nuevo sistema de justicia penal todas las audiencias y el propio juicio son orales y a la vista de todas las personas interesadas, es decir públicos. Pese a que la abogada Martínez Mondragón solicitó que esta audiencia fuera así para medios de comunicación, no les fue permitida la entrada.
A las afueras del Reclusorio Oriente, la Asamblea Colectiva de Justicia Digital del IPN organizó un Festival de Música Sorora en el que participaron Musas Sonideras y Xingona Sound.
Para que este 4 de diciembre hubiera una sentencia tuvo que pasar poco más de un año. La audiencia originalmente iba a ser el 27 de diciembre, pero fue aplazada por el juez.
Francisco Salazar Silva fijó una nueva fecha sólo para dictar sentencia, ya no para presentar ninguna prueba más. Durante la cuarta audiencia de juicio oral realizada el miércoles 27 de noviembre la defensa de Diego N desistió de presentar algunos testimonios pendientes.
El 6 de octubre de 2023, alumnas de Mercadotecnia Digital detectaron en flagrancia a Diego N, entonces compañero de la misma carrera.
El estudiante fue puesto a disposición de las autoridades de la Escuela Superior de Comercio y Administración (ESCA) Santo Tomás, las cuales resguardaron su iPad. Ahí tenía fotografías íntimas de mujeres, unas reales de sus compañeras de clase, y otras manipuladas con inteligencia artificial, mismas que usaba con fines de explotación sexual digital. Son alrededor de 160 mil imágenes y 2 mil videos, según la abogada.
Las estudiantes se organizaron y fueron en total ocho mujeres las que denunciaron formalmente a Diego N ante la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México, teniendo un total de ocho carpetas de investigación.
Sin embargo, el 9 de octubre de 2023, el Ministerio Público dejó libre a Diego N después de las 48 horas de su detención, descartando la medida cautelar de prisión. Ante ello, las estudiantes del IPN buscaron apoyo con organizaciones, asociaciones, colectivas, entre ellas la activista Olimpia Coral, y lograron que su agresor fuera detenido.
El 16 de octubre el IPN dio de baja definitiva a Diego N, mientras que agentes de la policía de investigación cumplimentaron una orden de cateo en la alcaldía Álvaro Obregón, durante la cual lo aprehendieron de nueva cuenta el 26 de octubre de 2023 y hasta la fecha.
Valeria Martínez Mondragón tomó el caso de violencia digital en el IPN para apoyar a las estudiantes porque ningún abogado quería llevar la representación jurídica, y porque ellas tampoco contaban con los recursos económicos para pagar los honorarios.
El 15 de marzo, las dos carpetas de investigación por las que está imputado Diego N fueron acumuladas en una misma. Aunque el proceso tenga un mismo juicio, en caso de comprobarse su culpabilidad, será sentenciado por cada una de las imputaciones.
El juicio comenzó el 6 de noviembre de este año y desde entonces se realizan audiencias cada miércoles en el Reclusorio Oriente.
En el caso de violencia digital en el IPN todavía hay seis carpetas de investigación pendientes de juicio oral. Será el próximo lunes 9 de diciembre cuando otra de las estudiantes tenga una audiencia intermedia en los juzgados de Doctor Lavista 114.
Además, el 9 de marzo de 2023, Diego N fue vinculado a proceso por trata de personas en la modalidad de almacenamiento de material fotográfico de menores de edad realizando actos sexuales reales, es decir, una carpeta de investigación distinta.
Valeria Martínez Mondragón explicó que la sentencia absolutoria no significa que Diego N esté libre, pues todavía enfrenta procesos penales por los seis casos abiertos por delitos contra la intimidad sexual y la carpeta por trata de personas.
“En tanto la apelación no se resuelva, Diego no va a quedar en libertad. Tenemos conocimiento de que esa carpeta por pronografía infantil está próxima a llevarse a su juicio oral, por lo menos por pornografía infantil Diego todavía no va a salir. Por este delito (contra la intimidad sexual), en tanto no se resuelva la apelación, no puede salir”, señaló la abogada.
Más de 170.000 migrantes indocumentados de India han sido detenidos en EE.UU. desde 2022. Analistas plantean 4 factores que explican su migración masiva.
Un vuelo chárter, que partió de Estados Unidos con destino a India, estaba lleno de ciudadanos del país asiático cuando despegó en octubre pasado.
No se trataba de un vuelo cualquiera, sino de uno de los múltiples “vuelos de expulsión” a gran escala realizados este año por el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en ingles).
Cada avión suele transportar a más de 100 pasajeros. Llevan a grupos de migrantes indios que “no habían establecido una base legal para permanecer en Estados Unidos”, detalla ICE.
Según funcionarios estadounidenses, el último vuelo se dirigió a Punjab, cerca de los lugares de origen de muchos deportados. No se facilitó un desglose preciso de las ciudades de origen, pero marca una notable tendencia de deportaciones a India que ha venido realizando el gobierno de EE.UU. en los últimos mees.
En el año fiscal estadounidense 2024, que terminó en septiembre, más de 1.000 ciudadanos indios fueron repatriados tanto en vuelos chárter como comerciales, según Royce Bernstein Murray, secretario adjunto del Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos.
“Esto forma parte de un aumento constante de las expulsiones de ciudadanos indios de Estados Unidos en los últimos años, que se corresponde con un aumento general de los encuentros con ciudadanos indios en los últimos años”, declaró Murray en una rueda de prensa.
En la terminología de ICE, los “encuentros” se refieren a los casos en que las autoridades estadounidenses detienen a extranjeros que intentan cruzar las fronteras del país con México o Canadá.
A medida que Estados Unidos intensifica las repatriaciones de ciudadanos indios, crece la preocupación sobre cómo les afectarán las políticas de inmigración del presidente electo Donald Trump, quien ya ha prometido la mayor deportación de inmigrantes de la historia.
Desde octubre de 2020, los funcionarios de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CPB, por sus siglas en inglés) han detenido a casi 170.000 migrantes indios que intentaban cruzar sin autorización las fronteras terrestres tanto del norte como del sur.
“Aunque menores que las cifras procedentes de América Latina y el Caribe, los ciudadanos indios representan el mayor grupo de migrantes de fuera del hemisferio occidental encontrado por CPB en los últimos cuatro años”, afirman Gil Guerra y Sneha Puri, analistas de inmigración del Niskanen Center, un think tank con sede en Washington.
Se calcula que en 2022 había 725.000 inmigrantes indios indocumentados en EE.UU., lo que los convierte en el tercer grupo más numeroso después de los procedentes de México y El Salvador, según nuevos datos del Pew Research Center.
En total, los inmigrantes indocumentados representan el 3% de la población total de EE.UU. y el 22% de la población nacida en el extranjero.
Al analizar los datos, Guerra y Puri han detectado tendencias notables en el aumento de indios que intentan cruzar ilegalmente la frontera.
Por un lado, los inmigrantes no pertenecen a los estratos económicos más bajos. Pero no pueden conseguir visados de turista o estudiante para entrar en Estados Unidos, a menudo debido a su bajo nivel educativo o de inglés.
En su lugar, recurren a agencias que les cobran hasta US$100.000, a veces utilizando rutas largas y difíciles, diseñadas para esquivar los controles fronterizos. Para permitírselo, muchos venden granjas o piden préstamos.
No es de extrañar que los datos de los tribunales de inmigración estadounidenses de 2024 revelen que la mayoría de los emigrantes indios eran varones de entre 18 y 34 años.
En segundo lugar, Canadá se ha convertido en la vía más accesible para los indios, con un tiempo de tramitación del visado de visitante de 76 días (frente a casi un año para un visado estadounidense en India).
El sector de Swanton -que abarca los estados de Vermont y condados de Nueva York y Nuevo Hampshire– ha experimentado un repentino aumento de los encuentros con ciudadanos indios desde principios de este año, alcanzando un máximo de 2.715 en junio, según los investigadores.
Anteriormente, la mayoría de los migrantes irregulares indios entraban en América por la frontera sur con México, que es la más transitada, a través de El Salvador o Nicaragua, que facilitaban la migración. Hasta noviembre del año pasado, los ciudadanos indios podían viajar sin visado a El Salvador.
“La frontera entre Estados Unidos y Canadá es también más larga y está menos vigilada que la frontera entre Estados Unidos y México. Y aunque no es necesariamente más segura, los grupos delictivos no tienen allí la misma presencia que a lo largo de la ruta desde Sudamérica y Centroamérica”, afirman Guerra y Puri.
En tercer lugar, gran parte de la migración parece proceder del estado indio de Punjab, dominado por los sijs, y del vecino Haryana, que tradicionalmente ha sido una región de migrantes al extranjero. La otra fuente de origen es Gujarat, el estado natal del primer ministro indio Narendra Modi.
El Punjab, donde se concentra gran parte de los migrantes indocumentados indios, se enfrenta a dificultades económicas, como una elevada tasa de desempleo, problemas en la agricultura y una inminente crisis de drogas.
La migración también es habitual desde hace tiempo entre los punjabíes, y los jóvenes de las zonas rurales siguen deseosos de marcharse al extranjero.
Según un estudio reciente de Navjot Kaur, Gaganpreet Kaur y Lavjit Kaur sobre 120 encuestados en Punjab, el 56% emigró entre los 18 y los 28 años, a menudo después de la secundaria. Muchos financiaron su traslado mediante préstamos no institucionales, enviando después remesas a sus familias.
Por otra parte, han aumentado las tensiones en torno al movimiento separatista Khalistan, que pretende establecer una patria independiente para los sijs. “Esto ha provocado el temor de algunos sijs de India a ser objeto de ataques injustos por parte de las autoridades o los políticos. Estos temores también pueden proporcionar una base creíble para las peticiones de asilo por persecución, sea cierto o no”, afirma Puri.
Pero determinar con exactitud las causas de la migración es todo un reto.
“Aunque las motivaciones varían, las oportunidades económicas siguen siendo el motor principal, reforzado por las redes sociales y el orgullo de tener familiares establecidos en Estados Unidos», afirma Puri.
En cuarto lugar, los investigadores descubrieron un cambio en la demografía familiar de los ciudadanos indios en las fronteras.
Cada vez más familias completas intentan cruzarlas. En 2021, la inmensa mayoría de los detenidos en ambas fronteras eran adultos solos. Ahora, las unidades familiares representan entre el 16% y el 18% de las detenciones en ambas fronteras.
Esto ha tenido a veces consecuencias trágicas. En enero de 2022, una familia india de cuatro miembros -que formaba parte de un grupo de 11 personas procedentes de Gujarat- murió congelada a solo 12 metros de la frontera en Canadá cuando intentaba entrar en Estados Unidos.
Pablo Bose, especialista en migración y estudios urbanos de la Universidad de Vermont, afirma que los indios intentan cruzar a Estados Unidos en mayor número porque tienen más oportunidades económicas y “más posibilidades de entrar en las economías informales de las ciudades estadounidenses”, especialmente las grandes como Nueva York o Boston.
“Por lo que sé y las entrevistas que he realizado, la mayoría de los indios no se quedan en las zonas más rurales, como Vermont o el norte del estado de Nueva York, sino que se dirigen a las ciudades en cuanto pueden”, dice Bose a la BBC.
Allí se dedican sobre todo a trabajos informales, como el servicio doméstico y los restaurantes.
Es probable que las cosas se compliquen pronto.
El veterano funcionario de inmigración Tom Homan, que estará a cargo de las fronteras del país tras la asunción de Trump en enero, ha dicho que la frontera norte con Canadá es una prioridad porque la migración ilegal en la zona es un “enorme problema de seguridad nacional”
Lo que sucederá después no está claro.
“Queda por ver si Canadá impondría políticas similares para evitar que la gente emigre a EE.UU. desde sus fronteras. Si eso ocurre, cabe esperar un descenso de las detenciones de ciudadanos indios en la frontera”, afirma Puri.
Sea como sea, es poco probable que los sueños que impulsan a miles de indios desesperados a buscar una vida mejor en Estados Unidos se desvanezcan.
Aunque el camino por recorrer sea cada vez más peligroso.
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