La jornada de este miércoles 13 de noviembre en Culiacán, Sinaloa, fueron asesinadas 14 personas en seis hechos distintos en menos de 12 horas; en uno de ellos, se localizaron siete cuerpos en una carretera.
El primer caso fue el hallazgo de siete cuerpos mutilados a la altura del kilómetro 117 de la Maxipista Culiacán-Mazatlán, en la sindicatura de Baila, cerca de la Laguna de Canachi.
A la par, otras dos personas muertas fueron halladas en la carretera a Sanalona a la altura del panteón Carrizalejo, y minutos más tarde se encontró a una más en Costa Rica, a la altura del puente el trébol.
Horas más tarde se localizó a un hombre asesinado al interior del panteón 21 de Marzo de la capital sinaloense.
Después se encontró otro cuerpo junto a unos contenedores de basura en el poblado El Manguito de la sindicatura de Quila, y dos cuerpos más en la colonia Emiliano Zapata que, de acuerdo con testigos, sujetos armados los bajaron de un vehículo y les dispararon.
En cuanto a desapariciones, la Fiscalía registró cinco denuncias por el delito de privación de la libertad personal en Culiacán, en tanto que el medio Noroeste registró otras tres ocurridas en el puerto de Mazatlán.
A la vez, en la Unidad Especializada en Robo de Vehículo Región Centro se formalizaron 10 denuncias, las cuales quedaron debidamente registradas en carpeta de investigación.
Desde el 9 de septiembre, en Sinaloa se ha elevado la incidencia delictiva, por la crisis de violencia derivada de una pugna entre dos facciones criminales del Cártel de Sinaloa luego de la captura de Ismael “El Mayo” Zambada y la entrega de Joaquín Guzmán López, hijo del “Chapo”, a autoridades de Estados Unidos.
Múltiples homicidios, raptos, se dispararon las cifras de robo de vehículo, además de saqueos y vandalismo a locales comerciales, bloqueos carreteros y constante presencia de ponchallantas en las vialidades ha sido lo que se ha vivido.
En dos meses de crisis violenta, en el estado han asesinado a 359 personas, de acuerdo con el conteo que realiza Noroeste, alimentado por cifras de las autoridades, registros periodísticos y colectivos de la sociedad civil.
Las desapariciones de personas ascienden a 426 víctimas. No obstante, los datos de la Fiscalía estatal sólo reportan 274 denuncias por este crimen, lo que representa el 64 % de los casos, y los robos de vehículos alcanzaron los mil 191 casos, hasta la actualización del 7 de noviembre.
Con información de Noroeste.
Continúa la búsqueda de cuatro menores que desaparecieron en Ecuador en confusas circunstancias. El país está conmocionado con la falta de respuestas en un incidente donde participó una patrulla militar.
Ismael, Josué, Saúl, y Steven salieron a jugar un partido de fútbol el 8 de diciembre y no regresaron a sus casas.
La desaparición de los menores de entre 11 y 15 años ha conmocionado al país ante la falta de información y la presunta participación de militares.
En los últimos días ha aumentado la presión sobre el gobierno del presidente ecuatoriano, Daniel Noboa, para que entregue información sobre el caso, tras dos semanas de silencio.
Noboa dijo este lunes que es prematuro hablar de una “desaparición forzada”, como la familia de los jóvenes, organizaciones de derechos humanos y opositores están calificando el caso.
Mientras, la Asamblea Nacional llamó a comparecer al ministro de Defensa y a dos mandos de las Fuerzas Armadas para esclarecer lo ocurrido.
El mandatario dijo en una entrevista radial que sugirió a una comisión que los cuatro chicos “sean considerados como héroes nacionales”.
“No vamos a encubrir a nadie”, agregó, y señaló que se está analizando “en qué período hubo un operativo militar, en qué período desaparecieron”.
Este lunes hubo un plantón en las afueras de la Fiscalía de Guayaquil, en el que participaron decenas de personas que exigían conocer el paradero de los menores.
“¡Vivos se los llevaron y vivos los queremos!’, gritaban los manifestantes, que exigen saber “¿Dónde están los 4 de Guayaquil?”.
Luis Arroyo, padre de Ismael y Josué, dos de los cuatro desaparecidos, expresó que estaban “totalmente devastados”.
Relató a la prensa local que había varios niños en la calle, cuando dos vehículos con personas vestidas de militares trataron de detenerlos. Los menores huyeron, pero cuatro de ellos fueron alcanzados por la patrulla, entre ellos, sus dos hijos.
Entre lágrimas, la madre de Ismael y Josué dijo que su instinto le decía que sus hijos están vivos y que tiene sus uniformes escolares planchados para que los niños vayan a la escuela tan pronto como regresen.
Durante el fin de semana el ministro de Defensa, Gian Carlo Loffredo, adjudicó la desaparición de los menores a “grupos delincuenciales”.
Quienes cuestionan a las Fuerzas Armadas buscan “hacerle el juego al crimen organizado” y “censurar a la institución”, puntualizó.
Sin embargo, este lunes, Loffredo reconoció que los menores fueron detenidos por una patrulla con 16 agentes que pasaban por el Mall del Sur.
Los militares “observan a ocho personas que estaban presuntamente robándole a una mujer”, explicó.
“Se bajan los miembros de la patrulla, neutralizan y aprehenden a tres personas y una cuarta es entregada por la ciudadanía que lo había cogido”, señaló el ministro en declaraciones a la radio City.
“Esta es lamentablemente la manera en que aprehenden a estos cuatro chicos”.
Loffredo confirmó que la patrulla militar que intervino tiene su base en Taura.
“Debe ser que camino a la base es cuando toman la decisión de dejar libres a estos niños”.
Organizaciones de derechos humanos exigen que el caso se investigue como desaparición forzada y que los militares involucrados en el hecho sean procesados penalmente.
Pero el presidente Noboa dijo que se necesitaba un “análisis técnico” antes de que el incidente pudiera calificarse de desaparición forzada.
La Fiscalía General de Ecuador, por su parte, abrió una investigación y señaló en su cuenta de la red social X que las indagaciones estarán a cargo de la Unidad Especializada en la Investigación del Uso Ilegítimo de la Fuerza en Quito.
La agencia Associated Press informó que revisó las imágenes de cámaras de seguridad que muestran el momento en que dos menores son capturados por hombres vestidos con uniformes militares y subidos a una camioneta.
Ambos son puestos boca abajo en la camioneta y a uno de ellos, un militar le da un puñetazo en la cabeza, informó la agencia.
Estas imágenes, agregó, fueron entregadas a la Fiscalía, a la Unidad Antisecuestros de la Policía y a la Asamblea Nacional por la empresa pública municipal para la Gestión de Riesgos y Control de Seguridad de Guayaquil.
Uno de los padres de los menores le dijo a la prensa local que mientras esperaba que los chicos regresaran a casa, recibió una llamada de un hombre desconocido que le dijo que fuera a buscar a los niños en el camino que va hacia la localidad de Taura, una vía que comunica con una base militar.
El padre agregó que pidió hablar con su hijo y que este le dijo por teléfono: “Los militares nos cogieron, nos metieron palo, nos están acusando de un robo, nos dejaron botados. Por favor ven, sálvame”.
Tras alertar a las autoridades, los familiares dicen haber recibido una segunda llamada con la voz de un hombre que decía: “La mafia se los llevó“.
Ecuador vive en un estado permanente de militarización, luego que a comienzos de 2024, y en medio de una de las mayores crisis carcelarias que ha enfrentado el país, el gobierno de Noboa sacara a los militares a las calles para luchar contra el crimen organizado.
En aquel momento, el mandatario dijo que las Fuerzas Armadas tendrían la misión de apoyar las labores policiales para mantener el orden y la seguridad, y elevó la lucha contra el crimen organizado a la categoría de “conflicto armado interno”, con lo que pasó a catalogar a las bandas como grupos “terroristas”.
Aunque el gobierno informa de una disminución del 17% en el número de homicidios a nivel nacional, las denuncias de extorsiones, secuestros y asesinatos por parte de las bandas criminales continúan.
Ecuador está entre los países con mayores tasas de homicidios per cápita en América Latina, en medio de una violencia que el gobierno atribuye a la acción de grupos criminales.
Noboa buscará la reelección en los comicios del 9 de febrero para gobernar el país por un período completo (2025-2029) tras haber ganado los comicios extraordinarios de 2023, después de la salida anticipada del expresidente Guillermo Lasso.
El país ya ha entrado en período de campaña electoral y en ese contexto, el caso de los cuatro menores desaparecidos podría convertirse en una piedra en el camino para las aspiraciones del mandatario, especialmente cuando las encuestas difundidas hasta ahora, arrojan que la contienda apunta a ser un nuevo cara a cara entre el actual presidente y la candidata presidencial del correísmo, Luisa González.
Como el tema de la seguridad es fundamental en la decisión de voto, Noboa ha tenido mucho cuidado en el manejo de la información del caso de los menores desaparecidos.
Pasadas dos semanas desde que fueron vistos por última vez, la presión ciudadana escaló en los medios de comunicación y las calles, exigiendo que se esclarezca la verdad de lo sucedido.
Sobre el caso, dijo Noboa: “No podemos caer en las provocaciones de la oposición que quiere llevarlo como si fuese un crimen de Estado”.
Y la oposición, por su lado, ha dejado entrever que el gobierno no ha hecho lo suficiente para que se conozca el paradero de los menores.
Están previstos nuevos plantones en Guayaquil durante esta semana para exigir mayores esfuerzos para el hallazgo de los niños.
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