Para entender mejor
Un nuevo desplazamiento forzado se registró en Chicomuselo, Chiapas, debido a la ola de violencia e inseguridad que se vive en la región Frontera provocada por disputas entre grupos criminales: 53 familias abandonaron sus hogares, informó Protección Civil estatal.
Autoridades del municipio vecino de Siltepec recibieron a 53 familias “en situación de vulnerabilidad” provenientes del Barrio Galicias en Chicomuselo, de las cuales a 35 se les proporcionó un lugar para alojarse y 18 se resguardan en casas de familiares.
El gobierno de Chiapas informó que ha concretado 4 mil 414 operaciones áreas para tareas de protección civil, seguridad y salud, aunque no detalló cuántas de estas han sido para atender temas de violencia en las zonas afectadas.
El medio Chiapas Paralelo reportó que, tras cuatro días de enfrentamientos armados en Chicomuselo, este martes 20 de agosto cientos de pobladores lograron salir y se dirigieron a La Concordia, Tuxtla Gutiérrez y Comitán, pasando por el Puente Atirantado que inauguró el presidente Andrés Manuel López Obrador el 2 de agosto.
A través del sitio Unidos Concordia en Facebook, se hizo un llamado a los habitantes de dicho municipio para apoyar con alimentos, agua, ropa y productos de higiene personal para los desplazados, los cuales pueden ser llevados al local de la Ganadera y a la parroquia del Señor de la Misericordia.
De igual manera, medios locales como El Heraldo de Chiapas reportaron el ataque contra instalaciones militares en Chicomuselo, uno al cuartel del 101 Batallón de Infantería en la localidad de Pablo L. Sidar y otro al Auditorio local habilitado como cuartel, en los cuales habrían sido lanzados explosivos desde drones y se habría usado un vehículo modificado y blindado de los conocidos como “monstruos”.
Hasta este momento, ni el gobierno estatal, encabezado por el gobernador Rutilio Escandón, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) o alguna otra instancia federal han emitido información al respecto.
Cabe destacar que este domingo 25 hay elecciones extraordinarias en Chicomuselo y Pantelhó, municipios afectados por la violencia, ya que el pasado 2 de junio no se llevaron a cabo los comicios por falta de condiciones de seguridad.
Las regiones Frontera y Sierra de Chiapas atraviesan una ola de violencia e inseguridad debido a las disputas territoriales entre el Cártel de Sinaloa y el Cártel Jalisco Nueva Generación, lo que ha dejado constantes homicidios, enfrentamientos, desplazados, bloqueos y reclutamientos forzados.
Sacerdotes de México y Guatemala condenaron la violencia en Chiapas y señalaron que los pueblos y las comunidades de Chicomuselo, Comalapa, Amatenango, Jaltenango, Bejucal de Ocampo, Siltepec y Motozintla “están convertidos en un campo de batalla” por las disputas territoriales que mantienen grupos del crimen organizado.
En el comunicado señalan que los pobladores son obligados a “ir al frente”, cerrar caminos y son utilizados como “escudos humanos por causas de un sistema de muerte que ningún nivel de gobierno ha querido escuchar y atender en sus raíces”.
Los religiosos señalan que no existen condiciones para realizar las elecciones extraordinarias este 25 de agosto en Chicomuselo, Pantelhó y Capitán Luis Ángel Vidal y que el proceso electoral “intensifica la violencia” por los intereses económicos, políticos y extractivistas.
“En nombre del derecho a la vida hacemos un llamado ¡Vengan y vean! A los violentos, les demandamos ¡Paren! Los seres humanos no son objeto de desecho”, señala la carta firmada por Bernabé Sagastume, Obispo de San Marcos, Guatemala, Rodrigo Aguilar Martínez, Obispo de San Cristóbal de Las Casas y Administrador Apostólico de la Arquidiócesis de Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, Álvaro Leonel Cardenal Ramazzini Imeri, Obispo de Huehuetenango, Guatemala, y J. Guadalupe Torres Campos, Dimensión de la Pastoral de Movilidad Humana de la Conferencia del Episcopado Mexicano.
El suministro ha empezado a restablecerse en algunas partes del país. Las autoridades estudian las causas del apagón.
La electricidad empezó a regresar a Chile tras un apagón masivo que afectó este martes a un 80% de los clientes del servicio eléctrico del país, según la Superintendencia de Electricidad y Combustibles de Chile, y que obligó al gobierno a decretar el estado de excepción y un toque de queda nocturno.
Millones de hogares estuvieron sin suministro eléctrico durante horas desde el principio de la tarde debido a una desconexión del sistema de transmisión de una importante línea eléctrica situada en el norte del país.
El apagón provocó un enorme caos circulatorio, especialmente en la capital, Santiago, e impidió la actividad bancaria, financiera, minera y comercial, además de poner en riesgo a hospitales y otros servicios esenciales.
Miles de agentes de agentes de Seguridad tuvieron que ser movilizados para controlar el orden público.
“Lo ocurrido hoy nos indigna. No es tolerable que por responsabilidad de una o de varias empresas se afecte la vida cotidiana de millones de personas”, dijo el presidente de Chile, Gabriel Boric, en una declaración institucional.
Boric culpó al sector de la empresa privada del corte masivo, y calificó de “indignante” el apagón. Aseguró que es el “deber del Estado de Chile” investigar y “hacer valer” presuntas “responsabilidades”.
“No es tolerable que por responsabilidad de una o varias empresas se afecte la vida cotidiana de millones de chilenos y chilenas”, aseguró.
El presidente explicó que el apagón fue “producto de una falla de la empresa ISA Chile que produjo un corte de luz masivo en gran parte del país… Como Gobierno tenemos el deber de estar muy encima de ello a todo momento”.
El suministro fue regresando poco a poco a parte de los hogares, aunque de manera inestable.
Para cuando Boric se dirigió a la nación, en torno a las 22:00 hora local, la electricidad había sido restablecida en 4.150.000 hogares, un poco menos del 50% del total de afectados, según sus propias cifras.
El apagón se produjo a las 15:15 hora local (18:15 GMT), lo que obligó al gobierno chileno a convocar al Comité de Gestión del Riesgo de Desastres (Cogrid) para analizar la inédita situación.
La ministra del Interior, Carolina Tohá, informó que se decretaba el estado de excepción por catástrofe y un toque de queda desde las 10 de la noche hasta las 6 de la mañana.
Esta medida se aplicaría desde la región de Arica, en el extremo norte del país, hasta la región de Los Lagos, en la zona sur, abarcando una gran extensión del territorio chileno.
A pesar de que el servicio se fue restableciendo, el presidente decidió mantener el estado de emergencia y el toque de queda para garantizar la “seguridad de las personas”.
El gobierno también decidió suspender este miércoles las clases en las escuelas del país, según informó Gabriel Boric, quien advirtió que esa medida se mantendrá incluso si se restablece el servicio, pues la idea es dar tranquilidad a las familias.
Según el Coordinador Eléctrico Nacional, un organismo autónomo que organiza la operación del sistema, entrada la noche de esta martes ya se había iniciado la recuperación del servicio en lugares como “Arica, la zona del centro cívico de Santiago y algunas comunas, San Fernando, Chillán, Concepción y otras de la zona sur”.
Juan Carlos Olmedo, presidente del Consejo Directivo de ese organismo, dijo que el apagón fue causado por “una operación no deseada”.
Explicó que inicialmente se produjo una desconexión de una línea importante y que eso produjo una “reacción en cadena”, que hizo que se desconectaran también las centrales generadoras, lo que ocasionó el apagón.
Olmedo aseguró que indagarán en detalle sobre lo ocurrido para identificar las causas de fondo y que en caso de que se encuentren con incumplimientos por parte de las empresas responsables de operar el sistema eléctrico se informará a la Superintendencia de Electricidad y Combustibles para que se determinen las responsabilidades.
La entidad informó haber activado el Plan de Recuperación de Servicio, tras el corte del suministro eléctrico que afectó al país a partir de las 15:16 hora local, desde la región de Arica hasta la de Los Lagos.
El corte de luz causó el cierre de comercios, bancos, oficinas y centros comerciales, además de un caos vial debido a la interrupción en el servicio de los semáforos.
El Metro en Santiago quedó paralizado, afectando la movilidad de miles de personas en la capital.
Los hospitales del país, según informó el Ministerio de Salud, continuaron funcionando con normalidad.
En el sector del transporte aéreo, algunas aerolíneas como Latam y Sky informaron a sus pasajeros que algunos de sus vuelos “podrían verse afectados” debido a la emergencia.
El apagón también obligó a suspender la tercera noche del afamado Festival de Viña del Mar.
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