Sin Manifestación de Impacto Ambiental y en contra de lo que dice el Programa de Manejo del Área Natural Protegida Lago de Texcoco, el gobierno federal construye una sede de la Universidad Benito Juárez en el corazón del Parque Ecológico Lago de Texcoco, que este viernes será inaugurado por el presidente Andrés Manuel López Obrador.
El Parque es una de las obras más simbólicas del sexenio, pues forma parte de la recuperación de los terrenos en los que el expresidente Enrique Peña Nieto comenzó a construir un aeropuerto “de calidad mundial”, que López Obrador canceló en 2018 como primer acto de gobierno.
En la propaganda oficial, el Parque Ecológico Lago de Texcoco se describe como “un proyecto que tiene como objetivo proteger y restaurar el valor ecológico y social del antiguo Lago de Texcoco”, pero no menciona la construcción de una universidad que podría detonar la urbanización en el área.
En un recorrido a medios el pasado 18 de julio para presentar los avances del Parque Ecológico Lago de Texcoco (PELT), el arquitecto y director de esta subzona de amortiguamiento que está dentro del área natural protegida, mostró que en el sitio ya se construye la Universidad para el Bienestar “Benito Juárez García” pese a que el Programa de Manejo, prohíbe infraestructura que propicie zonas habitadas o urbanizadas.
“La Universidad es la que se está construyendo ahí. La que pasamos ahorita”, enfatizó Iñaki Echeverría, director del PELT Lago de Texcoco, una vez que la vagoneta que transportaba a medios se dirigió rumbo al mirador del lago Nabor Carrillo que alberga aves migratorias.
Al cuestionar si la obra de la Universidad “Benito Juárez García” se está realizando acorde con el Programa de Manejo del Área de Protección de Recursos Naturales (APRN) Lago de Texcoco, el encargado de dicha subzona confirmó que “sí, eso es lo que rige”.
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También añadió que “el Plan de Manejo rige dentro y fuera de la barda [perimetral que se levantó al iniciar los trabajos de los que sería el Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, hoy cancelado] y hasta la zona de la barda. Cualquier cosa que se haga la va a regir el Plan de Manejo. Es una Área Natural Protegida”.
De acuerdo con la Regla 43 de las “Reglas administrativas” que aparecen en el Programa de Manejo del Área de Protección de Recursos Naturales (APRN) Lago de Texcoco, cualquier obra pública o actividad pública o privada que se pretenda realizar dentro de esta área protegida debe contar con una Manifestación de Impacto Ambiental (MIA), la cual no se encuentra disponible para consulta en la Gaceta Ecológica de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
Animal Político consultó la Gaceta Ecológica de la Semarnat para ubicar si el proyecto fue ingresado o resuelto en Oficinas Centrales y Delegaciones Federales de la SEMARNAT, Consultas Públicas y Reuniones Públicas de Información de los trámites sometidos al Procedimiento de Evaluación del Impacto Ambiental (PEIA) de octubre de 2023 al 22 de agosto de 2024 pero no se encontró ningún proyecto registrado o similar.
Este medio también consultó con la dirección del APRN Lago de Texcoco a cargo de Gabriela González Márquez, si los trabajos en la construcción de la universidad ya habían comenzado. Pero la titular señaló que para conocer los avances de la obra, la solicitud se debe hacer con la dirección del PELT a cargo de su director Iñaki Echeverría, arquitecto y licenciado en Historia del Arte.
Durante el recorrido del pasado mes de julio, Echeverría señaló que construir una universidad responde a las necesidades “del pueblo”; pese a que el Área Natural Protegida Lago de Texcoco cuenta con un Programa de Manejo.
En él, sólo dos subzonas contemplan actividades permitidas para el turismo y el entretenimiento de las personas que lo visiten.
Se trata de las zonas de amortiguamiento: Subzona Uso Público PELT, integrada por tres polígonos dedicados a las actividades del parque y Subzona Uso Público Bienestar que contempla un polígono en la delimitación con suelo lacustre.
En octubre de 2023, una vez anunciada la construcción de la universidad por el presidente Andrés Manuel López Obrador, Animal Político consultó con dos expertos qué consecuencias traería una obra como esta. Ambos advirtieron que de llevarse a cabo este proyecto se detonaría urbanización en los alrededores del sitio como el establecimiento de viviendas y la implementación de obras públicas como la instalación de drenaje, electricidad, comercios, entre otros.
Según el apartado II sobre las Declaratorias para el Establecimiento de las Áreas Naturales Protegidas del Reglamento de la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente en Materia de Áreas Naturales Protegidas el artículo 49 señala que para delimitar territorialmente las actividades en estos sitios de protección se debe llevar a cabo por zonas y subzonas.
Sobre las subzonas, en el mismo artículo describe que esta delimitación del territorio para su conservación se refiere a las zonas de amortiguamiento que tendrán como función principal “orientar a que las actividades de aprovechamiento, que ahí se lleven a cabo, se conduzcan hacia el desarrollo sustentable” y crear, al mismo tiempo, las condiciones necesarias para lograr la conservación de los ecosistemas en la ANP a largo plazo.
El reglamento de la LGEEPA en materia de áreas Naturales Protegidas enuncia siete subzonas para la conservación y protección de los ecosistemas: De uso tradicional; de aprovechamiento sustentable de los recursos naturales; de aprovechamiento sustentable de agroecosistemas; de aprovechamiento especial; de uso público; de asentamientos humanos y de recuperación.
Para la APRN Lago de Texcoco se contemplaron 13 subzonas para la conservación del área protegida. Cada subzona lleva consigo el nombre del sitio que se protegerá o en la que se realizarán actividades acorde a su capacidad de amortiguamiento.
Destaca el caso de la ‘Subzona Uso Público Bienestar’ que cuenta con un único polígono y comprende una superficie de 10.600299 hectáreas.
De acuerdo con el Programa de Manejo de la APRN Lago de Texcoco, esta subzona “se caracteriza por presentar vegetación producto de procesos de pastización y reforestaciones arbóreas. Asimismo, predominan los suelos de tipo solonetz y solonchack, con uso potencial para el turismo y educación para el desarrollo social”, se lee en el documento.
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) describe a los suelos de tipo solonchack como sitios afectados por salinidad por tener una concentración de sales más solubles que carbonato de calcio y yeso que afectan el crecimiento de las plantas. Estos suelos presentan una Conductividad Eléctrica superior a 4 Ohms/cm.
El Parque Ecológico Lago de Texcoco está a cargo de la Comisión Nacional del Agua (Conagua). El PELT, según describe el Programa de Manejo de la ANP Lago de Texcoco, prestará diversos servicios a los visitantes como canchas deportivas, andadores, ciclopistas, y espacios para la investigación científica sobre los ecosistemas y sus especies. Pero no menciona nada sobre la construcción de una universidad.
“Los encargados de este parque deberán mantener en buenas condiciones sus instalaciones de tal manera que no pongan en riesgo a las especies y su hábitat del APRN Lago de Texcoco, por lo cual los residuos que se originen ahí deberán de ser tratados conforme a las disposiciones legales aplicables y no podrán tener su disposición final en el ANP”, se lee en el documento.
De acuerdo con la Regla 6 sobre las actividades permitidas dentro del APRN Lago de Texcoco, cualquier persona que realice actividades dentro del área protegida que requiera de un aviso, autorización, permiso o concesión, está obligada a presentarla ante el personal de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), CONAGUA y demás autoridades competentes, con fines de inspección, supervisión y vigilancia.
El presidente Andrés Manuel López Obrador anunció en septiembre de 2023 que se construiría una universidad de medicina en Texcoco, Estado de México. Este plantel formaría parte de las Universidades para el Bienestar “Benito Juárez García”.
En el sitio oficial de las Universidades para el Bienestar “Benito Juárez García” muestra que en todo el país existen 203 sedes en operación, hasta ahora. Dos de ellas se encuentran en el municipio de Texcoco, Estado de México.
La sede Texcoco de Mora se ubica en Prolongación De Arteaga No. 406 Esq. Con Tercera De Las Salinas, Col. San Pedro, C.P. 56105, Texcoco, Estado de México. En ese plantel se imparten las carreras de ingeniería civil y medicina integral y salud comunitaria. Además, presenta información complementaria de la obra como fecha de inicio y estudios complementarios de infraestructura.
Sin embargo, la segunda sede universitaria Texcoco Atenco que se ubica en la Autopista Peñón Texcoco Km. 7.5, Texcoco de Mora, Estado de México, el sitio oficial no arroja información complementaria de la obra, ni estudios previos del suelo como ocurre con la primera sede.
De acuerdo con Google Maps, geográficamente, la Universidad para el Bienestar campus Texcoco Atenco se encuentran dentro del perímetro de la APRN Lago de Texcoco y el PELT pese a que el Programa de Manejo tiene prohibida la construcción de obras públicas que detonen urbanización como lo señala el Capítulo VIII De las prohibiciones donde la Regla 56 que representa asentamientos humanos que fragmenten el ecosistema.
“Dentro del APRN Lago de Texcoco queda prohibido: (…) Establecer áreas habitadas o urbanizadas que, partiendo de un núcleo central presenten continuidad física en todas direcciones, en las cuales se presenten asentamientos humanos concentrados, que incluyan la administración pública, el comercio organizado y la industria y que cuenten con infraestructura, equipamiento y servicios urbanos tales como energía eléctrica, drenaje y red de agua potable”, señala el apartado décimo de la regla arriba citada.
El Capítulo VI De los Usos y Aprovechamientos del Programa de Manejo de la APRN Lago de Texcoco, la Regla 43 señala que “cualquier obra o actividad pública o privada que se pretenda realizar dentro del sitio deberá sujetarse a los lineamientos y modalidades establecidos en el Decreto de creación del ANP, el Programa de Manejo y a las demás disposiciones jurídicas aplicables.
Ahora bien, quienes pretendan realizar dichas obras o actividades en el APRN Lago de Texcoco deberán contar, en su caso y previamente a su ejecución, con la autorización de impacto ambiental correspondiente en los términos de la LGEEPA y su Reglamento en Materia de Evaluación del Impacto Ambiental.
Lo anterior, independientemente del otorgamiento de permisos, licencias y autorizaciones que deban expedir otras autoridades conforme a las disposiciones jurídicas que correspondan.
La Manifestación de Impacto Ambiental que se presente para obtener la autorización correspondiente debe contener, al menos, cinco requisitos importantes:
Asimismo, en caso de que la infraestructura sea autorizada ésta deberá ser acorde con el entorno natural del APRN Lago de Texcoco empleando ecotecnias, materiales tradicionales de construcción propios de la región, así como diseños que no destruyan ni modifiquen el paisaje ni los recursos naturales.
Lo anterior, con el objetivo de evitar la dispersión de residuos, cualquier perturbación de áreas adyacentes, no interferir con la captación natural de agua o su infiltración al suelo, ni modificar las condiciones naturales originales del ecosistema, y deberá cumplir con las disposiciones legales y reglamentarias aplicables.
Previo a la inauguración del PELT Lago de Texcoco, el parque anunció en días pasados, a través de sus redes sociales como Instagram, la instalación de rutas gratuitas de acceso para la preapertura del sitio.
Los horarios de salida son a las 8:00 horas y el regreso a las 13:10 horas. Desde la CDMX saldrá transporte público desde la CETRAM Pantitlán Andén “A” que se ubica en la colonia Ampliación Adolfo López Mateos.
Otra de las salidas es desde la estación del metro Terminal Aérea de la Línea 5 de la salida dirección Politécnico.
Desde el Estado de México la salida será desde la Línea B del Sistema de Transporte Colectivo Metro en la salida con dirección Ciudad Azteca, ubicado en Manzana 020, Ciudad Azteca, 3ra sección, Ecatepec de Morelos.
Una salida más desde esta entidad será Chiconcuac. El punto de reunión es frente a la Preparatoria Oficial No. 334, Boulevard Xochimilco 1, San Pedro, Chiconcuac.
Si las personas llegan desde la CDMX en auto particular deben tomar la desviación a la izquierda en el kilómetro 8.8. Si llegan desde Lago de Texcoco tendrán que tomar el kilómetro 9.
Para asegurar un lugar en el transporte gratuito al parque las personas deben registrarse en el correo electrónico [email protected] . No se admiten mascotas de compañía.
En 2016 se creyó que Trump sería un problema para México y el resultado fue casi opuesto. Ahora llega un Trump más ambicioso y en México gobierna una mujer. Una coyuntura desafiante para dos países que se necesitan.
México es quizás el país más afectado en el mundo por lo que ocurre en Estados Unidos.
Las razones son de toda índole: por la frontera de 3.000 kilómetros que comparten, porque es su mayor socio comercial, porque millones de familias tienen miembros en ambos países.
Pero si es el más afectado por razones estructurales, también lo es por razones coyunturales.
Donald Trump fue elegido este martes como nuevo presidente de Estados Unidos en parte gracias a su agenda agresiva hacia México, la cual incluye altos aranceles a las importaciones desde ese país y la deportación de mexicanos indocumentados que estén en territorio estadounidense.
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, quiso calmar los ánimos en su conferencia de prensa del miércoles: “No hay motivo ninguno de preocupación (…) México siempre será un país independiente y soberano. Va a haber buena relación. No competimos entre nosotros, nos complementamos (…) Hay mucha unidad y mucha fortaleza de la economía mexicana”.
Sin embargo, las señales de alarma están prendidas.
“Para Sheinbaum va a ser un desafío enorme”, dice Juan Gabriel Tokatlián, doctor en relaciones internacionales. “Si esta política de desalojar migrantes es llevada a cabo y si hace un proteccionismo a ultranza concentrado en Estados Unidos, va a ser una situación muy complicada para México”.
Estos son los cuatro ámbitos sobre los cuales va a girar la compleja relación entre México y Estados Unidos durante los próximos 4 años.
El miércoles, el peso mexicano registró su peor marca en dos años, de casi 21 pesos por dólar, debido a la victoria de Trump.
Aunque la devaluación es una tendencia normal en países emergentes tras las elecciones en la primera economía del mundo y fue en principio una caída menos drástica de lo esperado, los inversionistas extranjeros creen que las restricciones comerciales prometidas por Trump pueden afectar el desempeño de la economía mexicana.
Por varias razones.
Las remesas que los mexicanos en Estados Unidos envían cada mes a sus familiares son uno de los pilares de la economía de consumo de este país: están, según cifras oficiales, entre el segundo y tercer mayor ingreso después del turismo y las ventas del petróleo.
Esa fuente de ingresos se puede ver afectada por las deportaciones y los aranceles de Trump.
En campaña, el republicano también dijo que piensa imponer aranceles del 25% a las importaciones de México si el país no detiene el tráfico ilegal de migrantes.
También aseguró que va a sancionar el transbordo de productos chinos a través de México e imponer una tarifa de 500% a los automóviles producidos por empresas chinas en México.
Según el centro de estudios Capital Economics, un arancel del 10% a los productos importados de México significaría una reducción del 1.5% del PIB mexicano.
Durante el primer gobierno de Trump, entre 2017 y 2021, la guerra comercial con China benefició a México, ya que empresas que producían allá acercaron sus fábricas a EE.UU. radicándolas en el país latinoamericano.
Gracias a esto, el año pasado México se convirtió en el mayor importador a Estados Unidos del mundo, entre otras razones porque goza de un Tratado de Libre Comercio que facilita la importación de productos de un país a otro.
El TLCAN, asimismo firmado con Canadá, tendrá que ser ratificado en 2026 por los tres países.
Aunque en 2020 Trump accedió a firmarlo, lo más probable es que ahora lo use como mecanismo de negociación frente a dos de sus grandes obsesiones: la batalla comercial con China y la migración.
“La pregunta es qué tipo de proteccionismo quiere Trump: si es concentrado en Estados Unidos, sin contemplar a Canadá y México, o si lo hace con ellos pero evitando la triangulación con China”, explica Tokatlián.
El otro gran eje de la relación bilateral va a ser la migración.
Trump prometió deportar un millón de migrantes indocumentados al año y dijo que va a reanudar la construcción del muro fronterizo entre los dos países.
Ambas promesas son difíciles de cumplir, según expertos, porque son costosas y pueden afectar a la economía estadounidense, que en parte depende de la mano de obra migrante.
Sin embargo, con que solo una parte de la “deportación masiva” prometida se realice ya hay razones para la preocupación en México.
Se estima que 5 millones mexicanos están en Estados Unidos en situación irregular.
“México va a insistir en el diálogo y va a informar lo que ya está haciendo”, dice Yanerit Morgan, una diplomática y académica mexicana.
Para evitar los aranceles, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador accedió a detener migrantes y logró reducir el flujo de personas que ingresaba a Estados Unidos.
“Sheinbaum va a seguir con esa política, pero va a tener que fortalecer mucho la red consultar en Estados Unidos, no solo por las deportaciones, sino por el trato a los mexicanos allá”, dice Morgan.
La nueva mandataria mexicana ha insistido en que la migración transnacional debe ser atendida a través de soluciones sociales en los países de origen, una iniciativa que en principio no aparece en el manual trumpista.
A la ecuación se añade el complejo tema del tráfico ilegal de drogas.
Más de 80.000 personas murieron en Estados Unidos el año pasado por cuenta del fentanilo, un potente opioide que se produce y trafica desde México.
Trump prometió que va a bombardear los laboratorios de fentanilo en México, bloquear los puertos mexicanos que transporten sus precursores y designar a los cárteles mexicanos como organizaciones terroristas.
Ninguna de estas iniciativas ha sido comentada por Sheinbaum, pero al menos en principio suenan como medidas que en México tocarían la sensible fibra de la injerencia.
En julio, la relación bilateral entró en crisis debido a la detención en Estados Unidos del capo mexicano Ismael “El Mayo” Zambada. La operación no fue notificada al gobierno mexicano y eso generó disgusto en el Palacio Nacional.
Aunque los dos gobiernos tendrán mandatarios nuevos cuando Trump se juramente en enero, el tema inevitablemente va a ser abordado con este antecedente y bajo la preocupación histórica mexicana, aunque marcada en este gobierno, de proteger su soberanía.
Todo lo anterior va a depender de la relación que entablen los jefes de Estado, quienes, en principio, son muy destinos: él, conservador y capitalista, ganó en parte gracias a su rechazo de lo que llama “feminismo radical”; ella, de izquierda y crítica del neoliberalismo, tiene una profunda preocupación por la causa feminista.
En los dos años y medio que AMLO y Trump coincidieron se estableció una relación cordial, pragmática, proclive a la negociación, que dejó a muchos sorprendidos por sus diferencias ideológicas.
AMLO llegó a escribir un libro titulado “Oye, Trump” en el que explicaba la importancia de los migrantes para Estados Unidos y proponía medidas no policiales para atender la migración.
Los expertos esperan que Sheinbaum mantenga el pragmatismo de su antecesor. Antes de las elecciones ella dijo en que va a trabajar con quien quiera que ganase.
“Sheinbaum tiene suficiente carácter como para tener un diálogo interesante, importante, horizontal con él. Ella llegó con un fuerte apoyo popular y eso es algo que Trump no puede negar”, dice Morgan.
La relación bilateral ha pasado por todo tipo de coyunturas difíciles. En 2016 se creyó que Trump sería un problema para México y el resultado fue casi opuesto. Ahora llega un Trump distinto, quizá más ambicioso, y en México gobierna la primer mujer presidenta, una “progresista” y “ambientalista”, que goza de un notable apoyo popular. Se viene, en todo caso, otra coyuntura desafiante.
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