La alcaldesa de Tampico, Mónica Villarreal Anaya, confirmó la destitución de la titular del Instituto de la Mujer, Amalia Ávalos Medina, por negar la violencia de género.
Villarreal Anaya calificó las declaraciones de Ávalos Medina como “desafortunadas” y aseguró que la extitular del Instituto de la Mujer no estaba interiorizada con la visión de su gobierno.
“Debemos ajustar esa ruta, esa visión hacía las mujeres. Hoy por la mañana hable con ella y le pedí que me acompañe en otra área para poner en el Instituto de la Mujer a otra representante”, señaló.
Al término del foro para el reglamento del Sistema Municipal de Cuidados, la presidenta municipal reconoció el trabajo de Amalia Ávalos donde describió su labor como “un gran desempeño, consciente y bien realizado”.
“Ella está de acuerdo en seguir colaborando en la administración municipal 2024-2027, desde otra área, tiene todas las características para hacerlo”, explicó Villarreal Anaya.
Mónica Villarreal Anaya explicó que buscan emparejarse completamente a los lineamientos del Instituto para garantizar una buena labor en defensa de las mujeres.
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A inicios de febrero, la ahora extitular del Instituto de la Mujer negó la existencia de la violencia de género, además de revictimizar a las mujeres que han sido agredidas sexualmente por beber alcohol.
Con frases como: “con una copita de más las mujeres se vuelven presa fácil” o “la violencia de género en la actualidad no es de género”, Amalia Ávalos minimizó las agresiones de las que son víctimas las mujeres.
Ávalos Medina recalcó que una de las causas por las que las mujeres son agredidas sexualmente cuando beben alcohol es por un “mal empoderamiento”, donde describió que las mujeres en la búsqueda de la igualdad replican acciones que desempeñan los hombres.
“Quiero ser igual que el hombre, me emborracho igual, quiero ser igual que el hombre, hablo igual, quiero ser igual que el hombre, grito, protesto y me enojo igual que el hombre”.
En entrevista para Elefante Blanco, la extitular también compartió su postura sobre el aborto, mostrándose en contra de este procedimiento, siendo partidaria solo en casos de violación o donde la vida de la mujer o el bebé se encuentre en riesgo.
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Ante la destitución de Amalia Ávalos, la alcaldesa invitó a las colectivas feministas de la zona sur para proponer a la siguiente representante de dicho instituto.
“Quiero invitar a los colectivos de mujeres que si tienen un currículum que tenga las características que necesitamos, esa visión perfectamente establecida de cuál es el lineamiento de estar a favor del desarrollo de la mujer y de un empoderamiento real. Que sean tan amables de ayudarnos a encontrar esa persona idónea”
A pregunta de Elefante Blanco, la edil reconoció la necesidad de elegir a una directora que represente a cada una de las mujeres tampiqueñas para darle continuidad a los esfuerzos del Instituto de la Mujer.
“Queremos alinearnos perfectamente a la vocación del Instituto y es por eso que tomamos esa decisión y vamos a seguir trabajando enfocados en las mujeres de Tampico”, aseguró.
Esta nota se publicó originalmente en Elefante Blanco.
Fue uno de los rostros más visibles de las protestas estudiantiles contra la guerra de Gaza.
Fue uno de los rostros más destacados de las acampadas de estudiantes en Estados Unidos que protestaron el año pasado por la guerra de Gaza, y ahora se enfrenta a una posible deportación.
Mahmoud Khalil, estudiante de la Universidad de Columbia, en Nueva York, se ha convertido en la primera víctima de la nueva política del presidente Donald Trump, que prometió acabar con las protestas estudiantiles y amenazó con deportar a los estudiantes extranjeros que fueran “simpatizantes de los terroristas”.
“Es la primera detención de muchas que vendrán”, dijo Trump en su plataforma Truth Social, y acusó a Khalil de ser un “estudiante radical pro-Hamás”.
Khalil, refugiado palestino criado en Siria, fue detenido este fin de semana por Funcionarios del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés), según informó su abogada, Amy Greer.
Los agentes se presentaron en su casa, una vivienda propiedad de la universidad, cuando Khalil y su esposa acababan de regresar de una cena de Ramadán, y allí le comunicaron que su visado de estudiante había sido revocado y se lo llevaron arrestado.
El intento de deportación ha sido bloqueado temporalmente por un juez federal, que estudiará el caso en una audiencia de emergencia este miércoles, en la que está previsto que comparezca Khalil.
El universitario, estudiante de posgrado en la escuela de Asuntos Internacionales y Públicos, está casado con una mujer estadounidense, que además está embarazada de 8 meses, y cuenta con un permiso de residencia (green card) que, según dijeron los funcionarios de inmigración a su abogada, también había sido revocado.
Columbia fue el año pasado el epicentro de las protestas estudiantiles propalestinas que tuvieron lugar en todo el país contra la guerra en Gaza y el apoyo de Estados Unidos a Israel, y Khalil fue el principal negociador de la acampada en el campus universitario de Manhattan.
Su arresto ha desatado la indignación entre grupos de derechos humanos en EE.UU. y entre la comunidad universitaria.
La presidenta de la Unión de Libertades Civiles de Nueva York, Donna Lieberman, calificó la deportación de Khalil de “represalia selectiva y ataque extremo a la Primera Enmienda”.
También se ha mostrado “extremadamente preocupada” la fiscal general de Nueva York, Letitia James, que está siguiendo el caso.
Cerca de un millar de manifestantes con banderas palestinas se congregaron este lunes en Manhattan para pedir la liberación de Khalil y condenar las acciones de la nueva administración de Trump. Al menos una persona fue detenida.
“Ahora nos enfrentamos a la horrible realidad de que uno de nuestros estudiantes, miembro de la comunidad de Columbia, se ha convertido en preso político aquí en Estados Unidos”, declaró Michael Thaddeus, profesor de esta universidad neoyorquina.
“Es un momento funesto para la historia de Estados Unidos”, afirmó Thaddeus en una rueda de prensa con otros 50 docentes. “No debemos avanzar ni un paso más por este camino autoritario”.
El caso de Mahmoud Khalil “parece una clara persecución de activistas, y sienta un precedente muy, muy peligroso”, dijo a AFP Tobi, un manifestante de 42 años que no quiso dar su apellido por miedo a represalias, y que calificó el caso como “un secuestro”.
“Revocaremos los visados y/o las tarjetas de residencia de los partidarios de Hamás en Estados Unidos para que puedan ser deportados”, publicó este domingo el secretario de Estado, Marco Rubio, en X.
La abogada de Mahmoud Khalil, Amy Greer, afirmó que lo ocurrido a su cliente es un “terrible e inexcusable -y calculado- error”, y calificó su detención como parte de “la represión abierta del gobierno estadounidense contra el activismo estudiantil y la expresión política”.
Khalil, que no ha sido acusado de ningún delito, fue internado en un primer momento en un centro de inmigración de Nueva Jersey, antes de trasladarlo a un centro de detención de Jena, Luisiana, según los registros del ICE.
Su abogada asegura que el ICE también amenazó con detener a su esposa, una ciudadana estadounidense embarazada de ocho meses. Cuando intentó visitarlo en Nueva Jersey, los funcionarios le dijeron que no estaba allí.
Según la Universidad de Columbia, las fuerzas del orden pueden entrar en las instalaciones del campus con una orden judicial, pero negó que la dirección de la universidad hubiera invitado a agentes del ICE.
El Departamento de Seguridad Nacional puede revocar un permiso de residencia e iniciar los procedimientos de deportación contra sus titulares por una amplia gama de actividades delictivas, como el apoyo a un grupo terrorista.
Pero expertos jurídicos explicaron a la agencia de noticias AP que la detención de un residente permanente legal que no ha sido acusado de ningún delito “constituye una medida extraordinaria con un fundamento jurídico incierto”.
Según Camille Mackler, fundadora de Immigrant ARC, una coalición que ofrece servicios legales en Nueva York, “esto parece una represalia contra alguien que expresó una opinión que no le gustó a la administración Trump”, según publica AP.
Khalil tuvo un papel relevante como negociador entre la gerencia de la universidad y los estudiantes que instalaron el pasado verano un gran campamento de protesta en los jardines del campus.
Algunos estudiantes llegaron incluso a hacerse con el control de uno de los edificios de la universidad durante varias horas, antes de que la policía entrara en el campus para detenerlos. Khalil no estaba, sin embargo, en ese grupo.
Después de este incidente, Mahmoud Khalil contó a la BBC que había sido suspendido temporalmente por la universidad.
La detención de Khalil se produce después de que el presidente estadounidense emitiera en enero una orden ejecutiva en la que advertía de que se deportaría a cualquier persona implicada en “protestas proyihadistas” y a “todos los simpatizantes de Hamás en campus universitarios”.
Algunos estudiantes judíos de la universidad habían denunciado que los discursos en estas protestas rayaban a veces el antisemitismo, aunque otros se unieron a las manifestaciones propalestinas.
El nuevo gobierno de Trump ha acusado a la Universidad de Columbia de no combatir el antisemitismo en el campus, y la semana pasada decidió rescindir una partida de US$400 millones en subvenciones federales a la institución universitaria.
La cancelación de estos fondos “tendrá un impacto inmediato en la investigación y otras funciones críticas de la universidad”, anunció en un correo electrónico a todo el campus el pasado viernes la presidenta interina de Columbia, Katrina Armstrong.
Carly, estudiante de posgrado en Columbia, judía, estadounidense y amiga de Khalil, declaró a la BBC que el detenido es “un ser muy, muy compasivo”.
“Ha sido objeto de muchos ataques en internet, y para alguien que lo conoce a nivel personal es muy doloroso ver cómo lo han tergiversado”, dijo Carly, que se negó a compartir su apellido por razones de privacidad.
En declaraciones a Fox News, el zar de las fronteras de Trump, Tom Homan, alegó que Khalil había violado las condiciones de su visado al “cerrar edificios y destruir propiedades”.
*Con reportería de Madeline Halpert, Rachel Looker, Nomia Iqbal y Nada Tawfik.
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