
La población de Tamaulipas dio el control absoluto de los poderes a Morena, al igual que sucedió en las elecciones federales.
El Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP) del Instituto Electoral de Tamaulipas (Ietam) muestra que el partido guinda ganó 20 de 22 diputaciones de mayoría relativa y 25 de 43 ayuntamientos.
La participación ciudadana en número reales ascendió a un millón 390 mil 696 personas, que representa 56% del total del padrón electoral.
Morena logró obtener vía voto directo la mayoría simple y se perfila para tener la mayoría absoluta en la LXVI Legislatura del Congreso de Tamaulipas.
La coalición Fuerza y Corazón por Tamaulipas apenas triunfó en los distritos 2 y 22, con la candidata Iliana Maribel Medina Garcia y el candidato José Schekaiban Ongay, respectivamente. Las diferencias son cerradas, por lo que las aspirantes morenistas Ana Laura Huerta Valdovinos y Sabrina Morales Chávez podrían pedir la revisión.
Los diez ganadores más votados fueron:
Distrito 16 – Francisco Hernandez Niño – 48,127
Distrito 17 – Alberto Moctezuma Castillo – 45,320
Distrito 15 – Judith Katalyna Mendez Cepeda – 44,568
Distrito 20 – Claudio Alberto de Leija Hinojosa – 42,938
Distrito 13 – Silvia Isabel Chavez Garay – 39,820
Distrito 21 – Ursula Patricia Salazar Mojica – 38,429
Distrito 18 – Marcelo Abundiz Ramirez – 37,976
Distrito 14 – Blanca Aurelia Anzaldua Najera – 37,919
Distrito 12 – Isidro Jesus Vargas Fernandez – 35,156
Distrito 4 – Marco Antonio Gallegos Galvan – 34,570
Por ahora, el estimado de curules de representación proporcional para Morena son 4. A partir del 1 de octubre tomarán protesta Armando Zertuche Zuani, Yuriria Yturbe Vázquez, Alberto Lara Bazaldúa y Lucero Deosday Martínez López.
De acuerdo con la votación y los resultados preliminares, la bancada del PAN se integraría con la mayoría plurinominal: Rosario González Flores, Ismael García Cabeza de Vaca, Marina Ramírez Andrade, Vicente Verástegui Ostos, Patricia Mireya Saldívar Cano y Gerardo Peña Flores.
La elección de Reynosa tuvo una votación histórica, con más de 216 mil 342 votos, de los cuales el 54% fueron a favor del candidato de la coalición Sigamos Haciendo Historia, Carlos Peña Ortiz.
La diferencia entre el ganador, que tendrá un periodo más al frente del ayuntamiento fronterizo, es de 64 mil 556 boletas contra su contrincante el aspirante de la alianza Fuerza y Corazón por México, Luis Rene Cantú Galvan.

En el conteo de votos por partido político del virtual alcalde, 89 mil 725 fueron para Morena, lo que representa el 76 por ciento del total del apoyo recibido por Peña Ortiz.
Tampico es la sorpresa de la jornada electoral, ya que Morena ganó por primera vez la alcaldía. La candidata de la coalición Sigamos haciendo historia, Mónica Villarreal Anaya, venció por 17 mil 883 votos de diferencia a su contrincante Rosa María González Azcárraga.
La participación ciudadana alcanzó el 61.6 por ciento, con más de 148 mil 627 electoras y electores que acudieron a las casillas este pasado 2 de junio.
Villarreal Anaya fue militante del PRI y funcionaria pública por más de 20 años en diversos cargos estatales y municipales.

El PAN arrebató las alcaldías de Victoria y Río Bravo, de acuerdo con los números que exhibe el PREP.
Con el 63.4% de la participación, Oscar Almaraz Smer se alzó con la victoria en la capital tamaulipeca, donde Eduardo Gattás Báez buscaba la reelección. La diferencia es de 205 votos entre los aspirantes, lo que vislumbra un recuento minucioso que podría modificar el resultado.
En Río Bravo, el candidato del PAN, Miguel Angel Almaraz Maldonado, arrasó al aspirante morenista, Joel Eduardo Yañez Villegas, con 7 mil 999 votos de diferencia. El político derrotado es primo del secretario general de Gobierno, Héctor Villegas González, quien lideraba el grupo de poder en el municipio fronterizo.
Esta nota se publicó originalmente en Elefante Blanco.

Los astrónomos han detectado señales de que nacen cada vez menos estrellas. Podría ser parte de un declive gradual del Universo y de todo lo que contiene. Pero ¿por qué? ¿Y cuánto deberíamos preocuparnos?
En las últimas dos décadas los astrónomos han ido notando pistas de que el cosmos tal vez ha pasado su mejor momento.
Una de esas señales es que menos estrellas han ido naciendo.
Ahora, eso no significa que el universo se está quedando sin estrellas. Hay estimaciones de que hay por lo menos un septimillón de ellas -eso es un número seguido de 24 ceros.
Pero los astrónomos creen que la producción de nuevas estrellas se está reduciendo.
El consenso científico actual es que el universo tiene una edad de 13.800 millones de años.
Las primeras estrellas se formaron poco después de que el Big Bang apareciera.
De hecho, el año anterior, el telescopio espacial James Webb halló un trío de estrellas en nuestra galaxia, la Vía Láctea, que se cree tienen una edad cercana a los 13.000 millones de años.
Las estrellas son esencialmente bolas gigantes de gas caliente que comenzaron su vida de la misma forma.
Ellas se forman en nubes enormes de polvo cósmico conocidas como nebulosas. La gravedad junta los gases, que eventualmente se calienta y se convierte en una estrella bebé, o como se le conoce, protoestrella.
A medida que el corazón de la estrella se calienta a millones de grados centígrados, los átomos de hidrógeno que están contenidos allí comienzan a agitarse para formar helio a través de un proceso llamado fusión nuclear. Esta reacción emite luz y calor y la estrella ahora está en una fase estable de “secuencia principal”.
Los astrónomos estiman que las estrellas en secuencia principal, incluido nuestro propio Sol, son aproximadamente el 90% de todas las estrellas del universo. El rango varía entre una décima parte hasta 200 veces la masa de nuestro Sol.
Eventualmente esas estrellas consumen su combustible y pueden tomar diferentes caminos en su manera de morir.
Estrellas con masas pequeñas como nuestro Sol entran en un proceso de desvanecimiento que puede durar miles de millones de años.
Para estrellas “hermanas” más grandes, con al menos ocho veces el tamaño del Sol, su final es más dramático: ellas se destruyen en una gran explosión conocida como supernova.
En 2013, un equipo internacional de astrónomos dedicados a estudiar las tendencias en la formación de estrellas afirmó que de todas las estrellas que iban a nacer en la historia del Universo, el 95% ya lo había hecho.
“Vivimos en un universo dominado por estrellas viejas”, dijo en ese momento el autor del estudio, David Sobral, en un artículo publicado en la revista Subaru Telescope.
En la línea del tiempo del universo, parece que su momento de mayor producción de estrellas ocurrió hace unos 10.000 millones de años, en un período conocido como el “Mediodía Cósmico”.
“Las galaxias convierten el gas en estrellas y lo están haciendo a una tasa decreciente”, explica el profesor Douglas Scott, cosmólogo de la Universidad de British Columbia en Canadá.
Scott es el coautor de un informe, que aún no se ha publicado, en el que se analiza información de los telescopios de la Agencia Espacial Europea, Euclides y Herschel.
Él y su equipo de investigadores espaciales fueron capaces de estudiar de forma simultánea cerca de 2,6 millones de galaxias, lo que fue posible gracias al mapa 3D del universo creado por la misión Euclides.
Los astrónomos estaban particularmente iuteresados en el calor que emiten las estrellas. Las galaxias con mayor tasa de formación de estrellas tienden a tener un polvo cósmico más caliente a medida que contienen estrellas más grandes y calientes.
El equipo halló que las temperaturas de las galaxias han ido disminuyendo en los últimos mil millones de años.
“Ya se nos pasó el momento de mayor formación de estrellas, y habrá cada vez menos formación de nuevas estrellas en el universo”, agrega Scott.
Es verdad que la muerte de las viejas estrellas puede llevar a la formación de nuevas usando el mismo material, pero no es tan simple.
Asumamos que tenemos una pila de materiales de construcción y la usamos para hacer una casa. Si queremos construir uno nuevo, podemos reciclar cosas de una casa vieja, pero no todo será útil.
“Eso significa que solo podemos hacer una casa más pequeña. Cada vez que hagamos una demolición, habrá menos materiales que sean útiles hasta que no se pueda construir nada”, señala Scott.
Eso es lo que pasa con las estrellas.
“Cada generación de estrellas tienen menos combustible para gastar y eventualmente no habrá suficiente combustible para hacer una estrella”, añade.
Y concluye: “Ya sabemos que las estrellas menos masivas son más comunes que las estrellas masivas en el universo”.
Los científicos han teorizado durante mucho tiempo que el universo llegará a su fin algún día. Simplemente no pueden estar seguros de cómo ni cuándo.
Una de las teorías más aceptadas actualmente es la muerte térmica.
También conocida como la “Gran Helada”, predice que a medida que el universo continúa expandiéndose, la energía se dispersará hasta que finalmente se enfríe demasiado para sustentar la vida. Las estrellas se alejan cada vez más, se quedan sin combustible y no se forman nuevas.
“La cantidad de energía disponible en el universo es finita”, explica Scott.
Pero antes de que mires con melancolía el cielo, la desaparición de las estrellas tomaría una cantidad astronómica de tiempo.
Scott estima que seguirán apareciendo nuevas estrellas durante los próximos 10 a 100 mil millones de años, mucho después de que nuestro Sol probablemente haya desaparecido.
En cuanto a la “Gran Helada”, podría tardar aún más: a principios de este año, astrónomos de la Universidad Radboud de los Países Bajos estimaron que el final llegaría en aproximadamente un quinvigintillón de años, es decir, un uno seguido de 78 ceros.
Hay tiempo de sobra, entonces, para apreciar las estrellas la próxima vez que haya una noche despejada.
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