
La jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, anunció que se regulará a las plataformas para alojamientos de turistas en la Ciudad de México (entre ellas Airbnb), con el fin de evitar el aumento de precios en las rentas para vivienda, así como los costos de consumo en restaurantes y otros comercios ubicados en zonas turísticas.
En conferencia de prensa, Sheinbaum indicó que se encuentra en comunicación con la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, para conocer la experiencia de esta ciudad con la regulación de las plataformas. Además —dijo— las autoridades capitalinas actualmente se encuentran realizando mesas de trabajo con empresarios hoteleros y restauranteros, así como con ciudadanos y activistas, para la elaboración de este proyecto.
“Barcelona reguló este tema desde hace tiempo, prohibió que en algunas zonas hubiera esta renta en plataformas, entonces estamos en una mesa de trabajo con el Instituto de Planeación, empresarios y ciudadanos, revisando el tema de la regulación, porque así como trae beneficios el turismo a la ciudad, también gentrifica ciertas zonas, elevando costos, lo que también estamos trabajando con la Procuraduría Federal del Consumidor”, detalló.
La mandataria explicó que no solo se regulará a la empresa Airbnb, sino a todas las plataformas digitales “para evitar mayor gentrificación o elevación de costos, y al mismo tiempo seguir recibiendo turismo en la ciudad”.
También aclaró que el acuerdo anunciado con Airbnb y la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Cultura y la Ciencia (Unesco) no tiene como objetivo incrementar el número de alojamientos en toda la ciudad, sino que las zonas apartadas puedan beneficiarse de los ingresos económicos que trae a la Ciudad de México la llegada de turistas que se hospedan en zonas como el centro histórico o las colonias Roma y Condesa.
El anuncio de la regulación de plataformas para hospedaje de turistas en la Ciudad de México se da luego de que ciudadanos, activistas y académicos realizaran protestas para exigir a las autoridades medidas contra el encarecimiento de las rentas y la expulsión de vecinos para convertir edificios de departamentos en alojamientos turísticos.
De acuerdo con cifras del gobierno capitalino, de 2000 a 2020, el número de alojamientos tipo Airbnb pasó de 22 mil 122 a 71 mil 780, lo que equivale a un crecimiento de 224%, principalmente en las alcaldías Cuauhtémoc, Tlalpan y Miguel Hidalgo.
Los datos que se muestran en el Proyecto de Programa de Ordenamiento Territorial —que actualmente discuten autoridades capitalinas— reconoce que cada año se expulsa de la capital a 20 mil personas por imposibilidad de pago de vivienda.
Aunque inicialmente la plataforma Airbnb se anunció como un modelo para poder generar ingresos económicos a partir de la renta de cuartos en casas habitadas, actualmente 6 de cada 10 inmuebles que se promocionan con esta empresa son alojamientos completos. En el caso de la Ciudad de México, el 91% de los espacios de renta para turismo se encuentran concentrados en esta plataforma.
Ante este panorama, activistas, académicos y ciudadanos reclamaron al gobierno de la Ciudad de México por el convenio anunciado con Airbnb y la Unesco, pues advirtieron que el crecimiento de los alojamientos para turistas con esta plataforma ha provocado la expulsión de vecinos de departamentos en zonas turísticas.

En lo que respecta a la monogamia, los humanos se parecen más a las suricatas y a los castores que a nuestros primos primates.
En nuestra vida amorosa, nos asemejamos más a estas mangostas sociales y unidas que a nuestros primos primates, según sugiere una clasificación de monogamia elaborada por científicos.
Con un 66% de monogamia, los humanos obtienen una puntuación sorprendentemente alta, muy superior a la de los chimpancés y los gorilas, y a la par de las suricatas.
Sin embargo, no somos ni mucho menos la criatura más monógama.
El primer puesto lo ocupa el ratón californiano, un roedor que forma vínculos inseparables para toda la vida.
“Existe una liga de élite de la monogamia, en la que los humanos se encuentran cómodamente, mientras que la gran mayoría de los demás mamíferos adoptan un enfoque mucho más promiscuo para el apareamiento”, afirmó Mark Dyble, investigador del Departamento de Arqueología de la Universidad de Cambridge.
En el mundo animal, el emparejamiento tiene sus ventajas, lo que podría explicar por qué ha evolucionado de forma independiente en múltiples especies, incluida la nuestra.
Los expertos han propuesto diversos beneficios para la llamada monogamia social, en la que las parejas se unen durante al menos una temporada de reproducción para cuidar a sus crías y ahuyentar a los rivales.
Dyble examinó varias poblaciones humanas a lo largo de la historia, calculando la proporción de hermanos de padre y madre (individuos que comparten la misma madre y el mismo padre) en comparación con los medio hermanos (individuos que comparten la madre o el padre, pero no ambos).
Se recopilaron datos similares para más de 30 mamíferos monógamos sociales y de otras especies.
Los humanos tienen un índice de monogamia del 66% de hermanos de padre y madre, por delante de las suricatas (60%), pero por detrás de los castores europeos (73%).
Mientras tanto, nuestros primos evolutivos se sitúan en la parte inferior de la tabla: los gorilas de montaña con un 6%, y los chimpancés con solo un 4% (al igual que el delfín).
En último lugar se encuentra la oveja de Soay, de Escocia, donde las hembras se aparean con múltiples machos, con un 0,6% de hermanos de padre y madre.
El ratón californiano ocupó el primer puesto, con un 100%.
Sin embargo, estar clasificados junto a suricatas y castores no significa que nuestras sociedades sean iguales: la sociedad humana es completamente diferente.
“Aunque la proporción de hermanos de padre y madre que observamos en los humanos es muy similar a la de especies como las suricatas o los castores, el sistema social que vemos en los humanos es muy distinto”, declaró Dyble a la BBC.
“La mayoría de estas especies viven en grupos sociales similares a colonias o, quizás, en parejas solitarias que se desplazan juntas. Los humanos somos muy diferentes. Vivimos en lo que llamamos grupos con múltiples machos y múltiples hembras, dentro de los cuales existen estas unidades monógamas o de pareja estable”, explicó.
Kit Opie, profesor del Departamento de Antropología y Arqueología de la Universidad de Bristol, que no participó en el estudio, afirmó que este es otro elemento clave para comprender cómo surgió la monogamia en los seres humanos.
“Creo que este artículo nos proporciona una comprensión muy clara de que, a lo largo del tiempo y en diferentes lugares, los humanos son monógamos”, declaró.
“Nuestra sociedad se parece mucho más a la de los chimpancés y los bonobos; simplemente hemos tomado un camino diferente en lo que respecta al apareamiento”, agregó.
El nuevo estudio fue publicado en la revista científica Proceedings of the Royal Society: Biological Sciences.
Haz clic aquí para leer más historias de BBC News Mundo.
Suscríbete aquí a nuestro nuevo newsletter para recibir cada viernes una selección de nuestro mejor contenido de la semana.
También puedes seguirnos en YouTube, Instagram, TikTok, X, Facebook y en nuestro nuevo canal de WhatsApp.
Y recuerda que puedes recibir notificaciones en nuestra app. Descarga la última versión y actívalas.