
La tarde del domingo 26 de febrero, en redes sociales, comenzaron a circular una serie de videos que mostraban, desde distintos ángulos, un enfrentamiento entre pobladores de Nuevo Laredo, Tamaulipas, y elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional. La razón: el ataque del Ejército a siete jóvenes en dicho municipio que cobró la vida de cinco de ellos.
Los vídeos, que pronto comenzaron a sumar miles de vistas, mostraban, además, una camioneta blanca con decenas de orificios de bala, manchas de sangre, personas que a golpes y pedradas exigían justicia y militares que disparaban al aire y al suelo para alejar a familiares de los jóvenes, defensores de derechos humanos y periodistas.
La primera información de los hechos la dio a conocer el Comité de Derechos Humanos de Nuevo Laredo, encabezada por Raymundo Ramos, que informó que las víctimas no estaban armadas al momento de los hechos ni había motivo para que les dispararan.
Dos días después, el Ejército reconoció haber disparado contra los jóvenes, aunque intentaron justificar el hecho bajo el argumento de que los soldados accionaron sus armas debido a que escucharon un “estruendo”.
El saldo final fue un cuerpo con 12 heridas de bala y la cabeza destruida, otro con 10 heridas de bala y la espalda y las piernas hechas pedazos y otro con un tiro en la sien, según lo revelan estudios forenses a los que tuvo acceso el diario El País. Acá un recuento de los hechos a una semana de la tragedia.
La noche del sábado 25 de febrero, los hermanos Alejandro y Gustavo Pérez Benítez, junto con cinco amigos más, decidieron salir de fiesta a un antro llamado Mister Pig, en Nuevo Laredo, Tamaulipas.
De acuerdo con el testimonio de Alejandro -uno de los dos sobrevivientes del ataque- la fiesta se prolongó hasta pasadas las 4 de la mañana, cuando Gustavo Ángel Suárez Castillo -de nacionalidad estadounidense y una de las cinco víctimas mortales- se ofreció llevarlos a todos de vuelta a casa, según declaró ante la Fiscalía General de la República.
La hora empata con la versión de la Sedena, que informó que ese domingo 26 de febrero, aproximadamente a las 4:50 de la mañana, personal militar de una Base de Operaciones desplegado en Nuevo Laredo realizaban reconocimientos por el área, “cuando oyeron disparos de armas de fuego, poniéndose en alerta”.
“Posteriormente, visualizaron un vehículo tipo pick up con siete individuos a bordo, quienes se trasladaban a exceso de velocidad con las luces apagadas y sin placas, cuyos integrantes, al observar la presencia de las tropas, aceleraron velocidad de manera intempestiva y evasiva, deteniendo su marcha al impactarse después con un vehículo que estaba estacionado”, señaló la Sedena.
“De esta situación, al escuchar un estruendo, el personal militar accionó sus armas de fuego”, agregó la dependencia.
En contraste Alejandro, la única persona que resultó ilesa durante el ataque, relató en entrevista para N+ que, al toparse de frente con los militares, se dieron la vuelta, pero que los soldados los chocaron por detrás, para después dispararles sin razón.
“No’más llegaron y nos balacearon toda la troca, no’más me alcancé a bajar y me arrodillé. Yo iba atrás del chofer” dijo Alejandro, quién acusó que a dos de las cinco víctimas mortales -entre ellas su hermano Gustavo- las mataron cuando estaban sometidas en el piso.
Los estudios forenses a los que tuvo acceso El País muestran que las víctimas, todas ellas de entre 20 y 25 años de edad, sufrieron en total 30 heridas de bala. Los soldados dispararon en total más de 60 veces por la parte de adelante de atrás y a los costados de la camioneta. .
N+ también dio a conocer videos que muestran a dos camionetas militares persiguiendo a la camioneta blanca a las 04:44 de la mañana, aparentemente sin exceso de velocidad, así como la declaración del capitán Elio “N”, quien reconoció que cuatro elementos a su mando fueron los responsables de haber disparado sin tener orden para hacerlo.
“Escuché que varios elementos accionaron sus armas de fuego, sin que yo diera tal orden, por lo que de manera inmediata vía radio de frecuencia ordené alto al fuego, posterior a ello desciendo de la unidad preguntando al personal quien había disparado, por lo que de manera voluntaria espontánea los siguientes elementos me informaron que habían disparado”, dijo.
El capitán Helio también narró que los militares, luego de disparar sus armas, acordonaron el área y él ordenó una inspección al interior del vehículo, donde “no se localizó nada ilícito”. Al inspeccionar la escena los soldados encontraron, en cambio, 5 personas del sexo masculino, 3 sin vida, un civil herido y una persona más sin daños. Al costado de la camioneta se encontraron a otros dos jóvenes sin vida.
Ambos testimonios forman parte de la indagatoria federal y también la que abrió la Fiscalía General de Justicia Militar. Hasta ahora, el Comité de Derechos Humanos de Nuevo Laredo, organismo que representa a las familias, ha reunido las versiones de los empleados del antro Mister Pig y contabilizaron, en cambio, más de 80 disparos, por lo que Ramos ha calificado al hecho como una “masacre”.
Tras el ataque del Ejército a jóvenes en Nuevo Laredo, los fallecidos fueron identificados como Gustavo Pérez Benítez, Wilberto Mata Estrada, Jonathan Aguilar Sánchez, Gustavo Ángel Suárez Castillo y Alejandro Trujillo Rocha; mientras que la persona herida de gravedad es identificada como Luis Gerardo, quien se encuentra en un hospital privado con al menos dos impactos de bala.
En entrevista para Animal Político, Raymundo Ramos, habló de la versión de Alejandro y de los testimonios de los vecinos de la colonia, “quienes escucharon a los jóvenes solicitar auxilio y que en lugar de eso recibieron disparos a manera de rematarlos, tenemos vídeos que contradicen este comunicado”.
Y aunque originalmente el Comité de Derechos Humanos denunció que la agresión fue contra seis jóvenes, Ramos expuso que el séptimo joven que salió ileso no había sido nombrado por motivos de seguridad.
“Este testimonio lo habíamos mantenido en reserva, primero por protección, porque ninguna instancia federal le ha otorgado medidas de protección. Fue llevado por los militares tres horas después, ante la Fiscalía General de la República (FGR) para que rindiera su declaración, como si hubiera sido un delincuente, nunca se le trató como víctima”, explicó.
Incluso, denunció que los militares obligaron a Alejandro a grabar un vídeo donde él reconoce su responsabilidad por los hechos delictivos. Esto también quedó asentado en la carpeta de investigación FED/TAM/NVO.LAR/435/2023, en la que Alejandro declaró que un militar se le acercó y preguntó si quería vivir o morir.
Él respondió que quería vivir, por lo que fue obligado a grabar el vídeo para declarar a sus amigos y él como culpables. Esta parte dista de la versión del capitán Elio, quien aceptó la inocencia de los jóvenes y ya identificó a cuatro soldados que dispararon contra la camioneta.
Luego de los hechos antes narrados, personal del Comité de Derechos Humanos se presentó al lugar para intentar rescatar a una mujer de la tercera edad que requería atención médica, pero los militares impedían que saliera de su domicilio, según informó el propio organismo de Derechos Humanos.
La persona a la que intentaron rescatar sin éxito se llama Sala Luna, una mujer de 60 años que dormía hasta que oyó los disparos y que asegura que durante más de una hora escuchó quejidos sin que llegara ninguna ambulancia.
“Los tiros llegaron a mi cuarto, pero no traspasó la pared. El que estuvo en más riesgo fue mi esposo porque estaba dormido en la cama esa, nomás que cuando empezó todo se aventó bajo la cama, por eso no le dieron”, contó a los abogados la mujer que ahora padece de males renales ante el estrés por los disparos.
La mujer contó que dentro de la casa, que también recibió múltiples disparos, estaban su nieta de dos años y seis meses, un niño de seis meses y su esposo Javier, declaración a la que pudo acceder el portal de noticias Elefante Blanco.
“Cuando vinimos por acá porque no había agua fue cuando quisimos abrir la puerta pero ya no nos dejaron, el soldado cerró la llave de paso y se oía que se quejaban. Yo me senté aquí con el andador y oía que se quejaba alguien más, pero no podíamos salir. Escuché quejidos como una hora y estos de acá nomás decían: “déjame ayudar a mi hermanito, carnalito, decía, me imagino que les decía a los soldados, carnalito, déjame ayudar a mi hermanito él no tiene nada que ver, él es ciudadano americano. En ningún momento se oyó que llegarán ambulancias”.
Las necropsias a las que tuvo acceso el país muestran que los dos cuerpos más dañados por las balas fueron, precisamente, el de Gustavo Ángel -que venía conduciendo la camioneta- y el copiloto, quienes recibieron 12 y 10 disparos y por quien la señora Luna escuchó pedir piedad durante más de una hora.
Las otras tres víctimas iban en la parte de atrás de la camioneta. Una recibió cinco disparos, otra dos y una tercera un solo disparo en la sien. Sobre el caso del joven que recibió dos disparos llama la atención que en la necropsia quedó asentado que la muerte fue por “choque hipovolémico producido por lesión arterial lumbar”, es decir que murió desangrado.
Este dato contradice al propio comunicado de la Sedena en el que se indica que cuando los militares realizaron la inspección cinco jóvenes ya habían muerto y solo quedó herida una persona, a la que “se le brindó atención, solicitando apoyo de una ambulancia”, pero que según el relato de los testigos llegó más de una hora después.
Más de cinco horas después, aproximadamente a las 10 de la mañana, habitantes y familiares de las víctimas se enfrentaron al personal militar, incluso a golpes y pedradas, “por considerar que las víctimas no estaban armadas ni había motivo para que les privaran de la vida de forma arbitraria”.
Y es que habitantes de Nuevo Laredo acusaron a elementos del Ejército de presunta ejecución extrajudicial de “al menos dos jóvenes (que) fueron rematados con disparos en la nuca estando tirados sobre el pavimento”.
Raymundo Ramos explicó que al llegar a la Huasteca todavía se encontraban alrededor de 12 unidades del Ejército custodiando la camioneta de las víctimas, mientras que un grupo de familiares de los fallecidos y vecinos del sector “estaban enardecidos y reclamándoles por este nuevo abuso de autoridad”.
“Cuando personal del Ejército Mexicano intentaba arrastrar la camioneta de las víctimas hacia instalaciones de la FGR, familias de las víctimas y colonos comenzaron a intercambiar golpes con varios de los militares y el operativo se salió de control”, dijo Ramos.
En ese momento, según se puede constatar en varios videos compartidos a través de redes sociales, al menos tres militares accionaron sus armas, fusil y pistola, para dispersar a los presentes, entre los que se encontraban personal del Comité de Derechos Humanos de Nuevo Laredo, periodistas, vecinos e incluso niños.
En uno de esos vídeos, un hombre con el rostro y las manos manchadas de sangre, abrazado por dos hombres, se acerca a un reportero y le dice:
-Mira mi hijo, viejo, ciudadano americano, somos ciudadanos americanos, viejo, todos. No tenían armas, no tenían nada, viejo- dice.
-¿Qué edad tiene tu hijo?- pregunta el reportero.
-21 años, Gustavo Ángel Suárez Castillo- contesta el hombre mientras sus compañeros se lo llevan abrazado.
El padre de Gustavo – quien se ofreció a llevar a los jóvenes de vuelta a su casa y presuntamente recibió más de 12 disparos- confrontó duramente a los soldados por la muerte de su hijo. En varias ocasiones intentó, en su desesperación, hablar, pero ante el silencio quiso golpear a los elementos de la Sedena que participaban en el operativo.
En otros vídeos también se observa cómo pobladores lograron derribar a un elemento del ejército a quien golpearon y patearon hasta que algunas mujeres intercedieron. Inmediatamente después se escuchan disparos al aire del Ejército que lograron disuadir a la población.
Mientras que este soldado era agredido, otro grupo de militares se dirigió a Raymundo Ramos para “ordenarle” grabar la agresión a su compañero, propinándole un par de manotazos, tirando su celular e intentando arrollarlo con una camioneta de la Sedena, informó el Comité mediante un comunicado.
Otro soldado fue atropellado por una unidad militar, según se logra ver en otro de los vídeos. Al final los militares salieron entre pedradas y disparos al aire.
Por la tarde del domingo y mañana del lunes en redes sociales se ha difundido que una de las víctimas es presuntamente integrante del Cártel del Noreste. Hasta ahora, las autoridades no han señalado nada al respecto.
En fotografías también se observa que personas con chaleco de la Fiscalía General de la República -dependencia que hasta el momento no ha informado nada de manera oficial- caminan entre los cuerpos. El personal empezó a procesar el sitio, pero no terminó. Los cadáveres fueron recogidos por una funeraria ante la mirada de las familias.
“Si resultan responsables los miembros del Ejército, que sean castigados”, dice AMLO
Tres días después de los hechos, el presidente Andrés Manuel López Obrador se pronunció por primera vez en el caso.
“Se nos informó en el Gabinete de Seguridad y, a propuesta del secretario de la Defensa, Luis Cresencio Sandoval González, se pidió la intervención de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos para que se investigue el caso, incluso las autoridades militares ya están también coadyuvando en la investigación para que, si resultan responsables los miembros del Ejército, sean castigados”.
Un día después, el presidente volvió a pronunciarse sobre el caso y dijo que “aunque se trate de supuestos sicarios, no se debe permitir la ejecución de nadie, ya no estamos en tiempos de mátalos en caliente”.
En tanto, el Ejército dijo que colabora con la Fiscalía General de la República, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, la Fiscalía General de Justicia Militar y mantiene un “diálogo abierto con las familias” de las víctimas desde el primer momento de los hechos.
Pero el martes, cuando se realizaba el funeral de dos de los cinco jóvenes asesinados por el Ejército, Ramos dijo a Animal Político que fue hasta ese día que la CNDH se comunicó con él para pedirle los números telefónicos de las familias, apenas unas horas antes de que el organismo emitiera un comunicado en el que informó que abrió una investigación por la presunta ejecución de los jóvenes, pero evitando condenar los hechos.
En los últimos días en medios nacionales se ha difundido información respecto a que los cuatro cabos señalados por disparar a los jóvenes ya fueron vinculados a proceso por la Fiscalía Militar por el delito de desobediencia por lo que ya están en la prisión del Campo Militar 1-A, en la Ciudad de México. De manera oficial las autoridades del caso no han informado nada al respecto.

Varios factores se conjugaron para que José Antonio Kast fuera elegido por una abrumadora mayoría. Se impuso en todas las regiones del país a la comunista Jeannette Jara. En BBC Mundo te detallamos algunas claves que explican este profundo giro a la derecha en Chile.
No hubo sorpresas. Chile eligió este domingo al ultraderechista José Antonio Kast como su próximo presidente.
El líder conservador logró imponerse con un 58,16% de los votos y una amplia ventaja sobre la candidata de la izquierda, la comunista Jeannette Jara, quien obtuvo el 41,84%.
En su tercer intento, el candidato respaldado por todo el arco derechista logró hacerse con la presidencia del país sudamericano, proponiendo un “gobierno de emergencia” y con un duro discurso en materia de seguridad y migración, preocupaciones que se han vuelto prioritarias para los chilenos.
El triunfo del otrora parlamentario supone el mayor giro hacia la derecha en la presidencia de Chile tras el retorno a la democracia y se da luego de cuatro años del gobierno de izquierdas de Gabriel Boric.
Kast ganó en todas las regiones y se convirtió en el presidente electo con más votos en la historia del país, llegando a un total de poco más de 7,2 millones de apoyos.
Este último hecho se explica -en parte- por la ampliación del padrón electoral y por ser esta la primera elección presidencial con sufragio obligatorio.
Su contundente resultado, sin embargo, tiene múltiples explicaciones y supone también importantes desafíos.
“El miedo”.
Eso responde el doctor en sociología Eugenio Tironi cuando se le pregunta por los principales factores que explican el triunfo de José Antonio Kast en Chile.
El también consultor alude justamente al temor que se registró durante esta campaña presidencial entre los chilenos en materia de seguridad pública.
“Los factores son múltiples, pero yo creo que básicamente, es el miedo. El miedo a la delincuencia, el miedo a la migración descontrolada -y que en general se visualiza como asociada al crimen-, y por último el miedo a la inseguridad que produce el estancamiento económico. Hay un deseo de cambio, de cambio de personal político, de estilo, de forma de gobernar. Y esto lo capitalizó muy bien Kast”, afirma el analista en conversación con BBC Mundo.
La sensación de inseguridad aumentó en el país sudamericano en los últimos años, entre otras cosas, luego de que se registrara un incremento en los niveles de violencia en delitos comunes como el robo y, asimismo, se detectara la presencia de grupos criminales internacionales.
Ese fue un tema que, de hecho, marcó fuertemente al gobierno del presidente Gabriel Boric, quien se vio forzado a reorganizar sus prioridades y potenciar su agenda en la materia.
Esa preocupación ciudadana la supo capitalizar bien el nuevo presidente electo de Chile. Con un discurso de “mano dura” en contra del crimen organizado y la delincuencia, logró encarnar una respuesta que hizo eco entre los electores.
En Chile, además, se ha vinculado el crimen organizado a la migración irregular por el ingreso de grupos como el Tren de Aragua.
En el país hay cerca de 300 mil migrantes que han ingresado de manera irregular y Kast ha hecho de ellos una de sus prioridades. Los ha llamado a abandonar el territorio chileno y se ha comprometido en su expulsión.
La analista y experta en comunicación Paula Walker coincide en que Kast capitalizó el miedo de los chilenos en estas materias, pero pone un matiz. “Es una campaña que se toma del miedo, pero cuando tiene que desarrollar sus piezas no apela al miedo. No la desarrolla anclada en imágenes oscuras, al contrario, su campaña era en ese sentido hasta esperanzadora”, sostiene.
El periodista y escritor chileno Ascanio Cavallo sugiere, además, que Kast también logró encarnar una promesa de cambio en materias más amplias que afectan diariamente la vida de las familias chilenas como el desempleo, la salud y la educación.
Uno de sus principales desafíos de Kast en este sentido, será manejar las expectativas que se ha fijado en estos ámbitos.
En su primer discurso a la nación, de hecho, apuntó justamente a moderarlas.
“Los resultados no se verán al día siguiente, esto requiere perseverancia, fortaleza y sabiduría”, dijo a la vez que recalcó “no nos pidan milagros, pídanos energía”.
Un factor que marcó el tercer intento de José Antonio Kast para llegar a la presidencia fue su aparente moderación.
En 2021, cuando perdió la segunda vuelta ante Gabriel Boric, su narrativa era totalmente distinta: se mostró contrario a los derechos de la población LGBTIQ+, al aborto en tres causales e, incluso, propuso perseguir a agitadores radicales de izquierda. En esa época, además, no se abstuvo de publicitar admiración por el dictador Augusto Pinochet.
Pero nada de eso defendió esta vez. Su estrategia fue pragmática y monotemática: un gobierno de emergencia dedicado a poner orden, con “mano dura” contra delincuentes y criminales y, asimismo, contra el migrante irregular.
Cuando se le intentaba llevar al plano de los valores, la respuesta era siempre la misma: esos temas no son la prioridad de los chilenos. En otros asuntos complejos respondía solo “depende”, para evitar marcar posturas que pudieran costarle su posicionamiento.
Su aparente moderación, además, se vio reforzada por la aparición de una figura que se le plantó a la derecha: el diputado libertario Johannes Kaiser, quien obtuvo un amplio respaldo en la primera vuelta y apoyó su candidatura para el balotaje.
Esta vez fue Kaiser quien jugó a ser el más extremo. Propuso, por ejemplo, indultar a condenados por violaciones de derechos humanos cometidas durante el régimen militar.
En su campaña de segunda vuelta, Kast profundizó sus mensajes hacia la derecha más liberal e incluso el centro político.
También hizo gestos al mundo que votó por el populista Franco Parisi, quien quedó tercero en la primera vuelta presidencial del 16 de noviembre, obteniendo el 20% de los votos. En ese periodo, de hecho, Kast recibió el respaldo del expresidente, Eduardo Frei, integrante histórico de la Democracia Cristiana, partido de centro.
Según todos los analistas consultados por BBC Mundo, la aparente moderación de Kast fue un factor que incidió significativamente en la histórica votación que obtuvo este domingo.
“Fue muy importante. Le permitió arrastrar al voto de centro, le permitió arrastrar al voto de la derecha del viejo arco de la Concertación (coalición de centroizquierda que lideró la transición democrática), le permitió arrastrar al voto de Parisi. Todo eso le habría resultado mucho más difícil si hubiese insistido en su agenda valórica”, afirma Tironi.
La gran pregunta que se abre en Chile es si Kast seguirá profundizando aquello o ahora, ya electo, comenzará a sincerar las definiciones que esquivó en el periodo electoral.
Con un discurso antimigrante que resuena a Donald Trump, una promesa de recortar el gasto fiscal y reducir el Estado, al estilo de Javier Milei, y su cercanía con otras figuras de corte autoritario como Nayib Bukele y Víctor Orbán, en la oposición algunos se preguntan si Kast seguirá o no esas sendas.
Sus primeras señales, al menos, apuntaron en el sentido contrario. En su primer discurso a la nación, Kast afirmó que su gobierno de emergencia “no significa para nada autoritarismo”.
Además, confirmó que renunciaría al Partido Republicano, repitió varias veces que busca ser el presidente de todos los chilenos, e hizo gestos a la propia Jeannette Jara y a su futura oposición:
“Un gobierno no se construye solo con sus partidarios, se construye también con la oposición”, dijo.
En Chile la última vez que un presidente le pasó la banda presidencial a alguien de su mismo signo político fue en 2006, cuando la entonces candidata Michelle Bachelet se convirtió en la sucesora de Ricardo Lagos.
Desde ese entonces, con un estallido social y dos procesos constitucionales fallidos de por medio, el país ha elegido la alternancia.
La tendencia no es propia de Chile, sino que es cada vez más común a nivel mundial y así se ha visto también en la región en elecciones recientes como la de Uruguay o Bolivia.
El denominado voto impugnador, que rechaza a quien está en el poder en el momento de la elección, fue un factor que jugó en contra de Jeannette Jara.
La candidata de la izquierda representaba la continuidad del gobierno del presidente Gabriel Boric. Fue su ministra del Trabajo y, por más que lo intentó alzando duras críticas a su administración, no logró distanciarse de su figura.
Pero no todo se explica por un voto impugnador. Para varios expertos el triunfo de Kast reponde también a un castigo al propio Boric y su gestión.
“Hubo acciones del gobierno que fueron muy bien utilizadas por la candidatura de Kast; problemas de gestión, decisiones políticas mal tomadas, lo que él capitalizó muy bien”, dice Walker.
Para Cavallo la derrota de Jara se explica en gran parte por haber sido la cara de la continuidad “de un muy mal gobierno, un gobierno muy aficionado, muy poco responsable en algunas cosas. No en todas pero sí en algunas y con poca profundidad histórica”.
Tironi afirma que es difícil saber dónde está el límite del voto impugnador versus la responsabilidad que le puede caber a la administración de Boric en entregar la banda presidencial a su oposición:
“El gobierno hizo un esfuerzo por responder a algunas demandas, que no estaban presentes cuando el presidente Boric fue electo. Él fue electo con demandas de cambio social, con demandas progresistas, y ahora sale con demandas conservadoras. El gobierno de Boric trató de adaptarse, pero lo hizo un poco tardíamente, con dificultad, con problemas de gestión y no está en su ADN obviamente esta agenda. Esta es una agenda que le es mucho más natural a una opción de derecha”.
“Entonces, si el gobierno pudo haber cambiado este destino, yo creo que francamente no”, agrega.
Pero Jara también cargaba con otra mochila: su militancia comunista.
La administradora pública de origen popular, no pudo sacarse de encima esa chapa, aun cuando había prometido renunciar a su colectividad si era electa presidenta.
Algunos analistas consideran ese factor supuso una desventaja importante para ella.
“Ser militante comunista es una dificultad, yo no tengo ninguna duda de eso. Hay mucha gente que realmente no siente que puede votar por una candidata comunista. O sea, hay dos millones de votos de diferencia”, dice Walker, aunque destaca que la exministra logró desmarcarse en gran medida de ese activismo.
Cavallo agrega: “No estoy hablando de los dotes personales de Jara ni nada por el estilo, pero haber elegido a una militante comunista es un contrasentido mundial, ya no local. Eso le bajaba un poco el techo y explica por qué es tan severa la derrota”.
Tironi, por su parte, estima que si se miran los resultados ese factor no fue tan determinante.
“A lo mejor en el mundo rural, pero en el mundo urbano, sobre todo, en Santiago, en Valparaíso, fue poco. Porque Jara rompió un poco el cielo de cristal del comunismo. Logró ganar en muchas comunas populares importantes, un electorado que no se dejó llevar por el estigma comunista”, dice.
“Lo que sí es cierto es que en las comunas más pudientes y en el mundo rural, sí que debe haber pesado, porque Kast llegó a sacar cerca del 85% en las comunas de lo que llamamos el barrio alto de Santiago”, añade.
Pese a lo histórico de su triunfo, José Antonio Kast no fue un fenómeno en sí mismo.
En la primera vuelta obtuvo solo un 23% de los votos, menos del 27% que logró en la misma elección en 2021.
Para su triunfo este domingo fue importante el apoyo de otras figuras de la derecha que participaron en la primera vuelta, como el libertario Johannes Kaiser -representante de una línea más dura- y la abanderada de la derecha tradicional, Evelyn Matthei, quien encarna la visión política del fallecido expresidente Sebastián Piñera.
Tanto Kaiser como Matthei le dieron un respaldo inequívoco a Kast. Lo mismo hizo la familia de Piñera.
Y si bien siempre se dice que los votos no se traspasan automáticamente, lo cierto es que si se miran las cifras, tanto los votos de Kaiser como la mayoría de los de Matthei estuvieron con el republicano.
Asimismo, se puede leer preliminarmente que al menos una parte de los votos de Parisi también se fueron hacia Kast.
A todos ellos y sus “votos prestados”, les hizo gestos la noche de este domingo.
“Muchas gracias a los que se sumaron en segunda vuelta, gracias a quienes votaron por otras candidaturas y hoy libremente eligieron apoyar este camino de cambio”, dijo a la vez que destacó que “entre todos logramos una mayoría histórica”.
En el mundo de la derecha han advertido al presidente electo del riesgo de embriagarse con la contundencia del triunfo.
Y es que el cuadro supone varios desafíos para su futuro gobierno. Para sostener su base de apoyo tendrá que lograr conciliar las visiones opuestas de país que tienen las derechas con las que tendrá que gobernar.
Kast no tendrá mayorías en el Congreso, por lo que sabe que requerirá asegurar la gobernabilidad de los propios y los votos del Partido de la Gente de Parisi y la oposición para aprobar sus políticas.
A su vez, será crucial que entregue resultados oportunos en las que ha definido como sus prioridades para evitar una pérdida de respaldo temprana.
Sobre este tema, Walker subraya que “todos los presidentes ganan con votos prestados” y que lo relevante es que “tenemos hoy día el país completo teñido de azul y eso es impresionante”.
“Si es solo de una adhesión a la figura de él o no, no sé si eso es muy relevante. Lo relevante es que hay una coalición de derecha, liderada por él, que fue capaz de hacer hoy día perder a la izquierda de manera importante y sobrepasarla en dos millones de votos”, agrega.
Si Kast es capaz de hacer de eso un activo duradero, es lo que veremos desde el próximo 11 de marzo, cuando asuma la presidencia.
Haz clic aquí para leer más historias de BBC News Mundo.
Suscríbete aquí a nuestro nuevo newsletter para recibir cada viernes una selección de nuestro mejor contenido de la semana.
También puedes seguirnos en YouTube, Instagram, TikTok, X, Facebook y en nuestro nuevo canal de WhatsApp.
Y recuerda que puedes recibir notificaciones en nuestra app. Descarga la última versión y actívalas.