Para entender mejor
Con gritos de “no están solos” y “sí se pudo” fueron liberadas las cinco personas detenidas durante la represión de la protesta de vecinos de San Gregorio Atlapulco en Xochimilco, que se manifestaban contra la criminalización de una activista que reabrió una biblioteca en el pueblo.
Las cinco personas quedaron libres alrededor de la media noche y fueron recibidas con aplausos por parte de vecinos.
Los vecinos de Xochimilco exigían un alto a la criminalización contra la activista Hortensia Telésforo que cuenta con una denuncia penal por participar en la reapertura de la biblioteca del pueblo.
Este jueves 5 de septiembre, de acuerdo con un citatorio enviado al domicilio de la vecina de San Gregorio Atlapulco, Hortensia tenía que presentarse ante el Ministerio Público XO-2, ubicado en el Reclusorio Sur de la Ciudad de México, “con el objeto de hacerle del conocimiento los registros que integran la carpeta de investigación” en su contra, sin que le informaran quién la denunció, ni por qué delito.
A las 10:30 horas, activistas y vecinos se dieron cita frente a la biblioteca “Adolfo López Mateos”, en San Gregorio Atlapulco, para acompañar a Hortensia Telésforo hasta el Reclusorio Sur. Antes de partir, entonaron el himno nacional y expresaron “aquí estuvimos, aquí estamos y aquí estaremos”, en referencia a la defensa de este espacio cultural de la comunidad.
Al conocer que no se llevaría a cabo la audiencia, decidieron trasladarse a la alcaldía, donde desplegaron pancartas para exigir el respeto al pueblo de Atlapulco y banderas de México y corearon consignas como “¡Libertad, libertad, a los presos por luchar!”, acciones que se vieron interrumpidas por un grupo de personas con el rostro cubierto que llegaron directo a atacarlas a golpes.
Luego de varias horas, Diego García, miembro de la Comunidad Otomí, informó que se logró un acuerdo con la Secretaría de Gobierno la Ciudad de México para liberar a las cinco personas detenidas.
García detalló que, “más allá del trámite legal”, se alcanzó un acuerdo político para que los compañeros quedaran en libertad esta misma noche.
“Se entregan en un plazo de una hora máximo, van a declarar, se van a reservar su propio derecho y con eso concluimos el trámite”, señaló.
Añadió que a las cinco personas que fueron detenidas cuando se manifestaban en Xochimilco les imputaron delitos por lesiones, motín, el cual dijo García que ya no existe, y daños a la propiedad.
⚖️ A las cinco personas detenidas por manifestarse se les imputaron tres delitos: lesiones, motín y daños a la propiedad.
🗣️ “En una ciudad innovadora de derechos y con acento social, esta es la respuesta que tienen los pueblos y comunidades”, acusó García.
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— Animal Político (@Pajaropolitico) September 6, 2024
Edgar, integrante del Observatorio Memoria y Libertad, relató que él fue agredido por granaderos que intentaron detenerlo cuando se encontraba en la Fiscalía número 2 de Tlalpan para documentar la detención de sus compañeros.
“A mí me rodeo un grupo de granaderos para llevarme detenido y pues mi reacción fue tirarme al suelo. Ya que me tiro al suelo me patean la cabeza, me pisan el cráneo, me patean en las costillas y lo que más me golpearon fueron los testículos”, dijo.
Detalló que cuando ya no podía ponerse de pie, los granaderos le gritaron que se levantara. Al no poder hacer, “lo que hicieron fue tomarme del cabello y levantarme a jalones”, dijo Edgar.
Agregó que entre empujones e insultos lo llevaron a él y otras personas a un cuarto donde les obligaron a arrodillarse frente a una pared.
“A mí me esposaron y no nos dejaron voltear y cuando preguntábamos el motivo de la detención o a dónde nos iban a llevar, se burlaban de nosotros”.
Edgar, quien denunció que le tomaron fotografías en el lugar y que fue despojado de sus pertenencias, mencionó que de un momento a otro le quitaron las esposas. No obstante, dijo no saber qué sucederá con las denuncias.
Edgar, del Observatorio Memoria y Libertad, relató que fue una de las personas golpeadas dentro de la Fiscalía de Tlalpan:
🚨 “A mi me rodeó un grupo de granaderos para llevarme detenido, pero mi reacción fue tirarme al suelo. Me patean la cabeza y lo que más me golpearon fueron… pic.twitter.com/VwDgKCSgrs
— Animal Político (@Pajaropolitico) September 6, 2024
A su vez, José Meza, estudiante de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM), relató a Animal Político que cerca de las 7:40 de la tarde arribaron patrullas y antimotines a la Fiscalía de Tlalpan para intentar encapsularlos.
“La fuerza fue muy bruta. Ya que estaban adentro los granaderos nos tiraron al piso, a mí me arrastraron hasta una oficina y ya a puerta cerrada me empezaron a patear la cabeza, me empezaron a pistear las piernas”, dijo.
En videos compartidos por la Asamblea General Permanente del pueblo de San Gregorio Atlapulco, se observa que los atacantes llegaron a agredir a los vecinos de manera directa, les quitaron y rompieron sus pancartas y persiguieron a quienes, asustados, quisieron huir del lugar.
“Estábamos manifestándonos en las oficinas de la alcaldía Xochimilco de forma pacífica, estaban los compañeros y compañeras de los pueblos dando sus cuestionamientos cuando aproximadamente 30 personas que identificamos como golpeadores de la alcaldía se acercaron y, sin ningún miramiento, golpearon a mujeres de la tercera edad, adultos mayores, a mí me tocó recibir golpes por intentar rescatar a un compañero al que pateaban en el piso”, relató Alejandro Velázquez.
Por los hechos, Hortensia indicó que una decena de personas resultaron lesionadas, mismas que se trasladaron a diferentes hospitales para recibir atención, y cinco más -acompañantes de la activista- fueron detenidos y trasladados al Ministerio Público, sin que les hayan informado de qué se les acusa.
Las personas detenidas fueron identificadas como Anselma Margarito (comunidad otomí), el “Gato” (Coordinación Metropolitana), Jorge Cansino, Uriel García (Conciencia y Libertad) y Mayahuel (Radio Zapote).
En un comunicado, la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) de la CDMX informó que detuvo en la alcaldía Xochimilco a una mujer que “al parecer, lesionó a un empleado de la demarcación y a cuatro personas más que trataron de impedir las actividades de los policías”.
Informaron que los oficiales adscritos a la alcaldía Xochimilco se percataron que un grupo de aproximadamente 50 personas acudieron a solicitar un diálogo con personal del área jurídica de la demarcación, por lo que salió un funcionario para escuchar sus peticiones.
“En ese momento, las personas adoptaron una actitud agresiva y comenzaron a realizar pintas en las instalaciones de la demarcación, además otro grupo de aproximadamente 25 trabajadores arribaron, por lo que se inició una riña. Los uniformados a petición de la Dirección de Jurídico y Gobierno de la alcaldía controlaron la situación y detuvieron a una mujer que posiblemente lesionó al empleado del área jurídica de la demarcación”.
La dependencia agregó que una mujer junto a tres hombres trataron de impedir la detención de la probable implicada, por lo que, también fueron detenidos y presentados ante el Ministerio Público.
La biblioteca “Adolfo López Mateos”, ubicada en el cerro de Moyotepec, cerró sus puertas en 2017, debido a los daños que sufrió a causa del sismo del 19 de septiembre.
En 2018, como candidato a la alcaldía de Xochimilco, José Carlos Acosta -quien ahora será diputado local por Morena- prometió que, en este sitio, se crearía un museo llamado “Casita de la ciencia y la tecnología”; sin embargo, durante los dos periodos de tres años que fungió como alcalde, este espacio nunca abrió sus puertas.
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Fue hasta diciembre del 2022 cuando, en el marco de una protesta en el pueblo, los vecinos de San Gregorio Atlapulco consiguieron mesas de negociación con diversas instancias del gobierno capitalino, y entre los asuntos que les plantearon estaba el de la biblioteca, sobre lo que les dijeron que se iba a revisar su estatus.
Los vecinos no tuvieron respuesta, y lo siguiente que supieron al respecto fue en octubre de 2023, cuando por medio de redes sociales conocieron el anuncio de que la “Casita de la ciencia” sería una de las paradas turísticas con las que la alcaldía se promovería como un “Barrio Mágico”, lo que generó inconformidad debido a que nunca se les consultó sobre esta decisión.
Por ello, dos meses después, en diciembre, vecinos organizados decidieron reabrir el espacio como centro cultural con diversas actividades como conciertos, espectáculos de danza, conversatorios y la biblioteca, conformada con libros que regaló el pueblo.
A partir de la reapertura del espacio cultural, Hortensia ha señalado que, en varias ocasiones, los vecinos que participan activamente en las actividades de defensa del pueblo han sido amedrentados por personas desconocidas que pasan a bordo de motocicletas y les gritan insultos.
En este contexto fue que, en julio pasado, encontró el citatorio de la Fiscalía capitalina en la puerta de su casa, acto que considera un intento de intimidación en su contra, al igual que las agresiones sufridas por ella y sus acompañantes durante la protesta de hoy.
Un polémico documental cuestiona la autoría de la icónica imagen de la guerra de Vietnam.
Una niña desnuda, junto con otros niños, corre con la piel abrasada y gritando de dolor tras ser rociada con napalm.
Como imagen definitoria de la guerra de Vietnam, “La niña del napalm” también ha sido motivo de orgullo y aspiración para los fotoperiodistas vietnamitas: su autor, Nick Ut, se convirtió en el primer y único fotógrafo vietnamita en ganar un premio Pulitzer.
“Nick Ut fue el elegido”, declaró un fotógrafo vietnamita que prefirió no ser identificado. Venerado como “Maestro”, Ut vive en Estados Unidos y viaja con frecuencia a su país natal, donde ha sido mentor de generaciones de fotoperiodistas vietnamitas.
Pero más de 50 años después, la autoría de la icónica imagen ha sido cuestionada por un nuevo documental titulado “The Stringer”, (el colaborador), que se estrenó en el Festival de Cine de Sundance en enero.
Con la ayuda de la tecnología moderna, el documental lanzó una acusación explosiva: afirma que la imagen fue tomada por Nguyen Thanh Nghe, un fotógrafo independiente que ahora tiene 87 años.
Tras el documental, World Press Photo (WPP) inició una investigación y decidió suspender la atribución de la imagen a Ut, lo que ha generado una profunda controversia en la comunidad del fotoperiodismo.
“Para derrocar a un héroe, una figura legendaria, debe haber suficientes pruebas convincentes”, declaró otro fotoperiodista vietnamita a la BBC.
En la era digital es “raro” que una sola imagen tenga tanto impacto, añadió. “Debemos ser cuidadosos. No deberíamos permitir que la controversia dañe el legado de una foto tan importante ni que cause más dolor”.
La autenticidad de la imagen no está en duda, pero la controversia ha adquirido una gran carga emocional porque el nombre del fotógrafo también forma parte del registro histórico, afirmó Keith Greenwood, profesor asociado de fotoperiodismo en la Universidad de Missouri.
“La guerra de Vietnam tiene una historia compleja y aún puede generar fuertes sentimientos. Es lógico que cuestionar la foto también alimente algunos de esos sentimientos”, concluyó.
La icónica imagen fue tomada después de que la fuerza aérea de Vietnam del Sur lanzara un ataque con napalm que impactó accidentalmente la aldea de Trang Bang el 8 de junio de 1972. Kim Phuc, la protagonista de la foto, jugaba con su hermano y sus primos en el patio de un templo.
Ut trabajaba para Associated Press (AP) en ese entonces. El fotógrafo relató que los aldeanos corrían por una carretera cercana tras la explosión. Tras fotografiar a una abuela con un niño moribundo en brazos, Ut vio a Phuc corriendo con los brazos en alto. Corrió hacia ella para tomarle fotos hasta que vio que se le estaba desprendiendo la piel. Entonces le echó agua por el cuerpo y llevó a los niños a un hospital.
Antes de las cámaras digitales, los fotógrafos, tanto los empleados de la agencia como los trabajadores independientes o freelance, tenían que dejar sus películas en la oficina. El editor del cuarto oscuro registraba los créditos y revelaba las películas. El jefe de fotografía decidía entonces qué foto enviar a la sede de AP.
“Cuando regresé a la oficina grité: ‘¡Tengo una foto muy especial!’. Todos se giraron a mirar”, declaró Ut a la BBC en enero.
Ut dijo que solo el editor del cuarto oscuro, Yuichi “Jackson” Ishizaki, estaba en la sección en ese momento. Y que estuvo junto a Ishizaki de pie mientras éste revelaba la película. Ishizaki etiquetó la película con el nombre de Ut y llevó la imagen al área principal.
“Todos vieron la foto y alguien llamó a mi jefe, el jefe de fotografía Horst Faas, para que regresara de almorzar inmediatamente”, dijo Ut.
Según Ut, Faas llegó antes que el editor de fotografía Carl Robinson y ambos discutieron sobre si publicar la foto. Robinson, encargado de escribir los pies de foto, la consideró inapropiada por contener un desnudo. Su objeción fue desestimada.
Sin embargo, Robinson dio una versión radicalmente diferente a la BBC.
Dijo que solo encontró a Ishizaki y a un técnico dentro del cuarto oscuro después de almorzar. Según Robinson, las películas ya estaban reveladas y preparadas para su revisión. Había dos tomas de la misma escena -una lateral y otra frontal- en rollos diferentes enviados por dos fotógrafos.
Robinson vio un nombre desconocido en el libro de registro porque el periodista independiente no trabajaba habitualmente para AP. “Teníamos un montón de corresponsales vietnamitas. Podían ser civiles o, a veces, soldados que ganaban un dinero extra”, dijo.
Robinson señaló que Faas regresó más tarde y no hubo una discusión sobre qué foto enviar. También insistió en que Ut no estuvo presente durante el proceso de selección de fotos.
Robinson relató que mientras escribía el pie de foto, Faas se acercó y le susurró al oído que le diera crédito a Ut, un empleado de AP. “No tuve el valor de desafiarlo porque quería quedarme en Saigón con mi esposa vietnamita y mis dos hijos pequeños”, afirmó.
Tanto Faas como Ishizaki fallecieron.
Robinson no tuvo la conciencia tranquila durante las décadas siguientes. Quiso disculparse con el fotógrafo, pero no recordaba su nombre. En 2015, con la ayuda de un antiguo colega de AP, encontró el nombre de Nghe, pero no logró localizarlo.
Siete años después, Ut y Kim se reunieron con el papa Francisco para celebrar el 50 aniversario de la foto. “Finalmente decidí que tenía que afrontar todo esto. No podía seguir dándole la espalda y olvidándolo”.
Robinson contactó a su colega fotoperiodista Gary Knight, quien accedió a entrevistarlo, lo que marcó el inicio de “The Stringer”.
Poco después el equipo de producción del documental encontró a Nghe, quien se había mudado a Estados Unidos como refugiado tras la caída de Saigón, pero había regresado a su país de origen en 2002.
“Estaba en silencio, sin voz, ansioso y con dolor; emociones profundamente reprimidas”, dijo Nghe. “Nada es más importante que la verdad”.
Tras enterarse de que el documental estaba en marcha, AP inició su propia investigación basándose en las imágenes disponibles, entrevistas con testigos vivos y una inspección de las cámaras de Ut.
AP publicó dos informes en enero y mayo y concluyó que no existían pruebas definitivas para quitar la autoría de la foto a Ut. Sin embargo, la agencia de noticias reconoció que existían “interrogantes importantes”.
AP afirmó que era probable que la foto hubiera sido tomada con una cámara Pentax, lo que contradecía la versión de Ut. Éste afirmó que ese día llevaba consigo cuatro cámaras (dos Leica y dos Nikon) y que utilizó una Leica para capturar la imagen. Al ser interrogado por AP, Ut dijo no haber prestado atención al modelo y agregó que Faas le explicó que la imagen provenía de un rollo tomado con una Leica.
El día de la imagen Nghe fue fotografiado con una cámara parecida a una Pentax en las manos.
Tanto el documental como AP intentaron reconstruir una cronología basándose en imágenes, fotos e imágenes satelitales. Las imágenes de video grabadas poco después de que se tomara la foto muestran una figura borrosa, que se cree es Ut, bastante lejos de los niños. El documental afirma que Ut estaba a 60 metros de la cámara que filmó el video, lo que significa que habría tenido que correr después de tomar la foto.
AP cuestionó esa estimación, situándo a la figura borrosa en un rango de 28,8 a 48 metros con un margen de error del 20%. La agencia argumentó que el cálculo de la distancia podría verse afectado por diferentes variables y que el documental también ignoró otras grabaciones de video y no tuvo acceso a dos conjuntos de imágenes que utilizó en su investigación.
Ni AP ni World Press Photo afirman poder determinar la identidad del fotógrafo. World Press Photo incluso sugirió que un tercer fotógrafo podría haber captado la imagen.
Las dudas persisten: varios periodistas presentes en el lugar de los hechos descartaron la versión del documental por infundada y se negaron a participar en la película.
¿Y qué hay de la foto impresa? Nghe dijo que Faas le dio una, pero su esposa la rompió en un momento de frustración.
Ut mantiene que él es el fotógrafo legítimo y planea presentar una demanda por difamación.
“La gente, naturalmente, quiere saber la verdad detrás de la foto”, dijo el primer fotógrafo vietnamita anónimo citado en esta nota. “Necesitamos más tiempo y pruebas para saber qué sucedió realmente”, agregó.
No cabe duda del poder que “La niña del napalm” conserva décadas después de ser tomada, pero las acusaciones en torno a su autoría le han añadido un matiz de misterio.
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