El gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, negó los señalamientos que hizo Ismael “El Mayo” Zambada en una carta difundida este sábado en la que afirmó que fue emboscado en el lugar donde sostendrían una reunión.
Durante la inauguración del Hospital General del IMSS Bienestar en Culiacán, Rocha Moya señaló que el pasado 25 de julio, cuando se llevaron a cabo las detenciones de “El Mayo” y Joaquín Guzmán López, él se encontraba fuera del estado.
“Yo quiero decirles una cosa sin ataduras. En primer lugar, yo no estaba ese día en Sinaloa, todo me lo estuvieron informando durante el día y la noche y regresé el siguiente día muy tempranito”, indicó.
Asimismo, descartó haber organizado un encuentro con “El Mayo” para resolver un conflicto en el que también estaba involucrado el político y exrector de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS), Héctor Melesio Cuén Ojeda. Apuntó a que se trató de una “trampa” en su contra, lo que confirmaría solo una parte de la versión del capo.
“No tiene nadie del crimen organizado que citarme a una reunión que para resolver un problema, se habla del problema de la universidad, no tiene, no hay por qué, los problemas que le tocan al gobierno lo resolvemos en las instituciones de gobierno”, sostuvo.
“No tenemos nosotros complicidad con nadie y eso es profesando justo la política del presidente, no hay complicidades. Por lo tanto, si dijeron que iba a estar yo, mintieron y si les creyó, pues cayó en la trampa”, agregó.
Rocha Moya insistió en que está comprometido con la política del combate a la corrupción del presidente López Obrador por lo que no puede “quedar mal”. “No hay absolutamente nada que pueda vincularme con ese asunto, nada, lo digo de manera tajante, contundente”.
Si bien admitió que el Cártel de Sinaloa se ha convertido en un rasgo particular del estado, rechazó que este estigma pese sobre él mismo por nacer en Badiraguato -cuna de Joaquín “El Chapo” Guzmán-, sobre su gobierno o sobre la población sinaloense.
“No tenemos ni los de Badiraguato, la gente de Badiraguato es gente trabajadora, buena y la de Sinaloa es gente buena y trabajadora, de tal manera que no existe ningún elemento para que nos lleven en el estigma”, apuntó.
Además, acusó que esta versión tiene el propósito de mancharlo y de paso, al gobierno del presidente López Obrador. “No admitimos nada de eso”, remarcó.
El gobernador de Sinaloa también solicitó que la Fiscalía General de la República (FGR) atraiga el caso del atentado contra el diputado federal electo, Héctor Melesio Cuén Ojeda, ocurrido el mismo día de las detenciones.
“Para que no haya sospechas de ninguna naturaleza, más bien le quiero pedir al presidente que por favor sea el conducto para hablar con el fiscal General de la República y decirle que nosotros quisiéramos que atraiga la investigación, que investigue la Fiscalía General, que esté allá y que se garantice una mayor imparcialidad”, pidió.
Esto después de que “El Mayo” afirmara que el también exrector de la UAS había sido asesinado el mismo día de la emboscada, contraviniendo así la versión de la Fiscalía de Sinaloa que apunta a que dos hombres le dispararon en una gasolinera en Culiacán y que posteriormente perdió la vida en una clínica. Si bien el caso se investiga como un intento de robo, no se han descartado otras líneas de investigación.
“No queremos estar bajo sospecha, no hay razón para eso, creemos que lo haría mucho mejor y estaríamos más satisfechos por la capacidad misma que tiene la fiscalía por el entorno en que se dio este tema, que lo investiguen ellos, que lo atraigan”, reiteró.
Durante el evento, el presidente Andrés Manuel López Obrador insistió en que tiene confianza hacia el gobernador de Sinaloa y le agradeció por aclarar su postura.
“Le tenemos toda la confianza al maestro Rocha Moya, y lo felicito porque dio la cara, no dejó esperar ni un día”.
El presidente aseguró que no hay casualidades porque ayer en la mañanera pidió información sobre el caso de “El Mayo” Zambada y por la tarde, el embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, dio un pronunciamiento. Además de que señaló que aunque hay buena relación con EU sigue habiendo quienes se entrometen en los asuntos nacionales.
“Hoy aparece esta carta y resulta que estamos aquí en Culiacán, pues de una vez vamos a hablar, qué bien que se aclaró cuál es la situación, en dónde estabas y que nunca fuiste convocado a un evento, más claro ni el agua”, dijo a Rocha Moya.
“De todas maneras no van a parar, están molestos, no les gusta la transformación ni a los conservadores ni a los que están acostumbrados a sentirse los dueños del mundo”, dijo en referencia a Estados Unidos, a quienes señaló de “meter las narices” en asuntos nacionales.
En tanto que, la presidenta electa, Claudia Sheinbaum, criticó que se busque estigmatizar a los pobladores del estado al relacionarlos con el crimen organizado y destacó que la gente es “buena y trabajadora”.
“Quien quiere estigmatizar a este estado que se quede con sus historia, aquí viven hombres y mujeres de trabajo. Seguiremos apoyando al gobernador y a la gente”, dijo.
Quien fuera la presidenta del club de fans de la cantante y gerente de algunos de sus negocios fue condenada a cadena perpetua en 1995.
Esas fueron las últimas palabras que pronunció Selena Quintanilla antes de morir.
Aquel fatídico 31 de marzo de 1995, “la reina de la música tejana” se arrastró hasta el vestíbulo del motel Days Inn de Corpus Christi (Texas, Estados Unidos) y, antes de desplomarse, les indicó a los empleados quién le había disparado y dónde encontrarla.
Y con ello, dejó para siempre unido a su nombre el de quien había sido su amiga, la presidenta de su club de fans y gerente de algunos de sus negocios.
Saldívar, quien hasta el día de hoy mantiene que lo ocurrido fue un accidente, fue condenada a cadena perpetua por asesinato en primer grado.
Pena que seguirá cumpliendo 30 años después, al haberle sido denegado este jueves la libertad condicional.
Saldívar nació el 19 de septiembre de 1960 en una familia con siete hijos en San Antonio, una ciudad del sur de Texas, situada a unos 235 kilómetros de la frontera con México.
Enfermera de formación, siempre fue fanática del tex-mex, el género musical que combina ritmos populares mexicanos y texanos.
Aunque su afición por Selena Quintanilla alcanzó otra dimensión.
La cantante, también tejana —nacida en 1971 en Lake Jackson– había demostrado un increíble don vocal ya desde la infancia, al frente de Selena y los Dinos, la banda formada junto a sus hermanos AB y Suzette Quintanilla.
Pero alcanzó el estrellato a principios de la década de 1990, con su mezcla única de tejano con pop o cumbia y otros estilos, y con canciones como “Bidi Bidi Bom Bom”, “Como la flor”, “Amor prohibido”, “No me queda más” o “Tú, solo tú”.
“Selena tenía un aura que te atraía a ella”, explicó la propia Saldívar durante una entrevista desde la cárcel para Selena & Yolanda: The Secrets Between Them, la serie documental de Oxygen que se emitió en Estados Unidos en 2024.
“Cuando cantaba, te obligaba a bailar, te invitaba a sentir lo que sentía, fuera felicidad, depresión, ansiedad o gozo”.
Después de asistir a uno de sus conciertos, en 1991 Saldívar le planteó al padre y mánager de la cantante, Abraham Quintanilla, la posibilidad de fundar un club de fans en San Antonio.
Para 1993 ya tenía 1.500 miembros, una cifra que se multiplicaría hasta alcanzar los 5.000.
En ese tiempo, además de presidir el club, Saldívar pasó a ser la asistente personal de la cantante y gerente de ventas de su marca, Selena Etc.
Su relación era tan cercana, que la cantante incluso la llamaba “mamá”, cuenta Saldívar en Selena & Yolanda.
“Hacía cualquier cosa que se necesitara hacer por Selena”, le dijo Chris Pérez, quien fuera esposo de Selena, en una entrevista a la BBC en 2014.
Pero después de cuatro años de colaboración, a principios de marzo de 1995, Saldívar fue destituida del club de fans y apartada del manejo de los negocios; algo que la mujer siempre sostuvo fue por instrucciones del padre de la artista y no por un deterioro en la relación entre ambas.
Según le contó Abraham Quintanilla en su día a The Dallas Morning News, el despido se debió en realidad a una presunta malversación de fondos.
“(Al público) se le ha alimentado con una narrativa que no es correcta, que yo era una malversadora”, se defendió Saldívar en la entrevista para la serie Selena & Yolanda.
“Siempre le fui más leal a ella que a su padre”.
Saldívar llegó a Corpus Christi, donde Selena estaba grabando el que sería su siguiente disco, procedente de Monterrey (México) y se hospedó en el motel Days Inn.
La noche del 30 de marzo la cantante y su esposo la fueron a ver para que les entregaran documentos de sus negocios que aún estaban en su poder, según las investigaciones.
Más tarde, al darse cuenta que Saldívar no le había dado todos los papeles, Selena la llamó y acordaron volver a reunirse a la mañana siguiente.
De acuerdo a la acusación presentada en el juicio, hacia las 11:00 de la mañana ambas empezaron a discutir en la habitación 158 del motel.
Selena le exigió los documentos; quería marcharse del lugar, pues la esperaban en el estudio para continuar con la grabación del nuevo álbum.
La artista intentó salir de la habitación, pero Saldívar tomó un revólver Taurus .38mm y disparó: la bala alcanzó a Selena en la parte superior derecha de la espalda.
A pesar de haber perdido mucha sangre, la joven de 23 años pudo salir para pedir ayuda y se desplazó casi 100 metros hasta llegar a la recepción, donde finalmente cayó inconsciente.
Una hora después fue declarada muerta en el Hospital Corpus Christi Memorial.
Durante todo ese tiempo, y las siguientes nueve horas, Saldívar las pasaría atrincherada en su camioneta GMC, con el arma en la mano y amenazando con quitarse la vida, mientras un equipo de negociadores intentaba que se rindiera.
A las 21:30 finalmente se entregó y unas horas después rindió su primera declaración formal ante el detective Paul Rivera.
“Apreté el martillo y apreté el gatillo y le disparé mientras caminaba”, afirmó, versión de la que luego se desdijo.
“Saqué el arma de mi bolso y Selena comenzó a caminar hacia la puerta. Le dije que cerrara la puerta. Ella salió corriendo y no sé a dónde fue. La busqué pero no pude encontrarla”, señaló al corregir su primera declaración, ya sin mencionar si accionó o no el arma, que aseguró haber comprado para suicidarse.
“Todo lo que puedo decir es que nunca, nunca hubo ninguna intención de hacerle ningún daño. En ningún momento quise lastimar a nadie”, dijo en su entrevista para la serie de 2024, repitiendo lo que ha sostenido en los últimos 30 años.
“Pero fui condenada por la opinión pública antes incluso de que empezara mi juicio”.
Más de 50.000 personas hicieron fila para ver el cuerpo de Selena la víspera de su entierro en el Seaside Memorial Park el 3 de abril, apenas 13 días antes de la fecha en la que hubiera cumplido 24 años.
El juicio contra Saldívar, que tuvo lugar en Houston, la mayor ciudad del sur de EE.UU. y la más poblada de Texas, generó las mismas expectativas.
El 23 de octubre de 1995 fue declarada culpable de asesinato en primer grado y condenada a cadena perpetua, con la posibilidad de optar a la libertad condicional tras cumplir 30 años, la pena máxima de prisión prevista en el estado.
Desde entonces está presa en la Unidad Patrick L. O’Daniel en Gatesville, gestionada por el Departamento de Justicia Penal de Texas.
Durante su confinamiento, Saldívar obtuvo el título de asistente legal y un grado asociado en justicia penal, y ha presentado varias quejas de derechos alegando maltrato por parte del sistema penitenciario del estado, según registros judiciales. También ayudó a otros reclusos a interponerlas.
En documentos judiciales presentados en 2016, Saldívar dijo que estaba bajo custodia protectora, separada del resto de reclusas, porque los funcionarios de la prisión estaban preocupados por su seguridad debido a la naturaleza de “alto perfil” de su caso.
Presentó varias apelaciones de su condena, pero todas fueron rechazadas.
Y este jueves, tres días antes de la fecha a partir de la cual podía optar a la libertad condicional (30 de marzo), se supo que le fue denegada.
La Junta de Indultos y Libertad Condicional de Texas informó que el panel encargado de evaluarlo lo decidió así, tras un proceso que inició hace seis meses y que incluyó la revisión de documentos judiciales, informes de delitos, cartas de apoyo y en protesta y entrevistas.
“La razón proporcionada por el panel para la denegación fue la naturaleza de la ofensa”, se lee en la página web de la Junta.
“El expediente indica que la ofensa en cuestión tiene elementos de brutalidad, violencia, comportamiento agresivo o selección consciente de la vulnerabilidad de la víctima, lo que indica un desprecio consciente por la vida, la seguridad o la propiedad de los demás, de modo que el delincuente representa una amenaza continua para la seguridad pública”.
La familia de la cantante y su viudo, Chris Pérez, expresaron su gratitud a la Junta de Indultos y Libertad Condicional de Texas.
“Si bien nada puede traer de vuelta a Selena, esta decisión reafirma que la justicia sigue en pie por la hermosa vida que nos fue arrebatada a nosotros y a millones de fanáticos en todo el mundo demasiado pronto”, expresaron en un comunicado publicado en las redes sociales.
Con 18 millones de discos vendidos, Selena es una de las artistas femeninas más exitosas de la historia de la música latina. En 2021 fue galardonada con el premio a la trayectoria en los Grammy y tres años después galardonada de forma póstuma con la Medalla Nacional de las Artes.
Saldívar deberá esperar hasta marzo del 2030 para volver a optar a la libertad condicional. Tendrá entonces 69 años.
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