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Ulises Lara, el fiscal interino de la CDMX y mano derecha de Ernestina Godoy
Ulises Lara, el fiscal interino de la CDMX y mano derecha de Ernestina Godoy
Foto: Cuartoscuro/Archivo
5 minutos de lectura

Ulises Lara, el fiscal interino de la CDMX y mano derecha de Ernestina Godoy

El sociólogo Ulises Lara pasó de vocero a fiscal interino luego que Ernestina Godoy no fue ratificada; a finales de los 70 se cruzó con Sheinbaum, ha sido diputado y docente.
10 de enero, 2024
Por: Dalila Sarabia
@Dalila_Sarabia 

A partir de este miércoles, Ulises Lara fungirá como fiscal capitalino en tanto el Congreso de Ciudad de México designe a la persona titular de la institución, un proceso que, a decir de Octavio Rivero, presidente de la Comisión de Administración y Procuración de Justicia del legislativo local, podría alargarse, incluso, hasta después de las elecciones del próximo 2 de junio.

Pero ¿quién es Ulises Lara que hasta este martes 9 de enero se desempeñaba como vocero de la Fiscalía local?

Cuenta con estudios de sociología en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, además de dos maestrías. Una en Gobierno y Asunto Públicos, que cursó también en la UNAM, y otra en Dirección y Gestión Pública Municipal la cual estudió en la Universidad Carlos III España.

En 2020 obtuvo el grado de doctor en derecho por la Universidad Ejecutiva del Estado de México.

Ulises Lara y Claudia Sheinbaum

Desde que cursaba el bachillerato en el CCH Oriente comenzó a participar en movimientos estudiantiles en donde, a finales de los años setenta cruzó su camino con Claudia Sheinbaum, exjefa de gobierno de la CDMX y hoy precandidata a la presidencia de la República.

Según narra Arturo Cano en su libro “Claudia Sheinbaum. Presidenta” el primer encuentro que tuvieron ambos políticos no fue del todo agradable.

En 1979 Ulises Lara, quien militaba en un grupo de inspiración maoísta fue comisionado para participar en una reunión en el Centro Nacional de Comunicación Social (Cencos) en donde se discutieron los pormenores de la marcha conmemorativa del 10 de junio.

La misión de Lara era simple: lograr que el contingente del CCH Oriente fuera en la vanguardia de la movilización, sin embargo, “alguien” propuso que los contingentes fueran en otro orden.

Era Claudia Sheinbaum quien en ese entonces era estudiante del CCH Sur.

“Lara dijo, con mucha seguridad ‘No, compañero, nosotros tenemos que marchar al frente…’”, narra Cano en su libro. “La respuesta fue más que sorpresiva ‘¡Soy compañera y me llamo Claudia!’. Ulises Lara se comió la vergüenza y la discusión siguió”.

Este episodio, incluso, da nombre al primer capítulo de la biografía de la aspirante presidencial.

ernestina godoy fiscal informe
Foto: Cuartoscuro

Experiencia política del fiscal interino Ulises Lara

La carrera política de Ulises Lara comenzó en 1991 cuando se desempeñó como diputado federal de la 54 Legislatura.

Entre 1992 y 1997 fue asesor de la Secretaría General de la UNAM y Subdirector de Enlace Institucional de la Dirección General de Atención, también en la Máxima Casa de Estudios.

A partir de 1998 se sumó a las filas del servicio público como Director de Planeación en el Comité de Planeación para el Desarrollo el entonces Distrito Federal (Coplade) y entre el 2001 y el 2004 fue asesor en la Secretaría de Gobierno capitalina.

Entre 2004 y 2006 se desempeñó como Director General de Gobierno de la Secretaría de Gobierno y en 2008 fue nombrado Director Ejecutivo de Promoción y Fomento de Programas de Vivienda, en el Instituto de Vivienda del Gobierno del Distrito Federal, cargo que ocupó hasta el 2010.

Después fungió como Director General de Desarrollo Económico y Rural en la entonces delegación Tláhuac y en 2013, durante la administración de Miguel Ángel Mancera, regresó al Gobierno central como Director Ejecutivo de Formación Continua y Servicios Estudiantiles de la Secretaría de Educación del Gobierno.

Entérate: PRI expulsará a las diputadas que votaron a favor de la ratificación de Ernestina Godoy como fiscal de la CDMX

De 2015 a 2016 fue el Director General del Instituto de Educación Media Superior (IEMS).

Con la llegada de Claudia Sheinbaum al Gobierno capitalino, Ulises Lara se unió en 2019 a la todavía Procuraduría General de Justicia capitalina en donde ocupó la dirección General de Diseño de Estrategias y fue responsable de la Unidad de Transición de Procuraduría a Fiscalía.

Desde 2020, cuando se concreta la transición de la Fiscalía, Ulises Lara encabezó la Coordinación de Asesores de la Fiscalía y se desempeñó como vocero de la titular, Ernestina Godoy.

Este martes 9 de enero, Lara fue nombrado titular de la Coordinación General de Investigación Territorial a fin de que cumpliera los requisitos que dispone la Ley Orgánica de la Fiscalía y ante la ausencia de titular de la institución, pues el Congreso capitalino rechazó la ratificación de Godoy, sea él quien se desempeñe como fiscal suplente.

ernestina godoy fiscal informe
Foto: Cuartoscuro

Labor docente del fiscal interino

Desde 1995 y hasta la fecha, Ulises Lara ha combinado su labor política y en la administración pública con la docencia impartiendo clases en las licenciaturas de Ciencia Política y Administración Pública en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM.

De acuerdo con su ficha curricular publicada en el Centro de Estudios en Administración Pública, las líneas de investigación de Lara son: Participación Ciudadana, Gobernabilidad y Gobernanza, Ciudad de México, Partidos Políticos y Seguridad y Justicia.

Entre los títulos de trabajos de titulación que ha dirigido se encuentran tesis tituladas “La Planeación Urbana en la Constitución de la Ciudad de México”, “Génesis del PRD en el DF”, “Las corrientes políticas en el PRD”, “La defensa del proceso electoral en el Municipio de Chalco” y “El sistema de financiamiento de los Municipios en México”.

Sin plazos, la designación de un nuevo fiscal

Luego de que Ernestina Godoy no fuera ratificada por el Congreso capitalino, Ulises Lara puede quedar como titular de la institución por tiempo indefinido, pues no hay un plazo para concluir con el trámite.

Y aunque Octavio Rivero, presidente de la Comisión de Administración y Procuración de Justicia en el Congreso capitalino confió en que en breve se desahogue el pendiente, el precedente en la negociación, discusión y votación de Ernestina Godoy no es un buen augurio.

“Yo espero que no se alargue (hasta después de las elecciones) porque todos debemos tener sensibilidad política, pero además lo que representa la procuración de justicia en la Ciudad (por eso) apelo a que el Consejo Judicial Ciudadano acelere la discusión y apelo a que con mis compañeros tengamos una discusión seria, no lo que pasó que me parece, más bien, un tipo de venganza en contra de la fiscal por hacer su trabajo”, dijo en entrevista.

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Imagen BBC
Qué ha pasado en Gaza desde el alto el fuego y por qué el conflicto no ha terminado
12 minutos de lectura

Mas de 350 palestinos han muerto desde el pasado 10 de octubre en Gaza, donde seis semanas después del inicio del alto el fuego la situación sigue siendo desesperada para la gran mayoría de sus habitantes.

04 de diciembre, 2025
Por: BBC News Mundo
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Israel y Hamás sellaron el pasado 10 de octubre un acuerdo de cese el fuego que debía poner fin a dos años de un conflicto que ha devastado la Franja de Gaza.

Seis semanas después del inicio de ese cese de hostilidades, el derramamiento de sangre no ceja en Gaza, donde civiles palestinos siguen muriendo a diario por disparos o ataques israelíes.

La intensidad del conflicto se ha reducido, pero eso no ha evitado que la cifra de víctimas palestinas siga creciendo, aunque más lentamente.

La ayuda humanitaria, tras meses de férreo bloqueo, vuelve a entrar a la Franja, pero no en el volumen necesario para hacer frente a las necesidades de una población que sigue, en su gran mayoría, desplazada y en un territorio que se ha quedado prácticamente sin infraestructuras.

El alto el fuego ha permitido que la ONU empiece a reabrir las escuelas que opera en la Franja, la mayor parte de ellas dañadas por los bombardeos y que siguen sirviendo de refugio para muchas familias. El sistema sanitario también sigue siendo muy precario. Solo 36 de los hospitales de Gaza están parcialmente operativos, según Naciones Unidas.

Hamás, aunque ha quedado muy debilitado, se niega a desarmarse, como demostró al día siguiente de iniciarse el alto el fuego, cuando sacó a 7.000 milicianos armados a las calles para reafirmar el control sobre zonas de Gaza desocupadas por las tropas israelíes. Pero su hegemonía está siendo cuestionada por un nada desdeñable número de grupos armados han proliferado en la Franja dispuestos a hacerle frente.

En medio de todo esto, los palestinos aguardan a que el plan de paz que propuso el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, del que el alto el fuego solo constituía una primera fase, avance y pueda comenzar la reconstrucción de un territorio controlado aún en su mayoría por el ejército israelí.

Más de 350 muertos en ataques israelíes

El goteo de víctimas desde el día en que entró en vigor el alto el fuego no se ha detenido.

Más de 350 personas han muerto en Gaza en ataques israelíes desde entonces, lo que elevan la cifra total de víctimas palestinas desde el inicio del conflicto el 7 de octubre de 2023 a 70.100, muchas de ellas mujeres y niños, según cifras del ministerio de Sanidad de Gaza.

Los milicianos de Hamás continúan siendo objetivo del ejército israelí, pero la enorme mayoría de víctimas siguen siendo civiles, como el fotógrafo Mahmud Wadi, fallecido este martes en un ataque con dron en Jan Yunis. O los hermanos Fadi y Juma Abu Assi, de 8 y 11 años que, según su familia, estaban buscando leña para cocinar al este de esta misma ciudad cuando fueron alcanzados el pasado sábado por el fuego israelí.

Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) aseguraron a la BBC que habían disparado sobre dos sospechosos que cruzaron la Línea Amarilla.

Una imagen de dos niños en un teléfono móvil.
Anadolu via Getty Images
Los hermanos Fadi y Juma Abu Assi, de 8 y 10 años, estaban buscando leña cuando fueron alcanzados por el fuego israelí, según su familia.

Esta demarcación, que delimita el territorio al que Israel aceptó retirarse tras el alto el fuego, no está claro para muchos palestinos, a veces con consecuencias fatales.

Pero las muertes no solo se han producido en las inmediaciones de la Línea Amarilla. Israel ha llevado a cabo bombardeos de zonas densamente pobladas en Gaza en respuesta, según las FDI, a ataques de Hamás.

En uno de ellos, en la noche del pasado 28 de octubre, murieron 104 palestinos en una oleada de bombardeos en Ciudad de Gaza, Beit Lahia, Bureij, Nuseirat y Jan Yunis, según el ministerio de Sanidad de la Franja. Israel alegó que actuó contra “decenas de objetivos terroristas”.

Tanto las FDI como Hamás se han acusado mutuamente de violar el alto el fuego en repetidas ocasiones.

El pasado 21 de noviembre, el portavoz de Unicef, Ricardo Pires, recordó que, desde el cese el fuego, dos niños han muerto de media cada día en Gaza.

“Esto no son estadísticas. Cada uno de ellos era un niño con una familia, un sueño, una vida truncada repetidamente por la violencia continuada”, dijo Pires a los periodistas.

Qué ha pasado con la ayuda humanitaria

El estricto bloqueo que Israel impuso en Gaza durante meses antes del alto el fuego, impidiendo el acceso de ayuda humanitaria a la Franja, provocó una hambruna que mató a más de 200 personas, según la propia denuncia de la ONU.

El acuerdo de alto el fuego alcanzado entre Israel y Hamás establecía que 600 camiones de ayuda humanitaria debían entrar diariamente a la Franja para satisfacer las necesidades básicas de sus 2,1 millones de habitantes.

Sin embargo, aunque desde el 10 de octubre Israel ha aflojado los controles y se ha permitido la entrada de ayuda, no se han alcanzado los niveles necesarios, según la ONU.

El acceso humanitario sigue estando muy restringido, tal y como denunciaron recientemente un grupo de expertos de Naciones Unidas, entre otras cosas porque solo se han reabierto dos de los seis pasos fronterizos.

“El volumen de camiones de ayuda que entran en Gaza nunca ha alcanzado el objetivo acordado de 600 al día y, con frecuencia, ha sido inferior a la mitad de esa cifra”, afirmaron los expertos, entre los que se encuentra Francesca Albanese, relatora especial de la ONU para los territorios palestinos.

Amnistía Internacional también ha denunciado que Israel sigue bloqueando “la entrada de equipos y materiales necesarios para reparar las infraestructuras vitales y retirar municiones sin explotar, escombros contaminados y aguas residuales”, señaló recientemente la organización en un comunicado.

Israel asegura que desde el inicio del alto el fuego han entrado en Gaza una media de 600 a 800 camiones diarios con alimentos, suministros para refugios y material médico, según la Coordinadora de Actividades Gubernamentales en los Territorios (COGAT). El 41% de esos camiones van al sector privado, según sus propias cifras.

Según la OCHA, la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios, aunque la frecuencia con la que los gazatíes comen ha mejorado en la mayoría de los hogares, “el consumo de alimentos sigue estando muy por debajo de los niveles anteriores al conflicto”, y la dieta se basa principalmente en cereales, legumbres y cantidades moderadas de lácteos y aceite, con un acceso muy limitado a alimentos nutritivos como la carne, las verduras y las frutas.

Varios cocineros preparan comida en una ollas gigantes.
BBC
La cocina de Anera en al-Zuwayda es una de las más de 35 que hay en Gaza y que proporcionan 210.000 comidas calientes al día.

Tal y como relató a la BBC Sami Matar, de la ONG Anera, que gestiona una cocina comunitaria en Gaza, “nos vemos obligados a cocinar principalmente tres tipos de comidas a la semana: arroz, pasta y lentejas (…) Necesitamos que la comida sea más variada, para garantizar verduras frescas y proteínas esenciales como la carne y el pollo”.

Estos productos, asegura, “no pueden entrar en Gaza para su distribución como ayuda humanitaria”, y solo las importan vendedores locales, aunque muchos gazatíes no tienen dinero para comprarlas.

Quien ha dejado de operar en Gaza seis meses después de ponerse en marcha es la polémica Fundación Humanitaria de Gaza (GHF, por sus siglas en inglés), que crearon Estados Unidos e Israel para eludir el sistema tradicional de ayuda de la ONU. Cientos de personas murieron por disparos israelíes durante sus caóticas entregas de cajas de ayuda humanitaria.

Dónde está el ejército israelí

El acuerdo de alto el fuego establecía que el ejército israelí se retiraría de Gaza “en base a estándares, hitos y plazos” que debían ser acordados por todas las partes.

Un mapa que distribuyó la Casa Blanca entonces mostraba las tres etapas propuestas para la retirada de las tropas israelíes, que dejaba en la primera fase, la única que se ha acordado por el momento, bajo control israelí un 53% de Gaza, toda la franja que se extiende a lo largo de la frontera con Israel.

En las siguientes fases, este territorio debería reducirse hasta el 40% en la segunda etapa y hasta el 15% en la última, una suerte de “perímetro de seguridad” que “permanecería hasta que Gaza esté debidamente protegida frente a cualquier resurgimiento de la amenaza terrorista”.

Actualmente, las FDI permanecen tras la conocida como Línea Amarilla, en un territorio que, según una investigación de BBC Verify que analizó videos e imágenes satelitales, es mayor de lo previsto en el acuerdo con Hamás.

En algunos puntos, los marcadores colocados por las tropas israelíes para señalizar la división se encontraban cientos de metros más al interior de la Franja de lo que se esperaba según la línea de retirada.

En este territorio, Israel ha destruido además barrios enteros en lo que parecen demoliciones intencionadas. Según un análisis de BBC Verify, al menos 1.500 edificios fueron derribados en el primer mes tras el alto el fuego.

Mapa que muestra la Franja de Gaza y la delimitación de la Línea amarilla que la separa de Israel
BBC

Israel alega que estas demoliciones no violan lo acordado ya que según los términos del cese al fuego, “todas las infraestructuras del terror, incluyendo túneles, deben ser desmantelados en Gaza. Israel actúa en respuesta a las amenazas, violaciones y la infraestructura del terror”, dijo un portavoz de las FDI.

Pero algunos analistas y expertos en derecho internacional opinan que estas demoliciones podrían estar violando las leyes de la guerra, que prohíben la destrucción de propiedad civil por parte de una potencia ocupante, así como poniendo en peligro el acuerdo de alto el fuego.

Más del 90% de la población de Gaza se ha visto desplazada durante los dos años de conflicto y la mayoría sigue viviendo en tiendas de campaña improvisadas.

Muchos no pueden regresar a sus hogares porque ya no están ahí. Según cifras de la ONU, el 80% de los edificios de la Franja han sido destruidos. En la Ciudad de Gaza, el principal núcleo urbano del territorio, esta cifra se eleva hasta el 92%.

Proliferación de grupos armados rivales de Hamás

En los últimos meses y, especialmente desde el inicio del alto el fuego, una serie de facciones armadas enfrentadas a Hamás han proliferado en la Franja de Gaza.

Entre ellos hay grupos que se apoyan en clanes familiares, bandas criminales y nuevas milicias, algunas de las cuales cuentan con el respaldo de Israel, como ha admitido el propio primer ministro Benjamin Netanyahu.

Hamás no parece estar dispuesto a ceder el control de la Franja y en las semanas posteriores al alto el fuego se han podido ver videos en redes sociales de sus milicianos propiciando palizas o ejecutando a plena luz del día de miembros de grupos rivales a los que acusan de colaborar con Israel.

Estas nuevas formaciones operan, cada uno en su porción de territorio, dentro de la Línea Amarilla, la parte de la Franja que sigue controlada por el ejército israelí.

Están, por ejemplo, las Fuerzas Populares, el grupo que lidera Yaser Abu Shabab en la zona de Rafah, que ha sido acusado de haber saqueado camiones de ayuda humanitaria enviados a Gaza durante la guerra. O las Fuerzas de Ataque Antiterrorista, que dirige Hossam al Astal en los alrededores de Jan Yunis. Otro de los grupos es el Ejército del Pueblo – Fuerzas del Norte, que está liderado por Ashraf al Mansi y que opera en el norte de la Franja.

Miembros armados de la milicia Fuerzas Populares de Yasser Abu Shabab escuchan un discurso de su comandante adjunto, Ghassan al-Dhahini (16 de noviembre de 2025).
Yasser Abu Shabab/Facebook
Una de las milicias más grandes, las Fuerzas Populares, opera cerca de la ciudad sureña de Rafah.

Algunos de estos grupos aspiran a acabar formando parte de las futuras fuerzas policiales de Gaza y aseguran, aunque no está confirmado, que trabajan en coordinación con la Junta para la Paz, el organismo internacional que deberá administrar Gaza bajo el plan del presidente estadounidense Donald Trump.

Su despliegue despierta recelos entre parte de la población gazatí y de la Autoridad Nacional Palestina, que desconfía del apoyo que Israel parece prestar a algunos de estos grupos.

“Israel podría exigir la integración de estas milicias, debido a sus propias consideraciones políticas y de seguridad específicas”, señaló el general Anwar Rajab, portavoz de las fuerzas de seguridad de la Autoridad Palestina, a la corresponsal de la BBC en Medio Oriente Lucy Williamson.

Pero las exigencias de Israel, prosiguió, “no necesariamente benefician a los palestinos. Israel quiere seguir imponiendo su control de una u otra manera en la Franja de Gaza”.

Retorno de cuerpos de rehenes y de palestinos

En el acuerdo de alto el fuego, Hamás se comprometió a devolver en un plazo de 72 horas a los 20 rehenes israelíes vivos y los cadáveres de los 28 secuestrados que aún se encontraban en Gaza.

Según los términos de lo pactado, Israel debería devolver 15 cadáveres de palestinos en su poder por cada rehén fallecido en manos de Hamás.

Todos los rehenes vivos fueron liberados el 13 de octubre a cambio de 250 presos palestinos y 1.718 detenidos de Gaza.

Hasta ahora se han entregado los restos mortales de 26 secuestrados, 23 de ellos israelíes, así como un tailandés, un nepalí y un tanzano.

A cambio, Israel ha devuelto los cadáveres de 330 palestinos muertos durante la guerra. En su mayoría son cuerpos sin identificar de los que no está claro si fallecieron en Gaza o bajo custodia israelí, y algunos muestran signos de tortura, según han denunciado los doctores que los recibieron.

Israel ha acusado a Hamás de retrasar deliberadamente la recuperación de los cadáveres de los rehenes, mientras que Hamás ha insistido en que está luchando por encontrarlos bajo los escombros.

La lentitud de los avances ha supuesto que no se haya avanzado en la segunda fase del plan de paz del presidente Donald Trump para Gaza. Este incluye planes para la gobernanza de Gaza, la retirada de las tropas israelíes y el desarme de Hamás y la reconstrucción.

Hamás tomo 251 rehenes el 7 de octubre de 2023, cuando lanzó un ataque sorpresa sobre el sur de Israel en el que mató a más de 1.200 personas -en su mayoría civiles- que desencadenó una respuesta militar de una intensidad sin precedentes del ejército israelí sobre Gaza.

Familiares se despiden ante la tumba de Tal Haimi, uno de los rehenes cuyo cuerpo devolvió Hamás tras el acuerdo de alto el fuego.
Alexi Rosenfeld/Getty Images
La familia de rehenes como Tal Haimi, cuyo cadáver estaba en manos de Hamás, pudo por fin enterrarlo después de que el acuerdo de alto el fuego facilitara el intercambio de fallecidos.

En qué punto se encuentra la negociación de la segunda fase del plan de paz

El cese de las hostilidades, el retorno de los rehenes, la retirada del ejército israelí de zonas de Gaza y la entrada de ayuda humanitaria forman parte de la primera fase del conocido como plan de paz de Trump para Gaza, que cuenta con 20 puntos.

Una vez alcanzado, la partes debían avanzar hacia las siguientes etapas, que prevén el despliegue de una Fuerza Internacional de Estabilización (FIE) y, en un futuro, el posible camino hacia el establecimiento de un Estado palestino, algo que el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu ha rechazado.

El pasado 17 de noviembre, el plan presentados por Estados Unidos recibió el espaldarazo del Consejo de Seguridad de la ONU, lo que permitiría avanzar desde el alto el fuego hacia la reconstrucción de la Franja.

La resolución prevé la creación de una “Junta para la paz” que supervisaría la gobernanza de un comité tecnocrático y apolítico palestino y supervisaría la reconstrucción de Gaza y la entrega de ayuda humanitaria, aunque no especifica quién formaría parte de esa junta.

Tampoco está claro por ahora qué países aportarían efectivos para esas fuerzas de estabilización, ni el papel que tendrá en Gaza la Autoridad Nacional Palestina, a la que el plan exige una reforma profunda.

El plan también prevé la desmilitarización de Hamás y otros grupos en la Franja, algo a lo que la milicia islamista se ha negado.

Según la resolución, la fuerza de estabilización colaborará con Israel y Egipto, junto con una fuerza policial palestina de nueva formación debidamente seleccionada, para ayudar a proteger las zonas fronterizas y garantizar el proceso de desarme permanente de los grupos armados no estatales, incluido Hamás.

La incertidumbre en torno a todas estas cuestiones ha frenado el inicio de la segunda fase del plan de paz, para la que aún no hay fecha.

BBC

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