Christian Pérez se preparaba para una larga jornada de conversatorios y trabajo en la Facultad de Filosofía de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), donde estudia la maestría, el día que fue detenido y gravemente lastimado por policías municipales, durante una protesta de artesanos otomíes.
El joven fue golpeado y lastimado por uniformados, de tal manera que le provocaron un traumatismo en la mano y una subluxación, además de que estuvo detenido por alrededor de cuatro horas y tuvo que pagar una multa.
“Me dijeron que era una detención por portar un arma blanca en mi mochila, pero sólo soy ciclista y cargo herramientas para cualquier eventualidad con mi bicicleta”, recordó en entrevista con Animal Político.
A una semana de que se registró una protesta de artesanos indígenas, que dejó un saldo de 11 detenidos y más personas golpeadas y lastimadas, el estudiante y activista del colectivo Comida No Bombas ha levantado una denuncia ante la Fiscalía por el abuso de autoridad que se cometió en su contra.
Christian se encontraba en el Centro Histórico de Querétaro tras sus primeras actividades de la mañana en la Facultad, y alrededor del mediodía del viernes 25 de octubre, le empezaron a llegar mensajes de compañeros activistas que policías habían detenido a un grupo de artesanos indígenas.
El Gobierno municipal del panista Felipe Fernando Macías había ordenado desde temprano un operativo policial en el Centro Histórico de Querétaro denominado “Plan de Orden”, con el que buscaba impedir que los artesanos indígenas se instalaran en plazas populares a vender su mercancía.
En respuesta, los artesanos se manifestaron con cartulinas en contra de la disposición, momento en el cual se produjo un primer enfrentamiento que resultó en cinco detenidos y mujeres indígenas golpeadas.
Después de las primeras detenciones, colectivos de activistas y más artesanos indígenas realizaron una protesta en la zona Centro para exigir la liberación de sus compañeros, así como denunciar la represión por parte de los policías de Querétaro.
Christian se dirigió hacia el punto de encuentro para apoyar a los artesanos con una documentación de la protesta.
“Al ver esta situación, lo primero que pienso es que hay condiciones de violencia que deben de ser registradas y observadas porque me parece que comienza a hacerse visible la posibilidad de represión en este operativo”, explicó.
También lee: Comunidad otomí denuncia represión y violencia de policías de CDMX en intento de desalojo de la Casa de los Pueblos
Fue en este momento cuando llegaron policías con él y le señalaron su mochila, diciendo que tenían un reporte de que portaba un arma blanca y tenía que revisar sus pertenencias. Adentro sólo estaban sus herramientas que utiliza para reparar su bicicleta, que es su medio de transporte, pero fue entonces cuando se produjo la detención con uso excesivo de fuerza.
“Me cargaron del cuello colgando, otros dos me levantaron los pies, me voy asfixiando como por cuatro o cinco segundos que se me hicieron eternos, yo les dije que no podía respirar”.
Al momento en que lo soltaron para subirlo a la camioneta, Christian les recordó que en Estados Unidos han fallecido afroamericanos que fueron detenidos con uso excesivo de fuerza y que no podían respirar, y en ese momento, relató, le propinaron un golpe en el estómago.
Al presentarlo ante un juez, los policías que lo detuvieron declararon que Christian había sacado un desarmador mientras un uniformado caminaba hacia él y lo amenazó con la frase “No te me acerques, pinche puerco”.
“Estaba falseando, haciendo una mentira, que también es una violación a mis derechos”, relató Christian. “Dije que era inocente, pero el juez no prestó atención a eso, sólo me ordenó tres horas de detención y un acondicionamiento”.
Te puede interesar: Fiscalía de Querétaro desaloja a familiares de desaparecidos, víctimas acusan represión y amenazas en su contra
Christian fue liberado después de cuatro horas tras pagar una multa, pero denunció que se había cometido una injusticia en su contra y por ello inició una denuncia en contra de los policías y mandos superiores por su detención.
Ni el Gobierno municipal ni el estatal, a cargo de Mauricio Kuri, se han acercado con él para ofrecer diálogo o reparación del daño, pero en redes sociales han mencionado que tuvieron un diálogo con los artesanos indígenas y defendieron el operativo de ordenamiento en el Centro Histórico.
El hallazgo se realizó utilizando una tecnología que utiliza láser y que permite mapear las estructuras que están enterradas bajo la vegetación.
Una enorme ciudad maya ha sido descubierta siglos después de que desapareciera debajo de la selva en México.
Los arqueólogos encontraron pirámides, campos deportivos, caminos que conectan distritos y anfiteatros en el estado de Campeche, en el sureste del país.
El hallazgo del complejo oculto, al que llamaron Valeriana, se produjo utilizando Lidar, un tipo de estudio láser que mapea las estructuras enterradas bajo la vegetación.
Los expertos creen que el descubrimiento es el segundo en densidad después de Calakmul, considerado el sitio maya más grande de la américa precolombina.
El equipo encontró tres sitios en total, que son del tamaño de Edimburgo, la capital de Escocia, “por accidente” cuando un arqueólogo buscaba datos en Internet.
“Estaba en algo así como la página 16 de la búsqueda de Google y me topé con un estudio láser realizado por una organización mexicana para el monitoreo ambiental”, explicó Luke Auld-Thomas, un estudiante de doctorado en la Universidad de Tulane (Estados Unidos).
Fue un estudio Lidar, una técnica de detección remota que dispara miles de pulsos láser desde un avión y mapea los objetos que se encuentran debajo de la tierra utilizando el tiempo que tarda la señal en regresar.
Pero cuando Auld-Thomas procesó los datos con métodos utilizados por los arqueólogos, vio lo que otros habían pasado por alto: una enorme ciudad antigua que pudo haber albergado entre 30.000 y 50.000 personas en su apogeo entre el 750 y el 850 d. C.
Eso es más que la cantidad de personas que viven en la región hoy en día, apuntaron los investigadores.
Auld-Thomas y sus colegas bautizaron a la ciudad como Valeriana, en honor a una laguna cercana.
El hallazgo está sirviendo para cambiar la visión occidental de que los trópicos eran lugares donde “las civilizaciones iban a morir”, agregó el profesor Marcello Canuto, coautor de la investigación.
El experto recordó que esta parte del mundo fue el hogar de culturas ricas y complejas.
No hay certeza de las razones que llevaron a la desaparición y al abandono final de la ciudad, pero los arqueólogos consideran que el cambio climático fue un factor importante.
Valeriana tiene las “características de una ciudad capital” y ocupaba el segundo lugar en densidad de edificios, detrás del espectacular yacimiento de Calakmul, a unos 100 kilómetros de distancia.
Los arqueólogos indicaron que está “oculta a simple vista”, ya que se encuentra a sólo 15 minutos a pie de una carretera principal cerca de Xpujil, donde ahora viven principalmente descendientes de los mayas.
No hay fotografías conocidas de la ciudad perdida porque “nadie ha estado allí nunca”, admitieron los investigadores, aunque la gente local puede haber sospechado que había ruinas bajo los montículos de tierra.
Puedes leer: Catacumberitos, la organización contra el abandono animal que impulsa la vida digna de los gatitos
La ciudad, que tenía unos 16,6 kilómetros cuadrados, albergaba dos centros principales con grandes edificios a unos 2 kilómetros de distancia, unidos por densas casas y caminos.
También tenía dos plazas con templos en forma de pirámides, donde los mayas habrían rezado, escondido tesoros como máscaras de jade y enterrado a sus muertos.
Asimismo, tenía una cancha donde los habitantes de la urbe habrían jugado un antiguo juego de pelota.
Igualmente se encontraron pruebas de un reservorio, lo que indica que la gente utilizaba los recursos del entorno natural para mantener a una gran población.
Auld-Thomas y Canuto inspeccionaron tres sitios diferentes en la jungla y encontraron 6.764 edificios de varios tamaños.
La profesora Elizabeth Graham, del University College de Londres y quien no participó en la investigación, afirmó que el descubrimiento respalda las afirmaciones de que los mayas vivían en ciudades o pueblos complejos y no en aldeas aisladas.
“La cuestión es que el paisaje fue definitivamente colonizado -es decir, colonizado en el pasado- y no, como parece a simple vista, deshabitado o ‘salvaje'”, dijo.
La investigación sugiere que cuando las civilizaciones mayas colapsaron a partir del año 800 d. C., fue en parte porque estaban tan densamente pobladas que no pudieron sobrevivir a los problemas climáticos.
“Esto sugiere que la zona estaba completamente llena de gente al comienzo de la sequía y ello no le daba mucha flexibilidad. Y entonces tal vez todo el sistema básicamente se deshizo a medida que la gente se fue alejando”, agregó Auld-Thomas.
La guerra y la conquista de la región por parte de los colonizadores españoles en el siglo XVI también contribuyeron a la erradicación de las ciudades-estado mayas.
La tecnología Lidar ha revolucionado la forma en que los arqueólogos examinan las áreas cubiertas de vegetación, como los trópicos, abriendo un mundo de civilizaciones perdidas, explicó el profesor Canuto.
En los primeros años de su carrera, las inspecciones se hacían a pie y a mano, utilizando instrumentos sencillos para revisar el terreno centímetro a centímetro.
Pero en la década transcurrida desde que se utilizó Lidar en la región mesoamericana, dijo que se ha cartografiado alrededor de diez veces el área que los arqueólogos lograron en aproximadamente un siglo.
Auld-Thomas, por su parte, aseveró que su trabajo sugiere que todavía hay muchos sitios de los que los arqueólogos no tienen idea.
De hecho, se han encontrado tantos sitios que los investigadores no pueden excavarlos todos.
“Tengo que ir a Valeriana en algún momento. Está tan cerca de la carretera, ¿cómo no? Pero no puedo decir que haremos un proyecto allí”, dijo Auld-Thomas.
“Una de las desventajas de descubrir muchas ciudades mayas nuevas en la era del Lidar es que hay más de las que podemos esperar estudiar”, añadió.
El hallazgo se publicó en la revista académica Antiquity.
Haz clic aquí para leer más historias de BBC News Mundo.
Suscríbete aquí a nuestro nuevo newsletter para recibir cada viernes una selección de nuestro mejor contenido de la semana.
Y recuerda que puedes recibir notificaciones en nuestra app. Descarga la última versión y actívalas.