El puerto turístico de Acapulco quedó casi devastado e incomunicado este miércoles tras el paso del huracán Otis que lo golpeó en categoría 5, la máxima en la escala Saffir-Simpson. Mientras que de otras zonas de Guerrero, como Costa Chica, sólo se sabe que no es posible comunicarse.
A casi 24 horas de que Otis tocara tierra en la madrugada del miércoles, Acapulco está sin agua, sin energía eléctrica, sin telefonía celular, sin aeropuerto en funciones, pero con hoteles, centros comerciales, casas y vías públicas afectadas.
También, a casi un día de que Otis devastara Acapulco, la Secretaría de la Defensa (Sedena) informó:
“Las afectaciones hasta este momento son: caída de árboles, interrupciones eléctricas, caída de postes de luz y espectaculares, vehículos varados, interrupción de servicios telefónicos e internet, caída de bardas, inundaciones y viviendas e instalaciones afectadas”, reportó Sedena en un comunicado en X publicado alrededor de las 21:50 horas.
Otis tocó tierra alrededor de las 00:25 de la madrugada del miércoles.
La agencia de noticias AFP constató que no hay vuelos de avión ni autobuses entre Ciudad de México y Acapulco, horas después de que el huracán tocara tierra con vientos de hasta 315 km/h, según el gobierno mexicano.
“En Acapulco no hay señal internet ni energía (eléctrica)”, agregó un periodista de AFP que pudo salir de la ciudad para transmitir sus fotos.
A las 15:15 horas de este miércoles, Conagua reportó que Otis se debilitó a “baja presión remanente”, cuando el martes se intensificó en unas cuantas horas hasta categoría 5, lo que le convierte en el más fuerte que ha tocado tierras del Pacífico mexicano.
Ahora, el centro de Otis se localiza en tierra sobre Michoacán. Su amplia circulación ocasiona lluvias fuertes a puntuales intensas en estados del sur y centro del país, con puntuales torrenciales en Guerrero, pronosticó Conagua.
Ante la falta de comunicación, la información fluye a cuentagotas, sobre todo, respecto a las afectaciones a la población y turistas en el sitio. Testimonios de algunos en Foro TV relatan que han caminado varios kilómetros para ir a casa de familiares y saber cómo se encuentran. Otros, comentaron que no hay agua, luz, pero agradecer estar con vida y esperan poder pronto a sus lugares de origen.
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, viajó por carretera rumbo a Acapulco. Finalmente completó el trayecto hasta ese puerto, pero antes se topó con derrumbes de rocas y árboles que tapaban el camino, cambiando de autos y evitando el lodo, de acuerdo con un reporte de AFP.
Sin embargo, hasta las 21:00 horas no hay un balance general de daños de todo tipo por parte del Gobierno federal.
La gobernadora del estado de Guerrero, Evelyn Salgado, dijo en la red social X (antes Twitter) que su administración trabaja para la reapertura de las carreteras y las líneas de telefonía, en lo que llamó un “inédito escenario”.
El mandatario mexicano viajaba junto con los secretarios de Defensa, Marina, Seguridad Pública y Protección Civil.
Las fuertes lluvias y vientos causados por el ciclón Otis provocó deslavez, troncos caídos y lodo en vías terrestres que comunican Acapulco con otras zonas de Guerrero y del país, como la Autopista del Sol.
Tras varias horas de permanecer cerrada, la Autopista del Sol fue reabierta para el paso de vehículos de emergencia a la altura del kilómetro 360 en ambos sentidos, reportó la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes.
“Reiteramos a los usuarios se abstengan de circular por dicha carretera, en tanto se normalicen sus condiciones de operación”, pidió la dependencia federal.
Más tarde, la autoridad federal informó que la Autopista México-Acapulco “estará completamente habilitada en ambos sentidos” para mañana jueves 26 de octubre.
De acuerdo con Amapola Periodismo, las avenidas Miguel Alemán y Cuauhtémoc están inundadas con decenas de automóviles varados.
Además, se reportó el desbordamiento del Río Papagayo.
El Aeropuerto Internacional de Acapulco suspendió operaciones hasta nuevo aviso, informó la tarde de este miércoles la Agencia Federal de Aviación Civil AFAC en un comunicado.
La dependencia agregó que la terminal aérea está sin energía eléctrica y sin comunicación móvil ni fija.
Además, la Torre de Control está fuera de servicio con cristales rotos y la comandancia destruida, añadió.
Las vías de acceso a esta terminal aérea están bloqueadas y aún no se cuenta con una lista de las necesidades.
Antes esta situación, la autoridad activó el plan de emergencia local.
Por separado, el Aeropuerto de Zihuatanejo informó que ya operaba.
Ricardo Dueñas, director general de OMA (empresa que opera el aeropuerto de Acapulco) confirmó que la terminal área seguirá cerrada este miércoles.
“Estamos trabajando en maniobras de limpieza, mantenimiento y reforzamiento para solventar la situación, a fin de garantizar la seguridad de nuestros pasajeros y personal”, publicó en su cuenta de X.
La fuerza de Otis dejó 58 estructuras colapsadas de las líneas de alta tensión, que son la fuente principal de energía eléctrica en la región afectada, informó la noche del miércoles la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
En un primer balance, CFE reportó que los daños a su infraestructura afectó a 504 mil 340 usuarios. Se ha restablecido el servicio de 202,932, el 40%, reportó alrededor de las 21:00 horas en un comunicado.
En imágenes en vivo de Foro TV se observaba que las calles de Acapulco estaban a oscuras.
“En las zonas afectadas se avanza en paralelo con la reparación de daños y rehabilitación de la red de media y baja tensión. Una vez que se recuperen las líneas de alta tensión, se podrá agilizar el restablecimiento del suministro eléctrico”, explicó la CFE.
La CFE detalló que para restablecer el servicio de energía eléctrica dispuso de 1,320 trabajadores, 159 grúas, 511 vehículos, 37 plantas de emergencia, 21 torres de iluminación y 3 helicópteros.
Mientras tanto, las autoridades educativas locales suspendieron clases, actividades académicas y administrativas para este jueves 26 de octubre en todos los municipios de Guerrero, incluido Acapulco.
El huracán Otis también impide la comunicación de 27 sensores del Sistema de Alerta Sísmica Mexicano SASMEX, en la región del océano Pacífico de las costas de Michoacán, Guerrero y Oaxaca.
En caso de que ocurriera un sismo fuerte, próximo a los sensores afectados, no se podrá emitir un aviso de alerta sísmica.
Las brigadas de ingenieros de CIRES trabajan para restablecer el servicio, pero por el daño a caminos tardará en restablecerse.
De acuerdo con Amapola Periodismo, las avenidas Miguel Alemán y Cuauhtémoc están inundadas con decenas de automóviles varados.
Según los reportes, fue en la Zona Diamante de Acapulco donde ocurrió el mayor número de afectaciones.
Los plafones de la parte alta del edificio de Galerías Diana, ubicada en la avenida costera Miguel Alemán, fueron volados por los ventarrones.
Usuarios de redes sociales muestran videos de los daños en comercios, ventanales destrozados por el viento y turistas que colocaron camas y colchones a manera de protección en ventanas de hoteles, mientras que otros se refugiaron en los baños.
Zoé Robledo, director del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), informó que tras el paso de Otis en Guerrero, trabajan de manera conjunta con la Coordinación Nacional de Protección Civil y enviarán un equipo de médicos y enfermeras con experiencia en desastres naturales parta atender a los damnificados que lo requieran.
Protección Civil federal recordó que Otis tocó tierra como huracán categoría 5, la máxima posible en la escala Saffir-Simpson, algo sin precedentes para el puerto de Acapulco.
“Es un huracán muy poderoso, ninguno de los modelos matemáticos había advertido que tendríamos este huracán categoría 5”, dijo la titular de Protección Civil.
“Aunque ya se degradó no quiere decir que ya pasaron los riesgos, hay que tenerle mucho respeto”, aseguró Laura Velázquez en entrevista con Milenio TV.
“Nos encontramos sin el servicio telefónico, sin servicio de internet y servicio eléctrico, no tenemos evaluación de daños”, comentó.
“Hasta ahora no tenemos datos sobre pérdida de vidas humanas, pero no hay comunicación (…), sí daños materiales, ruptura de caminos; la propia autopista llegando a Acapulco tiene derrumbes”, dijo el presidente Andrés Manuel López Obrador esta mañana.
El gobierno trabaja para restablecer la comunicación en la zona afectada, mientras que un convoy con ayuda humanitaria, encabezado por los ministros de Defensa, Marina, Seguridad y Comunicaciones, partía hacia el puerto por tierra, ante la imposibilidad de llegar por avión.
El titular de la Secretaría de Seguridad de la Ciudad de México, Pablo Vázquez Camacho, informó que la dependencia enviará “apoyos especializados” para ayudar a la población afectada por el paso del huracán Otis.
En entrevista con medios explicó que se desplegarán 60 elementos de la Fuerza de Tareas, del grupo conocido como Zorros, “altamente especializados en labores de rescate”; también 50 miembros del Escuadrón de Rescate y Urgencias Médicas (ERUM); además de dos camiones costeros, camionetas del Agrupamiento Guerreros y ambulancias.
También acudirá personal de la Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil (SGIRPC), Bomberos, Sacmex y de la Secretaría de Obras, en particular, especialistas en revisión de estructuras.
“Este es un primer envío, habrá una evaluación de lo que se necesite y conforme avance o vaya evolucionando las labores de rescate, se irán determinando los recursos y tiempos”, dijo Pablo Vázquez.
En octubre de 2015, la porción central de la costa del Pacífico sufrió el impacto de Patricia, el huracán más poderoso en los registros meteorológicos -con vientos sostenidos de 325 km/h y rachas de hasta 400 km/h-, pero sólo dejó daños materiales, pues tocó tierra en una zona deshabitada y montañosa.
En tanto, en septiembre de 2013 se registró otro fenómeno inédito en las costas mexicanas: de manera simultánea, la tormenta tropical Manuel entró por el Pacífico y el huracán Ingrid por el Golfo de México, con saldo de 157 muertos y al menos 1,7 millones de damnificados.
En octubre de 2005, el Caribe mexicano fue golpeado por Wilma, el huracán más costoso de la historia, que tocó tierra por Cozumel para después azotar lentamente por más de 48 horas a Cancún y la Riviera Maya. Dejó ocho muertos y más de 10,000 millones de dólares en pérdidas, sobre todo en lujosos hoteles.
El 9 de octubre de 1997, Acapulco fue golpeado por el huracán Paulina, que tocó tierra con categoría 4, dejando más de 200 muertos, uno de los más letales en la historia de México.
Con información de AFP
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, recurrió a una ley federal poco utilizada que permite al gobernante federalizar a la Guardia Nacional bajo ciertas circunstancias específicas.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ordenó el despliegue de dos mil soldados de la Guardia Nacional a Los Ángeles, ante una escalada en las protestas contra las redadas migratorias en la ciudad californiana.
La decisión del mandatario se impuso sobre la autoridad del gobernador de California, el demócrata Gavin Newsom, quien calificó la medida de “provocación deliberada”.
En la última semana, al menos 118 inmigrantes fueron arrestados en operativos realizados en varias partes de la ciudad. Esto generó un ambiente de tensión cuando multitudes se congregaron frente a negocios que presuntamente iban a ser blanco de redadas.
Según la oficina del alguacil del condado de Los Ángeles, los manifestantes se tornaron “cada vez más agresivos, lanzando objetos y mostrando comportamientos violentos”, lo que obligó a la policía a emplear gas lacrimógeno y granadas aturdidoras.
Las autoridades locales informaron que hubo 29 detenidos.
Trump justificó su decisión alegando que Los Ángeles vive una “invasión y ocupación por inmigrantes indocumentados y criminales”, según escribió en su plataforma Truth Social.
“Ahora, turbas violentas e insurrectas acosan y atacan a nuestros agentes federales para intentar detener nuestras operaciones de deportación. Pero estos disturbios ilegales solo refuerzan nuestra determinación”, agregó.
“Se restablecerá el orden, los inmigrantes indocumentados serán expulsados y Los Ángeles será libre. ¡Gracias por su atención a este asunto!”, concluyó.
Más allá de las razones de Trump para movilizar a la Guardia Nacional, BBC Mundo plantea otras 4 preguntas para comprender lo que está ocurriendo.
Para contener los disturbios, Trump recurrió a una ley federal poco utilizada que permite al presidente federalizar a la Guardia Nacional bajo ciertas circunstancias específicas.
Normalmente, la Guardia Nacional de cada estado se activa únicamente cuando lo solicita el gobernador.
Sin embargo, en esta ocasión Trump eludió ese procedimiento invocando una disposición especial del Código de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos (10 U.S.C. §12406), que contempla tres circunstancias bajo las cuales el presidente puede poner bajo control federal a la Guardia Nacional.
Trump indicó en su memorando que las protestas en Los Ángeles constituyen “una forma de rebelión contra la autoridad del gobierno de Estados Unidos”.
Expertos aseguran que esta es la primera vez desde 1965 que la Guardia Nacional es activada por orden presidencial sin el consentimiento del gobernador estatal.
En 1992, durante los disturbios provocados por la absolución de policías acusados de golpear al automovilista afroestadounidense Rodney King, el entonces presidente George HW Bush envió tropas federales, pero en ese caso fue el gobernador de California, Pete Wilson, quien solicitó el apoyo.
En 2020, tropas de la Guardia Nacional fueron desplegadas en algunos estados tras las protestas por la muerte de George Floyd.
Altos funcionarios del gobierno de Trump respaldaron la movilización militar. El secretario de Defensa, Pete Hegseth, afirmó en redes sociales que era una decisión “de sentido común” y agregó: “La violencia y destrucción contra agentes e instalaciones federales NO serán toleradas”.
El senador republicano por Oklahoma, Markwayne Mullin, declaró a CNN: “¿Parece que las protestas están bajo control? Absolutamente no”.
Sin embargo, varios funcionarios californianos rechazaron la intervención militar al asegurar que la policía local puede controlar los disturbios y que la presencia del ejército es innecesaria.
La congresista demócrata Nanette Barragán, quien representa a Paramount, una localidad de las afueras de Los Ángeles donde se registraron protestas, le dijo a CNN: “No necesitamos esa ayuda”.
“La Guardia Nacional solo empeorará las cosas”, añadió.
Sus palabras coinciden con las del gobernador Newsom, quien denunció en la red social X: “El gobierno federal está tomando el control de la Guardia Nacional de California y enviando dos mil soldados a Los Ángeles, no porque falten policías, sino porque quieren montar un espectáculo”.
Karen Bass, alcaldesa de Los Ángeles, declaró también a ABC7 que el despliegue militar es innecesario.
Agentes del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) realizaron redadas el viernes en zonas mayoritariamente latinas de Los Ángeles como parte de la ofensiva del gobierno de Trump contra la inmigración irregular.
Un portavoz confirmó que 44 personas fueron arrestadas ese día.
Estos operativos forman parte del objetivo presidencial de realizar “la mayor operación de deportación en la historia de EU”.
Los Ángeles, que tiene una numerosa población migrante, se ha convertido en un foco importante para esta política migratoria.
A principios de mayo, ICE anunció la detención de 239 migrantes indocumentados en una operación de una semana en la ciudad, aunque las cifras de arrestos generales no han cumplido las expectativas del gobierno.
En junio, la Casa Blanca incrementó su meta, estableciendo que ICE debería realizar al menos tres mil arrestos diarios.
Las autoridades han extendido cada vez más sus operativos a lugares de trabajo como restaurantes y tiendas minoristas.
Las recientes redadas en Los Ángeles, que generaron protestas, ocurrieron en un comercio mayorista de ropa y en una sucursal de la cadena de ferreterías Home Depot.
“Van a ver más redadas en lugares de trabajo de las que se hayan visto en la historia de este país”, afirmó Thomas Homan, el “zar de la frontera” del gobierno de Trump.
Esta agresiva campaña de deportaciones ha incluido el traslado de migrantes en aviones militares hacia la base de Guantánamo, centro militar estadounidense criticado por abusos contra los derechos humanos, antes de llevarlos a Luisiana.
Otros fueron enviados a una prisión de máxima seguridad en El Salvador, incluyendo al menos un migrante con estatus legal en EE.UU.
Algunos incluso fueron enviados a países con los que no tienen ningún vínculo de origen.
Muchas de estas acciones han enfrentado desafíos legales en los tribunales.
El viernes, varios manifestantes se enfrentaron con agentes federales frente a un comercio mayorista de ropa. Lanzaron objetos e intentaron impedir los arrestos. Los agentes federales respondieron usando granadas de estruendo y gas pimienta.
En Paramount, ubicada a unos 32 kilómetros del sur del centro de Los Ángeles, también se usaron gases lacrimógenos y granadas de estruendo contra manifestantes frente a una tienda Home Depot.
En redes sociales, ICE describió la situación así: “Nuestros valientes agentes fueron ampliamente superados en número: más de mil manifestantes rodearon y atacaron un edificio federal”.
En respuesta a las protestas, la policía de Los Ángeles confirmó que realizó 29 arrestos, casi todos por negarse a dispersarse, una falta menor, según informó CBS News, medio asociado de la BBC en EU.
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