Una niña cayó de las escaleras eléctricas de la Cetram Periférico Oriente este miércoles por la tarde. El motivo de la caída fue que un vidrio de la escalera se rompió y los trabajadores de la Cetram protegieron la zona con un hule, pero sin poner algún tipo de señalización.
La menor, identificada por su madre como Dayana, cayó de una altura de más de siete metros al buscar recargarse en el vidrio de la escalera. Aunque su madre la iba tomando de la mano, le ganó el peso de su cuerpo, según lo aseguró la mujer en una entrevista para Imagen Noticias.
“No había vidrio, era un plástico nada más, no había ninguna señalización de peligro o algo así. Íbamos bien, la llevaba tomada de la mano, dimos el paso para bajar y nada más vi cómo se venció y me quedé en shock”, relató Jessica, madre de la menor.
Tras darse a conocer los hechos, en redes sociales la tragedia se viralizó poniendo al Sistema de Transporte Colectivo Metro como responsable de no señalizar y advertir del riesgo que corren los usuarios.
En la discusión del hecho, el Metro precisó que las instalaciones de esa escalera forman parte del Centro de Transferencia Modal (Cetram) Periférico Oriente y no es parte de su jurisdicción.
“El Organismo Regulador de Transporte, encargado del Cetram, ha contactado a la familia de la menor para brindar el apoyo correspondiente, mientras que ya se inició la investigación conducente por lo ocurrido. Evita la desinformación así como compartir información falsa”, señaló el Metro en un comunicado.
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En la entrevista concedida a Imagen este jueves, Jessica, la madre de la menor, aseguró que está estable, pero todavía están por hacerle estudios en el Hospital Pediátrico Iztapalapa, donde continúa su atención médica.
“Gracias a Dios mi hija está bien, ahorita está estable, pero la pusieron férula en el brazo derecho”, precisó.
Según los ingenieros de Google, su nueva tecnología logró resolver un problema que hubiera tomado diez cuatrillones de años.
Google ha presentado un nuevo chip que, según afirma, tarda cinco minutos en resolver un problema que actualmente a las supercomputadoras más rápidas del mundo les llevaría diez cuatrillones (o 10.000.000.000.000.000.000.000.000 años) completar.
El chip es el último desarrollo en un campo conocido como computación cuántica, que intenta utilizar los principios de la física de partículas para crear un nuevo tipo de computadora increíblemente poderosa.
Google dice que su nuevo chip cuántico, llamado “Willow”, incorpora “avances” clave y “allana el camino hacia una computadora cuántica útil a gran escala”.
Sin embargo, los expertos dicen que Willow es, por ahora, un dispositivo en gran parte experimental, lo que significa que una computadora cuántica lo suficientemente poderosa como para resolver una amplia gama de problemas del mundo real aún está a años (y a miles de millones de dólares) de distancia.
Las computadoras cuánticas funcionan de una manera fundamentalmente diferente a las de los los teléfonos o portátiles.
Aprovechan la mecánica cuántica (el extraño comportamiento de las partículas ultrapequeñas) para resolver problemas mucho más rápido que los ordenadores tradicionales.
Se espera que los ordenadores cuánticos puedan llegar a utilizar esa capacidad para acelerar enormemente procesos complejos, como la creación de nuevos medicamentos.
También se teme que se pueda utilizar para fines criminales como, por ejemplo, para romper algunos tipos de cifrado utilizados para proteger datos sensibles.
En febrero, Apple anunció que el cifrado que protege los chats de iMessage se está haciendo “a prueba de cuántica” para evitar que los lean los potentes ordenadores cuánticos del futuro.
Hartmut Neven dirige el laboratorio de inteligencia artificial cuántica de Google que creó Willow y se describe a sí mismo como el “optimista jefe” del proyecto.
Le dijo a la BBC que Willow se utilizaría en algunas aplicaciones prácticas, pero se negó, por ahora, a proporcionar más detalles.
Pero un chip de este tipo capaz de realizar aplicaciones comerciales no aparecerá antes de finales de la década, dijo.
Inicialmente estas aplicaciones serían la simulación de sistemas donde los efectos cuánticos son importantes.
“Por ejemplo, es relevante cuando se trata del diseño de reactores de fusión nuclear, para entender el funcionamiento de medicamentos y el desarrollo farmacéutico, y para desarrollar mejores baterías para automóviles y otra larga lista de tareas similares”.
Neven le dijo a la BBC que el rendimiento de Willow significaba que era el “mejor procesador cuántico construido hasta la fecha”.
Pero el profesor Alan Woodward, un experto en informática de la Universidad de Surrey, en Inglaterra, dice que las computadoras cuánticas serán mejores en una variedad de tareas que las computadoras “clásicas” actuales, pero no las reemplazarán.
Advierte contra la exageración de la importancia del logro de Willow en una sola prueba.
“Hay que tener cuidado de no comparar manzanas con naranjas”, le dijo a la BBC.
El problema que Google eligió como punto de referencia de rendimiento estaba “hecho a medida para una computadora cuántica”, por lo que no logra demostrar “un aceleramiento universal en comparación con las computadoras clásicas”.
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No obstante, dijo que Willow representaba un progreso significativo, en particular en lo que se conoce como corrección de errores.
En términos muy simples, cuanto más útil es una computadora cuántica, más cúbits tiene.
Sin embargo, un problema importante con esta tecnología es que es propensa a errores, una tendencia que anteriormente ha aumentado cuanto más cúbits tiene un chip.
Pero los investigadores de Google afirman que han revertido esta situación y han logrado diseñar y programar el nuevo chip de manera que la tasa de error se redujera en todo el sistema a medida que aumentaba el número de cúbits.
Fue un gran “avance” que resolvió un desafío clave que el campo había perseguido “durante casi 30 años”, dice Neven.
El experto le dijo a la BBC que era comparable a “si tuvieras un avión con un solo motor: eso funcionará, pero dos motores son más seguros, y cuatro motores son aún más seguros”.
Los errores son un obstáculo significativo para crear computadoras cuánticas más potentes y el desarrollo fue “alentador para todos los que se esfuerzan por construir una computadora cuántica práctica”, dijo el profesor Woodward.
Pero el propio Google señala que para desarrollar computadoras cuánticas útiles, la tasa de error aún tendrá que ser mucho menor que la mostrada por Willow.
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