Marilyn Cote, la abogada que se hacía pasar por psiquiatra en Puebla, suma once denuncias en su contra por su presunta responsabilidad en el delito de usurpación de profesión, informó este jueves la Fiscalía General del Estado.
“Hasta el momento, se han recabado un total de once denuncias y destaca que algunas víctimas fueron atendidas desde el año 2017 por lo que se realiza en cada caso la investigación correspondiente”, dijo en conferencia de prensa el fiscal de investigación metropolitana de Puebla, José Alan Villegas Arenas.
Hasta el 23 de noviembre, Marilyn Cote tenía cinco denuncias en su contra y ahora se sumaron seis acusaciones. El 21 de noviembre fue detenida en Tlaxcala.
Cote es señalada por recetar medicamentos controlados sin ser psiquiatra y sin contar con los estudios necesarios para ejercer dicha profesión que requiere instrucción y certificación médica en México y en Estados Unidos.
A estas acusaciones, la Fiscalía de Puebla informó que Cote suma una nueva acción penal en su contra por presuntamente amenazar con arma de fuego a una persona en un fraccionamiento de la capital poblana.
De acuerdo con la Fiscalía local, el 18 de noviembre pasado los denunciantes se encontraban en el Fraccionamiento Bugambilias cuando escucharon gritos por la venta. Al asomarse vieron que Marilyn Cote era quien les gritaba que se callaran, que no hicieran ruido. Momentos después, Cote sacó un arma y le apuntó a una persona.
Tras la denuncia de la víctima, la Fiscalía investigó y ejercició acción penal contra Cote por el delito de amenazas. La audiencia inicial de Cote por esta nueva acusación se encuentra en espera de fecha para su realización.
La Fiscalía de Puebla dio detalles de los objetos encontrados en el consultorio donde Marilyn Cote daba consulta como psiquiatra sin serlo.
El consulturio se localiza en unas torres médicas de la ciudad de Cholula y el operativo se realizó en conjunto con la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), entidad que resguardaba el inmueble derivado de un proceso administrativo por este caso.
Entre los objetos encontrados en el consultorio y asegurados por las autoridades están: dos cédulas profesionales, dos reducciones de presuntos estudios de licenciatura y ocho cuadros con supuestos estudios de Cote con logos de instituciones educativas y una constancia de situación fiscal.
Sobre los documentos encontrados, la autoridad determinó que una de las cédulas profesionales es por un doctorado en psicología, la cual es verdadera. Sin embargo, la segunda cédula corresponde a un doctorado en medicina y que resultó ser falsificada con el mismo número de la de psicología.
De las reducciones de dos títulos de licenciatura, uno de medicina y otro por una especialidad, la Fiscalía concluyó que son falsos.
Marilyn Cote fue vinculada a proceso por su presunta participación en el delito de usurpación de profesión el pasado 23 de noviembre. Un día antes, un juez de control le impuso la medida cautelar de prisión preventiva justificada.
El caso de Marilyn Cote y su presunta usurpación de profesión se hizo público a través de una cuenta en redes sociales llamada Charlatanes Médicos en X, un perfil que expone a personas que presuntamene trabajan en el área médica y que en ocasiones no tienen título profesional.
Esta cuenta en X compartió el caso de Marilyn Cote el pasado 5 de noviembre al publicar unas recetas donde manda fármacos que solo pueden prescribir psiquiatras con cédula profesional.
A partir de ese post en X, el caso se viralizó y comenzaron surgir denuncias que derivaron en el inicio de una investigación sobre el trabajo de Cote.
En sus recetas aparecen los logos de las Universidades de Harvard y de Oslo. Sin embargo, sus cédulas indican que todos sus estudios los hizo en México.
La pereza, el miedo a no hacerlo perfecto o la desidia nos apartan de hacer un montón de actividades, pero con algunos métodos se puede solucionar.
Piensa: ¿cuántas veces demoraste en arrancar con esa tarea pendiente? O en, por fin, apuntarte a ese curso que te encanta.
En ocasiones, la pereza, el miedo a no hacerlo perfecto o la desidia nos apartan de hacer un montón de actividades, o las retrasamos tanto que al final perdemos un valioso tiempo en el que podríamos estar disfrutando.
Hay muchos motivos que nos pueden llevar a esto. Pero también soluciones.
Para ello, los japoneses tienen un montón de técnicas que nos pueden ayudar a superar la pereza y encontrar una motivación. Acá te las contamos.
Sin traducción directa del japonés, este término representa la idea de la felicidad de vivir. Es, esencialmente, la razón por la que te levantas cada mañana.
Para quienes en Occidente están más familiarizados con el concepto, se le asocia frecuentemente con un diagrama de Venn con cuatro cualidades que se superponen: lo que amas, para lo que eres bueno, lo que necesitas y por lo que te pueden pagar.
Ken Mogi, neurocientífico y autor de “Awakening Your Ikigai”, dice que el ikigai es un concepto antiguo y familiar para los japoneses, que puede traducirse simplemente como “una razón para levantarse por la mañana” o, más poéticamente, “despertarse con alegría”.
Y la psicóloga japonesa Michiko Kumano (2017) ha dicho que el ikigai es un estado de bienestar que surge de la devoción a las actividades que uno disfruta, lo que también trae consigo una sensación de plenitud.
En pocas palabras: busca algo que te motive cada día, que sea una razón para moverte. Puede ser desde tener un pequeño espacio con plantas, cuidar una mascota a aprender cada día algo nuevo.
La filosofía de Kaisen se basa en realizar pequeños cambios y mejoras constantes en todas las áreas de la vida.
Esto va contra el pensamiento de querer manejar con destreza algo desde el primer día. Algo que, además de imposible, genera mucha frustración y puede hacer que abandonemos aquello que nos proponemos hacer.
El modo de aplicar esto es establecerse pequeñas metas diarias, fijarte en las pequeñas mejoras. El secreto es comprometerte a dar al menos un paso que te acerque a esto.
Estos pequeños pasos te ayudarán a vencer la inercia y crear un impulso constante hacia la productividad. Y también encontrar los detalles a mejorar poco a poco.
Esta técnica se remonta al periodo de posguerra en Japón y, por ejemplo, en la página web de la conocida empress Toyota reconocen este sistema como uno de sus principios básicos del sistema de producción.
La traducción al español es, a grandes rasgos, mejora continua. “Kai” significa “cambio” y “zen” significa “para mejor”. Es una filosofía que ayuda a garantizar la máxima calidad, la eliminación de desperdicios y mejoras en la eficiencia, tanto en equipos como en procedimientos de trabajo.
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Cuando una tarea se nos hace complicada de hacer, bien porque nos es pesada o porque requiere concentración, esta técnica puede servirnos.
Si bien la técnica la inventó el italiano Francesco Cirillo a finales de la década de 1980, es algo muy usado en Japón para aumentar la productividad y llevar de un modo más ameno las tareas diarias. Se conoce como” pomodoro”, en referencia a unos aparatos con forma de tomate para contar los minutos.
Matthew Bernacki, profesor asociado de la Facultad de Educación de la Universidad de Carolina del Norte (UNC), en Estados Unidos cuenta a la BBC que esta técnica, por bloques, es buena para no sufrir distracciones.
Por ejemplo, marca 25 minutos en el reloj y, en ese periodo, dedícate exclusivamente a estudiar un contenido o a hacer una tarea, ya sea intelectual o física, y desconectándote de todas las distracciones.
Después, tienes cinco minutos para recompensar a tu cerebro con alguna distracción, por ejemplo, tomando un tentempié o consultando tus mensajes. Y luego vuelves para otro bloque de 25 minutos de estudio.
Esta técnica ayuda no sólo a evitar la pérdida de tiempo con distracciones, sino también a mantener el cerebro motivado con la perspectiva de una “recompensa”.
“No pongas en la panza -Hara- más del 80 % de lo que querrías comer (Hachi Bu)”.
Eso es lo que, más o menos, significa esta técnica que, básicamente consiste en que no te hinches de comer hasta llenarte.
Y, ¿qué tiene esto que ver con la productividad y la pereza? Solo piensa en cómo te sientes después de una comida copiosa, en la que quedaste lleno. Con ganas de una siesta, ¿cierto?
La solución sería esta técnica, que tiene su origen en la ciudad de Okinawa, donde la gente usa este consejo como una forma de controlar sus hábitos alimenticios.
La psicóloga Susan Albers, PsyD, dice que este enfoque es útil porque te indica que dejes de comer cuando te sientas apenas lleno.
Cuando mires tu plato, explican desde la Cleaveland Clinic, decide qué cantidad te haría sentir lleno y luego calcula cómo sería el 80 % de esa cantidad. Quizás sean dos tercios de la comida de tu plato. Intenta sentirte satisfecho y no tener hambre, en lugar de sentirte lleno.
Este concepto proviene del budismo zen y significa “mente de principiante”.
Esta idea proviene del monje Shunryū Suzuki, quien escribió: “En la mente del principiante hay muchas posibilidades. Pero en la del experto hay pocas”.
Esta técnica se trata de tomar cada cosa que hagamos con una actitud abierta, sin prejuicios o preconcepciones independientemente del nivel de experiencia que ya tengamos en ese tema. Exactamente igual que como haría un principiante.
Esto, por un lado, permite que aceptemos que no sabemos todo. Varios estudios científicos han demostrado que esta postura de modestia es muy beneficiosa para la persona que la adopta, según reporta Forbes India.
¿Por qué? Porque el acercarse a algo con curiosidad y con la mente abierta también nos lleva a perseverar en algo, ser innovador y atrevernos.
El término wabi-sabi no solo es intraducible, sino que es considerado indefinible en la cultura japonesa.
Es un término que se originó en el taoísmo durante la dinastía Song en China (960 -1279) y luego se transmitió al budismo zen.
Inicialmente se vio como una forma de apreciación austera y restringida. Hoy, el término encapsula una aceptación más relajada de lo transitorio, la naturaleza y la melancolía, que da cabida a lo imperfecto y lo incompleto en todo, desde la arquitectura hasta la cerámica y los arreglos florales.
“Mientras nos esforzamos por crear cosas perfectas y luego luchamos por preservarlas, negamos su propósito y nos perdemos de la alegría que viene con el cambio y el crecimiento”, escribe Lily Crossley-Baxter en un artículo de BBC Mundo.
Y, a la hora de centrarnos en la productividad o en hacer alguna tarea o hobbie, se basa en abrazar la imperfección en vez de estresarnos con los detalles. O, en otras palabras: “lo perfecto es enemigo de lo bueno”.
Porque mientras nos empeñamos en que algo quede perfecto, fijándonos en cada pequeña minucia, posiblemente estamos perdiendo un tiempo precioso.
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