“Hola, Monterrey, soy Mariana. Estoy lista para ser su Alcaldesa”.
Con esas palabras de apertura, la influencer Mariana Rodríguez dio su discurso como aspirante a su primer cargo de elección popular, ya que hasta ahora sólo se había desempeñado como titular de la oficina “Amar a Nuevo León”, cargo al cual llegó una vez que su pareja, Samuel García, fue electo al Ejecutivo local.
En un edificio cerrado ubicado en el centro de Monterrey, la candidata emecista dio inicio a su campaña a las 00 horas de este domingo, acto en el cual fue acompañada por su esposo, el Gobernador de Nuevo León, y el candidato presidencial Jorge Álvarez Máynez, quienes desde la primera fila le animaron y gritaron su nombre con alegría.
Nuevo León, como Jalisco, es uno de los únicos dos estados en ser gobernados por el partido naranja, a la vez que aportó en 2021 el 12% de los votos que obtuvo MC a nivel nacional.
Por su parte, Mariana Rodríguez es una de las figuras más populares y emblemáticas de Movimiento Ciudadano, al ser ella quien –a partir de un video publicado durante la campaña de García– acuñó la frase “fosfo fosfo” al referirse a unos tenis naranja fuerte que portaba.
El calzado, hoy parte de la identidad del partido, estuvo presente nuevamente no sólo en los asistentes, sino en el discurso de la joven, quien aseguró que lejos de colgar los tenis, trae “los fosfo más puestos que nunca”, y aunque ella no portó dichos zapatos, vistió con un traje del mismo color.
Este 31 de marzo, tanto Claudia Sheinbaum, de la alianza Morena-PT-PVEM, como Xóchitl Gálvez de la coalición PRI-PAN-PRD, decidieron asistir a los arranques de campaña en distintos estados en los que contendrán por las gubernaturas: Chiapas, Puebla, Morelos y Veracruz.
La candidata del oficialismo anunció que estará en Puebla y Morelos el domingo, mientras que la abanderada de “Fuerza y Corazón por México” acompañará a Eduardo Rivera en tierras poblanas.
A diferencia de sus contrincantes, el abanderado de Movimiento Ciudadano optó por compartir este día con la influencer Rodríguez, quien buscará competir por la Alcaldía de la capital neolonesa, y su “compadre” García, con quien horas antes del evento disfrutó en el festival musical “Tecate Pa’l Norte”.
“Nuevo León es un estado emblemático para nuestro movimiento. Es un momento importante, fundacional, para la campaña de Movimiento Ciudadano, el arranque de las campañas locales aquí en Nuevo León, y me da mucho gusto estar acompañando a Mariana Rodríguez en este día”, expresó.
Cuestionado sobre su decisión de acompañar un inicio de campaña para una presidencia municipal y no así para gubernatura, Álvarez Máynez aseguró que a lo largo de la semana estará presente en las entidades para acompañar las campañas locales.
“El lunes estoy en Puebla, el jueves estoy en Morelos, que también arrancan las campañas a la gubernatura y las campañas locales, y voy a estar en todo el país”, aseguró.
Asimismo, aseguró que este periodo del proceso electoral en las entidades tendrá un impacto positivo para el presidenciable porque “eso le mete una mayor aproximación, un mayor interés de las personas a las campañas”, además que “la expectativa va a crecer” debido a que el primer debate presidencial se realizará en tan sólo una semana.
Los mensajes de los líderes de Estados Unidos y de Rusia revelan diferentes perspectivas sobre un posible acuerdo de paz para Ucrania.
Donald Trump prometió el año pasado que terminaría la guerra de Ucrania en “24 horas”.
La semana pasada dijo que no se resolvería hasta que él y el presidente ruso, Vladimir Putin, pudieran “reunirse” y resolverlo en persona.
El lunes, la cosa cambió de nuevo.
Después de una llamada telefónica de dos horas con Putin, Trump dijo que las condiciones de un acuerdo de paz solo podrían negociarse entre Rusia y Ucrania, y quizás con la ayuda del papa León XIV.
Aun así, el presidente estadounidense no ha perdido su optimismo ante la perspectiva de paz, y publicó en las redes sociales que los combatientes “comenzarían inmediatamente” las negociaciones para un alto el fuego y el fin de la guerra.
La percepción de Trump no parece coincidir con la visión rusa.
Putin se limitó a declarar que su país está listo para trabajar con Ucrania para elaborar un “memorándum sobre un posible futuro acuerdo de paz”.
Hablar de memorandos y un “posible futuro” de paz se antoja lejos del compromiso necesario para cimentar acuerdos duraderos rápidamente.
Putin volvió a enfatizar que cualquier resolución del conflicto tendría que abordar las ‘”raíces” de la guerra, que, según ha afirmado Rusia en el pasado, es el deseo de Ucrania de estrechar lazos con Europa.
Existe la posibilidad de que la última opinión de Trump sobre la guerra en Ucrania pueda ser una señal de que Estados Unidos abandonará finalmente la mesa de negociaciones.
“Hay grandes egos involucrados, pero creo que algo va a suceder”, dijo Trump el lunes por la tarde. “Y si no sucede, simplemente me retiraré y tendrán que seguir adelante”.
Sin embargo, un movimiento así vendría con su propia lista de preguntas y riesgos.
Si Estados Unidos se desentiende de la guerra, una amenaza planteada también por el vicepresidente estadounidense, JD Vance, y el secretario de Estado, Marco Rubio, ¿significaría que Estados Unidos también pondrá fin al apoyo militar y de inteligencia a Ucrania?
Si ese es el caso, es probable que lo agradeciera Rusia, que contaría con mayores recursos que una Ucrania sin el respaldo estadounidense.
La sola perspectiva basta para preocupar al presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky.
“Es crucial para todos nosotros que Estados Unidos no se distancie de las conversaciones y la búsqueda de la paz”, dijo el lunes después de la llamada entre Trump y Putin.
Al margen de la retórica del lunes, parece que Ucrania y Rusia están dispuestos a continuar algún tipo de conversaciones, y eso ya es un progreso después de casi tres años de guerra.
Aún está por determinarse si el equipo ruso será algo más que la delegación de bajo nivel que viajó a Estambul, Turquía, para reunirse con los ucranianos el viernes pasado.
Trump ha ofrecido a Rusia la promesa de reducir las sanciones contra Moscú y nuevos acuerdos comerciales e inversiones económicas como el incentivo que moverá a Putin hacia un acuerdo de paz.
Lo volvió a mencionar en sus comentarios posteriores a la llamada. Por otro lado, no se discutieron consecuencias negativas para Rusia, como nuevas sanciones a la banca rusa y las exportaciones de energía.
El presidente estadounidense advirtió el mes pasado que no toleraría que Putin le “tomara el pelo” y señaló que Rusia no debería atacar áreas civiles.
Pero el domingo, Rusia lanzó su mayor ataque con drones contra ciudades ucranianas en lo que va de guerra, y la llamada del lunes entre los dos líderes mundiales ha dejado claro que cualquier alto el fuego o acuerdo de paz se atisba todavía muy lejano.
Haz clic aquí para leer más historias de BBC News Mundo.
Suscríbete aquí a nuestro nuevo newsletter para recibir cada viernes una selección de nuestro mejor contenido de la semana.
Y recuerda que puedes recibir notificaciones en nuestra app. Descarga la última versión y actívalas.
Utilizamos cookies propias y de terceros para personalizar y mejorar el uso y la experiencia de nuestros usuarios en nuestro sitio web.