Para entender mejor
Comerciantes y locatarios de mercados públicos de la CDMX anunciaron una mega marcha para el lunes 10 de febrero a las 8 am, debido a que demandan la regularización de sus espacios de trabajo previo a los procesos de digitalización.
El Movimiento Plural de Comerciantes de Mercados Públicos de la Ciudad de México es quien convoca a la protesta y aseguran que más de 3 mil personas participarán.
Entre sus demandas está la regularización inmediata de la documentación de sus locales antes de la implementación de un proceso de digitalización, aseguran que al no haber certeza jurídica, esto podría significar un riesgo para su patrimonio y el de sus familias.
Los comerciantes consideraron preocupantes los lineamientos de operación de los mercados públicos publicados el 9 de enero en la Gaceta Oficial del Gobierno de la Ciudad de México, temen que se abra la puerta a una privatización o la eliminación de derechos.
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“Exigimos la derogación a las modificaciones de los lineamientos para el funcionamiento de los mercados públicos, en materia de digitalización publicados el 9 de enero de 2025 porque dejan sin validez nuestra cédula de empadronamiento actual, la figura de afirmativa ficta es un mal manejo para facilitar que te despojen de tu puesto mediante el trámite de un tercero. Primero regularización, segundo digitalización“, detalla un comunicado.
Las columnas de comerciantes partirán desde diversos puntos de la ciudad para confluir en la Sedeco. Algunos de los lugares clave de concentración serán:
Beijing informa que a partir del lunes impondrá sus propios aranceles de 15% a las importaciones de carbón y 10% al petróleo y camionetas provenientes de Estados Unidos.
China anunció una serie de aranceles a productos estadounidenses, en represalia por las tarifas a bienes chinos impuestas por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Los aranceles chinos, que entrarán en vigor el lunes próximo, incluyen un impuesto del 15% al carbón y al gas natural licuado, además del 10% al petróleo, maquinaria agrícola, camionetas y algunos autos de lujo.
Este martes en la madrugada comenzaron a aplicarse aranceles del 10% a todas las importaciones de China a EE.UU.
El presidente Trump alega que la medida contra los productos chinos son en respuesta al déficit comercial que existe con la nación asiática y son una manera para forzar a China a que frene el flujo de fentanilo a EE.UU.
Por su parte, el gobierno de Beijing acusó al de Washington de violar las reglas del comercio internacional.
“La imposición unilateral de aranceles por parte de EE.UU. es una seria violación de las reglas de la Organización Mundial del Comercio (OMC). No sólo no ayuda a resolver sus propios problemas, sino que además socava la cooperación y comercio normales entre China y EE.UU.”, dice el comunicado que anunciaba las tarifas de represalia.
Además califica la acción de “flagrante” y que “representa un ejemplo típico de unilateralidad y proteccionismo comercial”.
El Ministerio de Comercio de China anunció que presentará una queja ante la OMC para que intervenga en aras de “salvaguardar sus derechos e intereses legítimos”.
En una medida adicional, el ente de vigilancia de competencia en China afirma haber iniciado una investigación de la empresa Google.
La Administración Estatal de Regulación del Mercado dice sospechar que el gigante informático viola las leyes antimonopolio.
Con los anuncios, Beijing dejó claro que no rehuirá de un enfrentamiento comercial contra Washington.
No es la primera vez que esto sucede entre las dos principales potencias económicas del mundo, que ya se habían enfrascado en una guerra arancelaria durante el primer mandato de Trump en 2018.
En ese momento, Trump implementaba su agenda conocida como “EE.UU. primero”, imponiendo serie tras serie de aranceles a los productos extranjeros. Cientos de miles de millones de dólares en productos chinos enfrentaron nuevos impuestos o tarifas más altas, lo que motivó una represalia por parte de Beijing.
Durante el gobierno de Joe Biden, Washington mantuvo los aranceles y hasta incrementó algunos de ellos. Biden adoptó una estrategia más enfocada en el sector de alta tecnología con más tarifas y restricciones a los productos como semiconductores y vehículos eléctricos.
A pesar de las tensiones, estas dos grandes economías están profundamente entrelazadas, comenta João da Silva, analista económico de la BBC.
Ambos países son importantes socios comerciales. Las importaciones de China a EE.UU. alcanzaron US$401.000 millones en los primeros 11 meses del año pasado, mientras que China importó de EE.UU. el equivalente a US$131.000 millones.
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