Para entender mejor
La Línea 12 del Metro de la CDMX será reabierta en su totalidad el próximo martes 30 de enero, luego de tres años de cierre tras el colapso del tramo elevado que cobró la vida de 26 personas.
La noche del 3 de mayo de 2021 ocurrió la tragedia en la llamada línea dorada: una trabe que sostenía el tramo elevado de la Línea 12, entre las estaciones Olivos y Tezonco, se venció y provocó la caída de dos vagones sobre Avenida Tláhuac.
Aquí presentamos una cronología del caso.
Aproximadamente a las 22:25 horas del lunes 3 de mayo, dos vagones se desplomaron.
Ante el incidente, elementos de la Guardia Nacional, Secretaría de Seguridad Ciudadana, Protección Civil, bomberos y decenas de ambulancias llegaron al lugar para las labores de emergencia.
Marcelo Ebrard, exjefe de gobierno capitalino y quien inauguró la Línea 12 en octubre de 2012, pidió investigar las causas del accidente y deslindar responsabilidades. “El que nada debe, nada teme”, dijo.
Por su parte, el Metro anunció que todo el servicio de la Línea 12 estaría suspendido. Unidades de RTP y Metrobús tomarían su lugar.
Sin embargo, la Línea 12 ya había tenido dos cierres parciales, uno en marzo de 2014 y otro en 2017, tras el sismo del 19 de septiembre.
Florencia Serranía, entonces directora del Metro, aseguró que la Línea 12 no mostró ninguna anomalía tras una revisión realizada en enero. Sin embargo, vecinos señalaron haber denunciado grietas, hundimientos y constantes fallas tras el sismo de 2017.
El 5 de mayo de 2021, personal de la Fiscalía General de Justicia capitalina comenzó a realizar peritaje del accidente; participó el Colegio de Ingenieros Civiles de México, coordinado con diferentes sociedades técnicas. El gobierno local anunció que la empresa noruega DNV, especialista en la investigación de accidentes, realizaría también trabajos de peritaje en la zona colapsada.
El gobierno capitalino anunció que el Metro daría 650 mil pesos como indemnización a familiares de víctimas; además, ofrecería un monto inicial e inmediato de 50 mil pesos para los deudos de las personas fallecidas y las heridas.
Para junio de ese año, el diario The New York Times publicó el reportaje “Por qué colapsó la Línea 12 del Metro de la Ciudad de México”, donde señala que obtuvo “miles de fotografías del sitio del siniestro y compartió las pruebas con varios ingenieros expertos que llegaron a la misma conclusión: los pernos metálicos que eran cruciales para la solidez del viaducto (que son la base de toda la estructura) parecen haber fallado debido a una soldadura deficiente, falla grave que probablemente causó el accidente”.
La investigación apuntó como responsables a Marcelo Ebrard, entonces jefe de gobierno, quien presuntamente pidió acelerar la obra, y al empresario Carlos Slim, como dueño de Grupo Carso, la empresa que tuvo a su cargo la construcción del tramo que colapsó.
Sin embargo, el 3 de agosto personas lesionadas y familiares de los fallecidos señalaron que no habían sido atendidos de forma permanente, como había señalado la jefa de gobierno, y solicitaron tener acceso a las investigaciones.
Para el 7 de septiembre, el dictamen técnico final de la investigación de la empresa noruega DNV determinó que el colapso ocurrió como resultado del pandeo de dos vigas, debido a la falta de pernos funcionales, causando que parte del tramo elevado perdiera su estructura.
Además, identificó prácticas de soldadura deficientes, específicamente las relacionadas con el uso de barras de acero como material de relleno de soldadura, así como deformaciones en vigas.
La fiscalía judicializó la carpeta de investigación por el colapso de la Línea 12, por lo que solicitó citar a comparecer a 10 exfuncionarios encargados de su construcción, entre ellos, el exdirector del Proyecto Metro, Enrique Horcasitas.
Los delitos por los cuales se responsabiliza a los exservidores públicos son homicidio culposo, lesiones culposas y daño a propiedad.
Carso dio a conocer a la Bolsa de Valores que había celebrado un convenio de colaboración y un acuerdo reparatorio con el gobierno capitalino y con el Metro para que, a cargo de CICSA, se lleven a cabo los trabajos de rehabilitación y reforzamiento del tramo metálico elevado de la Línea 12.
Los ingenieros señalados pidieron que se les conceda la posibilidad de una salida alterna como ya ocurrió con la empresa constructora.
Para octubre de 2023, Enrique Horcasitas y nueve funcionarios más del Proyecto Metro y encargados de la construcción de la Línea 12 pasaron de imputados a acusados durante la audiencia intermedia por el desplome de la línea dorada.
El jefe de Gobierno de la CDMX, Martí Batres, anunció en conferencia de prensa que quedará en funcionamiento la segunda etapa del tramo elevado de la Línea 12 del Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro, que comprende las estaciones Tezonco, Olivos, Nopalera, Zapotitlán, Tlaltenco y Tláhuac, con lo que quedará completamente restablecido el servicio en toda esta Línea a partir del martes 30 de enero.
Sin embargo, a principios de este año, Fernando Espino, líder del Sindicato Nacional de Trabajadores del Metro, consideró que la reapertura de la Línea 12 debe aplazarse hasta la primera semana de febrero y no hacerla en enero.
El líder sindical detalló que previo a la reapertura de la Línea 12 se deben realizar pruebas estáticas con resistencia, es decir, colocar trenes en puntos específicos con la finalidad de detectar desplazamientos.
Aún están pendientes también las pruebas de la marcha en vacío, que consisten en probar los trenes sobre el tramo elevado con la simulación del peso de los usuarios.
Desde el 15 de enero funcionan abarca las estaciones Mixcoac, Insurgentes Sur, Hospital 20 de Noviembre, Zapata, Parque de los venados, Eje Central, Ermita, Mexicalcingo y Atlalilco de la Línea 12.
La rotación de la Tierra parece haberse acelerado en los últimos años y nadie puede explicar con exactitud por qué.
¿Conoces esa sensación generalizada de que un día no es suficiente para resolver todos los problemas que nos esperan?
Pues bien, debes saber que este miércoles 9 de julio esa idea podría volverse parcialmente cierta.
Esto se debe a que existe una alta probabilidad de que este sea uno de los días más cortos en la historia de nuestro planeta.
Aunque ningún científico sabe con exactitud qué hay detrás de este fenómeno, estudios recientes revelan que la rotación de la Tierra —el movimiento que realiza sobre su propio eje— parece haberse acelerado en los últimos cinco años.
Pero tranquilos: el cambio es tan sutil que no es necesario realizar ningún ajuste en las manecillas del reloj, aunque algunos equipos más sensibles (como satélites o GPS) pueden requerir ajustes técnicos.
La advertencia fue emitida por el astrofísico Graham Jones, del sitio web timeandate.com, quien hace mediciones precisas del tiempo con herramientas avanzadas.
En una publicación, el experto explica que la rotación completa de la Tierra dura exactamente 86.400 segundos, el equivalente a 24 horas.
Sin embargo, desde 2020 el planeta parece tener prisa.
Durante el verano en el hemisferio norte y el invierno en el hemisferio sur, la Tierra completó su rotación unos milisegundos más rápido de lo esperado.
Para poner esto en perspectiva, un milisegundo es muy pequeño, equivale a 0,001 segundos. Un parpadeo dura 100 milisegundos. Y el aleteo de una abeja dura unos 5 milisegundos.
Pero volvamos al tema actual: según Graham, antes de 2020, el día más corto que haya sido registrado por relojes atómicos, que miden el tiempo con gran precisión, fue de -1,05 milisegundos.
En la práctica, esto significa que la rotación completa sobre su eje se completó momentos antes de que el reloj marcara los 86.400 segundos.
Y esto ha estado ocurriendo con frecuencia últimamente: en los últimos años, este acortamiento del día se ha producido todos los años.
Se registró un récord de -1,66 milisegundos el 5 de julio de 2024, así como -1,47 el 9 de julio de 2021, -1,59 el 30 de junio de 2022 y -1,31 el 16 de junio de 2023.
Los expertos proyectan que esta “pérdida de tiempo” probablemente se repetirá en 2025.
Según Jones, esto podría ocurrir en tres fechas específicas en las próximas semanas: este 9 de julio, el 22 de julio y el 5 de agosto.
En estos días, la Luna está más alejada del ecuador y ejerce menos influencia gravitacional.
Y la predicción es que la rotación se completará entre -1,30 a -1,51 milisegundos en estas fechas estipuladas.
¿Cómo se explica esta “aceleración” de la Tierra? Los científicos aún no están completamente seguros.
En un artículo escrito por Jones se citan algunas posibles explicaciones.
“Las variaciones a largo plazo en la velocidad de rotación de la Tierra pueden verse afectadas por diversos factores, como los complejos movimientos del núcleo, los océanos y la atmósfera del planeta”, escribe.
El hecho de que solo hayamos tenido relojes atómicos capaces de realizar mediciones más precisas desde la década de 1950 también dificulta la comprensión de esta dinámica a largo plazo.
En el mismo artículo, el investigador Leonid Zotov, considerado una autoridad mundial en los movimientos de rotación de la Tierra, admite que nadie esperaba un fenómeno así.
“La mayoría de los científicos cree que esto tiene algo que ver con el interior del planeta. Los modelos oceanográficos y atmosféricos no son suficientes para explicar esta aceleración masiva”, señala el experto, que trabaja en la Universidad Estatal de Moscú, Rusia.
Zotov proyecta que la tendencia para los próximos años será la reversión del fenómeno. Como resultado, el planeta que habitamos entrará en una fase de desaceleración.
En una entrevista con el programa Today de BBC Radio 4 en el Reino Unido, la profesora Hannah Fry dijo: “A lo largo de la historia, siempre hemos definido nuestro tiempo según la velocidad de rotación de la Tierra”.
“Pero nuestro planeta no es muy bueno midiendo el tiempo. Después de todo, vivimos sobre una roca un tanto irregular que flota en el espacio”, bromeó la profesora de Comprensión Pública de las Matemáticas de la Universidad de Cambridge (Reino Unido).
Fry enfatiza que la rotación no es un movimiento constante y ha experimentado variaciones significativas a lo largo de las eras geológicas.
“El planeta solía girar mucho más rápido en el pasado. Podemos comprobarlo analizando corales antiguos y contando sus anillos internos, de forma similar a como hacemos con los árboles”, explica.
“Hace unos 430 millones de años, el año tenía 420 días”, explica. “En otras palabras, hubo muchas más noches entre cada cumpleaños”.
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