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La guerra del Cártel de Sinaloa también le pega a Mazatlán: asesinatos se disparan 227 % y desaparecidos un 83 %
La guerra del Cártel de Sinaloa también le pega a Mazatlán: asesinatos se disparan 227 % y desaparecidos un 83 %
Foto: Cuartoscuro
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La guerra del Cártel de Sinaloa también le pega a Mazatlán: asesinatos se disparan 227 % y desaparecidos un 83 %

El analista y experto en seguridad, David Saucedo, explica por qué la disputa interna del Cártel de Sinaloa se está extendiendo a otros puntos del estado y de otras entidades de la República.
22 de octubre, 2025
Por: Manu Ureste
@ManuVPC 

La onda expansiva de la guerra al interior del Cártel de Sinaloa no solo está afectando a Culiacán, la capital del estado, y los municipios de los alrededores, como Navolato o Culiacancito. También en la ciudad portuaria de Mazatlán –a unos 220 kilómetros hacia el sur de la entidad– el enfrentamiento desde septiembre del año pasado entre ‘mayitos’ y ‘chapitos’ está generando estragos en la “joya” turística de Sinaloa.

En las últimas semanas de octubre, al menos tres jóvenes –los primos Edwin e Isaac, de 17 y 15 años, y el duranguense Carlos Emilio Galván, de 21– y la buscadora María de los Ángeles Valenzuela desaparecieron en Mazatlán con apenas días de diferencia, trasladando, al menos momentáneamente, el foco de la violencia de Culiacán hacia una de las ciudades más turísticas del sur del Pacífico mexicano.

Se trata de cuatro casos recientes, pero no aislados: de acuerdo con datos del Registro Nacional de Personas Desaparecidas, que publica la Secretaría de Gobernación federal, las denuncias por desaparición en Mazatlán se han casi duplicado a raíz de la guerra al interior del cártel.

La guerra del Cártel de Sinaloa también le pega a Mazatlán- asesinatos se disparan 227 % y desaparecidos un 83 % buscadora María de los Ángeles Valenzuela
Imagen: Comisión Estatal de Búsqueda de Personas en el Estado de Sinaloa

Entre septiembre de 2024 –cuando se produjo la ruptura entre mayitos y chapitos, luego de la supuesta traición de uno de los hijos del Chapo Guzmán que derivó en la captura y entrega a Estados Unidos del capo Ismael El Mayo Zambada– y el 20 de octubre de este año, suman 553 denuncias por desaparición en Mazatlán, de las cuales continúan vigentes a la fecha 404, el 73 %.

Esta cifra supone un aumento de denuncias del 83 % en comparación con el mismo periodo del año anterior, antes del estallido de la guerra en el cártel, cuando se registraron 296.

Los datos oficiales apuntan que, casi la mitad de las más de 500 denuncias por desaparición en la ciudad portuaria, son jóvenes de entre 18 y 29 años, que acumulan 230 casos, el 41.5 % del total. Activistas y expertos en seguridad consultados por Animal Político alertan que el aumento de las desapariciones, especialmente de jóvenes varones –el 84 % de las denuncias en Mazatlán son de hombres desaparecidos–, puede estar vinculado a un tema de reclutamiento forzado por parte del crimen organizado para “alimentar” sus filas en un contexto de guerra interna. Aunque no existe en el país ningún registro oficial que mida este fenómeno.

Lee: Colectivo de búsqueda en Culiacán da “grito de dolor” por personas desaparecidas en Sinaloa

En un año de confrontación interna en el cártel, en Sinaloa suman algo más de 2 mil denuncias de desapariciones, aunque colectivos de búsqueda denuncian que la cifra negra no reportada es de al menos 3 mil casos.

Por otra parte, tan solo entre enero y septiembre de este 2025, suman 95 asesinatos en Mazatlán; hasta un 227 % más que en el mismo periodo del año pasado. De hecho, en nueve meses de este año suman más asesinatos que en todo 2022 y 2023 juntos (89).

Sobre este último dato hay que precisar que las cifras muestran un claro aumento del número de asesinatos en Mazatlán a partir de octubre de 2024, un mes después del inicio de los ataques entre mayitos y chapitos. En ese último trimestre sumaron 37 asesinatos, por los 29 de los nueve meses previos.

Las denuncias por narcomenudeo en Mazatlán también han registrado un aumento: hasta septiembre de este 2025, suman 91 casos, por los 54 del mismo periodo de 2024; casi un 70 % al alza.

La guerra del Cártel de Sinaloa también le pega a Mazatlán- asesinatos se disparan 227 % y desaparecidos un 83 % buscadoras
Foto tomada de Corazones unidos por una misma causa A.C.

Las lesiones dolosas cometidas por arma de fuego y arma blanca aumentaron también: 589 casos hasta septiembre, un 12 % más que el año previo.

Otro de los rubros que registró un aumento considerable, como sucedió en Culiacán, es el de robo de vehículos, tanto de cuatro ruedas como motocicletas: 63 % al alza en este 2025, con 840 casos.

“Era evidente que la guerra llegaría a Mazatlán”

Ante estas cifras oficiales y los casos recientes de desaparición de los tres jóvenes y de la madre buscadora María de los Ángeles Valenzuela, el experto y consultor en seguridad, David Saucedo, plantea que, en efecto, “el frente de guerra se ha ampliado”.

“En Culiacán convivían las dos facciones, había una línea de frontera entre los dominios de los chapitos y los mayitos. Por eso es ahí donde se ha dado mayoritariamente la batalla”, plantea el experto.

“Mazatlán, en cambio, era un territorio libre de violencia porque estaba controlado solo por los chapitos. Ellos se encargaban del cobro de derecho de piso, de controlar a las autoridades locales, de financiar campañas, etcétera. De igual manera a como hacían en otros territorios serranos”.

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El analista comenta que el año pasado visitó Mazatlán y atestiguó que los líderes de cámaras de comercio mantenían, a pesar de la guerra interna del cártel, una perspectiva positiva, en cuanto al desarrollo turístico de la ciudad, de las inversiones, la ocupación hotelera, y los ingresos por producción pesquera y restaurantera.

“Sin embargo –agrega–, era evidente que tarde que temprano la guerra iba a llegar a Mazatlán, porque aunque el Mayo Zambada y su gente controlan Guaymas y otros puertos del pacífico sur, en algún momento llegarían para cortar a los chapitos la entrada de precursores químicos y de cocaína por ese puerto”.

La guerra del Cártel de Sinaloa también le pega a Mazatlán- asesinatos se disparan 227 % y desaparecidos 83 %
Líderes de cámaras de comercio mantenían una perspectiva positiva en cuanto al desarrollo turístico de Mazatlán, de las inversiones y la ocupación hotelera. Foto: Cuartoscuro

David Saucedo plantea que este ‘contagio’ de la violencia en los alrededores de Culiacán va a continuar extendiéndose hacia otras partes del estado, y también de otras entidades vecinas, como Baja California, Coahuila o Durango.

“Lo que va a ocurrir es que la confrontación que se vive ahora en Culiacán se va a ir clonando hacia otros territorios, como Tijuana, Caborca, Durango, o en el propio Mazatlán, de modo que veremos una confrontación en todo el vasto imperio del Cártel de Sinaloa, y ya no circunscrita solo a Sinaloa, sino a otras regiones, municipios, ciudades y estados”.

“En donde haya presencia simultánea de ejércitos de los chapitos y de los mayos, habrá frentes de guerra abiertos”, remata Saucedo.

Los primos Edwin Rodrigo Barraza Audeves e Isaac Alejandro Ortega Audeves, de 17 y 15 años de edad, respectivamente, se encuentran desaparecidos desde la noche del domingo 5 de octubre en Mazatlán.

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De acuerdo con sus familiares, ambos salieron al parque del fraccionamiento La Campiña alrededor de las 21 horas y ya no regresaron. Desde entonces no han tenido contacto con ellos.

“Sus celulares están apagados desde esa hora. Ya recorrimos la ciudad e incluso acudimos a la policía, pero no hemos tenido respuestas. Nos preocupa su integridad: nunca se habían ausentado tanto tiempo”, se lee en una publicación en Facebook.

Ese mismo 5 de octubre, Carlos Emilio Galván Valenzuela, un joven de 21 años de Durango, estaba junto con su familia en un restaurante, en la zona dorada de Mazatlán, cuando desapareció.

La guerra del Cártel de Sinaloa también le pega a Mazatlán_Carlos Emilio Galván Valenzuela
Carlos Emilio Galván Valenzuela, originario de Durango, desapareció en Mazatlán, Sinaloa. Imagen: FGE de Durango.

Brenda Valenzuela, su madre, dijo que alrededor de las 2:30 horas Carlos fue al baño del establecimiento y ya no volvieron a saber nada sobre su paradero.

Mientras que el 14 de octubre, María de los Ángeles Valenzuela, buscadora del colectivo Corazones Unidos por una misma Causa AC, fue privada de la libertad en Mazatlán.

“Exigimos a las autoridades su búsqueda inmediata y su regreso con vida. No es posible que quienes buscamos verdad y justicia sigamos siendo perseguidas y silenciadas. ¡No más violencia contra las buscadoras!”, señaló el colectivo a través de una publicación en redes sociales.

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De acuerdo con los reportes, la rastreadora se encontraba realizando sus actividades cotidianas en la colonia Salvador Allende, en el puerto, cuando un grupo de personas a bordo de un vehículo blanco la secuestró en presencia de su madre.

María de los Ángeles se unió al colectivo de búsqueda tras la desaparición de su padre en 2024 y de su primo, ocurrida el 12 de febrero de este 2025.

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Imagen BBC
La doble vida de Jasveen Sangha, la “reina de la ketamina”; enjuiciada por la muerte del actor Matthew Perry
9 minutos de lectura

Un nuevo documental de la BBC arroja luz sobre cómo Jasveen Sangha terminó siendo acusada en el caso del actor de “Friends” Matthew Perry.

08 de diciembre, 2025
Por: BBC News Mundo
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Ella era una mujer que parecía tenerlo todo: una crianza privilegiada, una buena educación y un amplio círculo de amigos.

Pero Jasveen Sangha guardaba un oscuro secreto que, según algunos de sus amigos más cercanos, ocultaba incluso de ellos. La ciudadana con doble nacionalidad británica-estadounidense proveía de sustancias controladas a estrellas ricas y famosas de Hollywood, y administraba una ‘casa de escondite’ de drogas que incluía cocaína, Xanax, pastillas falsas de Adderall y ketamina.

Su negocio —y la ilusión de su vida encantada— llegó a un abrupto final después de suministrar 50 viales de ketamina que finalmente fueron vendidos al actor de Friends Matthew Perry, incluyendo la dosis que provocó su muerte por sobredosis en 2023.

Ahora, Sangha está entre otras cinco personas, incluidos dos médicos, que se han declarado culpables de delitos relacionados con la muerte de Perry.

En febrero, Sangha será la última acusada en recibir sentencia en el caso, el cual destapó una red clandestina de ketamina en Los Ángeles. Podría enfrentar una pena máxima de 65 años en una prisión federal.

Matthew Perry se cubre la boca mientras ríe. Lleva puesto un blazer color beige y una camiseta tipo polo negra.
BBC
Matthew Perry, de 54 años, fue encontrado muerto en su casa de Los Ángeles en 2023 tras años de luchar contra la depresión y la adicción.

Bill Bodner, agente especial a cargo de la oficina de Los Ángeles de la Administración para el Control de Drogas (DEA) en el momento de la muerte de Perry, dijo a la BBC que ella era “una persona altamente educada que decidió ganarse la vida traficando drogas, y usar ese dinero del narcotráfico para financiar esta personalidad de influencer en redes sociales”.

Añadió que Sangha dirigía “una operación de narcotráfico bastante grande que atendía a la élite de Hollywood”.

Los fiscales han señalado que Perry estaba tomando cantidades legales y prescritas de ketamina para tratar la depresión, pero luego comenzó a querer más de lo que sus médicos le permitían.

Los documentos judiciales relacionados con la investigación federal muestran cómo eso llevó al actor a ponerse en contacto con varios médicos y luego con un distribuidor que obtenía la droga para Sangha a través de un intermediario.

Su abogado, Mark Geragos, ha dicho que Sangha está asumiendo la responsabilidad, pero ha negado que ella conociera realmente a Perry, quien fue más conocido por interpretar a Chandler Bing en la popular comedia televisiva Friends.

“Ella se siente terrible. Se ha sentido terrible desde el primer día”, dijo Geragos a los periodistas después de que se declarara culpable en el caso. “Ha sido una experiencia horrenda”.

Doble vida

Semanas antes de la muerte de Perry, Sangha habló por teléfono con su viejo amigo Tony Marquez.

Él y otras personas hablaron con la BBC y la presentadora Amber Haque para un documental que investiga las circunstancias alrededor de la muerte de Perry. Es la primera vez que amigos hablan abiertamente sobre la mujer que se ha hecho conocida mundialmente como la “reina de la ketamina”.

Sangha y Marquez se conocen desde la década de 2010, y él dijo que incluso había frecuentado a su familia. Como Sangha, Marquez era un habitual del circuito de fiestas en Los Ángeles.

Él también ha enfrentado problemas legales relacionados con drogas y tiene una condena previa por narcotráfico. Pero aunque ambos compartían una larga historia, dice que Sangha nunca insinuó que estaba en serios problemas.

Solo unos meses antes, su casa en North Hollywood, que según los fiscales era una “casa de escondite’, había sido allanada por la policía.

Jash Negandhi asistió a la Universidad de California en Irvine junto con Sangha en 2001 y han sido amigos durante más de 20 años.

“Ella estaba muy metida en la escena de la música dance”, recuerda Negandhi. “Le encantaba bailar y pasarla bien”.

Negandhi dijo que quedó desconcertado al enterarse de que su amiga era una traficante de drogas.

“Yo no sabía nada”, afirma. “Absolutamente nada. Ella nunca había hablado de eso”.

Ciertamente, la mayoría de los amigos asumían que ella no necesitaba dinero.

“Ella siempre tenía dinero”, dice Marquez. “Viajaba por todas partes en jet privado, y hacía eso mucho antes de que todo explotara”.

Tony Marquez está de pie en lo que parece ser la sala de una casa. Lleva puesta una camiseta negra.
BBC
Tony Marquez asistía con frecuencia a fiestas con Sangha en California.

Los abuelos de Sangha eran multimillonarios del comercio de moda en el este de Londres, según el periódico The Times, y Sangha —hija del empresario Nilem Singh y de la doctora Baljeet Singh Chhokar— estaba destinada a heredar la riqueza familiar.

Su madre se volvió a casar dos veces y se mudó a Calabasas, en California, donde En Sangha creció. Su casa familiar en Los Ángeles es “hermosa” y “grande”, según Marquez.

“Hacíamos parrilladas o fiestas en la piscina en la casa de sus padres”, dice. “Son muy atentos, muy cariñosos, y nos trataban como si fuéramos sus hijos”.

Sangha pasó un tiempo en Londres después de la secundaria y se graduó con un MBA en la Hult International Business School de Londres en 2010. En las fotos, se la puede ver sonriendo dulcemente a la cámara con un elegante traje negro y el cabello castaño alisado durante una visita al Financial Times en 2010.

“No daba la impresión de ser una buscavidas”, señala un antiguo compañero de clase. Sangha era amistosa, aunque algo distante.

En clase usaba ropa de diseñador y disfrutaba socializar. No había rumores de que estuviera involucrada en drogas. “Si hubiera sido consumidora en Hult, probablemente lo habríamos sabido”.

Regresó a Los Ángeles poco después de completar su MBA. La madre y el padrastro de Sangha administraban franquicias de KFC en California y fueron demandados por la compañía en 2013 por más de 50.000 dólares, según muestran documentos judiciales, por no pagar regalías a la empresa por el uso de su marca.

El padrastro de Sangha se declaró en bancarrota antes de que el caso concluyera. Si la familia de Sangha estaba atravesando dificultades financieras durante ese período, sin embargo, ella no lo reveló a muchas personas.

“No escuché nada sobre eso”, dice Negandhi.

Sangha parecía querer alcanzar los logros empresariales de sus padres. Abrió un salón de manicura de corta duración llamado Stiletto Nail Bar y hablaba con amigos sobre ambiciones que incluían ser propietaria de una franquicia de restaurantes.

Fiestas que duraban días

Pero su verdadero interés parecía estar en salir de fiesta. En Los Ángeles, tenía un círculo muy unido de amigas llamado las ‘Kitties’, según Marquez, que era un grupo compuesto en su mayoría por mujeres que disfrutaban organizar fiestas a las que asistían celebridades.

A menudo se reunían en Avalon, un teatro histórico en el corazón de Hollywood que alberga conciertos y eventos de música electrónica, y festejaban hasta altas horas de la madrugada.

Marquez afirma que tomaban pastillas y ketamina. A veces sus fiestas, que organizaban en distintas partes de California, duraban varios días.

“Íbamos de viaje al Lago Havasu, alquilábamos una gran mansión antigua y llevábamos a nuestros DJs, todos nuestros sistemas de sonido, y cada noche teníamos una fiesta temática solo para nosotros”, dice Marquez sobre el lago, que limita con California y Arizona.

“Nos vestíamos elegantes y hacíamos una fiesta de blanco, una fiesta de trajes brillantes. Tuvimos una fiesta de hongos.”

Estas fiestas “siempre incluían ketamina”, afirma. Pero aunque Sangha tenía muchos apodos dentro de este grupo de amigos, nadie la conocía como la “reina de la ketamina”.

“Nadie la llamaba así”, dice Marquez.

Jash Negandhi aparece sentado en una silla tipo sofá. Lleva puesta una camiseta negra y una chaqueta negra.
BBC
Jash Negandhi conoció a Sangha en la universidad.

El grupo estaba preocupado por la contaminación del suministro ilegal de drogas con el mortal opioide fentanilo y, por lo tanto, hizo esfuerzos extraordinarios para obtener grandes cantidades de ketamina de alta calidad.

“Si íbamos a consumir ketamina, queríamos conseguirla de la fuente”, dice Marquez.

Los amigos supuestamente usaban mensajeros para ir a México a recoger la droga —que se utiliza como sedante durante cirugías— de veterinarios y farmacias corruptas al otro lado de la frontera.

“No sabría decir si Jasveen hacía eso”, afirma Marquez. “¿Pero teníamos acceso? ¿Teníamos gente que lo hacía? Sí”.

Marquez afirma que nunca sospechó que Sangha estuviera traficando drogas en paralelo: “Es impactante, te lo digo”.

“Durante años y años he conocido a esta persona. Conozco a su familia. Sé cómo actúa, sé de lo que es capaz. Sé de dónde viene. No puedo —aún hoy en día— no puedo creer que esto esté pasando”, dice.

Mirando en retrospectiva, Marquez sospecha que Sangha se volvió “adicta” al estatus social que conllevaba ser una traficante de drogas para los ricos y famosos.

“Creo sinceramente que Jasveen estaba adicta a esa vida de vender [drogas] a celebridades”, afirma.

“Ella era adicta a estar en ese círculo social y a ser buscada por celebridades que la gente ha visto toda su vida en la televisión”, agrega.

Dice que cree que ella nunca fue una “capo” ni una gran traficante, sino que simplemente cayó en el negocio porque “le encantaba consumir ketamina, igual que todos nosotros”.

Las acciones de Sangha, sin embargo, sugieren un carácter más despiadado.

Sobria

Los fiscales han dicho que en 2019, Sangha vendió ketamina a un hombre llamado Cody McLaury.

McLaury sufrió una sobredosis y murió. Tras su muerte, su hermana le envió un mensaje de texto a Sangha para decirle que las drogas que había vendido a su hermano lo habían matado.

“En ese momento, cualquier persona sensata habría acudido a las autoridades, y ciertamente cualquier persona con un mínimo de corazón habría detenido sus actividades y no habría seguido distribuyendo ketamina a otros”, dice Martin Estrada, exfiscal jefe del Distrito Central de California, quien anunció cargos federales contra Sangha en agosto de 2024.

“Ella siguió haciendo esto, y vimos que, varios años después, la continuación de su conducta resultó en la muerte de otra persona, el señor Perry”, agrega.

Otro amigo de un círculo distinto que solía ir a clubes con Sangha en la década de 2010 recuerda haberse sorprendido de manera similar con la noticia.

Le dijo a la BBC que conocía a Sangha desde la secundaria y que socializaba mucho con ella al mismo tiempo que Marquez.

El amigo no quiso ser identificado, para poder hablar con franqueza sobre la mujer que conocía y que ahora “está siendo acusada de ser una narcotraficante”.

“Siempre estábamos en fiestas, casi todas las noches. Durante muchos, muchos años”, dice él. “Ella nunca me ofreció nada”.

Recuerda que Sangha llevaba a su tío Paul Sing con ella a casi todos lados. “No es realmente el comportamiento de una narcotraficante”, afirma. “[Y] no es que simplemente lo dejara acompañarla. Él siempre vestía a la moda”.

Paul Sing aparece en fotos de eventos junto a Sangha y estuvo presente en el tribunal para escucharla declararse culpable el 3 de septiembre.

Según Marquez, en algún momento de la década de 2020 Sangha asistió a rehabilitación. En documentos judiciales presentados el mes pasado, su abogado Mark Geragos afirmó que llevaba 17 meses sobria. En su última conversación con Negandhi, hablaron sobre el futuro.

“Ambos estábamos ya en nuestros cuarenta, y tiendes a autoevaluarte cuando llegas a esa edad. Y empiezas a pensar, ¿qué es lo que queremos hacer ahora que hemos alcanzado esta etapa?”, dice él.

“Ella estaba muy emocionada por haber estado sobria durante bastante tiempo y simplemente esperaba muchas cosas de la vida”, agrega.

Sangha no mencionó que había sido arrestada recientemente.

“Yo no tenía idea de que estaba pasando por todo esto cuando hablábamos”, afirma. “Ella no había revelado nada de eso”.

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