
Hijas de Sergio Cárdenas Hernández, repartidor del diario El Debate de Culiacán que fue privado de su libertad la madrugada del 19 de octubre, protestaron afuera de Palacio de Gobierno para exigir al gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, que su padre sea liberado con vida.
El pasado sábado, Sergio fue privado de su libertad tras ser perseguido por el centro de Culiacán y derribado de la motocicleta en la que distribuía el periódico. El trabajador pudo esconderse en un negocio y un compañero lo trasladó a la Cruz Roja, cuyo personal lo envió al IMSS, según informó el medio.
“El repartidor pidió ir con su familia para posteriormente en compañía de ellos dirigirse al IMSS. Fue en ese trayecto de la Cruz Roja a la vivienda que nuevamente fue ubicado por los agresores”, detalló El Debate.
Luego de ser interceptados, ambos trabajadores fueron sometidos; los agresores dejaron libre a uno de ellos y se llevaron a Sergio. Hasta el momento se desconoce la ubicación del repartidor.
El mismo día que se reportó su desaparición, la Comisión Estatal de Búsqueda de Personas en Sinaloa emitió la ficha de búsqueda de Sergio.
En ella se detalló que el trabajador vestía una playera manga larga color azul marino con logo del diario, pantalón de mezclilla color azul y tenis de color negro con franjas blancas la última vez que fue visto.

La privación de la vida de Sergio Cárdenas ocurrió dos días después que atacaran las instalaciones de El Debate en Culiacán y el medio recibiera una amenaza en sus oficinas de Guasave.
Según informó el diario, sujetos que iban a bordo de vehículos dispararon la noche del jueves por lo menos en 12 ocasiones contra la fachada de la casa editora. No se reportaron personas heridas.
El mismo diario también dio a conocer que, en sus instalaciones de Guasave, un hombre colocó una pistola de plástico en la puerta.
Con mensajes para pedir que Sergio vuelva con vida y que regrese la paz a la entidad que desde el pasado 9 de septiembre vive una ola de violencia, Alejandra y Cinthia, hijas del trabajador del diario sinaloense, dijeron este lunes que su padre no le hacía daño a nadie, pues él solo salió a trabajar el día que fue privado de su libertad.
“Solo queremos que regrese con bien, no se metía con nadie. Era una buena persona, mucha gente lo conoce y sabe la calidad de persona que es, un ser increíble. Ya no sabemos qué pedir, qué rogar, solamente que lo regresen con bien”, expresó Alejandra.
Cuestionadas acerca de con quién han buscado apoyo para localizar a su padre, una de las hijas del repartidor dijo que hasta el momento solo han recibido el respaldo del diario El Debate, quienes interpusieron una denuncia ante la Fiscalía de Sinaloa.
Respecto al apoyo del gobierno del estado, señaló que presuntamente el mandatario Rocha Moya las apoyaría con grupos de investigación, pero que ahora desconocen si realmente las autoridades realizan labores de búsqueda.
“Ahorita el único apoyo que tenemos es por parte de El Debate que también metieron la demanda con Fiscalía ellos directamente… Nos habían dicho que el señor Rocha nos iba a apoyar con grupos de investigación, pero ya no sabemos si de verdad están buscando o qué están haciendo”, declaró Cinthia.
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Cuestionadas acerca de las acciones que esperan por parte del gobernador, una de las hijas del repartidor respondió que buscan que autoridades encuentren a su padre con vida, pues “es una persona inocente”.
Con información de Noroeste

El acuerdo regula cómo ambas naciones deben repartirse el agua de los ríos Bravo y Colorado, que forman parte del límite territorial entre ambas.
La disputa sobre la implementación de un tratado firmado en 1944 que regula cómo Estados Unidos y México deben repartirse el agua de los ríos Bravo y Colorado, vuelve a intensificarse.
El presidente Donald Trump anunció este lunes que dio luz verde a la documentación para imponer un arancel del 5% a los productos procedentes de México si el país vecino “continúa incumpliendo” el tratado.
En un mensaje publicado en su red Truth Social, el mandatario subrayó que México debe más de 986 millones de metros cúbicos de agua a EE.UU. y estableció el 31 de diciembre como el plazo para que México entregue más de 246 millones de metros cúbicos de agua.
“Cuanto más tarde México en liberar el agua, más perjudicados resultarán nuestros agricultores”, advirtió Trump, instando al gobierno de Claudia Sheinbaum a “solucionar ya” la cuestión.
La implementación del tratado ha generado en el pasado fuertes protestas de agricultores mexicanos, según los cuales la extracción de agua para EE.U. en tiempos de sequía amenaza seriamente su medio de vida.
En abril, Trump ya había amenazado a México con aranceles e incluso sanciones por el tema del agua.
“México está incumpliendo su obligación. Esto …perjudica gravemente a los agricultores del sur de Texas”, escribió entonces Trump en su plataforma Truth Social.
“El mes pasado detuve los envíos de agua a Tijuana hasta que México cumpla con el Tratado de Aguas de 1944… y seguiremos intensificando las consecuencias, incluyendo aranceles y, quizás, incluso sanciones, hasta que México cumpla con el tratado y le dé a Texas el agua que le corresponde”, agregó.
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, respondió en ese momento a Trump con un mensaje en su cuenta oficial de X.
“El día de ayer fue enviada al subsecretario del Departamento de Estado de Estados Unidos una propuesta integral para atender el envío de agua a Texas dentro del tratado de 1944, que incluye acciones de muy corto plazo. Han sido tres años de sequía y, en la medida de la disponibilidad de agua, México ha estado cumpliendo”.
“He instruido a los secretarios de Agricultura y Desarrollo Rural y Relaciones Exteriores, así como a la secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales que de inmediato hagan contacto con la Secretaría de Agricultura y el Departamento de Estado del gobierno de Estados Unidos. Estoy segura que, como en otros temas, se llegará a un acuerdo”, dijo la mandataria en abril.
De alguna manera, se podría decir que el llamado Tratado de la Distribución de las Aguas Internacionales firmado por México y EE.UU. en 1944 tiene su origen en otro acuerdo alcanzado casi un siglo antes de esa fecha.
El Tratado de Paz, Amistad, Límites y Arreglo Definitivo (más conocido como Tratado de Guadalupe Hidalgo), firmado en 1848 al final de la guerra entre ambos países iniciada por la disputa de Texas, fue el que estableció que México cedería a EE.UU. más de la mitad de su territorio en aquel entonces.
Pero además, también fijó la frontera entre ambos países en el río Bravo -conocido como río Grande por los estadounidenses- y cuyas aguas han sido centro de conflicto en Chihuahua.
La ubicación estratégica del río hacía necesario un plan de distribución entre ambos actores. Tras años de negociación y varias propuestas fallidas, México y EE.UU. firmaron en Washington el tratado vigente en la actualidad.
Según el acuerdo, México se queda con dos tercios de la corriente principal del Bravo y cede a su vecino el resto, que no podrá ser menor de unos 432 millones de metros cúbicos (Mm3) anuales.
Como contraparte, EE.UU. cede a México cada año 1.850 Mm3 del río Colorado, que en su mayoría se encuentra en suelo estadounidense pero que también pasa por la frontera entre ambos países hasta desembocar en el golfo de California, entre los estados mexicanos de Baja California y Sonora.
El acuerdo también establece que la Comisión Internacional de Límites y Aguas (CILA), un organismo binacional, es el encargado de resolver las posibles diferencias en materia de límites.
El pacto estipula que EE.UU. cumplirá con su entrega de agua cada año, mientras que México podrá hacerlo en períodos de cinco años.
“Es de los mejores acuerdos que se han logrado en la historia con relación a EE.UU.”, afirmó en 2020 el expresidente Andrés Manuel López Obrador.
Reformar o actualizar las condiciones de un tratado que fue firmado hace 76 años podría ser una de las opciones para tratar de solucionar conflictos.
Pero algunos analistas consideran que tanto los litros de agua acordados como la posibilidad de entregar su parte cada cinco años en lugar de anualmente son ventajas que México no debería perder.
Para los agricultores del lado mexicano de la frontera, lo que está en juego en tiempos de sequía agravada por el cambio climático, es algo mucho más inmediato que los vaivenes diplomáticos entre ambos países.
Los enfrentamientos de 2020 entre agricultores y la Guardia Nacional en Chihuahua tuvieron lugar tras la decisión del gobierno de extraer agua de la presa de la Boquilla para cumplir el tratado con EE.UU.
En ese entonces, el vocero de los agricultores, Salvador Alcantar, presidente de la Asociación de Usuarios de Riego de Chihuahua (Aurech), señaló que estaba en riesgo el futuro de unas 20.000 familias que viven del campo en la región.
Alcantar compartió con BBC Mundo uno de sus mayores temores:
“En 1995 no se abrieron las presas para sembrar y hubo una migración masiva desde nuestros municipios. Los hombres en edad productiva se marcharon para dar sustento a la familia, fue una desintegración familiar fuerte que aún estamos sufriendo”, recuerda.
“Y ese es el problema social que podemos volver a ver si no sembramos el año próximo”.
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