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Gringo Tax, el colectivo de extranjeros contra la gentrificación que apoya a barrios de la CDMX
Gringo Tax, el colectivo de extranjeros contra la gentrificación que apoya a barrios de la CDMX
Foto: Cortesía
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Gringo Tax, el colectivo de extranjeros contra la gentrificación que apoya a barrios de la CDMX

Integrado por residentes extranjeros y mexicanos, el colectivo Gringo Tax se organiza en la Ciudad de México para reunir recursos y realizar actividades solidarias en beneficio de algunos barrios y colonias afectados por la gentrificación.
17 de diciembre, 2025
Por: Eréndira Aquino
@ere_aquino 

Ante el aumento de las desigualdades en la Ciudad de México con la llegada de extranjeros, algunos de ellos —principalmente provenientes de Estados Unidos— decidieron organizarse en el colectivo Gringo Tax para juntar recursos y realizar actividades solidarias en beneficio de algunos barrios y colonias.

“La idea de Gringo Tax surgió durante la pandemia de Covid-19, con la llegada de más extranjeros a México porque tuvieron la posibilidad de tener un trabajo remoto. Ante la necesidad de la emergencia y pensando en que somos muchos los que vivimos aquí, pero no somos de aquí, nos preguntamos cómo podíamos mover recursos solidarios sin hacer caridad“, cuenta Rachel, originaria de Boston, Massachusetts, quien vive en el país desde hace diez años.

Gringo Tax, el colectivo de extranjeros contra la gentrificación que apoya a barrios de la CDMX
Foto: Cortesía

Los interesados en sumarse a la iniciativa comenzaron a organizarse en chats para donar recursos y alimentos. Luego, al terminar el confinamiento, la red de extranjeros que se había formado decidió continuar apoyando más allá de la situación de emergencia sanitaria, para lo cual se unieron con colectivos y activistas mexicanos.

Fue así como la iniciativa se formalizó en enero pasado, y desde entonces ha redistribuido más de 15 mil dólares en apoyo de varias organizaciones comunitarias, asociaciones civiles y movimientos vecinales, además de realizar actividades educativas entre extranjeros para dialogar acerca de las problemáticas generadas por la gentrificación y proponer acciones contra el desplazamiento, el aumento del costo de vida y los cambios culturales.

De acuerdo con Tizoc Sánchez, cholulteca que forma parte de Gringo Tax, con esta iniciativa los extranjeros que vienen a México, “y que mucho se dice que no pagan impuestos a pesar de ganar en dólares y vivir mucho más barato acá, se hagan responsables de aportar”. En su caso, como connacional, decidió unirse porque se interesó en los temas de gentrificación a partir del cierre de una tortillería y el alza de los precios.

“Muchos gringos sí ven que hay un problema”

Abigail, originaria de Maine, Estados Unidos, se describe como una persona que siempre ha estado interesada en estos temas: “viajé por todo el mundo durante dos años y en todos lados me encantaba ponerme a hablar con la gente sobre lo que estaba pasando, por qué no hay casas suficientes, los problemas del gobierno y la destrucción de viviendas ilegales“.

Gringo Tax, el colectivo de extranjeros contra la gentrificación que apoya a barrios de la CDMX
Foto: Cortesía

Hace dos años decidió quedarse a vivir en la Ciudad de México, donde al igual que en su lugar de origen se percató de que “hay un problema con los precios de todas las cosas“, lo que la animó a buscar cómo involucrarse en el tema.

“Es algo que se menciona en conversaciones, artículos, redes sociales y las marchas contra la gentrificación, entonces creo que muchos gringos sí ven que hay un problema, y con Gringo Tax no sólo hay un reconocimiento de que algo está pasando, porque no es suficiente, también pensamos en qué hacer“, platica sobre su participación.

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En su caso, al igual que otros, los une a México el que sus parejas sean mexicanas, o tienen otro vínculo con el país que las ha motivado a preocuparse y actuar. Jamilli, por ejemplo, nació en Estados Unidos, pero sus padres son originarios de Acapulco, Guerrero. “Ellos se fueron en 1993 por temas políticos y no han podido regresar, pero yo decidí venir a la Ciudad de México cuando terminé mi maestría para visitar a mi abuela y a mi familia que se quedó acá”, comenta.

“Al llegar aquí estuve en un programa de verano y después encontré a Rachel, quien actualmente es mi roomie, y fue quien me contó sobre Gringo Tax, lo que me pareció muy chido, porque hay quien viene y quiere apoyar a la comunidad que ya vive aquí y no ven a México sólo como un paraíso“, relata Jamilli.

Gringo Tax, el colectivo de extranjeros contra la gentrificación que apoya a barrios de la CDMX
Foto: Cortesía

Un proyecto más allá del síndrome del salvador y las marchas anti gentrificación

Lucía es mexicana, pero recién ha vuelto de Nueva York, donde vivió por siete años y trabajó en proyectos de vivienda asequible. Al regresar a México se encontró con que en algunas zonas de la capital los costos de vida se habían incrementado, y decidió buscar algún grupo de activistas que trabajaran en soluciones. Fue así como a través del buscador de internet encontró a Gringo Tax.

Al poco tiempo de integrarse al colectivo le llegó la invitación, por parte de Gringo Tax, para acudir a la primera marcha convocada contra la gentrificación en la Ciudad de México, “que se suponía sería una reunión para discutir el tema, habría un taller y un micrófono abierto, pero terminó siendo una protesta enorme con una retórica algo tensa”.

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Tizoc, quien participó en la organización de la marcha, aunque por temas laborales no pudo acudir, afirma que los convocantes “teníamos claro que la gentrificación es una cosa sobre todo sistémica, que el reclamo al gringo era contra el desequilibrio del dólar y el peso, y que en realidad nadie estaba buscando golpear a otro ser humano, pero se creó una situación tensa”.

La inconformidad que se tradujo en consignas con discursos xenófobos, y que llegó a las redes sociales de Gringo Tax en forma de cuestionamientos, los han llevado a dialogar internamente sobre las problemáticas que motivan el descontento en un espacio seguro, aunque como reconoce Abigail, “hay muchos extranjeros que después de eso sintieron que no son bienvenidos, una reacción que creo que es natural, por lo que tratamos de no involucrarnos de manera directa como grupo en ellas”.

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Rachel, por su parte, piensa que más allá de la polarización que generaron estas movilizaciones, al interior del colectivo abrió la conversación sobre evitar convertirse en “salvadores blancos”, y asumir que en el sistema actual “unos tienen más poder que otros, por lo que nos queda escuchar y entender de dónde viene el enojo, así como asumir que la gentrificación no es culpa de una persona, es algo sistémico con muchos años de historia”.

“No es cuestión de quién tiene la razón, todos tenemos experiencias muy distintas, lo importante es escuchar, conocernos, ver a los otros como humanos y reconocer los privilegios que tenemos para ver de qué forma podemos aportar y apoyarnos, porque no hay una forma única ni fácil de solucionar las cosas”, plantea.

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Sin embargo, no todos los extranjeros se sienten cómodos cuestionando su privilegio o con la invitación a retribuir a la comunidad en la que se han integrado en México: “hay varios que dicen ‘qué interesante’, pero no se suman a las actividades, o están quienes se ponen a la defensiva”, ante lo cual Rachel remarca: “no tenemos intención de pelear o discutir con nadie, aportan quienes deciden hacerlo”.

Actualmente, Gringo Tax está integrado por 15 personas mexicanas y extranjeras que administran los recursos y planean las acciones que lleva a cabo el colectivo, a quienes se suma una treintena de personas que participan en las distintas actividades. Quienes quieran sumarse o aportar donativos, pueden contactarlo a través de redes sociales o de su página de internet.

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Imagen BBC
Qué es la flota de buques fantasma por la que se acusa a Venezuela de burlar las sanciones para exportar su petróleo
8 minutos de lectura

Casi siete años después de la imposición de sanciones por parte de EU la exportación petrolera de Venezuela parece haberse recuperado de forma significativa gracias a la contribución de la llamada flota fantasma. BBC Mundo te cuenta de qué se trata.

11 de diciembre, 2025
Por: BBC News Mundo
0

Cuando en 2019 el presidente de EE.UU., Donald Trump, impuso sanciones a la industria petrolera de Venezuela para presionar al gobierno de Nicolás Maduro, las exportaciones de crudo venezolano cayeron hasta unos 495.000 barriles diarios. Seis años más tarde, las sanciones siguen en pie, pero las exportaciones petroleras de Venezuela han vuelto a crecer hasta ubicarse en torno al millón de barriles diarios.

Aunque se trata de una cantidad pequeña para un país que en 1998 -antes de la llegada al poder de Hugo Chávez- producía tres millones de barriles diarios, esta recuperación de parte de la exportación de crudo es un indicativo de que las sanciones contra Venezuela no están funcionando como EE.UU. esperaba.

Y es que el gobierno de Maduro ha ido encontrando la manera de ir reactivando la producción y de crear nuevas vías para vender el crudo venezolano esquivando las sanciones.

En esa tarea de comercialización ha jugado un rol central la llamada “flota fantasma”: una serie de tanqueros petroleros que por medio de distintas estratagemas logran ocultar su labor como barcos de transporte de petróleo sancionado por las autoridades estadounidenses.

Una de estas embarcaciones fue interceptada e incautada este miércoles por las fuerzas militares de EE.UU. cuando se encontraba en aguas frente a las costas de Venezuela.

“Acabamos de incautar un petrolero frente a la costa de Venezuela, un petrolero grande, muy grande; de hecho, el más grande que se haya incautado jamás”, dijo Trump al anunciar la operación ante la prensa en la Casa Blanca.

El gobierno de Maduro reaccionó calificando la incautación como “un robo descarado y un acto de piratería” y dijo que acudirá ante instancias internacionales existentes para denunciar lo ocurrido.

Donald Trump, de traje azul y corbata roja, durante una sesión en la Casa Blanca, 10 de diciembre, 2025
Getty Images
La incautación del buque es una de varias acciones con las que Donald Trump busca presionar el gobierno de Nicolás Maduro.

Esta acción estadounidense aumenta las tensiones con Caracas que se han ido intensificando desde que en agosto de este año el gobierno de Trump inició un gran despliegue militar en aguas del Caribe con el objetivo oficial de combatir el narcotráfico, pero que muchos analistas creen que tiene como objetivo final forzar un cambio de régimen en Venezuela.

Más allá de su posible objetivo político, la medida tiene un impacto económico pues dificulta aún más las exportaciones petroleras venezolanas al meter presión sobre la flota fantasma.

Pero, ¿qué sabemos sobre cómo operan estas embarcaciones?

Un fenómeno en auge

La utilización de flotas fantasmas es un fenómeno en aumento que ocurre no solamente en el caso venezolano, sino también de otros dos países petroleros sometidos a sanciones por parte de EE.UU. y de potencias occidentales: Rusia e Irán.

La empresa de inteligencia financiera S&P Global estima que uno de cada cinco petroleros en el mundo son usados para vender de contrabando petróleo procedente de países bajo sanciones.

De estos, el 10% transportarían solamente crudo venezolano, un 20% haría lo mismo con el iraní, mientras que 50% se dedica en exclusiva al petróleo ruso. El 20% restante no estaría atado a ningún país en particular y puede transportar petróleo de más de uno de estos países.

Según estimaciones de la firma de análisis marítimo Windward, la flota clandestina cuenta con unas 1.300 embarcaciones.

Las sanciones petroleras buscan desincentivar a países o empresas a adquirir o involucrarse en cualquier operación relacionada con crudo procedente de los países castigados.

Ante ello, los países sancionados optan por ofrecer su petróleo con grandes descuentos para que haya operadores, empresas o países que estén dispuestos a correr el riesgo de comprarlo, aplicando -eso sí- algunos trucos para disimular su origen.

Barcos petroleros esperan ser cargados en el lago de Maracaibo
Getty Images

Barcos que engañan

Una de las estrategias más frecuentes que aplican estos tanqueros para evadir las sanciones es cambiar con frecuencia -a veces varias veces en un mes- de nombre o de bandera.

En el caso, por ejemplo, del petrolero incautado este miércoles, se trata de un barco llamado The Skipper, según informó CBS News, socia en EE.UU. de la BBC.

Esa misma cadena dijo que se trata de un barco sancionado por el departamento del Tesoro de EE.UU. desde 2022 debido a su supuesto rol en una red de contrabando de petróleo que ayuda a financiar a la Guardia Revolucionaria de Irán, así como a la milicia chiita libanesa Hezbolá.

CBS indicó que al momento de ser sancionado el petrolero tenía por nombre Adisa (inicialmente se llamaba The Tokyo) y era una de las embarcaciones vinculadas con el magnate petrolero ruso Viktor Artemov, quien también se encuentra bajo sanciones.

Al referirse a ese tanquero este miércoles, la fiscal general de EE.UU., Pam Bondi, dijo en la red social X que esa nave era usada para transportar petróleo procedente de Venezuela e Irán, dos países bajo sanciones.

Un elemento interesante sobre The Skipper es que es un barco con 20 años de antigüedad y ese es otro elemento usual entre los tanqueros de las flotas fantasma: muchos son barcos viejos, pues las grandes navieras suelen deshacerse de estos barcos cuando tienen 15 años de servicio y luego de 25 años suelen ser enviados al desguace.

Justamente otro truco aplicado por estos barcos es usurpar la identidad de alguno de esos barcos enviados a desguace, emitiendo los números de registro únicos que la Organización Marítima Internacional le otorgó a esas embarcaciones. Así se convierten en lo que se conoce como barcos zombis, pues lo que hacen es similar a alguien que usa la identidad de una persona muerta.

Un caso de este tipo relacionado con Venezuela ocurrió en abril pasado cuando un barco llamado Varada llegó a aguas de Malasia, tras un viaje que había iniciado dos meses antes en Venezuela.

La embarcación juntaba dos elementos sospechosos: tenía 32 años y la bandera de las Comoras, popular entre barcos que no quieren ser detectados.

Una investigación de la agencia Bloomberg descubrió que se trataba de un barco zombi, pues el verdadero Varada había sido desguazado en 2017 en Bangladesh.

Un buque con bandera de Liberia transfiere petróleo a un buque con bandera de Rusia
Getty Images
Las flotas fantasmas suelen transferir su petróleo a otra embarcación en alta mar.

Otras formas habituales de operar de los barcos de flotas fantasmas consiste en “disfrazar” el origen del crudo transfiriéndolo en aguas internacionales a petroleros sin problemas legales con otras banderas, que son los que se encargan de llevar el crudo hasta su destino, presentándolo como procedente de un país no sancionado.

Ese fenómeno se produjo, por ejemplo, en el caso de las exportaciones petroleras venezolanas hacia China durante el primer gobierno de Trump. Según expertos consultados por BBC Mundo hubo un momento en el que en las estadísticas oficiales de comercio de China aparecía como si ese país no estaba adquiriendo crudo venezolano cuando, en realidad, sí lo estaba haciendo.

Esto era posible porque ciertas refinerías compraban el petróleo a estos barcos que habían adquirido la carga en aguas internacionales y que la presentaban como procedente de países no sancionados.

Un último truco usual entre este tipo de tanqueros consiste de desactivar el sistema de identificación automática, a través del cual se transmiten datos como el nombre, la bandera, la posición, la velocidad o el rumbo de la embarcación. La manipulación de estos datos permite ocultar la identidad, ubicación y rumbo de las naves.

Una flota fantasma en aparente crecimiento

La investigación de Bloomberg en abril detectó el caso de cuatro barcos zombis que transportaban crudo venezolano.

La agencia de noticias recurrió al análisis de imágenes satelitales y las comparó con fotos históricas de los cuatro barcos cuyos nombres y números de identificación estaban usando.

Más recientemente, la ONG Transparencia Venezuela emitió un informe basado en la observación de lo que ocurrió en los puertos petroleros de ese país en octubre de este año.

Según ese reporte, hubo 71 tanqueros extranjeros en modo visible en los puertos de la petrolera venezolana Pdvsa, de los cuales 15 están bajo sanciones y nueve se relacionan con flotas fantasmas.

Transparencia encontró que en promedio hubo 24 petroleros que estaban ubicados cerca de tres puertos en el occidente y oriente de Venezuela y que estaban operando en modo furtivo, pues no tenían activas sus señales reglamentarias de posicionamiento.

De igual modo, Transparencia afirma haber detectado seis operaciones de transferencia de carga de un buque a otro, cerca de la bahía de Amuay, en el occidente del país.

De igual modo, hubo una mayoría de barcos con banderas de países considerados como paraísos regulatorios, por tener normas de supervisión laxas, lo que termina facilitando las operaciones de este tipo de embarcaciones.

Un enorme buque petrolero atraca en la terminal de crudo del puerto de Yantai, provincia de Shandong, China, el 25 de abril de 2024
Getty Images
Los barcos zombis son los que navegan con la identidad de otros que han sido desguazados.

Así, de los 71 barcos, 29 tenían la bandera de Panamá, seis de las islas Comoras y cinco de Malta.

En su informe, Transparencia indica que 38 de estos petroleros pasaron más de 20 días sin tocar puerto, algo que contrasta con los barcos de la petrolera estadounidense Chevron (autorizada por Washington para operar en Venezuela) que al llegar toman su carga y se marchan en un plazo máximo de seis días.

“La permanencia extendida en las áreas portuarias del país, sin llegar directamente a las terminales petroleras, arroja serias dudas sobre el tipo de operaciones que esos buques realizan”, señaló Transparencia en relación con los barcos que tardaban muchos días sin tocar puerto.

En todo caso, dado que la operación de intercepción e incautación realizada este miércoles se originó en el portaviones Gerald Ford -el más grande del mundo-, que ahora forma parte del masivo despliegue de fuerzas realizado por EE.UU. en aguas del Caribe frente a Venezuela, es probable que la posibilidad del gobierno de Maduro de recurrir a la flota fantasma se vea limitada de una forma importante.

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BBC

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