Un grupo de ciudadanos y miembros del colectivo Ciudadanos Unidos por Sinaloa retaron al gobernador Rubén Rocha Moya a someterse a la revocación de mandato.
El grupo de personas montó la manifestación a las afueras del Congreso de Sinaloa donde, a partir de las 11:00 horas, Rocha Moya presentará su Tercer Informe de Labores.
A mediados de noviembre el colectivo promovió solicitudes para iniciar el proceso de revocación de mandato, sin embargo, fueron rechazadas por el Instituto Estatal Electoral de Sinaloa argumentando que la ley estatal no contempla el actual periodo para la aplicación de dicha ley.
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El Gobernador envió una solicitud al IEES mostrando disposición para someterse al proceso de revocación y pidió que se analice llevar a cabo la consulta.
“Lo que queremos es que le tomemos la palabra, si realmente quiere que se lleve a cabo el ejercicio estamos proponiendo: uno, que haga uso de sus facultades y proponga que la ley pueda ser utilizada en su propio mandato, eso lo puede hacer desde el propio Congreso del Estado, y número dos, que si no lo hace, cuando menos hagamos el ejercicio de que él nos diga el número. Gobernador, lo retamos, díganos qué número de firmas quiere para juntarlas y que usted vea realmente que la gente no lo quiere en el gobierno”, apuntó Fernando Gómez, miembro del colectivo.
Señaló que, en su caso, han probado un recurso jurídico para ser impugnada la ley, sin embargo, los tiempos están en su contra.
En la entrada del Palacio Legislativo colocaron cinco mantas en las que colocan “Gobernador: ¿Con cuántas firmas se va? ¿Y con cuántas nos ayuda?”, así como “Diputados: ¡BASTA YA! ¡EXIGIMOS SEGURIDAD! Están para servir al pueblo, no al Gobernador”.
La concentración de manifestantes espera la llegada del gobernador Rocha Moya para cuestionarle al respecto.
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“Nuestra alternativa es que si él no va a irse por ningún motivo lo que queremos es paz, la verdad todos estamos conscientes de que la violencia nos alcanzó a todos y por esa razón es que revalorar su estrategia de seguridad es lo que más importa”.
Sinaloa vive una ola de violencia desde el pasado 9 de septiembre, como resultado de una disputa entre los Guzmán y los Zambada, tras la detención de Ismael “El Mayo” Zambada. Tan solo ayer, jueves 28 de noviembre, se registraron 14 homicidios dolosos.
De acuerdo con el reporte diario de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), Sinaloa fue la entidad con más asesinatos, seguido de Guanajuato que registró 12 y Chihuahua con 10.
El conteo diario de Noroeste señala que, del 9 de septiembre al 27 de noviembre, se han registrado al menos 474 homicidios dolosos y 549 personas fueron privadas de la libertad.
Ante esto, el Ejército Mexicano ha enviado en la última semana 200 elementos de Fuerzas Especiales, que se suman a los 600 militares que llegaron a territorio sinaloense el pasado 21 de septiembre.
Falleció la actriz a quien se considera en México como inspiradora del cineasta Luis Buñuel. En su carrera se cuentan más de 100 películas y decenas de obras de teatro.
“Yo escogí a Buñel, no él a mí”. De eso presumía hace años la actriz mexicana Silvia Pinal.
“Me enamoré de su cine, de su humor negro, de su manera de ser y supe que no descansaría hasta ser dirigida por él y lo logré”, dijo en una entrevista concedida al diario La Jornada.
Se trató de una declaración sorprendente que se recuerda ahora tras su muerte.
Pinal contaba la historia de cómo se filmó Viridiana, en 1961, una de las obras maestras del cineasta español y la primera cinta mexicana que ganó la Palma de Oro en el Festival de Cannes.
Pinal murió este 28 de noviembre a los 93 años en Ciudad de México donde estaba hospitalizada desde el 21 de noviembre por una infección urinaria.
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, lamentó el fallecimiento de la actriz a la que definió como “parte de la memoria cultural de México”.
“Muchas generaciones de mexicanas y mexicanos crecimos admirándola”, escribió Sheinbaum en sus redes sociales.
En la autobiografía de Pinal, Ésta soy yo. Silvia Pinal, la actriz recordaba que la filmación fue una especie de regalo de bodas de su entonces marido, el empresario Gustavo Alatriste.
La pareja viajó a España para contactar a Buñuel, a quien encontraron en su pueblo natal Calanda, en la provincia de Teruel. Pinal los presentó.
“¿Y él quién es, productor, director?”, preguntó. La actriz respondió: “No, don Luis, es mi marido y es mueblero”.
Intrigado, Buñuel insistió: ¿por qué un vendedor de muebles quería hacer cine?
“Porque me ama”, fue la respuesta. “Ah”, dijo el director. “Es una muy buena razón”.
Alatriste pagó 150 mil pesos de entonces al cineasta por la película. Ése fue el regalo de bodas para su esposa.
Y Viridiana es la cinta por la que más se la recordará y la que la consagró como actriz.
A Silvia Pinal se le consideraba “la última gran diva de México” y entre las razones para la definición destacan las películas Viridiana, El ángel exterminador y Simón del Desierto.
Fue una de las actrices que más filmó con el cineasta español.
En México la llamaban “la musa de Buñuel”.
Pinal nació en en 1931 en el puerto de Guaymas, Sonora, en el noroeste del país.
Por el trabajo de su padre, un exmilitar, vivió en varios lugares antes de asentarse definitivamente en Ciudad de México, donde a los 14 años consiguió su primer empleo como secretaria en un laboratorio farmacéutico.
En 1948, debutó en su primera película con un papel pequeño en Bamba, y a partir de ese momento filmó más de 100 cintas en México y otros países.
Silvia Pinal fue una actriz versátil: lo mismo interpretó a una ingenua chica consentida de familia adinerada, que a mujeres seductoras en busca de conquistar hombres millonarios.
En su filmografía abundan las comedias ligeras o de estilo comercial, con las que obtuvo varios reconocimientos y la volvieron muy popular en México.
De acuerdo con especialistas tuvo un papel central en el estilo de cine que nació en la década de los 50 y cuyo tema más frecuente fueron historias desarrolladas en las ciudades, a diferencia de otros períodos cuando los guiones se basaban sobre todo en la vida del campo.
Fue un contexto distinto que requería, también, de otro tipo de actrices.
“Más que campo, arrabal o barrio debían sugerir una sensualidad más sofisticada, desbordante”, escribió el historiador Felipe Mera en la revista Veredas de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
Era una imagen que causaba controversia.
En 1961, por ejemplo, el gobierno de España encabezado por Francisco Franco prohibió la exhibición de Viridiana después de que el diario italiano L’Osservatore Romano la calificó como “blasfema”.
Pinal contaba que las autoridades españolas ordenaron confiscar todas las copias de la cinta, pero amigos de la actriz enterraron en su jardín un par y ella misma llevó a México de contrabando otras tres.
Por eso fue posible que Viridiana se exhibiera en América Latina.
Aunque en México muchos destacan especialmente la belleza de Silvia Pinal, también hay otros momentos que ahora se recuerdan.
Uno de ellos es el período entre 1991 y 2000 cuando la actriz fue sucesivamente diputada federal, asambleísta del Distrito Federal y senadora, postulada siempre por el entonces gobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI).
En ese lapso impulsó algunas legislaciones que tuvieron poco éxito, como una propuesta para endurecer sanciones a la reventa de boletos de espectáculos, y modificaciones a la Ley de Cinematografía.
Además fue secretaria general de la Asociación Nacional de Intérpretes, la Asociación Nacional de Actores y promotora de obras musicales en teatros del país.
También protagonizó varias polémicas. En 2000 tuvo que exiliarse durante casi un año en Miami, pues en México fue acusada de malversar fondos de la Asociación Nacional de Productores de Teatro (Protea), que ella fundó.
El aspecto personal de la última diva de México no fue tan exitoso.
Durante varios años Silvia Pinal padeció un glaucoma que le obligó a cancelar presentaciones y alejarse durante un tiempo de los escenarios.
Pero lo más grave ocurrió con su familia. Una de sus hijas, la cantante de rock Alejandra Guzmán, estuvo a punto de morir por complicaciones de una cirugía plástica mal practicada.
Antes, en 1982, había muerto otra de sus hijas, Viridiana, de 18 años de edad, en un accidente automovilístico en Ciudad de México.
Cinco años después falleció su nieta en la piscina de su casa. La niña de 2 años se llamaba igual que su tía.
Fue una de las mayores paradojas para la actriz: Viridiana, el nombre que representó la gloria en su carrera, fue también el mayor dolor en su vida.
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