
Abraham Zeidy Hernández del Razo desapareció en Escobedo, Nuevo León, el 14 de mayo de 2024, cuando su familia tuvo la última noticia de él. Su mamá y su hermana hablaban con él por teléfono durante una celebración. El joven de 32 años les dijo que llamaría más tarde para felicitar a su abuela.
Esa llamada nunca llegó. Desde entonces, ellas y su papá no saben nada de él. Desde el plantón que familias buscadoras instalaron en el asta bandera del Zócalo el pasado domingo 18 de agosto, Gustavo, su padre, confiesa que han sido casi cuatro meses dolorosos y tristes.
“Le pedimos tanto a Dios que tengamos noticias, sea como sea”, dice. El papá de Abraham relata que dado que vive en la Ciudad de México, solo tenía comunicación esporádica con su hijo; siempre había sido así. “Sin embargo, nos queremos mucho, es mi amigo, yo he sufrido mucho, mi casa está muy triste, mi familia está devastada”, agrega.
Lo único que quisiera ahora es que sonara el teléfono para recibir alguna noticia, pero las autoridades no han hecho nada. Se pregunta si el hecho de no vivir allá podría estar relacionado con esa falta de acción. Desde la plaza central de la capital, le pide al gobernador Samuel García que lo ayude en la localización de su hijo.
“También le pido a la población de Monterrey, a los ciudadanos de Monterrey, que nos ayuden, porque ha habido muchas fichas de búsqueda en las redes, muchas. No puedo creer que nadie haya visto nada y que no sepan nada de mi hijo. No nada más es una familia, es un círculo social el que está dolido”, reclama.
Gustavo llegó al Zócalo con sus amigos de ese colectivo, como los llama, que está viviendo lo mismo que él. Eso le parece importante para expresarle a la sociedad que no están solos, que es posible levantar la voz y unirse para “recuperar a nuestros hijos de la forma que sea, y como estén”.
“Lo importante es que nos sumemos, que podamos difundir las búsquedas de todos nosotros, de nuestros hijos, porque es algo muy triste que estoy viviendo como papá. Las mamás sufren mucho, pero los papás también sufrimos mucho; a veces me caigo pero me tengo que volver a levantar, tengo que ser fuerte y seguir”, dice convenciéndose a sí mismo.
Asegura que la lucha de quienes permanecen en el Zócalo, especialmente este domingo, cuando persistirán como un punto de contraste en medio del discurso oficialista, es muy grande. Estar con sus compañeros, sostiene, de alguna manera lo tranquiliza, porque escuchar y compartir sus historias lo dota de mucha energía. “Podernos entender —continúa– es la parte más importante de ser humanos y poder sacar adelante las exigencias juntos”.
A sus espaldas, sobresalen los techos de las casas de campaña, unas siete en este momento, donde aproximadamente 50 personas se van rotando, 15 más o menos por turno. En buena medida, han sobrevivido de donaciones, que les permitieron instalar después de algunos días un baño portátil, una situación con la que han batallado mucho.
Apenas este jueves comenzaron a cercarlos decenas de sillas y vallas, colocadas a lo largo de las cuatro caras del Zócalo, cuando faltaban tres días para el último Informe de Gobierno de Andrés Manuel López Obrador, que quizá se dirigirá a ellos solo como parte del resto de la multitud, porque después de 15 días no ha querido entablar un diálogo directo.
Gustavo, en cambio, sí lo alude directamente desde la plancha: “Que el señor presidente de la República nos apoye, nos dé una solución, que nos ayude a aminorar este dolor, porque él también es padre, tiene hijos; que voltee a ver a sus hijos, porque hasta cuando un hijo se enferma le duele a uno; ahora imagínese cuando ya no está, no sabemos nada”.
Lo único que pide –remarca– es que voltee a verlos, los atienda y les dé alternativas, pero hasta hoy no hay ningún avance. Sin embargo, su fe es más grande, dice convencido, y no cejará ante la lluvia, el viento o las carencias que puedan enfrentar.
Una vez concluido el informe de Gobierno, Gustavo dijo que fue lamentable para todas las familias sufriendo “este calvario tan triste” lo que “él quiso tratar de disfrazar” cuando los miles de desaparecidos en México son algo real, “no se acercó ni siquiera”.
“Usted habla mucho de Jesucristo y en su mandamiento dice que amarás a tu prójimo y hoy, a los desaparecidos, a las familias, creo que no ha cumplido”.
Y él no fue el único que se quedó con esa impresión al final del último informe de gobierno de López Obrador. Patricia de la Cruz, quien busca a su hijo Fernando Hernández, dice que no es posible que el presidente haya ignorado a las familias de personas desaparecidas.
“15 días y no nos ha venido a ver, nos ha ignorado, pero aquí vamos a estar, aquí vamos a estar”, dijo.
En Monterrey ya existe una denuncia por la desaparición de Abraham, y su papá espera que las autoridades estén haciendo algo, aunque no le han dado noticias. Subraya lo difícil de estos meses, sobre todo por el permanente recordatorio de que sigue existiendo un lugar, una recámara para él, como cuando venía de visita a la ciudad de México y le decía a su papá de cariño “mi monstruo”.
En el pliego petitorio que difundieron el pasado 18 de agosto, las familias instaladas en el Zócalo piden a la presidenta electa, Claudia Sheinbaum, seguridad federal, presupuesto para fichas y volanteo, así como la identificación de más de 56 mil restos óseos en poder de los servicios forenses de todo el país, y en bodegas de resguardo y panteones municipales, que muchas veces permanecen ahí sin identificar, como el caso de Mauri Daniel.
El viernes 30 de agosto por la noche, a dos días del informe del presidente López Obrador, las familias del plantón tuvieron su propia conmemoración del Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas, con la celebración de una misa ahí mismo pasadas las ocho de la noche.
El padre Arturo, cuyos propios motivos lo acercaron al tema, por un joven que colaboraba en su parroquia en Gustavo A. Madero y el próximo 4 de septiembre cumple 9 años de desaparecido, en todo momento hizo referencia a las personas desaparecidas y a las deudas que se tienen con ellas.
Puedes leer: “Tejer Memoria” para recuperar historias de personas buscadoras que murieron sin hallar a sus desaparecidos
“Por todas las buscadoras y buscadores que han partido de esta vida sin respuesta; por todos los tesoros que hemos encontrado; por las cerca de 60 mil personas que no han sido identificadas en los servicios forenses de México; por todos los que amamos y han partido de esta vida, verdad y justicia, oremos”, lanzó en su plegaria el sacerdote.
“Hasta encontrarles”, respondieron las familias, que tan solo un par de horas antes habían recibido la visita de funcionarios de Gobernación que les invitaron a “avanzar” —sin mencionar explícitamente la palabra retirarse— a cambio de la oferta de una reunión, pero hasta el lunes 2 de septiembre.
Para ellas, la atención no podía esperar tanto. Menos si significaba arriesgarse a que una vez pasado el informe, la promesa no se cumpliera. Los funcionarios prometieron regresar una hora después, ya terminada la misa, pero ese supuesto tiempo terminó extendiéndose hasta las 5 de la tarde del sábado sin que volvieran a apersonarse. La amenaza de un desalojo persistía, pero también la voluntad de permanecer ahí hasta la hora programada para que el mandatario se dirija a la nación por última vez, como un recordatorio de que en medio del informe hay un gran pendiente.
Durante la misa, el sacerdote reconoció su persistencia, “en la inclemencia del temporal, 24 horas al día, con el celo del asta bandera para evitar que se resguarde el lábaro patrio pero con un gran motivo: que se nos imparta justicia, tan sencillo como eso”.
“Pero no queremos conmemoraciones; si fuera de otra manera, por qué tomar un asta, por qué tener que salir a las calles, por qué tener que manifestarnos y gritar, lo que queremos es encontrar a nuestros tesoros. No sé si se den cuenta, ustedes son un ejemplo de lo que esta viuda de la parábola estaba buscando ante las autoridades civiles: la impartición de justicia”, remarcó.
Laura Sánchez Martínez, de 50 años, originaria de Reynosa, Tamaulipas, busca al menor de sus tres hijos, Miguel Ángel Hernández Sánchez, hoy de 30 años de edad, quien desapareció a los 25 en esa ciudad hace exactamente cinco años, un 25 de agosto de 2019. Laura tiene esa fecha tatuada en uno de los dedos de su mano.
Unos meses después, la fiscalía estatal le aseguró que lo había localizado en el Cefereso 17 de Morelia, Michoacán. La dieron por enterada solo por teléfono y más tarde, le proporcionaron un documento. Su madre hizo todo el trámite de petición para saber por qué estaba detenido ahí y qué se necesitaba para completar su identificación física y oficializar su localización.
Con la llegada de la pandemia, todo se detuvo y no volvió a saber nada del proceso. Laura ha seguido acudiendo al ministerio público de Reynosa para que le ayuden con el seguimiento de la localización de su hijo, pero no hay respuesta.
“Traigo documento y todo de que mi hijo ha sido localizado con vida, pero ellos ahorita se deslindan de que no hay ningún avance, no me saben decir qué pasó, dónde está, metí un amparo y su expediente ya se hizo federal”, narra la madre de Miguel Ángel.
Por eso, dice, ahora está en el asta bandera, para que no baje y ondee de noche en representación de que las familias están en guerra con este gobierno: “Ellos hoy día me lo traen desaparecido, secuestrado, después de haber sido desaparecido en Reynosa; yo hago culpable a las personas de fiscalía, de la autoridad, quien me lo localizó y ahora me lo traen ellos mismos de Cefereso en Cefereso”.
Laura solo pide que la ayuden a localizarlo, o por lo menos a saber qué fue de él. Asegura que si estuviera interno en condiciones ordinarias en un centro penitenciario, ya se habría comunicado con ella, que sigue teniendo el mismo celular, o con alguien más de su familia para recibir visitas.
Los cinco años sin su hijo han ido acabándola, confiesa. Vive con distrofia simpática refleja, depresión, alteraciones nerviosas, infección urinaria y hernias que incluso le iban a operar el 28 de agosto, pero prefirió quedarse en plantón. A la sociedad le pide colaborar con la protesta, que en este momento específicamente necesita cualquier muestra de ayuda y un médico que pueda hacerles una revisión general y expedir las recetas de enfermedades que ya tienen diagnosticadas.
“No me doy por vencida, yo pido que el presidente todavía actual, López Obrador, se tiente tantito su corazón. Estamos a unos pasos de la presidencia, donde él puede; queremos un acuerdo con él, que nos ayude a buscar y localizar a nuestros hijos, porque después de haber sido localizado, ahora ellos mismos me lo desaparecen”, lamenta.
Laura también le pide a Claudia Sheinbaum que si verdaderamente es “tiempo de mujeres”, ella que es madre, hija y hermana se toque el corazón, voltee a verlas y sea empática con quienes tienen tantos días ahí. La hija de Miguel Ángel, de solo 3 años de edad cuando desapareció, tiene ya 8 y hoy es el motor para su abuela, a quien ha enseñado a sobrevivir.
El pliego petitorio de las familias se dirige también al fiscal de la República, Alejandro Gertz Manero, para que atraiga la investigación de la desaparición de Miguel Ángel, FED/TAMP/REY/0001788/2024, entre otras, por el delito de desaparición forzada. A la Suprema Corte de Justicia le piden instruir al juez de distrito que pida el voceo y localización del joven dentro del Cefereso.
“Inicia una nueva administración que se puede caracterizar por tomar de la mano y abrazar la búsqueda incansable de las madres mexicanas: ‘compañera presidenta, es preciso que te llames compañera”, concluye el pliego petitorio.
Tras pasar la conmemoración del Día Internacional de las Víctimas de Desaparición Forzada entre actos de memoria y exigencia en todo el país, Data Cívica dio a conocer un análisis del Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas, que hasta el cierre de esta publicación conserva más de 115 registros.
Ahí destaca que de 2006 a 2023 aumentaron 49 veces las desapariciones de hombres y 47 las de mujeres. Tamaulipas es el estado donde más desapariciones se han contabilizado: 560 por cada 100 mil personas entre 2006 y 2024.
“No me desespero ni me pienso retirar de aquí; aquí voy a seguir hasta que ellos hablen con nosotros y, primeramente Dios, se toquen el corazón. Si el presidente va a dar su informe de gobierno, que hable con nosotras”, insiste Laura.

El anuncio de Trump tiene como objetivo cortar los ingresos del gobierno de Nicolás Maduro, pero algunos analistas advierten que la medida podría profundizar la crisis económica en Venezuela y generar consecuencias negativas para Washington.
Para Venezuela, el petróleo no es simplemente un bien de exportación. Constituye el eje central de su economía y la principal fuente de ingresos y de divisas con las que el país importa alimentos, medicinas y otros bienes esenciales.
Por ello, el bloqueo “total y completo” contra los buques petroleros sancionados que entren o salgan de Venezuela —anunciado el martes por el presidente de EU, Donald Trump— no solo podría afectar al gobierno de Nicolás Maduro, sino también a amplios sectores de la población venezolana.
Varios expertos advierten que una medida de este alcance también puede resultar contraproducente para Washington.
Trump dio a conocer la decisión a través de sus redes sociales, donde acusó al gobierno de Maduro de utilizar petróleo “robado” para financiarse y para sostener el “narcoterrorismo, tráfico de personas, asesinatos y secuestros”.
Sus declaraciones se producen una semana después de que Washington incautara un buque petrolero frente a las costas venezolanas, una acción que Caracas denunció como “un robo descarado” y “un acto de piratería”.
El mandatario estadounidense también afirmó este martes en Truth Social que Venezuela está “completamente rodeada por la mayor armada jamás reunida en la historia de Sudamérica”, y añadió que esta presencia militar “seguiría creciendo” y que sería “algo como nunca antes se había visto”.
Venezuela —que posee las mayores reservas probadas de petróleo del mundo— ha condenado la orden de bloqueo como una “amenaza grotesca”, que, según el gobierno de Maduro, busca “robar” la riqueza del país.
Desde septiembre, Estados Unidos ha acumulado una importante presencia militar frente a las costas venezolanas en el Caribe, que incluye a más de 15,000 efectivos y al portaaviones más grande del mundo, el USS Gerald R. Ford.
El ejército estadounidense también ha estado realizando una serie de ataques aéreos contra embarcaciones en el Caribe y el Pacífico oriental en los que han muerto al menos 95 personas.
El presidente Trump afirma que el objetivo de esta campaña militar es combatir el narcotráfico en la región y acusa al mandatario venezolano, Nicolás Maduro, de encabezar el llamado Cartel de los Soles.
Sin embargo, diversos analistas sostienen que la estrategia podría también estar orientada a impulsar un cambio de régimen en Venezuela.
Venezuela produce actualmente cerca de 1 millón de barriles diarios de crudo, lo que representa aproximadamente el 1% de la producción mundial.
Una cifra que contrasta con los más de 3 millones de barriles diarios que el país produjo en 1998, el año previo a la llegada al poder del mentor político e ideológico de Maduro, el expresidente Hugo Chávez.
El desplome de la producción responde a una combinación de mala gestión, falta de inversión en el sector, pérdida de personal calificado, corrupción y sanciones internacionales.
Por ello, el impacto de un bloqueo petrolero sobre el mercado mundial sería limitado, al menos en el corto plazo.
Pero, para millones de venezolanos, las consecuencias podrían ser mucho más profundas y directas.
Cuando el presidente Donald Trump impuso un paquete de sanciones económicas estrictas a Venezuela en 2018, durante su primer mandato, la medida profundizó la ya grave crisis económica y humanitaria que atravesaba el país sudamericano.
Según estimaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI), solo ese año la economía venezolana se contrajo en torno al 15%, una de las caídas más pronunciadas de su historia reciente.
Christopher Sabatini, investigador principal para América Latina del centro de estudios Chatham House, con sede en Londres, afirma que el bloqueo anunciado por Trump podría tener un efecto “aún más devastador si lo mantiene y persiste”.
“Creo que la administración Trump espera poder darle un giro rápido a esta medida. Espera que el lenguaje hiperbólico e incendiario que usó en Truth Social ponga al círculo íntimo de Maduro en su contra y promueva una transición rápida“, le dice a BBC Mundo.
“Pero si eso no pasa, se prevé una gran crisis, porque un gran porcentaje de las exportaciones venezolanas viaja por este tipo de embarcaciones sancionadas”, agrega.
“Y los ingresos provenientes de esas exportaciones no sólo se usan para pagar y sobornar a burócratas, sino para comprar medicinas y alimentos, por lo que se prevé una gran escasez de ambas cosas”.
Un informe reciente de la organización Transparencia Venezuela reveló que el 41% de los buques petroleros (40) que operaron en las costas venezolanas en noviembre fueron buques sancionados, parte de la llamada flota de buques fantasma.
Por su parte, el servicio independiente de seguimiento Tanker Trackers estima que unos 37 buques incluidos en la lista de sancionados de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) estaban operando en aguas venezolanas a principios de este mes.
El economista venezolano Francisco Monaldi, director del Programa Latinoamericano de Energía del Instituto Baker de la Universidad Rice, en Houston, señala que la medida anunciada por Trump también forzará al gobierno de Nicolás Maduro a ofrecer mayores descuentos en el petróleo que vende a través de canales informales para sortear las sanciones.
“En cualquier escenario, esto provocará una reducción de los ingresos, lo que a su vez causará una devaluación del bolívar y un aumento de la inflación. Y si la situación se prolonga, es probable que genere una caída significativa del PIB”, añade.
El FMI proyectó que la inflación en Venezuela cerrará 2025 en aproximadamente 269,9 %, según su informe World Economic Outlook publicado el 14 de octubre de 2025.
Expertos advierten que el bloqueo también podría tener consecuencias negativas tanto para la oposición venezolana como para el propio gobierno de Donald Trump.
“Si la medida no logra desalojar al gobierno de Nicolás Maduro y los venezolanos comunes comienzan a sufrir sus efectos, es posible que muchos terminen culpando a la oposición y a Trump de la crisis”, señala Sabatini.
Y una mayor pobreza en Venezuela probablemente también impulse una nueva ola migratoria hacia países de América Latina y a Estados Unidos.
Según datos de la ONU, cerca de 7.7 millones de venezolanos han abandonado el país desde el inicio de la crisis económica y política, convirtiendo la situación en una de las mayores crisis migratorias del mundo.
El economista estadounidense Mark Weisbrot, codirector del Centro de Investigación Económica y Política (CEPR), considera que el bloqueo anunciado por Trump podría terminar perjudicándolo políticamente si se mantiene en el tiempo.
“Cerca del 90% de las divisas extranjeras que obtiene Venezuela provienen de las exportaciones de petróleo, por lo que un bloqueo como el anunciado podría generar más pobreza y más migración”, le dice Weisbrot a BBC Mundo.
“Es un riesgo considerable para Trump: si la migración venezolana hacia Estados Unidos aumenta de forma significativa, es probable que sus votantes le hagan pagar el precio en las elecciones de medio mandato del próximo año”.
Haz clic aquí para leer más historias de BBC News Mundo.
Suscríbete aquí a nuestro nuevo newsletter para recibir cada viernes una selección de nuestro mejor contenido de la semana.
Y recuerda que puedes recibir notificaciones en nuestra app. Descarga la última versión y actívalas.