La última vez que se vio a Edilberto Altamirano Camacho fue el 22 de diciembre de 2024, en el municipio de Escuinapa, Sinaloa. Desde entonces, su hermana María del Carmen ha estado dedicada a la búsqueda de su hermano.
“Él trabajaba en el Ayuntamiento, era barrendero. Hubo un tiempo en el que perdió su credencial y no podía recoger su paga por eso. Así que estuvo buscando otros trabajos mientras solucionaba este problema. Encontró uno en un yunque, pero un día fue a trabajar y ya no regresó,” relató María del Carmen.
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Al principio, María del Carmen comenzó a preguntar entre sus conocidos y compañeros de trabajo si sabían algo sobre él. Edilberto, conocido en Escuinapa como “El Pollo”, era un joven que siempre se le veía barriendo las calles, trabajando incansablemente.
“Todos lo conocían como “El Pollo”, era muy conocido en Escuinapa. Él se dedicaba a barrer las calles, por el bulevar y la Unidad Administrativa. De verdad, preguntamos por él y no supimos qué pasó ni quién se lo llevó,” aseguró María.
Con el paso del tiempo, lo último que supieron de Edilberto fue que se había ido a Puerto Vallarta a trabajar. Sin embargo, la esperanza de la familia se reavivó al conocer las publicaciones del colectivo Guerreros Buscadores sobre los objetos encontrados en el Rancho Izaguirre en Teuchitlán, Jalisco.
Entre los objetos, se encontraba una lista que destacaba el sobrenombre de “El Pollo”. Aunque la familia sabe que este es un apodo común y podría referirse a muchas personas, no pierden la esperanza de que este podría ser un indicio de que Edilberto se encuentra allí.
“Nos dijeron que se lo habían llevado a trabajar a Puerto Vallarta, allá en Jalisco. De hecho, nos habían dicho que lo habían visto trabajando allá. Esta información de Jalisco fue muy fuerte para nosotros. Hemos estado buscando entre todo lo que han subido. Vi esa lista y, en un principio, pensé que podría ser él. Pero no había certeza, aunque a mi hermano toda la vida le han dicho así,” comentó María.
Desde entonces, la familia ha intentado contactar con colectivos de búsqueda en Jalisco con la esperanza de confirmar si Edilberto se encuentra allí, o si, en su defecto, se puede descartar esa posibilidad. En cualquier caso, esto significaría continuar la búsqueda.
“Mi hermano llevaba una gorra y una cadena, y vi entre los objetos encontrados esa cadena, pero hay muchas iguales. Entre las cosas había otros objetos similares a los que él usaba. Puede que sean cosas parecidas, pero sigo sintiendo que lo llevaron hasta allá. Lo vieron trabajando allá, quiero creer que sigue haciendo lo mismo, pero no se ha podido comunicar,” agregó María.
Para las familias de personas desaparecidas, Teuchitlán es un símbolo doloroso de la crisis de desapariciones forzadas que afecta al país. Sin embargo, también representa una posible respuesta para muchas personas que, durante años, han buscado a sus seres queridos. Así lo expresa Alejandra Martínez Carrizales, miembro del colectivo Por Las Voces Sin Justicia.
Alejandra, hermana de Ismael Alejandro Martínez Carrizales, desaparecido el 12 de julio de 2020 en Mazatlán, Sinaloa, sostiene que el Rancho Izaguirre podría ser el lugar donde se encuentren los restos de personas no solo de Jalisco, sino de otras partes de México e incluso de otros países.
“Yo creo que sí podría ser el descanso para muchas familias, no solo de Jalisco, porque no solo había gente de ese estado, sino de otras partes, incluso se habla de extranjeros que buscaban oportunidades y ese fue su horrible final, ”señaló Alejandra.
Además, Alejandra no descarta que entre las víctimas que se encuentran en lo que ahora se conoce como el campo de exterminio haya personas que fueron privadas de su libertad para ser reclutadas por el crimen organizado o la trata de personas, cuando solo buscaban cumplir sus sueños o mejorar su situación económica.
De comprobarse, el caso de El Pollo podría no ser el único, ya que se han encontrado indicios de personas de Sinaloa que estuvieron en el sitio. Entre los objetos fue localizado el uniforme de una empresa de pesca mazatleca, así mismo, en otra lista aparece el sobrenombre de la Guasaveña, lo cual han señaló colectivos de búsqueda del norte de la entidad que podría tratarse de una mujer de este municipio que haya sido retenida en contra de su voluntad.
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Esta nota se publicó originalmente en Revista Espejo.
Fue uno de los rostros más visibles de las protestas estudiantiles contra la guerra de Gaza.
Fue uno de los rostros más destacados de las acampadas de estudiantes en Estados Unidos que protestaron el año pasado por la guerra de Gaza, y ahora se enfrenta a una posible deportación.
Mahmoud Khalil, estudiante de la Universidad de Columbia, en Nueva York, se ha convertido en la primera víctima de la nueva política del presidente Donald Trump, que prometió acabar con las protestas estudiantiles y amenazó con deportar a los estudiantes extranjeros que fueran “simpatizantes de los terroristas”.
“Es la primera detención de muchas que vendrán”, dijo Trump en su plataforma Truth Social, y acusó a Khalil de ser un “estudiante radical pro-Hamás”.
Khalil, refugiado palestino criado en Siria, fue detenido este fin de semana por Funcionarios del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés), según informó su abogada, Amy Greer.
Los agentes se presentaron en su casa, una vivienda propiedad de la universidad, cuando Khalil y su esposa acababan de regresar de una cena de Ramadán, y allí le comunicaron que su visado de estudiante había sido revocado y se lo llevaron arrestado.
El intento de deportación ha sido bloqueado temporalmente por un juez federal, que estudiará el caso en una audiencia de emergencia este miércoles, en la que está previsto que comparezca Khalil.
El universitario, estudiante de posgrado en la escuela de Asuntos Internacionales y Públicos, está casado con una mujer estadounidense, que además está embarazada de 8 meses, y cuenta con un permiso de residencia (green card) que, según dijeron los funcionarios de inmigración a su abogada, también había sido revocado.
Columbia fue el año pasado el epicentro de las protestas estudiantiles propalestinas que tuvieron lugar en todo el país contra la guerra en Gaza y el apoyo de Estados Unidos a Israel, y Khalil fue el principal negociador de la acampada en el campus universitario de Manhattan.
Su arresto ha desatado la indignación entre grupos de derechos humanos en EE.UU. y entre la comunidad universitaria.
La presidenta de la Unión de Libertades Civiles de Nueva York, Donna Lieberman, calificó la deportación de Khalil de “represalia selectiva y ataque extremo a la Primera Enmienda”.
También se ha mostrado “extremadamente preocupada” la fiscal general de Nueva York, Letitia James, que está siguiendo el caso.
Cerca de un millar de manifestantes con banderas palestinas se congregaron este lunes en Manhattan para pedir la liberación de Khalil y condenar las acciones de la nueva administración de Trump. Al menos una persona fue detenida.
“Ahora nos enfrentamos a la horrible realidad de que uno de nuestros estudiantes, miembro de la comunidad de Columbia, se ha convertido en preso político aquí en Estados Unidos”, declaró Michael Thaddeus, profesor de esta universidad neoyorquina.
“Es un momento funesto para la historia de Estados Unidos”, afirmó Thaddeus en una rueda de prensa con otros 50 docentes. “No debemos avanzar ni un paso más por este camino autoritario”.
El caso de Mahmoud Khalil “parece una clara persecución de activistas, y sienta un precedente muy, muy peligroso”, dijo a AFP Tobi, un manifestante de 42 años que no quiso dar su apellido por miedo a represalias, y que calificó el caso como “un secuestro”.
“Revocaremos los visados y/o las tarjetas de residencia de los partidarios de Hamás en Estados Unidos para que puedan ser deportados”, publicó este domingo el secretario de Estado, Marco Rubio, en X.
La abogada de Mahmoud Khalil, Amy Greer, afirmó que lo ocurrido a su cliente es un “terrible e inexcusable -y calculado- error”, y calificó su detención como parte de “la represión abierta del gobierno estadounidense contra el activismo estudiantil y la expresión política”.
Khalil, que no ha sido acusado de ningún delito, fue internado en un primer momento en un centro de inmigración de Nueva Jersey, antes de trasladarlo a un centro de detención de Jena, Luisiana, según los registros del ICE.
Su abogada asegura que el ICE también amenazó con detener a su esposa, una ciudadana estadounidense embarazada de ocho meses. Cuando intentó visitarlo en Nueva Jersey, los funcionarios le dijeron que no estaba allí.
Según la Universidad de Columbia, las fuerzas del orden pueden entrar en las instalaciones del campus con una orden judicial, pero negó que la dirección de la universidad hubiera invitado a agentes del ICE.
El Departamento de Seguridad Nacional puede revocar un permiso de residencia e iniciar los procedimientos de deportación contra sus titulares por una amplia gama de actividades delictivas, como el apoyo a un grupo terrorista.
Pero expertos jurídicos explicaron a la agencia de noticias AP que la detención de un residente permanente legal que no ha sido acusado de ningún delito “constituye una medida extraordinaria con un fundamento jurídico incierto”.
Según Camille Mackler, fundadora de Immigrant ARC, una coalición que ofrece servicios legales en Nueva York, “esto parece una represalia contra alguien que expresó una opinión que no le gustó a la administración Trump”, según publica AP.
Khalil tuvo un papel relevante como negociador entre la gerencia de la universidad y los estudiantes que instalaron el pasado verano un gran campamento de protesta en los jardines del campus.
Algunos estudiantes llegaron incluso a hacerse con el control de uno de los edificios de la universidad durante varias horas, antes de que la policía entrara en el campus para detenerlos. Khalil no estaba, sin embargo, en ese grupo.
Después de este incidente, Mahmoud Khalil contó a la BBC que había sido suspendido temporalmente por la universidad.
La detención de Khalil se produce después de que el presidente estadounidense emitiera en enero una orden ejecutiva en la que advertía de que se deportaría a cualquier persona implicada en “protestas proyihadistas” y a “todos los simpatizantes de Hamás en campus universitarios”.
Algunos estudiantes judíos de la universidad habían denunciado que los discursos en estas protestas rayaban a veces el antisemitismo, aunque otros se unieron a las manifestaciones propalestinas.
El nuevo gobierno de Trump ha acusado a la Universidad de Columbia de no combatir el antisemitismo en el campus, y la semana pasada decidió rescindir una partida de US$400 millones en subvenciones federales a la institución universitaria.
La cancelación de estos fondos “tendrá un impacto inmediato en la investigación y otras funciones críticas de la universidad”, anunció en un correo electrónico a todo el campus el pasado viernes la presidenta interina de Columbia, Katrina Armstrong.
Carly, estudiante de posgrado en Columbia, judía, estadounidense y amiga de Khalil, declaró a la BBC que el detenido es “un ser muy, muy compasivo”.
“Ha sido objeto de muchos ataques en internet, y para alguien que lo conoce a nivel personal es muy doloroso ver cómo lo han tergiversado”, dijo Carly, que se negó a compartir su apellido por razones de privacidad.
En declaraciones a Fox News, el zar de las fronteras de Trump, Tom Homan, alegó que Khalil había violado las condiciones de su visado al “cerrar edificios y destruir propiedades”.
*Con reportería de Madeline Halpert, Rachel Looker, Nomia Iqbal y Nada Tawfik.
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