Para entender mejor
Salvador “N” alias “Chava” o “Chavita” fue detenido por elementos de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM) por su presunta responsabilidad del homicidio del periodista Calletano de Jesús Guerrero.
En un comunicado, la dependencia informó que, durante un operativo en el municipio de Villa del Carbón, en el Estado de México, Policías de Investigación realizaban indagatorias cuando intentó evadirlos y les disparó con un arma de fuego.
No obstante, los uniformados repelieron la agresión. Lo detuvieron y fue trasladado a un nosocomio de la región para recibir atención médica
“Chavita” también es investigado por su presunta participación en el robo de hidrocarburos en el Estado de México y de Hidalgo.
El pasado 17 de enero, el periodista Calletano de Jesús Guerrero, quien era subdirector de Global México, fue asesinado en Teoloyucan, Estado de México.
En ese escenario, es el cuarto periodista asesinado en lo que va del mandato de Claudia Sheinbaum.
Además, el reportero Alejandro Gallegos León, fue localizado sin vida en el municipio de Cárdenas, Tabasco. Tenía una columna en el medio Tabasco HOY y administraba la página de denuncia ciudadana del medio La Voz del Pueblo, Noticias sin Censura.
Además, Patricia Ramírez González (Paty Bunbury), reportera de espectáculos, fue acribillada cuando se encontraba en un establecimiento de comida el 30 de octubre del año pasado en Colima.
En Uruapan, Michoacán, Mauricio Cruz Solís fue el primer periodista asesinado en México durante la actual administración.
El periodista Alan García Zúñiga fue liberado la mañana de este domingo tras haber sido secuestrado el pasado 22 de enero en Poza Rica, Veracruz.
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En un comunicado, la Comisión Estatal para la Atención y Protección de los Periodistas (CEAPP) informó que, gracias a un operativo conjunto entre autoridades federales y estatales, García Zúñiga fue rescatado.
Beijing informa que a partir del lunes impondrá sus propios aranceles de 15% a las importaciones de carbón y 10% al petróleo y camionetas provenientes de Estados Unidos.
China anunció una serie de aranceles a productos estadounidenses, en represalia por las tarifas a bienes chinos impuestas por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Los aranceles chinos, que entrarán en vigor el lunes próximo, incluyen un impuesto del 15% al carbón y al gas natural licuado, además del 10% al petróleo, maquinaria agrícola, camionetas y algunos autos de lujo.
Este martes en la madrugada comenzaron a aplicarse aranceles del 10% a todas las importaciones de China a EE.UU.
El presidente Trump alega que la medida contra los productos chinos son en respuesta al déficit comercial que existe con la nación asiática y son una manera para forzar a China a que frene el flujo de fentanilo a EE.UU.
Por su parte, el gobierno de Beijing acusó al de Washington de violar las reglas del comercio internacional.
“La imposición unilateral de aranceles por parte de EE.UU. es una seria violación de las reglas de la Organización Mundial del Comercio (OMC). No sólo no ayuda a resolver sus propios problemas, sino que además socava la cooperación y comercio normales entre China y EE.UU.”, dice el comunicado que anunciaba las tarifas de represalia.
Además califica la acción de “flagrante” y que “representa un ejemplo típico de unilateralidad y proteccionismo comercial”.
El Ministerio de Comercio de China anunció que presentará una queja ante la OMC para que intervenga en aras de “salvaguardar sus derechos e intereses legítimos”.
En una medida adicional, el ente de vigilancia de competencia en China afirma haber iniciado una investigación de la empresa Google.
La Administración Estatal de Regulación del Mercado dice sospechar que el gigante informático viola las leyes antimonopolio.
Con los anuncios, Beijing dejó claro que no rehuirá de un enfrentamiento comercial contra Washington.
No es la primera vez que esto sucede entre las dos principales potencias económicas del mundo, que ya se habían enfrascado en una guerra arancelaria durante el primer mandato de Trump en 2018.
En ese momento, Trump implementaba su agenda conocida como “EE.UU. primero”, imponiendo serie tras serie de aranceles a los productos extranjeros. Cientos de miles de millones de dólares en productos chinos enfrentaron nuevos impuestos o tarifas más altas, lo que motivó una represalia por parte de Beijing.
Durante el gobierno de Joe Biden, Washington mantuvo los aranceles y hasta incrementó algunos de ellos. Biden adoptó una estrategia más enfocada en el sector de alta tecnología con más tarifas y restricciones a los productos como semiconductores y vehículos eléctricos.
A pesar de las tensiones, estas dos grandes economías están profundamente entrelazadas, comenta João da Silva, analista económico de la BBC.
Ambos países son importantes socios comerciales. Las importaciones de China a EE.UU. alcanzaron US$401.000 millones en los primeros 11 meses del año pasado, mientras que China importó de EE.UU. el equivalente a US$131.000 millones.
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