“En mi corazón de madre, siento que mi hijo ya no vive”, confiesa Petra Gaspar Mendoza a su hija Dalia Gaspar Díaz, refiriéndose a sus presentimientos sobre Juan Carlos Díaz Gaspar, de 27 años, quien lleva desaparecido dos meses y once días.
Los primeros días de su desaparición, la familia y amigos de Juan Carlos se movilizaron para exigir la búsqueda del joven, tapizaron la ciudad de Chilpancingo con su foto, marcharon y cerraron avenidas. Después, como ocurre con decenas de personas desaparecidas, los familiares reciben amenazas, lo que los orilla a callar o se van a otra ciudad para resguardar la vida.
El caso de la familia de Juan Carlos no es la excepción. Dalia Gaspar Díaz cuenta que recibieron amenazas para que dejaran de hacer marchas.
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David Molina Rodríguez, vocero del colectivo de familiares de desaparecidos Lupita Rodríguez, asegura que eso ocurre a la mayoría de las familias, porque todas reciben amenazas por teléfono, tan pronto como salen de la Fiscalía General del Estado (FGE), a donde acuden a poner la denuncia y a exigir la búsqueda de la persona desaparecida.
“No es casual que estas amenazas ocurran después de salir de la Fiscalía a hacer la denuncia”, dice perspicaz Molina Rodríguez, en cuya desaparición de su hermano Josué Molina Rodríguez, en junio del 2014, documentaron la participación de integrantes de la FGE.
La familia de Juan Carlos ha recibido diversas llamadas. Algunas de amenazas para dejar de buscarlo, otras que piden dinero a cambio de información sobre su paradero. Una de estas llamadas fue para decirles que a Juan Carlos se lo llevaron a la sierra para hacer trabajos forzados para un grupo del crimen organizado.
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En medio de estas amenazas, la madre de Juan Carlos presiente que su hijo ya no está con vida y espera que le den la información sobre el lugar al que se lo llevaron para recuperar sus restos, para darle una sepultura digna y llorarle.
Juan Carlos desapareció el 17 de abril pasado, la última imagen que tienen de él es de una cámara del restaurante Vips en el que trabajaba al sur de la ciudad.
En la imagen, Juan Carlos se despidió de sus compañeros mientras avanzaba hacia la salida. Unos días antes de que ya no regresara, Juan Carlos fue agredido por dos hombres al salir de su trabajo. Los dos hombres lo esperaban. Cuando el joven salió, lo interceptaron, intercambiaron frases y después lo golpearon.
Las cámaras del C4, de acuerdo con la versión de la FGE, no funcionaban el día que desapareció.
David Molina Rodríguez afirma que no es raro que eso diga la FGE sobre casos de desaparición. “Generalmente cuando se trata de proporcionar información esas cámaras no funcionan justo ese día”.
Lo mismo ocurrió el día de la desaparición de su hermano Josué Molina Rodríguez, en junio de 2014. “Las cámaras no funcionaban y así ha pasado con otras personas desaparecidas”.
Dalia Gaspar denuncia que la FGE no ha investigado el celular de su hermano, el cual fue hallado por una mujer y entregado a la esposa de Juan Carlos.
A pesar del miedo, la hermana de Juan Carlos anunció que marcharán nuevamente cuando se cumplan tres meses de la desaparición de Juan Carlos.
En lo que va de este año hay un registro de 206 desapariciones, de acuerdo con el registro de Amapola Periodismo. En abril, el mes en el que desapareció Juan Carlos, ocurrieron 41 desapariciones.
Los secretos “desenterrados” en el desierto de Perú incluyen figuras humanoides y animales que arrojan luz sobre los misterios de una civilización que existió hace unos 2.000 años.
Un equipo de investigadores descubrió 303 nuevos geoglifos en el desierto peruano de Nazca, casi duplicando el total conocido de estas misteriosas creaciones con más de 2 mil años de antigüedad.
“El uso de inteligencia artificial en la investigación nos ha permitido mapear la distribución de los geoglifos de una manera más rápida y precisa”, dijo el arqueólogo japonés Masato Sakai, de la Universidad de Yamagata, al presentar los resultados de los hallazgos esta semana en Lima.
Entre las figuras descubiertas hay geoglifos de tipo relieve que representan humanoides, cabezas decapitadas y animales domésticos, a diferencia de los tradicionales geoglifos creados con líneas a gran escala que suelen representar animales salvajes.
Para descubrir estas 303 formaciones, explicaron los científicos, se analizó una vasta cantidad de datos de imágenes geoespaciales producidas desde aviones para identificar áreas prioritarias con probables geoglifos para estudios de campo.
El descubrimiento de los nuevos dibujos fue realizado en apenas seis meses, mientras que los hallazgos anteriores tardaron varias décadas.
La investigación fue publicada en la revista Actas de la Academia Nacional de Ciencias (PNAS), de la Academia Nacional de las Ciencias de Estados Unidos.
Las famosas Líneas de Nazca, reconocidas como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, tienen forma de figuras geométricas y animales, que solo pueden ser apreciadas desde el cielo.
Los primeros geoglifos fueron hallados a partir de 1927 en esta misteriosa zona ubicada a unos 400 kilómetros al sur de Lima.
Los científicos estiman que los habitantes de la civilización Nazca ocuparon la zona desde el año 200 (a. C.) hasta el 700 (d. C.).
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