
La huelga en la mina de Cananea, Sonora, una de las más prolongadas en la historia laboral de México, concluyó luego de que los trabajadores de la Sección 65 del Sindicato Nacional de Mineros aprobaron por unanimidad un acuerdo definitivo que pone fin al conflicto iniciado en julio de 2007.
De acuerdo con un comunicado del sindicato, la asamblea respaldó el Plan de Solución Integral que contempla una serie de beneficios para los trabajadores, entre ellos una liquidación justa, acceso a la seguridad social, pensiones por cesantía y viudez, así como la posibilidad de regresar a laborar para quienes así lo decidan.
El acuerdo, señala el documento, fue resultado de un proceso de negociación entre el Sindicato Minero, el gobierno federal, la Secretaría de Gobernación, la Secretaría del Trabajo y Previsión Social y el gobierno de Sonora, en el marco del plan de remediación para Cananea anunciado por las autoridades federales.
La huelga estalló hace 18 años como respuesta a las “pésimas” condiciones de inseguridad en la empresa de Grupo México y se convirtió en un referente nacional de la defensa de los derechos laborales y del Contrato Colectivo de Trabajo. Durante este periodo, los trabajadores y sus familias enfrentaron dificultades económicas, procesos legales y la pérdida de compañeros.
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Entre los puntos centrales del acuerdo destaca el reconocimiento de los derechos adquiridos mediante una liquidación que respeta cláusulas fundamentales del contrato original, así como la incorporación de los trabajadores y sus familias al Instituto Mexicano del Seguro Social, lo que garantiza el acceso a servicios de salud tras años de exclusión.
Asimismo, se estableció un mecanismo para el acceso a pensiones, considerando las distintas situaciones legales de los trabajadores bajo las leyes del Seguro Social de 1973 y 1997, además de extender los beneficios a las viudas de los mineros fallecidos durante el tiempo que duró el conflicto.
El plan también contempla analizar la reincorporación laboral de quienes tengan interés en regresar al trabajo, lo que será evaluado de manera individual, detalla el comunicado oficial del sindicato.

El líder nacional del Sindicato Minero, el diputado Napoleón Gómez Urrutia, destacó el fin de la huelga: “¡Cananea resistió y venció! Tras 18 años de una dura batalla se logró una resolución”, al tiempo que subrayó que el resultado es reflejo de la unidad sindical.
La resolución beneficia directamente a más de 650 trabajadores y sus familias y representa el cierre de un capítulo complejo para la comunidad de Cananea y el sector minero, además se consolida como un precedente en la historia de las luchas laborales en el país.

Aunque se ha dicho muchas veces que es mejor consumir la fruta entera y no su jugo por el aporte de fibras, no faltan estudios que le encuentran virtudes. interesantes a esta bebida.
En concreto, una investigación reciente ha demostrado que el consumo regular de jugo de naranja puede influir en la actividad de miles de genes dentro de nuestras células inmunitarias.
Muchos de estos genes ayudan a controlar la presión arterial, calmar la inflamación y regular la forma en que el cuerpo procesa el azúcar, lo que contribuye a mejorar la salud cardíaca a largo plazo.
Los investigadores realizaron un seguimiento a adultos que bebieron 500 ml de jugo de naranja pasteurizado puro cada día durante dos meses. Después de 60 días, muchos genes asociados con la inflamación y la hipertensión arterial se habían vuelto menos activos.
Entre ellos, NAMPT, IL6, IL1B y NLRP3, que suelen ponerse en marcha cuando el cuerpo está sometido a estrés.
Otro gen conocido como SGK1, que afecta a la capacidad de los riñones para retener sodio (sal), también redujo su actividad.
Estos cambios coinciden con hallazgos previos que indican que beber jugo de naranja a diario puede reducir la presión arterial en adultos jóvenes.
El hallazgo ofrece una posible explicación a por qué el jugo de naranja se ha relacionado con una mejor salud cardíaca en varios ensayos.
El nuevo trabajo muestra que, a la vez que eleva el azúcar en sangre, esta bebida cítrica desencadena pequeños cambios en los sistemas reguladores del cuerpo que reducen la inflamación y ayudan a relajar los vasos sanguíneos.
Tiene sentido si pensamos que los compuestos naturales de las naranjas, en particular la hesperidina, un flavonoide cítrico conocido por sus efectos antioxidantes y antiinflamatorios, pueden influir en los procesos relacionados con la hipertensión arterial, el equilibrio del colesterol y la forma en que el cuerpo procesa el azúcar.
La respuesta varió en función del tamaño corporal: las personas con más peso tendían a mostrar mayores cambios en los genes implicados en el metabolismo de las grasas, mientras que los voluntarios más delgados mostraban efectos más fuertes sobre la inflamación.
Una revisión sistemática de ensayos controlados en la que participaron 639 personas de 15 estudios descubrió que el consumo regular de jugo de naranja reducía la resistencia a la insulina y los niveles de colesterol en sangre. La resistencia a la insulina es una característica clave de la prediabetes, y el colesterol alto es un factor de riesgo establecido para las enfermedades cardíacas.
Otro análisis centrado en adultos con sobrepeso y obesidad encontró pequeñas reducciones en la presión arterial sistólica y aumentos en las lipoproteínas de alta densidad (HDL), a menudo denominadas colesterol bueno, tras varias semanas de consumo diario de jugo de naranja.
Aunque estos cambios son modestos, incluso las mejoras leves en la presión arterial y el colesterol pueden marcar una diferencia significativa si se mantienen durante años.
A esto se le suma que, según una revisión reciente, el jugo de naranja influye en las vías relacionadas con el uso de energía, la comunicación entre las células y la inflamación. También puede afectar a la microbiota intestinal, que cada vez se considera más importante para la salud cardíaca.
Si nos decantamos por jugo de naranja sanguina, basta consumirlo durante un mes para que aumente el número de bacterias intestinales que producen ácidos grasos de cadena corta. Estos compuestos ayudan a mantener una presión arterial saludable y a reducir la inflamación.
Las personas con síndrome metabólico son las que más pueden salir ganando. Una investigacion con 68 participantes obesos demostró que el consumo diario de jugo de naranja mejoraba el funcionamiento del revestimiento de los vasos sanguíneos (función endotelial), esto es, la capacidad de los vasos sanguíneos para relajarse y dilatarse.
Y eso se asocia directamente con un menor riesgo de ataques cardíacos.
Otro estudio, realizado con 129 trabajadores de una fábrica de jugo de naranja en Brasil, reveló concentraciones sanguíneas más bajas de apolipoproteína B, o apo-B, un marcador que refleja el número de partículas portadoras de colesterol relacionadas con el riesgo de sufrir un infarto.
Sin embargo, un análisis más amplio de las concentraciones de grasas en sangre reveló que, aunque los niveles de lipoproteínas de baja densidad (LDL) –colesterol malo– suelen descender, otras mediciones lipídicas, como los triglicéridos y el HDL, no varían significativamente.
En cualquier caso, parece que beber jugo de naranja no solo aporta azúcar: aunque la fruta entera sigue siendo la mejor opción debido a su fibra, un vaso diario de jugo de naranja puro podría tener efectos beneficiosos para la salud que se acumulan con el tiempo.
Estos incluyen aliviar la inflamación, favorecer un flujo sanguíneo más saludable y mejorar varios marcadores sanguíneos relacionados con la salud cardíaca a largo plazo.
*Este artículo fue publicado en The Conversation y reproducido aquí bajo la licencia creative commons. Haz clic aquí para leer la versión original.
*David C. Gaze es profesor de Patología Química de la Universidad de Westminster, en Reino Unido.