La Auditoría Superior del Estado de Tamaulipas detectó irregularidades por más de 10 mil millones de pesos en la cuenta pública 2023 de ayuntamientos y demás organismos que manejan recursos públicos .
“Un monto que pudiera hablarles por la parte de Ayuntamientos y sus organismos descentralizados, sus entes; ya estamos hablando más de 10 mil millones de pesos que están siendo observados de la cuenta pública 2023”, dijo al respecto Francisco Noriega Orozco, titular de la institución.
El auditor del estado aclaró que de la totalidad del monto, el 40 % podría representar un quebranto, mientras que el 60 % restante serían faltas administrativas.
“Algunos montos están siendo observados como pliego de observaciones que prácticamente se presumen (como) un posible delito y otra parte son las responsabilidades administrativas que estamos detectando”, señaló.
Explicó que continúa siendo alto el porcentaje de observaciones por la falta de un control interno por parte de los mismos entes, “esto es importante, porque en la medida en que empecemos a generar ese control, podemos tener mejores resultados en la fiscalización”.
Noriega Orozco agregó que incluso el equipo de auditores de la dependencia que encabeza y encargados de revisar las cuentas públicas han tenido problemas para acceder en tiempo y forma a la información. “Lo dejan hasta el final y complica la revisión”.
“Quiero invitar a los responsables de cuenta pública de los casi 160 entes del estado, entre entes municipales, estatales, los diferentes poderes, a que se sienten con sus equipos de trabajo”.
Y es que según dijo, se detectó que los titulares no conocen a detalle las observaciones preliminares que les presentan, “muchas veces sus equipos les dicen lo que piensan que quieren oír y no lo que es la realidad”.
El funcionario espera que no haya denuncias sobre presunta persecución política cuando se entreguen los 122 informes de cuentas públicas al Congreso local el próximo 20 de febrero.
“Aquí no se les siembra nada, aquí no se les pone nada, simplemente se les evalúa conforme a la técnica de auditoría y de fiscalización, sobre su desempeño financiero en sus ejercicio fiscal”, defendió.
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En los últimos meses, la Auditoría Superior del Estado de Tamaulipas presentó un total de 40 denuncias penales ante la Fiscalía Especializada en Combate a la Corrupción del estado (FECC), en las que señala a exalcaldes, exfuncionarios municipales y titulares de organismos públicos por presuntos desfalcos que ascienden a un monto acumulado de 678 millones 467 mil pesos.
Estas se suman a las 25 que se presentaron en años anteriores y a las que se da seguimiento.
Entre los expresidentes involucrados en las más recientes denuncias se encuentran los de municipios del centro del estado y la frontera.
Destaca el Ayuntamiento de San Carlos, donde el exalcalde César de la Garza Morantes (2013-2016) es denunciado por cuatro casos de presuntos desfalcos que en total suman 73 millones 045 mil pesos; la investigación en su contra está en los expedientes NUC 72/2024, NUC 72/2024, NUC 82/2024 y NUC 137/2024.
La presidenta de México superó su primera gran crisis con Donald Trump. BBC analizó su estrategia; una que probablemente tendrá que volver a usar.
“Lo que logró hoy la presidenta es algo totalmente insólito. Ayer esto era imposible. Entonces yo sí la felicito, presidenta, es un orgullo”.
Con estas palabras el secretario de Hacienda mexicano, Marcelo Ebrard, se refirió al acuerdo alcanzado este lunes entre Claudia Sheinbaum y Donald Trump, el cual, entre otras cosas, logró suspender los aranceles impuestos este sábado a las exportaciones mexicanas por el estadounidense.
Palabras que pueden sonar a la adulación típica de un subalterno a su jefe, pero recordemos que no hace mucho Ebrard era el gran oponente —y crítico— de Sheinbaum en las internas de su partido para la presidencia. “Yo no me voy a someter a esa señora”, llegó a decir el otro peso pesado del oficialismo.
Las cosas, por supuesto, han cambiado: ahora Sheinbaum no solo lleva las riendas de Morena, la coalición de gobierno, sin muchas alteraciones al orden, sino que goza de un inusual 80 % de aprobación entre los mexicanos, y eso antes de esta rencilla con Trump.
El mandatario puso los aranceles del 25 % a las importaciones de México —lo que sería un golpe inédito a las economías de ambos países, pero sobre todo de México, que exporta el 80 % de su producción a ese país— con el argumento de que hay una crisis de seguridad en la frontera que permite el tráfico de fentanilo y de migrantes hacia el norte.
Pero tras la conversación con Sheinbaum este lunes, Trump accedió a suspender los aranceles por un mes a cambio de que la presidenta mande 10 mil agentes de la Guardia Nacional a la frontera.
Cualquier conocedor del tema sabe que, a juzgar por la historia, México no tiene mucho margen de maniobra frente a una contraparte que es más grande y poderosa.
Hace ocho años, por ejemplo, Trump puso aranceles del 5 % a las exportaciones mexicanas y el entonces presidente, Andrés Manuel López Obrador, no tuvo otra opción que acceder a militarizar el tema migratorio.
Pero esta vez Trump viene con una agenda más drástica y por eso es esperable que las amenazas de aranceles o incursiones militares contra los carteles o deportaciones masivas de mexicanos vuelvan más pronto que tarde.
Dicho eso, el primer impase se superó. Y la estrategia que usó Sheinbaum para atenderlo, la misma que probablemente use de acá en adelante, combina varios frentes que aquí analizamos.
Desde que Trump fue electo, y las alarmas se prendieron en México debido a la agenda dura contra el país vecino planteada por el republicano en la campaña, Sheinbaum ha hecho diferentes llamados a la calma.
“Habrá una buena relación”, dijo al día siguiente de la elección. “Estamos preparados, estamos listos”, aseguró cuando él se juramentó el 20 de enero. “No hay que acelerarse”, indicó la semana pasada. “Serenidad y paciencia”, añadió.
Y este lunes, en la rueda de prensa tras la conversación, le preguntaron cómo fue el trato con Trump, y ella, pese a la notable distancia ideológica y de estilo, dijo: “No quiero calificarlo, todos los presidentes merecemos respeto, yo no quisiera entrar a un tema personal”.
El sábado, cuando se le vio su versión más vehemente ante los aranceles, Sheinbaum aseguró: “No es con la imposición de los aranceles como se resuelven los problemas, sino hablando y dialogando”.
La mandataria dialogó y, al menos por ahora, logró evitar unos aranceles que generarían una recesión en México.
Sheinbaum, como todos sus antecesores en el pasado, tuvo que ceder ante el deseo de Washington, que en la última década, en parte por el efecto político de Trump, ha ido acentuando su preocupación por la entrada de migrantes al país.
En ese sentido, anunció el despliegue de 10 mil soldados de la Guardia Nacional a la frontera. Ella dijo que era para detener el tráfico de drogas; Trump añadió que era para los migrantes.
En cualquier caso, será para ambas cosas. Y la pregunta es si esta vez será diferente al pasado, cuando los derechos humanos de cientos de migrantes fueron violados.
Sheinbaum, por si acaso, prometió que no será así.
Y al tiempo que cede en el tema prioritario de Trump, Sheinbaum ha mandado mensajes a sus bases: “La soberanía no es negociable”, dijo el sábado; “el trato tiene que ser entre iguales”, añadió este lunes.
Sus críticos, sin embargo, aseguran que la militarización de la frontera y del tema migratorio son precisamente formas de ceder la soberanía, así como lo hicieron todos sus antecesores, incluido López Obrador.
La firmeza retórica de Sheinbaum, sin embargo, no se quedó en los mensajes de corte nacionalista: también ha puesto sobre la mesa el hecho de que, según el Departamento de Justicia de EU, el 75 % de las armas que usan los carteles mexicanos son vendidas por empresas estadounidenses.
Un tema que suele pasar inadvertido para presidentes en Washington y en el que AMLO había hecho hincapié con una demanda “sin precedentes” de su gobierno en 2021 contra empresas de armas del país vecino.
En su rueda de prensa de este lunes la mandataria también aseguró, con una sonrisa quizá irónica, que le había propuesto a Trump revisar su política de salud pública para atender la crisis de consumo de estupefacientes, que es, según ella, lo que está detrás del tráfico de fentanilo.
Como profesora convertida en política, Sheinbaum tiene una especial tendencia a planificar y gestionar los diagnósticos con la rigurosidad de una académica laureada.
Por eso parte de su respuesta a la llegada de Trump al poder ha sido desarrollar planes detallados de contención.
Uno es, por ejemplo, en materia migratoria: se llama “México te abraza” y espera, por un lado, atender a los migrantes que estén en peligro de deportación en EU con programas de ayuda legal, y por el otro darles bonos, becas, seguro y demás beneficios sociales a quienes terminen retornando a México.
“A los hermanos y hermanas mexicanos quiero decirles que aquí está su presidenta y un pueblo entero para defenderlos”, aseguró en un video el domingo. “Si desean regresar a México, aquí los abrazamos”, aseguró mientras se ponía la manos en los hombros en señal de fraternidad.
Además del plan para los migrantes, Sheinbaum desarrolló un ambicioso plan económico, el Plan México, que busca reindustrializar la economía mexicana y atraer inversiones extranjeras con el objetivo, no precisamente declarado, de depender menos del intercambio con EU, tan volátil ahora con Trump al otro lado.
Ebrard, el secretario de Hacienda, se ha reunido con decenas de empresarios de ambos países en los últimos días. Sheinbaum anunció que la idea es seguir colaborando con el sector privado.
Durante el fin de semana Trump publicó una gráfica del número de encuentros de las autoridades estadounidenses con migrantes indocumentados en la frontera en la que se registra un descenso del 94 % desde la llegada del republicano al poder.
“La gráfica que el presidente Trump ha estado subiendo a sus redes sociales sobre la disminución de la migración fue elaborada por mi equipo de trabajo, que ha estado en constante comunicación con el suyo”, reveló Sheinbaum el domingo.
Viri Ríos, una analista mexicana, escribió apropósito en su columna de Milenio: “El equipo mexicano tiene completa conciencia de que la principal forma de apaciguar a Trump no es mediante políticas públicas exitosas, sino mediante la implementación de acciones que le permitan dar anuncios espectaculares y mensajes extraordinarios”.
Vistos hoy, los aranceles del 25 % del sábado parecen más un gesto de Trump que una medida concreta; una forma del apostador para llegar con margen a la negociación. Quien lo conoce sabe que esta es una movida clásica del manual trumpista.
Y Sheinbaum, al parecer, sabe con quién está tratando. Por eso reitera sobre lo que viene: “Estoy convencida de que vamos a llegar a muchos acuerdos”.
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