Alejandro Galván, director general de la Oficina Ejecutiva del Gabinete de Tepic, Nayarit fue liberado tras ser detenido el viernes por la mañana, acusado de violencia familiar y amenazas. La aprehensión ocurrió en el domicilio de la alcaldesa de Morena, Geraldine Ponce.
En un video, el funcionario informó que salió libre durante la noche del 8 de septiembre, aunque no dio detalles sobre el caso. Durante la detención tanto él como la edil de Tepic acusaron al gobernador morenista, Miguel Ángel Navarro de persecución política.
“Hola, soy Alejandro Galván. Como ustedes conocen los acontecimientos del día de hoy, solamente quiero agradecerles a todas las personas que me acompañaron al salir hoy del Cereso. Estuvieron acompañándome, y quiero agradecer a las personas que estuvieron muy al pendiente de mí, preocupados. Se solidarizaron, compartieron fotos conmigo, y bueno, pues a darle. Vamos a seguir”, dice en el video de poco menos de un minuto.
De acuerdo con Reforma, el funcionario fue arrestado debido a su supuesta negativa a participar en la obtención de una muestra genética para determinar su vínculo con un niño.
El jefe de Gabinete en Tepic, Nayarit, Alejandro Galván Araiza, fue detenido este viernes por presunta violencia familiar. La aprehensión ocurrió en el domicilio de la alcaldesa, Geraldine Ponce, quien hizo una transmisión en vivo.
En el video se observa a elementos de la Fiscalía que portan armas largas entrar a la casa de la presidenta municipal para ejecutar una orden de cateo. Minutos después el funcionario aparece esposado y es llevado a un vehículo.
“Es un delito de violencia familiar lo pueden creer, les dije esta es una persecución política del gobernador Miguel Ángel Navarro Quintero. Si me matan, si me muero, si me golpean adentro de donde estoy, fue el gobernador Navarro”, dijo Galván Araiza durante su detención.
La presidenta municipal de Tepic aseguró que la detención de su jefe de Gabinete es una cortina de humo del gobernador para esconder la detención de funcionarios de la Fiscalía de Nayarit, entre quienes se encuentra la fiscal de Búsqueda de Personas Desaparecidas.
La presidenta municipal de Tepic explicó en la transmisión que desde el jueves la empezaron a seguir agentes ministeriales “para intimidarme” y que incluso lo notificó al gabinete de seguridad.
Tanto el gobernador como la edil son morenistas y han presumido ser cercanos al presidente Andrés Manuel López Obrador.
Geraldine Ponce aseguró que los señalamientos en su contra y hacia su equipo “son políticos” por el apoyo que ha declarado hacia Claudia Sheinbaum.
“Nosotros decidimos apoyar a la doctora Claudia Sheinbaum, lo hice abiertamente, yo solicité licencia y a él le molestó muchísimo, ha minimizado mi trabajo, se ha referido a mi diciendo que siento que estoy en un concurso de belleza, ha hecho comentarios misóginos y machistas en contra de mi y de otras presidentas municipales, lo único que ha hecho es girar órdenes de aprehensión y abrir carperas de investigación a todos y no dudo que lo vayan a hacer contra mi por delitos que vayan a inventar”.
El 6 de septiembre, al declararse a Claudia Sheinbaum como la coordinadora de los Comités de Defensa de la Cuarta Transformación, el gobernador, Miguel Ángel Navarro firmó el pronunciamiento de mandatarios estatales en el que reconocen los resultados de la encuesta de Morena y le envió una felicitación a la exjefa de Gobierno “reitero mi disposición para trabajar en conjunto por el desarrollo de Nayarit y de México”.
Washington y Londres acordaron una reducción de aranceles y facilidades para la entrada de productos en ambos países. Sin embargo, el gobierno de Trump mantuvo un 10 % de impuestos general.
Estados Unidos y Reino Unido alcanzaron un acuerdo comercial por el cual Washington redujo los aranceles de un número determinado de automóviles de origen británico y permite la importación de un porcentaje de acero y aluminio británico sin aranceles.
El anuncio, hecho este jueves, supone un alivio para las principales industrias británicas frente a algunos de los nuevos aranceles anunciados por el presidente Donald Trump desde su llegada al poder en enero.
Sin embargo, el gobierno de Estados Unidos mantiene en vigor un arancel del 10 % sobre la mayoría de los productos procedentes de Reino Unido.
Los analistas dijeron que las nuevas condiciones no parecían alterar significativamente los términos del comercio entre ambos países, tal y como estaban antes de la ofensiva arancelaria de Trump de las semanas previas.
El jueves no se firmó ningún acuerdo formal y ni Washington ni Londres dieron muchos detalles. Los líderes de ambos países, sin embargo, celebraron el nuevo entendimiento.
Desde una fábrica de Jaguar Land Rover en West Midlands, el primer ministro británico, Keir Starmer, describió el acuerdo como una “plataforma fantástica”.
En la Casa Blanca, Trump lo calificó como un “gran acuerdo” y rechazó las críticas que le acusaban de exagerar su importancia.
“Es un acuerdo que hemos llevado al máximo y que vamos a ampliar”, aseveró el mandatario estadounidense. Refirió que este era el primero de muchos acuerdos por venir.
Las dos partes dijeron que Estados Unidos había acordado reducir el impuesto a la importación de automóviles -que Trump había aumentado en un 25 % el mes pasado- al 10 % sobre unos 100 mil automóviles al año.
Esto ayudará a los fabricantes de automóviles de lujo como Jaguar Land Rover y Rolls Royce, pero podría limitar el crecimiento en los próximos años, ya que equivale aproximadamente a lo que Reino Unido exportó el año pasado.
Los aranceles sobre el acero y el aluminio, que Trump también había elevado a principios de este año al 25%, también se han recortado, según la Oficina del Primer Ministro.
Londres también dijo que las dos partes habían acordado un “acceso recíproco” para las exportaciones de carne bovina, con una cuota de 13 mil toneladas métricas para los agricultores británicos.
Estas cifras no fueron confirmadas por la Casa Blanca, que afirmó que esperaba ampliar sus ventas de carne bovina y etanol a Reino Unido, una antigua demanda por parte de Estados Unidos.
Estados Unidos dijo que el acuerdo crearía una “oportunidad” de negocios de US$5.000 millones para las exportaciones, incluidos US$700 millones en etanol y US$250 millones en otros productos agrícolas.
“No se puede subestimar la importancia de este acuerdo”, declaró Brooke Rollins, secretaria de Agricultura estadounidense.
El director general de la acerera UK Steel, Gareth Stace, acogió con satisfacción el acuerdo, afirmando que supondrá un “gran alivio” para el sector siderúrgico. “La serenidad y perseverancia del gobierno británico en las negociaciones con Estados Unidos han dado sus frutos”, declaró.
Otros grupos empresariales expresaron más incertidumbre.
“Es mejor que ayer, pero definitivamente no es mejor que hace cinco semanas”, dijo Duncan Edwards, director ejecutivo de BritishAmerican Business, que representa a empresas de los dos países y apoya el libre comercio.
“Intento estar entusiasmado, pero me cuesta un poco”.
El ministro británico de Comercio, Douglas Alexander, subrayó que el acuerdo “salvaba puestos de trabajo”.
Estados Unidos y Reino Unido llevan discutiendo un acuerdo comercial desde el primer mandato de Trump. Estuvieron cerca de firmar un acuerdo limitado en ese momento.
Pero Estados Unidos lleva tiempo presionando para que se introduzcan cambios que beneficien a sus agricultores y a las cuestiones farmacéuticas, algo que políticamente no había sido viable hasta ahora en Reino Unido.
No está claro hasta qué punto habían avanzado estas cuestiones.
La Asociación Nacional de Ganaderos de Bovinos afirmó que el acuerdo en principio había supuesto una “gran victoria” para los ganaderos estadounidenses, pero la Federación de Exportadores de Carne de Estados Unidos, que realiza un seguimiento de las barreras comerciales para los ganaderos de su país, declaró que aún estaba intentando obtener información sobre los cambios.
Por su parte, Reino Unido afirmó que no se debilitarían las normas alimentarias aplicables a las importaciones.
Aunque los británicos parecen haber asumido algunos compromisos, “el diablo estará en los detalles”, dijo Michael Pearce, economista jefe adjunto de Oxford Economics, que consideró que no modificaba sus previsiones económicas como consecuencia del anuncio.
También se avecinan otras cuestiones.
Trump ha dicho en repetidas ocasiones que quiere gravar las importaciones de productos farmacéuticos, en un intento de garantizar que Estados Unidos tenga una base sólida de fabricación de medicamentos esenciales.
Reino Unido dijo que Estados Unidos había acordado dar a las empresas británicas un “trato preferencial”.
Pero Ewan Townsend, abogado de Arnold & Porter, que trabaja con empresas de atención sanitaria, dijo que la industria ahora “queda a la espera de ver exactamente lo que significará este trato preferencial”.
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