El morenista Alejandro Armenta tomará protesta hoy como gobernador de Puebla, luego de seis años de gobiernos interrumpidos trágicamente, interinatos y encargados de despacho.
Armenta es el tercer gobernador electo en Puebla desde 2018, año en el que el PAN ganó la gubernatura con la candidata Martha Érika Alonso, quien falleció en diciembre de ese año al derrumbarse el helicóptero en el que viajaba con su esposo, el ex gobernador Rafael Moreno Valle.
La gobernadora murió sólo diez días después de asumir el cargo, y fue sustituida por Jesús Rodríguez Almeida como encargado de despacho. En enero de 2019, el Congreso de Puebla designó al gobernador interino Guillermo Pacheco Pulido, quien convocó a elecciones extraordinarias cinco meses después.
El ganador del proceso electoral fue el morenista Miguel Barbosa, quien asumió el cargo padeciendo una enfermedad que le provocó la muerte en diciembre de 2022.
Babosa fue sustituido por Ana Lucía Hill Mayoral como encargada de despacho y, una semana después, el Congreso nombró un segundo gobernador interino: el morenista Sergio Salomón Céspedes, quien entregará hoy el poder a su compañero de partido, Alejandro Armenta.
Céspedes deja a Armenta un estado con tendencia a la baja en homicidios y buenos resultados en progreso social, pero con múltiples obras inconclusas.
“El Estado de Bienestar nos impulsó a transitar de un régimen desgastado a uno eminentemente humano”, señaló hace unos días el gobernador saliente, quien pasará a encabezar el Instituto Nacional de Migración (INM) a partir de enero de 2025, movimiento que fue anunciado por la presidenta Claudia Sheinbaum en octubre pasado.
Armenta es militante de Morena apenas desde 2017, anteriormente pasó 32 años en el PRI, partido por el cual fue secretario de Desarrollo Social en Puebla durante el gobierno de Mario Marín, quien se encuentra en prisión preventiva, además de coordinador de campaña de Enrique Peña Nieto en el estado, cuando compitió contra Andrés Manuel López Obrador en las elecciones presidenciales de 2012.
Ya con Morena, Armenta fue senador en 2018 e intentó ser el candidato en la elección extraordinaria tras la muerte de Martha Erika Alonso, pero el elegido fue Miguel Barbosa. Ante esto, el exsenador se inconformó ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), pero luego desistió de las impugnaciones y se reunió con el fallecido político gracias a la mediación de Ricardo Monreal.
En 2023, Armenta compitió en el proceso interno de Morena con su primo Ignacio Mier, quien quedó en segundo lugar y en un primer momento se negó a aceptar los resultados para luego mostrar su respaldo de cara a los comicios.
Este año, de la mano de la coalición integrada por el partido guinda, el PT, el Verde Ecologista, Nueva Alianza y Fuerza México Puebla, ganó las elecciones y ahora tendrá la encomienda de mantener la tendencia a la baja en homicidios, las acciones en pro del progreso social y concluir las obras pendientes por terminar.
Actualmente Puebla se ubica en el lugar número 12 de las entidades más violentas, y si bien está por encima del promedio nacional de homicidios dolosos (791.4), en los dos años que gobernó Sergio Salomón Céspedes se redujeron los casos.
El primer año de Miguel Barbosa, 2020, se registraron 981 asesinatos, cifra que bajó a 870 en 2021 y para 2022 subió drásticamente a mil 28, lo que significó un incremento del 18 %.
Para 2023, ya con Sergio Salomón Céspedes en el poder, la entidad registró 967 casos y entre enero y octubre de este año ha habido 832, aunque están pendientes de agregarse los de noviembre y los que haya en diciembre.
Armenta tendrá la encomienda de mantener la tendencia a la baja en homicidios, a la vez que deberá atender otros delitos que persisten e, incluso, han ido en aumento como son el robo al transporte de carga y los linchamientos.
Puebla se ubica en segundo lugar en robo al transporte de carga con 385 casos entre enero y octubre de este año, de acuerdo con datos de la Asociación Nacional de Empresas de Rastreo y Protección Vehicular (ANERPV), y algunos de los focos rojos son San Martín Texmelucan y Esperanza.
A la vez, el estado está entre los primeros con más linchamientos e intentos, los cuales se registran como homicidios dolosos. Entre 2020 y hasta marzo de 2024, la organización Causa en Común registró 147.
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Por su parte, la Fiscalía General del Estado detalló que de 2019 a octubre de 2024 se consumaron un total de 29 linchamientos con 42 víctimas mortales, la mayoría en San Martín Texmelucan y Tecamachalco, aunque la mitad de los 217 municipios han registrado al menos un intento o un caso consumado.
Otro de los pendientes que hereda Alejandro Armenta será concluir con diversas obras a lo largo del estado, algunas de las cuales están planeadas para terminarse después de la actual gestión, señaló el secretario de Gobernación, Javier Aquino Limón, en entrevista con Milenio.
Con corte a mediados de octubre, la administración de Sergio Salomón Céspedes tenía pendientes casi 300 obras, algunas de las cuales se han entregado durante la primera quincena de diciembre.
“Estuvimos inaugurando carreteras. Tenemos más de 280 o casi 300 obras por entregar en todo el estado”, señaló en ese momento el gobernador saliente.
El Distribuidor Ejército de Oriente y la nueva sede de la Secretaría de Finanzas son algunas de las obras que aún no se terminan.
Aunque se mantuvo debajo del promedio nacional, durante 2023 Puebla mostró avances en el Índice de Progreso Social, realizado por la organización México, ¿cómo vamos? junto a la iniciativa Social Progress Imperative, que es una medición del bienestar que conjuga 49 indicadores distribuidos en tres dimensiones: 1. Necesidades humanas básicas, 2. Fundamentos del bienestar y 3. Oportunidades, que asigna un puntaje de cero a cien a cada entidad.
En 2020, con Barbosa, la entidad tuvo una calificación de 57.8, la cual subió a 62.1 en 2022, año en que falleció, y ya con Sergio Salomón Céspedes, en 2023 que es el año hasta dónde se evaluó en el Índice, se llegó a las 63.1 unidades.
Si bien en términos generales fue un buen desempeño, el estado tuvo retrocesos en temas como Seguridad personal, al pasar de 61.6 en 2022 a 58.6 en 2023, y Derechos personales, en donde se evalúa si las personas viven libres de restricciones y con derechos, usando variables de participación ciudadana y propiedad, al pasar de 68.9 en 2022 a 65.9 en 2023.
Tras la caída del régimen de Bashar al Assad el fin de semana, Israel ha estado llevado a cabo cientos de ataques aéreos en Siria y también ha trasladado tropas a la zona desmilitarizada de los Altos del Golán.
Tras la caída del régimen de Bashar al Assad el fin de semana, Israel ha estado llevado a cabo cientos de ataques aéreos en Siria y también ha trasladado tropas a la zona desmilitarizada de los Altos del Golán, ampliando así la extensión del territorio sirio que se encuentra bajo su control.
Este lunes el ejército israelí confirmó que atacó a la flota naval de Siria en los puertos de Al Bayda y Latakia, destruyendo numerosos barcos.
En una declaración, el Ministro de Defensa de Israel, Israel Katz, dijo que los ataques tenían como objetivo “destruir capacidades estratégicas que amenazan al Estado de Israel”.
Añadió que la operación para destruir la flota siria había sido un “gran éxito”.
Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) dijeron que habían atacado una amplia gama de objetivos -incluidos aeródromos, vehículos militares, armas antiaéreas y sitios de producción de armas- en la capital siria, Damasco, así como en Homs, Tartus y Palmira.
También apuntaron a almacenes de armas, depósitos de municiones y “docenas” de misiles mar-mar.
Israel afirma que está tomando estas medidas para garantizar la seguridad de sus ciudadanos, pero otros dicen que está aprovechando la oportunidad para debilitar a un adversario de larga data.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos (SOHR, por sus siglas en inglés), con sede en Reino Unido, afirma haber documentado más de 310 ataques de las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF) desde la caída del régimen de Assad el domingo.
Los ataques apuntaron, según se informa, a instalaciones militares del ejército sirio desde Alepo en el norte hasta Damasco en el sur, e incluyeron depósitos de armas, depósitos de municiones, aeropuertos, bases navales y centros de investigación.
Rami Abdul Rahman, fundador del SOHR, dijo que los ataques han estado destruyendo “todas las capacidades del ejército sirio” y que “se están violando las tierras del país”.
Israel dice que sus acciones son para evitar que las armas caigan “en manos de extremistas” mientras Siria hace la transición hacia una era post-Assad.
Israel está preocupado por quién podría hacerse con el supuesto arsenal de armas químicas de Bashar al Assad.
No se sabe dónde ni cuántas de estas armas tiene Siria, pero se cree que el expresidente Assad las tenía almacenadas en algún lugar.
El lunes, el organismo de control de las armas químicas de la ONU advirtió a las autoridades sirias que se aseguraran de que todas las que tuvieran estuvieran a salvo.
Ake Sellstrom, ex inspector jefe de armas de las Naciones Unidas en Siria, ahora profesor asociado de histología en la Universidad de Umea en Suecia, dice que Israel ha estado atacando las capacidades de armas químicas de Siria con sus ataques aéreos.
“Lo que está haciendo Israel es quitarle activos”, dijo a la BBC. “Pueden ser personas, instalaciones o equipos”.
Se sabe que las fuerzas leales a Al Assad utilizaron gas sarín en un ataque a un suburbio de la capital siria, Damasco, en 2013, en el que se cree que murieron más de 1.000 personas.
También se les acusa de utilizar armas químicas en otros ataques más recientes.
El Dr. Sellstrom dice que las fuerzas rebeldes también pueden tener arsenales de armas químicas, ya que se sabe que las han utilizado antes contra sus enemigos en Siria.
“Assad tenía estas armas para marcar cierta fuerza en el conflicto con Israel, pero nunca las utilizó directamente. Ahora tenemos un gobierno totalmente diferente.
“Israel va a entrar para limpiar… todo lo que tenga en términos de armas químicas”.
El primer ministro israelí Benjamín Netanyahu anunció que sus tropas habían tomado el control de la zona desmilitarizada de los Altos del Golán, ampliando así la extensión del territorio sirio que ocupa en esta región.
Netanyahu dijo que se trataba de una “posición defensiva temporal hasta que se encuentre un acuerdo adecuado”.
“Israel ha dicho que quiere impedir que se produzca cualquier ataque como el del 7 de octubre por parte de Hamás desde el lado sirio”, afirma el profesor Gilbert Achcar de la Universidad SOAS de Londres.
“Pero esta es una oportunidad para avanzar y detener el acercamiento de otras fuerzas a la frontera de la zona ocupada”.
La toma de la zona desmilitarizada por parte de Israel ha sido rotundamente condenada en declaraciones de los países árabes, y el Ministerio de Asuntos Exteriores egipcio la ha descrito el lunes como “una ocupación del territorio sirio y una flagrante violación del Acuerdo de Separación de 1974”.
Informes llegados de Siria afirman que los avances israelíes habían ido más allá de la zona de separación e incluso habían llegado a 25 km de Damasco, pero fuentes militares israelíes negaron esas acusaciones.
Por primera vez, las FDI reconocieron, que sus tropas están operando más allá de la zona de amortiguación desmilitarizada en los Altos del Golán, pero el portavoz Nadav Shoshani dijo que la incursión israelí no había ido significativamente más allá.
Los Altos del Golán son una meseta rocosa situada en el suroeste de Siria, ocupada por Israel desde hace más de medio siglo.
En la guerra de 1967, Siria bombardeó a Israel esa zona, pero Israel hizo retroceder rápidamente a las fuerzas sirias y se apoderó de unos 1.200 kilómetros cuadrados de la zona, que ha puesto bajo control militar.
Siria intentó recuperar los Altos del Golán durante la guerra del Yom Kippur de 1973, pero fracasó.
Ambos países firmaron un armisticio en 1974, y desde entonces, hay una fuerza de observadores de la ONU en la línea de alto el fuego.
Sin embargo, Israel se anexionó la zona en 1981, en una medida que no ha sido reconocida por la gran mayoría de la comunidad internacional.
Siria ha dicho que no firmará ningún acuerdo de paz con Israel a menos que se retire de todo el Golán.
La mayoría de los habitantes árabes sirios de los Altos del Golán huyeron de la zona durante la guerra de 1967. En la actualidad existen más de 30 asentamientos israelíes en la zona del Golán, en los que viven aproximadamente 20.000 personas. Los israelíes comenzaron a construirlos casi inmediatamente después del final del conflicto de 1967.
Los asentamientos se consideran ilegales según el derecho internacional, aunque Israel rechaza la acusación.
Los colonos viven junto a unos 20.000 sirios, la mayoría de ellos de la secta drusa, que no huyeron cuando se tomó el Golán.
Netanyahu ha dicho que la ocupación de la zona de amortiguación de los Altos del Golán por parte de las Fuerzas de Defensa de Israel tiene la intención de ser temporal, pero que la retirada dependerá del comportamiento del próximo gobierno de Siria.
“Si podemos establecer relaciones de vecindad y relaciones pacíficas con las nuevas fuerzas que surgen en Siria, ese es nuestro deseo”, dijo. “Pero si no lo hacemos, haremos lo que sea necesario para defender el Estado de Israel y la frontera de Israel”.
“Lo que pasa por la mente de los israelíes es que puede haber incursiones en el Golán por parte de fuerzas dentro de Siria y para asegurarse de que no haya posibilidad de eso, se ha adentrado más en el interior”, dice HA Hellyer, del Royal United Services Institute, un grupo de expertos con sede en Londres.
“Sin embargo, Israel ya ha ocupado territorio en los Altos del Golán como medida de seguridad y lo fortificó después. Puede que lo vuelva a hacer”.
El Ministro de Asuntos Exteriores israelí, Gideon Saar, ha dicho que los ataques aéreos sobre bases militares sirias se han realizado únicamente para defender a sus ciudadanos.
“Por eso atacamos los sistemas de armas estratégicas, como por ejemplo las armas químicas que quedan o los misiles y cohetes de largo alcance, para que no caigan en manos de los extremistas”, explica.
Sin embargo, el profesor Achcar afirma que “las armas químicas no están muy extendidas en Siria, y sólo están en dos o tres lugares. Pero con más de 300 ataques aéreos se intenta debilitar mucho más al país”.
Israel considera a Bashar al-Assad “el diablo que conocen”, afirma, pero no está seguro de lo que ocurrirá a continuación.
“Creen que Siria se dividirá en facciones en guerra, como ocurrió en Libia, y temen que surja una facción hostil a Israel.
“Quieren impedir que una facción como esa utilice las armas del ejército sirio contra ellos”.
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