Claudia Montes, de Tijuana Baja California, fue diagnosticada con cáncer de mama en 2019, desde entonces ha estado luchando con la enfermedad. Actualmente tiene metástasis en el hombro derecho y este miércoles le dijeron que no había el medicamento que necesita, Palbociclib.
Por ello, decidió unirse a la protesta de este sábado en Reforma, en la Cuidad de México, y encargarle a su marido que vaya diario al Hospital General de Tijuana a preguntar si ya llegó el fármaco.
Cuenta, a Animal Político, que va a tener que tomar ese medicamento por dos años, en 24 sesiones, pero su quinta sesión se interrumpió por la falta del medicamento.
“Nos dicen ‘habla a farmacia o ve al hospital’, y no nos dan una fecha de cuándo va a llegar”, dice.
Claudia se unió a organizaciones de la sociedad civil, activista y mujeres con cáncer y en remisión que marchan por los carriles de Paseo de la Reforma por el desabasto intermitente de medicamentos oncológicos.
Gritando consignas como “Quimios sí, desabasto no”, “La salud es un derecho, no un favor” y pancartas que señalan que “El cáncer no espera”, la manifestación avanza, algunos en una caravana de auto y otros a pie.
"La salud es un derecho, no un favor".
La protesta avanza sobre Paseo de la Reforma para exigir el abasto de medicamentos para quimioterapias.
📷 @EAndreaVega pic.twitter.com/29NtbnzVyO
— Animal Político (@Pajaropolitico) August 27, 2022
Los manifestantes -que salieron del Auditorio Nacional e irían a Palacio Nacional- exigen al presidente Andrés Manuel López Obrador que garantice el abasto de medicinas para tratar el cáncer. Sin embargo, el mandatario se encuentra de gira por el Estado de México y Nayarit.
Las organizaciones advierten que ya llevan cuatro años de desabasto intermitente de medicamentos oncológicos, así como falta de estudios de laboratorios y de insumos.
La protesta no llegó hasta el Palacio Nacional, se detuvo en el Hemiciclo a Juárez.
La situación que vive Claudia es similar a la que padecen Miriam y Erika -ambas diagnosticadas con cáncer de mama- por lo que también salieron a las calles a manifestarse y exigir sus tratamientos.
Miriam Espinosa Cruz, de 43 años, fue diagnosticada con cáncer de seno en el 2019. Ahora ya terminó su tratamiento y está en remisión, pero necesita un medicamento para mantener sus niveles hormonales estables, porque su cáncer fue de origen hormonal.
En el Hospital General de Zona #4 del IMSS, en Zamora, Michoacán, le dijeron que no hay el medicamento que necesita.
“Tengo miedo porque mi cáncer puede regresar y no hay el fármaco y yo no puedo comprarlo. Es muy difícil porque han sido años de lucha contra esta enfermedad y encima es estar peleando porque haya los medicamentos”, dice.
En el caso de Erika Cortés, de 45 años, en mayo del 2020 le dieron el diagnosticaron: cáncer de mama. Se atiende en el Hospital General de Tijuana, Baja California, y también ella ha sufrido la falta de quimioterapias y estudios.
“Tres veces me faltó el medicamento Pertuzumab, y me lo cambiaban por otro. Después me dijeron en enero de este 2022 que ya se había ido el cáncer, pero no me hicieron el estudio adecuado para corroborar que no había una sola célula cancerígena y en mayo me dijeron que había vuelto.
“Ahora me van a mandar a radiación, hasta ahora apenas, y voy a tener que trasladarme a otra ciudad, a Mexicali, porque aquí en Tijuana no hay máquinas para radiaciones”, compartió.
De acuerdo con datos de las Estadísticas de Salud en Establecimientos Particulares 2021, del Inegi, la tasa de tratamientos de quimioterapia realizados en estos lugares pasó de 3.8 procedimientos por cada 10 mil habitantes en 2018, a 6 por cada 10 mil en 2021, un incremento de 57.8%.
La subida más importante se produjo entre 2018 y 2019, cuando aumentó 97.3%. Después, y sobre todo por el efecto de la pandemia, esa tasa tuvo un comportamiento oscilante, de bajadas y subidas. Entre 2019 y 2020 descendió 28%, pero entre 2020 y 2021 subió 11.1%.
Las personas con cáncer tienen que atenderse en lugares privados, porque en las instituciones públicas retrasan los tratamientos o no hay los estudios o los medicamentos, eso tiene ya una tendencia de una década, más o menos, pero se agravó en los últimos tres años, subraya Andrés Castañeda, maestro en Gestión y Políticas de Salud y coordinador del Colectivo Cero Desabasto.
El presidente Andrés Manuel López Obrador ha admitido -en mayo del 2021- que sí hubo desabasto de medicamentos al inicio de su administración, pero lo adjudicó a un sabotaje hecho por parte de empresas que se dedicaban al suministro de los fármacos.
Señaló que cuando llegó al poder, en 2018, diez empresas eran las que acaparaban la venta de los medicamentos al gobierno. Solamente tres de ellas, vendían 80 mil millones de pesos, y se dedicaban únicamente al suministro.
Con información de Andrea Vega.