En regiones de México como la Península (Campeche, Yucatán y Quintana Roo) o la Pacífico sur (Chiapas, Oaxaca y Guerrero) las coberturas con el esquema completo de vacunación en niños de uno y dos años no llegan ni al 30%.
De acuerdo con los resultados de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición, Ensanut Continua 2021, en la región Península, la cobertura de vacunación con esquema completo de seis vacunas en niños de un año es del 6.5%. En la región Pacifico Sur ese porcentaje es de 11.7%. En tanto para la población de 24 meses de vida esos porcentajes son de 19.8 y 20%, respectivamente.
Para que no haya brotes de enfermedades se debe tener una cobertura de vacunación del 95% por cada biológico, de acuerdo con las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud, (OMS).
Alfonso Vallejos-Parás, epidemiólogo y académico del departamento de Salud Pública, de la Facultad de Medicina de la UNAM, dijo que esta situación debería ser de preocupación pues es un indicador de fortaleza del sistema de salud.
“Estamos por debajo de eso en todas las vacunas, y es algo que nos debería preocupar a todos porque la vacunación es una de las estrategias más efectivas para evitar enfermedades y un indicador que habla de igualdad de oportunidades y fortaleza del sistema de salud en un país”, señala Vallejos-Parás.
El porcentaje más alto de cobertura con esquema completo de seis vacunas al año de edad, de acuerdo con los datos de la Ensanut, es el de la región Frontera (Chihuahua, Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas), con 58.1% al año de edad cumplido y de 53.9% para los dos años de edad.
Estas variaciones en las coberturas en el país son la consecuencia de otra serie de desigualdades entre regiones, explicó Tonatiuh Barrientos, director del Centro de Investigación en Salud Poblacional, del Instituto Nacional de Salud Pública, institución encargada de elaborar la Ensanut.
“Este es un patrón que se puede observar en muchos problemas de salud en México. Es un patrón que está asociado a la infraestructura, a la riqueza (de cada región), al nivel educativo, y, por supuesto, al acceso a los servicios de salud; todo eso se conjuga para esta distribución de coberturas”, dijo el experto.
Barrientos afirmó que el tamaño de muestra considerado en esta encuesta fue por regiones, de manera que no es posible hablar de resultados por estado, esos se tendrán hasta la Ensanut 2024, “pero ya es posible ver en esta esa tendencia, mientras más al sur se ubica una región, menor nivel de cobertura. Y eso es un clarísimo reflejo de las enormes desigualdades que hay en salud, en recursos, en riqueza en el país”.
Celia Alpuche, directora del Centro de Investigación sobre Enfermedades Infecciosas, del Instituto Nacional de Salud Pública, subraya que no es lo mismo, para lograr un nivel de cobertura de vacunación, tener un estado con terrenos más planos, que uno con cadenas montañosas, ni es lo mismo llegar a las poblaciones donde hay carreteras en estado óptimo, que donde faltan caminos.
“Y sí se ha logrado llevar las campañas de vacunación a esos lugares, donde hay sierra, con condiciones de mayor pobreza, pero cuando la oferta de vacunas crece, como ha crecido, y la población también aumenta, se va haciendo más compleja la tarea”, explicó Alpuche.
Karla Franco, jefa del departamento del Programa de Infancia y Adolescencia, que incluye el Programa de Vacunación, en la Secretaría de Salud de Quintana Roo, asegura que los porcentajes de cobertura de inmunización en este estado no son tan bajos como refleja la Ensanut.
“La región Península incluye otros estados y es posible que estos tengan mayor población y características diferentes, pero en Quintana Roo tenemos coberturas de vacunación adecuadas. En menores de un año evaluamos la cobertura, solo a la población sin seguridad social, con cinco vacunas (BCG, Hepatitis B, Rotavirus, Hexavalente y Neumocócica) y estamos en 86.1%, en tanto que en niños de un año, en la que ya se incluye la Triple viral, estamos en 90% de cobertura”, dijo Franco.
Las discrepancias en las cifras son el reflejo de las diferencias que existen entre el manejo de la salud a nivel federal y a nivel estatal.
En efecto, la Ensanut está midiendo regiones y Franco defiende solo las cifras del estado. Además, la encargada del Programa de Infancia y Adolescencia estatal considera entre su esquema la vacuna Hexavalente (que incluye la protección para seis enfermedades), en tanto la Ensanut incluye la Pentavalente, que en este estado ya no se usó en 2021, al menos no para la población sin seguridad social.
Pero más allá de las discrepancias, que son grandes, Franco señala que hay varios factores que no les han permitido tener una mayor cobertura en vacunación. En los niños menores de un año, uno de los principales es el desabasto de la vacuna BCG contra la tuberculosis, que se pone a los recién nacidos.
“Durante muchos meses no hubo esta vacuna en el país, a Quintana Roo llegó durante el segundo trimestre de 2021, y aún así, pese a la tardanza, se aplicó toda, pero a principios del 2021 no había; y en este momento otra vez no hay”, dijo la funcionaria.
José Francisco Figueroa, coordinador estatal del Programa de Vacunación en Oaxaca, coincide en dos cosas con su colega en Quintana Roo, en la discrepancia con las cifras de Ensanut y en la falta de vacunas, que es la que impide tener una mejor cobertura.
“En Oaxaca para niños menores de un año, en 2021, y en población sin seguridad social, tuvimos una cobertura de esquema completo de 62.9%; para niños de un año fue de 72.8%. Ahora ya se han recuperado más y en el primer semestre de 2022 llegamos a 96.2% en menores de un año y 88% en niños de un año de edad inmunizados con la Triple viral”, asegura Figueroa.
Él también le achaca al hecho de medir por región, las diferencias con las cifras de Ensanut.
Aunque admite que las coberturas no son las ideales, el funcionario explicó que esto se debe, en buena medida, al desabasto de biológicos y a los recortes en el presupuesto para el Programa de Vacunación.
“Durante casi todo 2021 no tuvimos vacuna BCG, además, la prioridad, de acuerdo con los lineamientos de la federación, fue la vacunación COVID y bajó mucho la cobertura en el esquema normal”.
Figueroa señala que también han padecido la falta de personal derivado de los recortes presupuestales pues antes tenían 18 vacunadoras que estaban disponibles para ir a campañas casa por casa, pero desde finales de 2020 ya no se les pudo contratar por la falta de recursos.
Durante todo 2021 y lo que va de 2020, el único personal dedicado a la vacunación han sido las enfermeras que hay en los centros de salud.
Figueroa explicó que antes tenían cuatro ingenieros que se encargaban de dar mantenimiento a la red de frío que mantiene a temperatura adecuada las vacunas para su conservación. Pero desde octubre de 2020 ya no tienen recursos para su contratación.
“En algunas localidades ya no hubo forma de componer los refrigeradores y eso afectó las campañas de vacunación. Hubo que ver cómo efectuarlas y se ha estado haciendo con jornadas intensivas de un día”.
Con los puros números del presupuesto del Programa de Vacunación federal no es posible evaluar estos recortes, puesto que hubo un incremento en los montos para cubrir la inmunización por COVID, pero el gasto de esta vacuna no está desglosado.
Se supone que para septiembre el panorama mejorará en Oaxaca en cuanto a la vacunación, o al menos eso espera el encargado del programa.
El próximo mes tendrán ya disponibilidad de las nuevas remesas de vacunas que enviará la federación, incluidas DTP y hexavalente. También empezarán a trabajar 19 enfermeras que se concentrarán en la estrategia de inmunización en el estado y tendrán un ingeniero para la red de frío.
“A partir de septiembre vamos a hacer una campaña de vacunación intensiva con la hexavalente, que incluye la de poliomelitis, por el caso que se presentó de esta enfermedad en Estados Unidos, y lo que esperamos ahora que vamos a volver a tener todos estos recursos es que la gente lleve a vacunar a sus hijos, les hacemos un llamado para esto”, concluye Figueroa.